Descubriendo el sexo con mi amigo pt1

A los 10 años mi amigo y yo encontramos una revista para dultos, a partir de eso comenzamos nuestro despertar sexual.
Esto sucedió cuando yo tenía 10 años, cuando llegaba a casa después de la escuela la casa normalmente estaba sola hasta las 5, hora en la que llegaban mis padres, durante ese tiempo para mi era normal quedarme ahí jugando o simplemente viendo televisión, pero ese día hubo un apagón y toda la colonia se quedó sin energía eléctrica así que para no aburrirme fui a buscar a mi vecino Luis de la misma edad en la casa de al lado.

Cuando llegué estaba en la sala, tambien lo dejaban solo por las tardes y de inmediato nos pusimos a jugar, al cabo de un rato pensamos en ir a la tienda por dulces así que nos pusimos a buscar monedas por toda la casa, en la sala, cocina, habitaciones y finalmente llegamos a la cochera de su casa, si bien el papá de Luis no era mecánico profesional si tenía muchas herramientas en estantes y gavetas, así que nos pusimos a buscar monedas, fue cuando mi amigo me habla emocionado diciendo «mira lo que encontré» fui a ver y era una revista porno pero a manera de cómic, en la portada tenía el dibujo de dos mujeres en lencería besándose, desconozco si aún venden pero el nombre era «las chambeadoras»

A los dos nos invadió una mezcla de emoción y nervios pero aún así decidimos llevarla a la sala para verla mejor, para esos años ninguno contábamos con internet, nuestras únicas referencias era lo que los más grandes platicaban en la escuela, así que para nosotros era el más grande descubrimiento aún tratándose solo de dibujos.

Comenzamos a leerlo juntos en voz alta y a medida que avanzaba la historia y las ilustraciones nuestros cuerpos reflejaban esa exitacion en forma de erecciones.

Cuando terminamos la emoción y el morbo ya se podía ver en nuestras caras y una conversación (al fin y al cabo de niños) nos llevaba a imaginar a las niñas de la escuela haciendo lo mismo y como las maestras seguro vestían así en sus casas mientras nuestras erecciones no bajaban.

No recuerdo quien de los dos lo propuso pero terminamos jugando con una pelota de goma, uno frente al otro y si la pelota caía en la entrepierna del otro debías hacer lo mismo que las mujeres de la revista, lo que si recuerdo es que yo fui el primero en lanzar y golpear su entrepierna, con una mezcla de nervios y emoción me acerque a Luis, el bajo su pantalón y ropa interior solo un poco dejando salir su verga, me arrodille frente a el y volví a tomar la revista buscando la imagen donde la mujer se la mamaba al hombre, claro, éramos solo niños, no sabíamos lo que estábamos haciendo así que no fue una mamada como tal, no sabía cómo hacerlo, chuparlo o masturbarlo, fue solo el acto de imitar la imagen de la revista y poner su verga en mi boca durante algunos minutos para reanudar el juego, volví a mi lugar y después de lanzar un par de veces la pelota, ahora fue Luis quien debía hacer lo mismo conmigo, no dudé y me baje la ropa hasta los tobillos, claramente estaba más exitado por lo de hace un momento, mi amigo adoptó la misma pose que yo y sin dudarlo puse mi verga en su voca con la diferencia que él comenzó a chupar y pasar su lengua por el glande, dejándola brillante de su saliva y masturbándome lentamente, era una sensación nueva para mi, se sentía demaciado bien que no supe cuánto tiempo pasamos así.

Cuando terminó solo nos quedamos viendo por un momento exitados y algo confusos, Luis regreso a su lugar y me dijo que me tocaba lanzar la pelota, sin vestirme volví a arrojar la pelota y a la primera le di en la entrepierna, Luis no lo pensó dos veces y tomo la revista buscando una de las páginas me la dió y dijo que ahora tocaba esa página, mientras la veía Luis comenzó a quitarse la ropa y se puso en 4 con las rodillas en el suelo y el cuerpo apoyado en el sillón mientras sus manos abrían sus nalguitas como lo hacía la mujer en la revista, y mirando la siguiente página ví como la verga del hombre entraba en el culo de la mujer mi verga aún con algo de la saliva de mi amigo volvió a ponerse duro con ambas escenas, la de la revista y la de mi amigo frente a mi, me termine de quitar la ropa y me acerque a Luis, puse la revista en su espalda y comencé a hacer lo que veia en ella, para nuestros 10 años aún no nos desarrollábamos, nuestras vergas debieron medir apenas 8 centímetros, la falta de experiencia y tal vez lubricación hicieron que no lo pudiera penetrar, aún así el rose de mi verga entre sus nalgas y la excitación del momento hicieron que pasáramos un momento increíble.

Seguimos con este juego por varios minutos, cambiando de poses e imitando todo lo que veíamos hasta quedar satisfechos.

Pero se hacía tarde y los padres de Luis y los míos volverían pronto, nos vestimos y regresamos la revista a su lugar, salimos al patio y no dijimos nada, sabíamos que nos había gustado y claro que lo volveríamos a hacer pero era un secreto entre nosotros, no lo hablábamos y cuando estábamos solos se daba de manera natural, el juego del sexo.

Pronto publicaré la parte dos.

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