Descubriendo el sexo con mi amigo pt2
Segunda parte A los 10 años mi amigo y yo encontramos una revista para adultos, a partir de eso comenzamos nuestro despertar sexual.
Mis encuentros con Luis siguieron por mucho tiempo, como siempre estábamos solos después de la escuela podíamos ir a una u otra casa a realizar nuestros juegos sin ser molestados por al menos 3 horas, llegó un punto en el que ya no necesitábamos de la revista, éramos nosotros los que imaginábamos posiciones o hacíamos lo que escuchábamos de los niños mayores en la escuela.
En el fondo sabíamos que era algo que nadie más debía saber, en la escuela o con los demás niños nunca comentamos o insinuamos nada pero al estar solos nos gustaba masturbarnos uno al otro mientras veíamos televisión y poder hacernos sexo oral se convirtió en nuestro mayor deseo.
Aún así, no nos consideramos gay, incluso fantaseando con nuestras compañeras se salón y maestras imaginando que eran ellas cuando uno tomaba el rol de mujer.
Cuando cumplimos 11 años la excitación nos ganó y decidimos ir a los baños de la escuela durante el receso para poder hacer algo, al llegar vimos que una de las maestras estaba entrando al baño de niñas, algo raro considerando que los maestros tenían sus baños propios, la maestra no era la más agraciada, una típica maestra de 6 grado, con algo de sobrepeso, lentes y cabello corto, dudo que fuera la fantasía de alguien pero a nosotros nos llamaba la atención sus grandes pechos, era una fantasia recurrente el poder ver sus enormes tetas.
Fue esto lo que detonó el siguiente paso en nuestros juegos, ese día al regresar a casa le propuse a Luis buscar en la habitación de su mamá y sacar su ropa interior, Luis lo dudó un momento, diciendo que si lo descubrían estaría en problemas así que lo convencí diciéndole que usaríamos la ropa de mi mamá pero el tendría que ser quien la usará, al parecer está idea le agrado más pues de inmediato acepto.
Al llegar le dije que me esperara en su casa, yo buscaría las cosas y las llevaría en un momento.
Entre al cuarto de mis padres y de inmediato me puse a buscar en los cajones, pero todo lo que encontraba era muy grande para que lo usará Luis, buscando en el closet pude encontrar unas tangas y sostenes muy delgados de encaje que me recordaron a los de la revista del papá de Luis pero seguía el problema del tamaño, hasta que encontré un «babydoll» aunque en ese momento no tenía idea de que era, solo pensaba que era un vestido pequeño y que jamás se lo había visto a mi mamá, pero era perfecto para que lo usará Luis, estaba por salir cuando recordé la tanga y el sostén de encaje y recordé algo, los trajes de baño eran solo tiras y las mujeres los amarraban para ajustarlos al cuerpo, así que tome unas tijeras y corte las tiras dejando espacio para poder amarrarlos después, la verdad en ese momento no pensé que mi mamá pudiera buscar esa ropa después, era más grande mi exitacion por ver a Luis usar esa ropa y poder imaginar que alguna de las niñas del salón era la que estaba conmigo.
Tome la ropa y fui corriendo a casa de Luis, cuando entre el ya estaba desnudo en la sala, le sonreí y le mostré lo que había traído, al principio también se extraño por el tamaño pero al explicarle cómo lo arreglaríamos su cara se iluminó, comenzamos por el sostén, era delgado, apenas unos pequeños triángulos para cubrir los pezones lo acomode y le dije que lo sostuviera con sus manos contra su pecho mientras lo amarraba en la parte de atrás, después hicimos lo mismo con la tanguita que cubria por completo su entrepierna pero al ser completa de encaje dejaba ver su verga erecta por la exitacion, nuevamente la amarre ajustándola a su cuerpo y al verlo mi corazón empezó a latir de emoción, en el caso del babydoll no hubo necesidad de cortarlo, le quedaba perfecto y parecía un vestido echo a su medida, no podía quitarle la mirada de encima y fue Luis quien me devolvió a la realidad al decirme «ven, tengo una idea» me tomo de la mano y fuimos a la habitación de sus padres
Empezó a buscar en unas cajas y saco una peluca, era de color negro y cabello corto al ponérsela le llegaba a los hombros, después se sento en el peinador y se puso un poco del labial de su mamá, yo no lo podía creer se veía increíble, era un sueño echo realidad, y fue nuevamente él quien me saco de mis fantasías preguntando ¿Quien te gusta del salón? Yo no sabía a qué se refería pero él insistió ¿Quien te gusta, para que ahora me llames así?
Yo lo pensé un momento y respondí que Paty, a lo que Luis sonrió y parándose frente a mi me dijo «Hola Alex, soy Paty, ¿Quieres ser mi novio?»
Yo estaba tan exitado que ni siquiera le contesté, al verlo ahí, convertido en toda una mujer, solo pude pensar en besarla, desde que empezó nuestro juego jamás nos habíamos besado, pero está vez era diferente, era la niña de mis sueños, linda y pervertida frente a mi, así que comenzamos a acariciarnos, mis manos recorrían su cuerpo sintiendo el rose del encaje mientras «Paty» me quitaba la ropa lentamente.
Cuando estaba desnudo me dijo que me acostara en la cama, yo perdido en la exitacion y el momento solo me deje guiar ella subió a la cama y con gestos de una gatita se acercó a jugar con mi verga para después hacerme una mamada como solo ella sabía hacerlo.
Después se subió sobre mi levanto un poco el babydoll y lo mordio para que no se bajara mientras con sus manos hacia a un lado la tanguita para dejar libre su verga, la acerco a la mía y tomando las dos con su mano comenzó a masturbarnos al mismo tiempo mientras hacía movimientos de cabalgar y mis manos agarraban sus nalguitas para llevar el ritmo.
Hasta ese momento nuestros juegos acababan en ese morbo, ya sabíamos lo que era correrse pero nunca lo habíamos experimentado, nunca hasta ese momento, pues mientras el movimiento aumentaba y su mano se movía cada vez más rápido, los dos comenzamos a sentir ese placer que inundaba nuestros cuerpos, hasta que finalmente nos corrimos juntos, el semen de ambos, nuestra primer corrida juntos cayó en mi pecho mientras los dos tratábamos de recuperar el aliento.
«Paty» se desvaneció callendo en mi pecho con la respiración entrecortada y nuestras vergas quedaron sensibles y palpitando entre nuestros cuerpos mientras acariciaba su espalda.
Cuando nos recuperamos un poco «Paty» levanto la cabeza y me miró de frente, no dijimos nada, solo nos sonreímos y así ella encima de mi comenzamos a besarnos.
Ahora nuestros juegos eran más exitantes aunque Luis siempre era «Paty» y a mi me encantaba, cada vez buscábamos nuevas opciones aunque nunca nos atrevimos a la penetración, pero el roce de nuestros cuerpos, el tacto del encaje era suficiente para excitarnos y corrernos abundantemente.
Un año después Luis y su familia se mudaron, el no me dijo nada hasta el último momento, aún así el tiempo que pasamos jugando con «Paty» se convirtió en uno de mis mayores recuerdos.
Hablamos durante un tiempo, pero ya no era lo mismo, cada uno hizo su vida, tuvimos nuestras novias y al final nos dejamos de hablar, pero espero un día volver a encontrarlo, talvez no volveríamos a hacerlo pero sería bueno recordar cómo empezo todo y volver a ver a «Paty».
Pronto publicaré más vivencias, para que me conozcan a través de mi sexualidad y fetiches.
Si alguien quiere contactarme pueden hacerlo en este correo [email protected]
Es una pena que no hubiera penetración pero estuvo rico jeje
Lo sé, supongo que a esa edad era más el morbo por sentir nuestros cuerpos y el ver a mi amigo con lencería, pero si, hubiera deseado penetrarlo.
gran relato comos igue
Gracias, con Luis solo llegamos a eso, pero pronto publicaré más experiencia en mi vida.