Desde el balcón en la Pensión
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por jfe_1162.
Cierto día en que me encontraba solo en la pensión, Juan estaba en uno de sus viajes de trabajo, afuera caía una lluvia fuerte pero agradable, me coloque a observar la lluvia en el balcón de mi habitación, no tenia sueño y pensaba que era una lástima no estar durmiendo en un día así ya que me encontraba solo y no tenía nada que hacer – bueno como le iba diciendo – observando la lluvia y pensando en las cosas que estuviéramos haciendo Juan y yo juntos aquí, me detuve un momento pues un vecino de la cuadra el cual vivía al lado de la casa donde yo rentaba una habitación en la planta alta se estaba bañando con la lluvia en su patio y casualmente desde mi balcón se podía ver todo su patio, de hecho en varias oportunidades vi como en su habitación, que tenía una ventana panorámica, se paseaba completamente desnudo al llegar de su trabajo en la tarde justo cuando el sol daba con el frente de su habitación haciendo más visible y más fácil de observar todo lo que dentro ocurría….
Bueno lo cierto es que este momento ese vecino se estaba bañando con esta lluvia y yo me dispuse a observarlo, él es un chico de color, contemporáneo conmigo, de buen cuerpo ya que se la pasaba jugando Básquetbol con los demás jóvenes de la cuadra, cargaba solamente un short de color gris, algo flojo y con la lluvia se le adhería al cuerpo haciéndesele notar algo más oscuro y largo de entre las piernas, obviamente era su buena dotación masculina, en uno de los linderos del patio caía una gran cantidad de agua la cual utilizaba como ducha se metía y la fuerte caída de agua hacia que el short se le rodara de entre su cintura causando que se le viera más de lo debido y yo encantado, de pronto se dio cuenta que yo lo estaba observando y sonriendo se subía el short, yo también sonreí y desde entonces me veía constantemente y ye empecé a notar que se acariciaba mas inclusive comenzó a hacer notar mas su pene de entre el short que para entonces se veía más largo de cuando comenzó a bañarse, él deliberadamente se movía de un lado a otro causando que eso se balanceara y yo podía notarlo, como yo estaba que casi me salía del balcón, él se dio cuenta y estuvimos observándonos un buen rato, se daba vuelta y me mostraba sus nalgas con el short a media, él sabiendo que yo lo estaba disfrutando dejo caer por completo el short y se dio la vuelta para mostrarme lo excitado que estaba ya, se manoseaba todo y me veía yo por mi parte también tenía una carpa armada en mi campamento pues también estaba excitado con semejante espectáculo, corría desnudo y busco un jabón y empezó a enjabonar todo su cuerpo, él sabía que yo estaba acariciando mi pene pues se lo hice saber metiendo descaradamente mi mano entre mi short y pendiente que nadie más me notara en esa acción, afortunadamente todo lo demás se veía desolado, quizás por la lluvia todos estaban encerrados y yo disfrutando al vecino bañándose desnudo, él me hacía señas para que fuera a donde él, pero ¿Cómo?
Entonces se acerco a la pared y se subió en algo, yo me decidí y baje la escalera y huy el agua que caía de la lluvia estaba bien fría, decidido a bañarme con mi vecino desconocido aun, empecé a buscar como hacía para saltar la pared que nos separaba, vi una escalera que bien estaba para la ocasión y sin pensar mucho la coloque subí y del otro lado había un pote grande donde podía apoyarme y saltar a nuestro encuentro, ya en el patio de mi vecino desconocido me ayudo a bajarme y comenzamos a acariciarnos mutuamente, él desnudo completamente me besaba e iba deslizando mi short para quedar como él en su patio, es un moreno bello de ojos claros y labios gruesos, completamente lampiño y con un corte de pelo al rape, sus ojos estaba destellante por la lujuria que emanaban de ellos y me envolvía en una danza erótica que con la lluvia cayendo sobre nuestros cuerpos desnudo se evaporaba de lo bien caliente que estábamos ambos, nuestros penes erectos se entre cruzaban entre sí como si fueran las mas filosas espada candentes, nuestros cuerpos dejaban ver como cada gota de agua se deslizaba y enseguida desaparecía, ambos temblábamos y nos veíamos insistentemente a los ojos, nos basábamos suavemente y sin decir nada comenzó a lamer mi cuello, mis tetillas excitadas siguió bajando y agarro mi falo erecto y observándolo meticulosamente se lo fue metiendo poco a poco a su boca provocando en mis gemidos de placer al sentir como sus gruesos labios recorrían el cuerpo de mi pene, con movimientos uniformes de mete y saca de su boca dejaba caer una estela de saliva que junto a la lluvia iban a parar al piso enchumbado de agua, llovía a cantaros, subió y me ofreció su boca, sentí su lengua dulce, suave y caliente, comprendí que me tocaba a mi darle el mismo placer en su miembro que parecía a una muy deliciosa y grande barra de chocolate, también comencé por su cuello dándole pequeñas succiones y besándolo lentamente hacia sus tetillas anchas y durar fui besando cada musculo visible de su abdomen y agarre ese mástil caliente como si fuera me única y mas preciada barra de chocolate con un gran fresón como cabeza de lo rojo que estaba el muy cabrón.
Agarro mi cabeza y con movimiento frenéticos comenzó a poseerme por la boca como si quisiera perforar mi cerebro con su falo, le agarre fuerte y le indique que me dejara hacerlo yo, me daba golpecitos con su pene en mi cara, yo chupaba sus bolas y con mi saliva unte mis dedos para hurgar entre su culito a ver qué tal, no hubo resistencia y procedí a seguir mi camino hasta el orificio anal, él por su parte comprendió y levanto una de sus piernas para darme mejor proyección del mismo y metí mi lengua hasta lograr entrar en la puertita anal provocándole gemido que se ahogaban con el ruido de la lluvia, metí un dedo y luego dos, metiéndolo y sacándolo y tratando de abrir ese hoyito que tenía ganas de cogerme ese lluvioso día,…¿De dónde lo saco?… no sé, pero me dio un preservativo y yo me incorpore y procedí a colocármelo, él con su boca me lubrico el pene y yo lubrique su culito con mi saliva, ejercía un pequeña presión esperando lograr abrir el anillo anal del chico, frunció el ceño y entendí que le dolía, permanecimos un corto tiempo hasta que se diluyera el dolor y él mismo tomo mi miembro y empezó a introducirlo, lo sacaba y lo metía hasta que ya había desaparecido el dolor y me dejo a mi hacer lo que me tocaba hacer, ya dentro de él comencé a moverme aferrándome a su cintura con mis brazos y masturbándolo con una de mis manos ,
El empujaba como para sentirlo más adentro y yo metía y sacaba frenéticamente gimiendo ambos de placer lujurioso, girando su cara hacia mi buscaba mi boca y yo le ofrecía mi lengua succionando esos labios carnoso y gruesos en un beso húmedo, la lluvia nos bañaba pero no nos separaba por más que intentaba hacerlo, nuestros cuerpos unidos por mi pene dentro del chico nos movíamos rítmicamente acariciándonos mutuamente nuestros costados empecé asentir como su ano ejercía presión en mi falo erecto y vi como varios chorro de blanca y espesa leche salía a borbotones de su miembro que yo con mi mano estaba manipulando para darle placer, gemía y apretaba el culito y yo deliraba con solo sentir esa presión en mi falo dándole más fuerte a la penetración que estaba ejerciendo sobre mi compañero, me tomo de ambas mano que tenia aferrada a su cintura sugiriéndome detenerme, agarro mi rígido miembro y lo saco lentamente de su cavidad anal, se giro, me beso y bajo a quitar el preservativo para luego darle unos latigazos suaves con su lengua y de un solo golpe metérselo completamente en su boca hasta la garganta, yo sentía su tráquea acoplándose a mi pene y lo sacaba y lo metía profundamente una y otra vez sus dedo hacían lo mismo dentro de mi ano que para entonces ya le cabían cuatro de sus dedos masajeándome la próstata hasta que yo no pude resistir mas y con un gemido mi pene comenzó a desprender de su interior abundantes chorros de espesa leche caliente que él esperaba con su baca abierta para que yo observara como le llenaba la misma bañándole también con algunos chorros de semen en su cara complacida, me miraba sonriente y lamia la cabeza de mi pene, se lo introducía y lo sacaba para luego dedicarle mimos a mis bolas y mi culito malogrado y complacido por sus dedos, yo con mis manos en la cabeza no podía creer lo que habíamos experimentado bajo la lluvia, era genial el espectáculo, lo tome de sus brazos le levante y nos besamos profundamente en agradecimiento a su labor, terminamos de bañarnos y me invito adentro de la casa..
– Ven acompáñame – me dijo y lo seguí algo agotado
Busco un par de toallas y me ofreció una, nos secamos e ingresamos a su casa, le pregunte
– Perdón…¿Cómo te llamas?….mi nombre es Javier
– Encantado…soy Jean Carlos
– Es todo un placer conocerte Jean – le dije sonriendo-
– ¿Te gustaría tomar algo caliente? – me sugirió –
– ¿Algo más?…jejeje…después de lo que me ofreciste bajo la lluvia
– Jejejee… ¿Bueno que te parece una taza de chocolate caliente?
– ¡Si quiero más chocolate! – le dije pícaramente luego le pregunte – ¿Desde cuándo tienes esta afición?
– ¿Cuál de las dos… la de bañarme en la lluvia o la del sexo con un hombre? – dándome una taza de chocolate caliente
– Ambas podría ser…me interesan ambas – le respondí
– Bueno – comento con una mirada picara y muy directamente a mis ojos – siempre me he sentido atraído hacia los hombres pero muy pocas veces he estado con alguno salvo un amigo de mi infancia que sabe mi secreto el cual fue el primero con el que estuve sexualmente hablando y en otras ocasiones solo me he masturbado mutuamente con otros compañeros pero no ha pasado a mayores,… bañándome en la lluvia, desde niño me ha encantado disfrutar la lluvia, siempre me he imaginado y hasta he soñado que estoy bañándome desnudo en una colina desolada y luego veo a alguien sudoroso o mojado por la lluvia cortando leña y me descubre viene hacia mi persiguiéndome y yo caigo luego en un rio donde forcejeo con el desconocido de mi sueño y luego ese mismo desconocido me posee dentro del rio…en ocasiones me despertado completamente mojado y no de orine precisamente – mordiéndose los labios continua – ¿Sabes algo?..no te había visto por aquí hasta ahora que estaba bañándome y vi que estabas ahí en tu balcón, fue divino la forma como me veías, me excitaste y me provocaste, por eso te invite….
– Ah no… yo soy del pueblo cercano… mis padres viven allá…estoy estudiando y trabajando por aquí – dije arreglándome mi miembro de nuevo excitado por el corto cuento que me contó y agregue – vaya hermano tu sí que eres genial contando cuentos
– Ha sí y… ¿Donde estudias?
– En el tecnológico que está aquí cerca…tercer semestre de Producción Industrial
– Yo también estudio ahí segundo semestre de Producción Industrial
– Vaya que grata sorpresa…cuando quieras te puedo ayudar, tengo apuntes en mi cuarto que quizás te sirvan de algo – le sugerí –
Jean Carlos agrego viéndome mi bulto elevado y él en la misma situación y dejamos las tazas de chocolate a medias en el mesón de la cocina
– Sígueme eso podemos arreglarlo ya…
– Yo soy tu invitado y te sigo donde me digas – dije quitándonos ambos la toalla y colocándolas en derredor de nuestros cuellos cada uno nos dirigimos a otra habitación.
Ya había dejado de llover afuera o al menos no tan fuerte como cuando estábamos bañándonos Jean Carlos y yo, al entrar en la habitación Jean Carlos tira su toalla en un sillón, sube a su cama de rodillas se dirige a mí y con un gesto bastante claro para lo que estábamos ahí con los dedo me convida a que suba en la cama también, yo igualmente tiré la toalla donde Jean Carlos había lanzado la del y le pregunto.
– ¿Por casualidad no esperas visitas o tu familia no está por llegar?
– No amigo aun nos queda tiempo para seguir disfrutando, mis padres y hermanos no llegan sino hasta tarde en la noche, yo dije que los alcanzaba en casa de los abuelos – y se abalanzo sobre mí besándonos placenteramente.
Entrelazados en la cama nos acariciábamos mutuamente la luz de afuera iluminaba bastante bien la habitación de Jean Carlós pues como les conté es panorámica y las cortinas están abiertas siempre, por eso es que lo he visto cada vez que está en su cuarto paseándose desnudo y hoy estábamos ambos desnudo y teniendo sexo fogoso en su cama, nos mordíamos los labios suavemente, nos estrujábamos con nuestras manos calientes y ansiosas, nos chupábamos las tetillas, el cuello las orejas, nuestros ojos irradiaban chispas de pasión, nos devorábamos con solo mirarnos y volvíamos a arremeter con furia nuestros labios en besos fogosos y ensalivando nuestros rostros, tome ambas muñecas de Jean Carlos y las coloque hacia arriba como si estuviera amarrado a mi merced sujetándolo con una de mis manos y comencé a chuparle las tetillas achocolatada, erguidas y calientes, primero una y luego la otra, se retorcía y gemía y me daba cuenta que la gustaba la idea de ser sometido, mordía suavemente esas tetillas candente arrancándoles alaridos silenciosos a Jean, que él mismo ahogaba en su garganta porque si daba los gritos con todas sus fuerzas de seguro lo iban a escuchar en todo el vecindario, me coloque a un costado de su cuerpo aun sujetando sus brazos sobre su cabeza con una de mis manos y con la otra agarre su pene y lo masajeaba suavemente, veía como con su mirada me suplicaba placer, él observaba mi pene y sacaba su lengua como sugiriéndome que se lo metiera en su boca con esos labios húmedos y carnosos, yo baje mi boca hacia su pene y le di la oportunidad de meterle el mío en la boca deseosa de Jean, enseguida se lo introdujo completo de una sola vez hasta lo último de su garganta haciendo unos pequeños movimientos para que entrara en su tráquea y tomando mis nalgas sentía como las empujaba mas para sentir todo mi pene dentro de él – eso para mí era genial – yo por mi parte también succionaba y me metía todo su pene en mi boca saboreando su líquido seminal saladito en mis labios, ambos nos lamiamos nuestros culito penetrándolos con nuestras lenguas y estirándolo con nuestros dedos juguetones, nuestras cara se perdían entre nuestras nalgas, chupábamos nuestras bolas con todo lo que encontráramos en esa posición. Nuestros cuerpos brillaban de tanto sudor que emanaban en complicidad con la luz que entraba por la enorme ventanal de su cuarto, el cuerpo de Jean Carlo brillaba mucho mas debido a su color de piel que parecía un candente chocolate listo para ser devorado, se acomoda sobre mi mirándome fijamente y tomando mi miembro erecto se lo introdujo en su orificio anal debidamente lubricado por nuestras salivas, mientras hacía eso me besaba con su lengua inquieta y hacia movimientos de cadera muy sensuales ejerciendo así el mete y saca yo acariciaba sus nalgas, él se pellizcaba sus tetillas, cerraba los ojos y seguía moviéndose cada vez más rápido y movimientos circulares, sus bolas y su erecto pene chocaban contra mi abdomen, yo con movimiento penetraba mas haciendo que mis bolas se balancearan en un vaivén que a Jean le encantaba, me incorpore para succionar su tetillas y abrazados así le d i vuelta para colocarlo bajo de mi y seguirle penetrando en la posición del misionero besándolo intensamente, él con sus manos buscaba sentir como entraba y salía mi erecto pene de su cavidad acariciando mis bolas que también chocaban con sus nalgas, aprisionado por sus piernas alrededor de mi cuerpo nos mantuvimos así hasta que de nuevo Jean en un movimiento me coloco bajo de él para tenerme a su merced y con movimiento que sabía muy bien dar me provocó la acabada dentro de su ano llenándolo todo, inmediatamente Jean empezó a eyacular solo sobre mi pecho y sus jugos llegaban hasta mi cara que yo saboreaba con mi lengua, ambos gemíamos de puro placer, él con los ojos cerrados y su cabeza dando vueltas se agarraba sus nalgas como abriéndolas más y ejercía movimientos para meterse más adentro mi pene que aun continuaba rígido, de su colita sentía como salía de su interior el liquido que recientemente le había disparado mi pene y chorreaban hasta mis bolas enchumbándolas y produciendo un sonido muy particular, abrió sus ojos y sonriéndome me baso suavemente los labios, mi pene se deslizo de entre su colita dilatada y nos quedamos tumbados en la cama un rato, nos veíamos y sonreíamos.
Nos levantamos de la cama y empecé a despedirme pues ya tenía que saltar la pared también y no quería que me descubrieran en eso en donde vivo, fuimos al patio me puse mi short húmedo y nos dimos un beso acercando su cuerpo desnudo a mi le dije
– Gracias papá por tu invitación, la pase genial y espero se repita nuevamente
– Por supuesto que se ha de repetir varias veces….
Desde la pared lo vi y me lanzo otro beso, yo le guiñe un ojo y sonriendo me despedí, coloque la escalera en su lugar y subí a mi habitación y terminar de bañarme como es debido recordando todo lo que había experimentado junto a Jean Carlos, de pronto se me ocurrió una idea genial, hacer que Jean Carlos y Juan se conocieran y entabláramos una estupenda amistad sexual pero primero tenía que consultarlo con uno de los dos primero y dependiendo de su respuesta le comunico al otro, esperemos que sea aceptada mi idea positivamente.
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