DESDE LA ADOLESCENCIA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Siempre leo relatos y me recontra pajeo. Esta vez quiero contar una de mis experiencias. Primero voy a comentarles de mi, soy Marcos, tengo 28 años, rubio, ojos marrones, 1,80mts, algo velludo, 75kg. Me considero bisexual, es decir, estoy de novio con una mujer, pero tuve mis experiencias con tipos.
Lo que les quiero contar es mi experiencia con un amigo que de la adolescencia que se llama Martin que por casualidades de la vida se convertiría en mi jefe. Cuando éramos chicos fuimos mejores amigos, hacíamos todo juntos, nos íbamos de vacaciones, me quedaba a dormir en la casa de él o en la mía, íbamos a la misma escuela, colonia de verano, en fin…. Todo hacíamos juntos. El era un chico bastante fachero, juntos llamábamos la atención de todas las chicas de la escuela, nos decían “el rubio y el morocho”. La natación nos había proporcionado lindos físicos, buenos brazos, buena espalda y en mi caso un orto grandote, paradito, blanquito y prácticamente sin pelos.
Una noche durmiendo juntos en mi cama siento que se me pega al cuerpo en la parte de atrás, como haciendo cucharita. No me llamó la atención porque a veces pasaba pero esta vez estaba al palo. Sentí sensaciones raras, por un lado me incomodó, pero por el otro me empecé a calentar. Cada vez se apretaba mas a mi cuerpo sentía su erección, comenzó a hacer movimientos como si estuviera cogiendo con alguien y eso me hizo dudar de si estaba dormido o no. Yo estaba inmóvil, no sabia que me estaba pasando. De pronto siento que me empieza a bajar el bóxer y ahí fue cuando me di vuelta de golpe y prendí la luz. Para mi sorpresa estaba despierto. Que pasa? Le pregunté. El se sentó en la cama y se disculpaba diciendo que estaba soñando que no sabia lo que hacia. Le dije: Boludo, si no me despertaba me terminabas cogiendo! Y me empecé a reír para bajar el grado de tensión de la charla. El también se empieza a reír y me dice: bien que te gustaría despertarte con el culo cargado de mi leche! Basta, no seas gil sigamos durmiendo que mañana vamos a la escuela temprano, terminé diciendo. Apague la luz y seguimos durmiendo. En esas siento otra vez que me abraza de atrás, y otra vez estaba al palo. Martin! Le dije mientras me daba vuelta, pero me puso boca arriba y se acostó arriba mío tan rápido que no pude evitarlo. Su cara había quedado a menos de un centímetro de la mía, sentía su respiración, sus palpitaciones, su pija erecta en mi estomago y sus manos agarrando las mías arriba de mi cabeza. Dejate de joder Martin, basta! Le decía. Pero él estaba como poseído, su mirada denotaba calentura, deseo, pero estaba en silencio, solo me miraba. Me gustas, en serio, me gustas mucho!, me dijo. Y avanzó su boca hacia la mía, yo estaba inmovilizado, no me quedo otra que recibir sus labios. El beso que me dio fue largo, pero me partió la cabeza, lo estaba empezando a disfrutar, me estaba empezando a calentar. De repente separa su boca de la mía, y baja a mi cuello, sigue por mis hombros y sigue bajando por mis pezones, baja a mi abdomen y con una de sus manos intenta bajar el bóxer. Ahí es cuando lo detengo, pero me dice: Dejame, si no te gusta paro al toque! Y lo dejé. La chupada de pija que me dio fue la mejor de mi vida, no era la primera pero si era la primera vez que alguien me lo hacia tan bien. Estaba disfrutando el momento, lo agarre de los pelos, que en ese momento lo tenía por los hombros, y le manejaba la cabeza para simular una penetración. El se dejaba, su lengua iba y venia por mi pija, me la agarraba, me la besaba, me besaba los huevos, se la pasaba por los labios, se notaba que estaba disfrutando de verdad. En una de esas su lengua paso de mis huevos a la entrepierna e intentó seguir bajando hacia mi agujero. No, pará! Le dije. Pero su lengua ya estaba ahí y mi agujero la aceptaba muy contento. Parecía un profesional, me separaba las nalgas y me metía la lengua lo más que podía, y yo gozaba como el mejor.
En esas se separa de mi culo y me dice ahora vengo. Vuelve del baño con un poco de crema humectante en la mano y me la pasa por la pija. Se sienta arriba mío y acomoda la pija para que le entre en el culo. De a poquito fue entrando toda, en realidad mi pija no era muuuy grande tampoco, unos 17cm blanquita y venosa. Sus cabalgatas me pusieron en llamas otra vez y me convenció de que lo pajee mientras yo le daba a full por el culo. Tratábamos de no gemir fuerte porque la habitación de mis viejos estaba cerca pero se hacia difícil. Después de unos minutos le dije que iba a acabar y aumentó su cabalgata. Mi pija explotó de leche, sentí que lo bañe por adentro, fue mi mejor orgasmo hasta ese momento. Cuando me volví a la realidad intenté sacarle la pija del culo pero no me dejó. Ahora era el momento de él, como yo seguía al palo volvió la cabalgata y se empezó a pajear muy duro. Cuando acabo su leche me baño el pecho y uno de los chorros llegó hasta mi mentón, cosa que nos hizo reír. Saca mi pija de su culo y se acuesta arriba mío abrazándome fuerte. Me moría de ganas por coger con vos, me dijo, y volvió a besarme. Yo no podía emitir palabras. Me quedé inmóvil mirándolo a los ojos. Que pasa? Me dice. Nunca me hubiera imaginado esto, sos bien masculino no parecés puto, le dije. Su mirada no se despegaba de la mía, me estaba empezando a poner incomodo. Me voy a bañar le dije, dale, después voy yo me dijo él. Y después de bañarnos me puse un bóxer blanco y me volví a dormir.
A la mañana siguiente no me podía despertar, no sabía si lo que había pasado había sido real, o era producto de un sueño. Lo que si sabía y estaba seguro era que me había gustado. Cuando abro los ojos sentí una sensación en mi pija otra vez, me la estaba chupando de nuevo, pero esta vez estaba dispuesto a hacerme acabar, me pajeaba y chupaba al mismo tiempo, yo volaba de la calentura y no faltaba mucho para que le largue la leche, de repente le digo para que acabo! Pero sigue chupando y chupando. Acabo en su boca. Saca mi pija de su boca y se saborea con los ojos cerrados, me mira a los ojos y se traga la leche. Te voy a chupar la pija cada vez que me lo pidas, me dice.
Nuestra relación cambio para siempre desde ese día. Cada vez que podíamos teníamos sexo, pero nuestro sexo se limitaba a dejarme chupar la pija y hacerle el orto cuando me dejaba. Había veces que cogíamos hasta en la escuela. La pasamos bárbaro, pero nuestra relación se corto cuando me empezó a exigir mas, me pedía que le chupe la pija, o le chupe el culo y yo no quería. Hasta que finalmente decidió no hablarme mas, y así fue hasta que terminamos el secundario y no nos volvimos a ver.
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