DESLECHADO por un HETERO CURIOSO
Un HETERO CURIOSO me entrega las nalgas para vaciarme dentro de él. Lo que su mujer no le dió, yo se lo dí….
Hacía tiempo que no publicaba un relato pero ya es momento de contar esto de una vez.
Desde mi gozo carnal con hombres heterosexuales y mi primera vez que tuve un encuentro con uno, que fué a los 19 años, quise volver a repetirlo.
Volví a entrar al chat gay donde contacté al primer chico para volver a tener suerte con otro hombre. A pesar de varios intentos, logré topar con otro hetero curioso. Para este entonces tenía 21 años, este sujeto, 30. Además de su edad, ser hetero con vieja e hijos me excitó aún más.
Durante la plática nos ibamos contando más acerca de lo que el otro quería, él, al comentarme que su mujer no lo podia hacer sentir dominado, meterle un trozo de carne en las nalgas ni mucho menos ofrecerle la sensación de venirse dentro, cosa que un hombre sí, yo decidí darle mi verga para que pueda saciar todo aquello que necesitaba. Tener esa necedad de darle a los hombres lo que una mujer no, me excita demasiado.
Nos describimos mutuamente, rolamos whats app y nos conocimos en fotos. Tenía un culote de impacto, grande, macizo con piernas rabajadas debido a su trabajo, todo un pinche macho esperando a entregarme las nalgas y rendirse ante mi.
Le mostré fotos, le excitó mi cuerpo marcado por el gimnasio, depilado, tatuado al estilo chaka en los brazos y mi verga, larga, curveada con un buen grosor para quedarme pegado a él.
Quedamos en vernos en uno de los metro de la CDMX para proceder ir al hotel.
En el hotel comienza la preparación, inciando con los besos, lo cual hacía mucho tiempo que no había besado a un hombre, y volverlo hacer hizo que su verga se le parara en putiza, escurriendo chido de precum, el que yo aproveché para rozarlo en mi verga. El manoseo, el faje, los besos, el placer que un hombre da no se hicieron esperar. Debía aprovechar y mostrar que un hombre lo hace mejor que una mujer.
Ver su cuerpo desnudo fue lo mejor, estaba macizo el vato con buena nalga, pierna, bueno de todo el cuerpo. Lo más exquisito fué como entregaba las nalgas para mamarselas, chupando cada parte de su culo y metiendo mi lengua dentro suyo para dilatarlo, sin necedad de meter dedos. Saborearlo fué lo mejor. Probar su cuerpo es algo que no olvidaré…
Comencé metiendo mi verga en su culo, si bien, entró suavemente, sentía muy apretado en la cabeza de mi verga y a lo largo de la misma. ¡El wey no había entregado el culo por más de 1 año! No mamen, sentía bien pinche estrujado mi pito dentro de él y más porque la tengo gruesa. Metía lentamente y poco a poco para evitar dañarlo hasta que empezó a aflojar y se movía bien sabroso, boca abajo, de piernas a mis hombros, en 4, en todas las poses que pudimos. Yacía tiempo que no sentía algo así y que un vato me destapara ese gozo carnal que uno siente cuando el sexo llega a su punto.
Duramos un buen tiempo como hora y media de puro mete y saca, viendo como sus nalgas rebotaban en mis ingles y mis huevos chocaban en su culo. A pesar del tiempo, el wey nunca dejaba de apretar mi verga gruesa hasta que entre tanto pinche movimiento me vine bien pinche duro, mi verga brincaba dentro de él y sentía como escurria un chingo.
Él, por otro lado, veía su cara de placer, de saciedad de que deseaba ser penetrado yace mucho tiempo y al fin se había logrado.
«Te la rifaste cojiendo, ya necesitaba una buena verga»
Posterior a eso, nos fuimos cada quien a su cada, ya que su mujer lo estaba esperando.
Fué una de las grandes cosas más morbosas que hice con él y repetimos en el futuro pero eso se los contaré después.
Si hay algún hetero curioso que quiera probar, puede contactarme. Quiero darle el placer que se merece…
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