DESPEDIDA DE LOS INGLESES, ULTIMA NOCHE (GERMAN DEGUSTADOR DE CULITOS TIERNOS 22)
Nachito, su padre y dos nuevos amigos, explorando la zona sur de Chile, pero tambien explorando los limites del placer…..
A la mañana siguiente, y en afán de aprovechar bien el día, se levantaron todos temprano. El mal tiempo se había marchado, que el sol ya estaba alumbrando.
Cristian fue el primero en la ducha, seguido por los invitados. Nachito remolón como siempre, el último que lo hizo cuando los demás ya estaban instalándose a desayunar. Antes de entrar al baño pasó por la mesa a sacar un par de galletas. Su padre dirigiéndose a los extranjeros les dijo “Hummm vaya que anoche se conocieron de mejor forma” con una amplia sonrisa. El colorín se sonrojó, George solo observaba, pero Cristian les tranquilizó acariciando el cabello de su hijo y les dijo “me encanta que mi niño haga nuevas amistades”, lo que tranquilizó a los europeos quienes, con una sonrisa de alivio, dijeron que había sido una noche maravillosa y que se sentían afortunados de haberlos conocido.
Mientras Ignacio se fue a la ducha, los demás empezaron a tomar su desayuno y Cristian les preguntó por sus planes futuros y ellos respondieron que ya estaban al límite de sus vacaciones y debían regresar, ante ello Cristian les sugirió que como tenía un dato de una zona especial a recorrer podían pasar el día juntos y en la noche hacer una despedida. Obviamente fue muy bien recibido por ambos. Ni que mencionar a Nachito que se enteró al salir de la ducha y premió a su padre con un gran abrazo y beso en la boca, lo que se repitió con los otros dos, quienes aprovecharon de pasada de darle su agarrón de culito para demostrar su complacencia.
Se fueron pues a conocer el famoso parque Tantauco, donde disfrutaron todo el día de esos paisajes que ya Charles Darwin supo conocer. El día se pasó casi volando y de regreso a la cabaña pasaron a comprar algunos refrigerios y snacks para la que sería la noche de despedida, que ya se imaginaba espectacular.
Cristian primero, luego George y Peter se dieron una reconfortante ducha caliente, dejando al final al chico, quien mientras esperaba su turno dio cuenta de unas papas fritas acompañadas de su infaltable Coca-Cola. Uno a uno se fueron desocupando, Cristian apenas salió encendió la estufa que convenientemente había dejado cargada de leños en la mañana y así, el ambiente se hizo cálido y acogedor. Se dispuso a preparar la mesa, pero de una forma especial, pues retiró todo de encima y en una mesa pequeña al centro del living fue ubicando los refrescos y cosas de comer que habían comprado.
En resumen y cuando ya Nachito salió de la ducha se encontró que sus amigos y su padre lo estaban esperando con la mesa “lista” la que sólo tenía una frazada doblada en uno de los extremos y que llegaba aproximadamente hasta la mitad de ella.
Extrañado miró a su padre, quien sonriendo le dijo que se ubicara al costado de la mesa y se doblara sobre ella dejando su culito en pompa y desde la cintura hacia arriba recostado en la mesa. Sonriendo se acomodó, dejando caer la toalla que le cubría y dejándole solo con su coqueta sunga que usaba para ocasiones “especiales”.
A continuación, Cristian invita a Peter a que le “haga los honores”, dado que estaba claro que era el preferido del chico lo que el inglés y sin esperar a que se lo repitiera, se arrodilló detrás del niño y con ambas manos empezó a acariciar las piernas en forma ascendente, mientras su cara y nariz se acercaban a aquel culito tierno dándole unos mordiscos suaves y disfrutando del aroma a limpio que de él emanaba.
Peter poco a poco se fue entusiasmando en aquella posición, sus manos acariciaban ansiosas no solo las piernas sino la espalda desnuda del chico y ya sus dientes iban bajando poco a poco el hilo de la sunga y lamiendo golosamente las piernas y la abertura de aquella rajita que se iba mostrando a vista de todos. Por su parte su compañero y el padre del chico le franqueaban, con sus vergas a full en una lenta paja que acompañaba el disfrute del colorín muchacho. Cristian en el último tiempo había desarrollado un gran gusto por el “voyeur” y disfrutaba de sobremanera mirar a su hijo gozando a la vez que daba placer a otros como en ese momento estaba ocurriendo.
Peter alcanzó un grado de excitación tal, que sin aguantar más bajó de golpe la minúscula prenda que apenas cubría aquella fruta que ya conocía deliciosa, y sin mayor preámbulo introdujo su lengua en el lampiño y rosado huequito, arrancando un gemido al niño al sentir invadida su intimidad, lo que fue celebrado por los espectadores, que empezaron a aumentar el ritmo del movimiento en sus respectivos penes.
La excitación fue aumentando en todos, Peter ya lamia con ansiedad aquel culito rosado y que nuevamente era suyo, pero ahora a plena tranquilidad y con 2 espectadores. Sus manos acariciaban esas nalgas redondas y duras, mientras su lengua se introducía hasta el fondo de la rajita impúber, entre gemidos y estremecimientos del cuerpo del chico. Sus dientes mordían ávidamente y debían limitarse para no ocasionar daño…Hasta que ya no aguantó más y se puso de pie.
Puso su pene sobre el cuerpo del chico, y ahí Cristian lo pudo conocer a plenitud y así entender lo goloso de su hijo. Era un pene de unos 5 o 6 cms de diámetro, por al menos 20 cms de largo, muy blanco con pecas de color cobrizo, que nacía de una mata de pelo rojo como todo el del cuerpo del joven, y que al verlo sobre la espalda de Nachito, entendió hasta donde llegaba por su interior y quedó francamente sorprendido.
En aquel momento, se preparó a dar la primera estocada al culo del niño, que estaba lubricado por la abundante saliva depositada mientras le lamía y también ya dilatado con la penetración total realizada con su gruesa lengua, por lo que apoyando la punta del glande hizo presión introduciendo al menos un tercio de aquel garrote de carne ardiente, lo que arrancó un nuevo gemido al chico y que prácticamente hizo babear a los testigos. Un segundo empellón llevo otro tercio de carne a ser sepultada en la rosada cueva de Nachito, en cuyo instante se quejó. Rápidamente Cristian le alcanzó a Peter un pomo de lubricante íntimo, el que se aplicó abundantemente en su verga, y recuperó su posición en un santiamén, y ésta vez ya convenientemente lubricada dio una última estocada llegando a la profundidad más íntima de Ignacio, quedando fuera solo sus huevos y la abundante pelambrera que destacaba sobre las blancas nalgas del chico, quedándose unos instantes inmóvil como respuesta al grito que el chico había lanzado , a espera de que el túnel recién perforado, se adaptara al tamaño de su pene.
Poco a poco empezó a moverse, saliéndose un par de centímetros para volver hasta el fondo, y así cada vez sacando un poco más los que eran clavados con fuerza, hasta que el ritmo fue acelerándose al máximo lo que hacía golpear las grandes bolas en las piernas del chicuelo, produciendo un sonido que se mezclaba con los gemidos del chico y las exclamaciones del follador, oh, oh,oh, splash, splash, splash, ah, ah, ah………..mientras agregaba un movimiento circular dentro de aquel culo para no dejar sitio que no fuera alcanzado por su vergota.
Peter tenia agarrado a Nachito de los hombros para poder atraerlo a su cuerpo y así lograr una penetración total, mientras George y Cristian se auto estimulaban con una mano y con la otra acariciaban las nalgas del chico y en especial a la altura de la penetración, sintiendo entrar y salir el ardiente estoque británico en la carne latina. En un momento Cristian notó que la mano libre de George se fue a las nalgas de su compañero de viaje y empezó a agarrarlas con fuerza lo que aumentó la intensidad de la culeada de Peter como también de sus gemidos y exclamaciones.
Sorpresivamente George empezó a introducir su dedo medio en el culo de su amigo, lo que a todas luces aumentó su estimulación sexual, al nivel máximo lo que desencadenó una seguidilla de penetraciones violentas al culo del chico, desde el borde hasta el fondo, todo ello acompañado de gemidos guturales, mientras empezó a descargarse a chorros en el interior de la gruta anal del chico, lo que fue percibido por los otros dos al cambiar el sonido de la clavada y el aroma a semen que invadió la habitación……. Mas, mas, mas, ohhhhhhhhhhhhhh, ohhhhhhhhhhhh, uffffffffffffffffffffff………
(continuará)
Muy buen relato, me encanta Nachito.