Despertar Sexual en Familia (part. 2)
Inicio Sexual con el tío Manuel a mis 11 años… (continuación).
Para entender la continuación de esta historia, debes leer la primera parte, disponible en:
https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/gays/despertar-sexual-en-familia/
Hola de nuevo, antes que nada una disculpa por la ausencia pero había estado algo atareado. Sin embargo, aquí estoy nuevamente para contarles la continuación de ese inicio sexual con mi tío Manuel…
Retomando el hilo de la historia anterior, resulta que ese mismo día en la mañana, los abuelos regresarían para con la bisabuela a seguirla cuidando. El trato con mis padres era que yo también regresaría con los abuelos para que más tarde mis padres me recogieran ahí mismo, pero mi tío intervino para comentar que si quería me podría quedar otro rato más con él, que ya más tarde él mismo me llevaría a casa para que mis padres no se molestaran en hacer la vuelta en vano.
Mi abuela inmediatamente intervino para interrogar a mi tío sobre si otra vez no saldría, a lo cual mi tío respondió que no, que quería aprovechar para pasar otro rato con su querido sobrino, pues le resultó agradable compartir un tiempo conmigo (según él), a lo cual, la abuela fascinada por no quebrarse la cabeza sobre si mi tío salía o andaba en la calle, me preguntó si estaba de acuerdo, a lo cual sin siquiera pensar respondí que sí. Sin más, los abuelos se alistaron, nos pidieron que nos cuidáramos y que comiéramos a las debidas horas para acto seguido arrancar el carro rumbo a casa de la bisabuela.
Mi cabeza nunca dejó de recordar todo aquello que en la madrugada había ocurrido, imaginando y esperando que en este nuevo rato que estaría a solas con mi tío podría volver a repetirse, a lo cual, inmediatamente que se fueron los abuelos pregunté a mi tío si nos daríamos un baño para estar más cómodos y este sin dudarlo y con una mirada picara acompañada de su sonrisa de oreja a oreja me dijo que sí y de inmediato me preguntó si es que tenía en mente o me gustaría volver a repetir algo de lo que habíamos hecho durante toda la noche anterior, porque si era así, tenia que tener bien presente el acuerdo sobre que nada de lo hecho se tenía que comentar o decir a alguien, pues era un secreto y juego entre nosotros. Inmediatamente confirmé que así sería, sin ningún problema y ansiosamente comencé a quitarme la ropa para ir camino al baño.
Mi tío me acompañó, ajustó las llaves del agua a una temperatura agradable y sin más me metí al agua. Me llamó la atención que él aún no no hacia el mínimo esfuerzo por siquiera desvestirse, por un segundo pensé que quizá no me iba a acompañar en el baño así que decidí preguntarle a lo que a la brevedad me respondía que en seguida se metería, que primero iría a su casa por un par de cosas que necesitaríamos para estar más agusto. Yo por mi cuenta, imaginé que quizá sería otra película como la de la noche anterior o algo similar, así que solo le pedí no se tardara.
Después de unos minutos mi tío regresó al baño envuelto en una toalla en la cintura y en la mano traía una perilla similar a la que usan en los bebés para succionarles los mocos y un pequeño botecito que parecía un gel, cosa tal a la que le di el mínimo de importancia, pues yo supondría que sería para rasurarse o algo similar. en realidad yo lo que ansiaba era que se quitara la toalla y entrara al agua para poder ver nuevamente esa verga tan grande con la que tanto disfruté la noche anterior.
A la brevedad mi tío se sacó la toalla y pude volver a ver ese enorme pene que colgaba por delante de esos huevotes llenos de vellos rizados, no pude resistir comenzar a tocarlos y mi tío solo sonreía y sacaba un par de suspiros cada que mi mano rozaba su verga. En seguida me preguntó si es que ya me había limpiado todo, pues para que le diera oportunidad de meterse bajo el agua que caía de la regadera, a lo cual asentí con la cabeza y me hice a un lado. En ese mismo momento mi tío me dijo que me iba a revisar para corroborar que en efecto estuviera bien limpio así que accedí. Inmediatamente me pidió me diera la vuelta, estando aun bajo el agua de la regadera, me pidió que pusiera mis manos en la pared de frente, me inclinara un poco, separara mis pies y me mantuviera flojito. Yo sin saber qué es lo que haría exactamente hice caso de inmediato y acto seguido sentí como las grandes manos de mi tío comenzaban a tocarme la espalda y me acariciaba las nalgas. En un momento sentí como mi tío se puso en cunclillas y separo mis dos nalguitas, exponiendo así mi pequeño y muy cerrado anito. En ese momento yo comenzaba a temblar, pensé por un segundo que al igual que el video de la noche anterior, me querría meter su gran verga pero oh sorpresa, justo antes de terminar de pensarlo sentí ese extraño cosquilleo en mi estomago y en mi culito en cuanto ese rico picor de la barba de mi tío comenzó a rozarme entre las nalgas y sentía como su lengua se introducía un poco en mi muy estrecho anito como intentando meterse aun un poco más.
Inmediatamente mi reacción era la de apretar las nalgas y entonces escuchaba a mi tío gemir diciendo que apretaba delicioso. Yo hasta cierto punto tenía algo de pena, pues pensaba en situaciones vergonzosas sobre si se me salía un gas mientras mi tío hacia eso, porque había momentos en los que su lengua entraba demasiado y tenia ganas de pujar pero me daba pavor que fuera a salirse un gas… así que después de un rato pregunté a mi tío si es que ya había visto que si estaba limpio a lo cual enseguida me respondió:
Tío Manuel: Claro que si mijo, quedaste casi limpio al 100, pero aún nos falta limpiarte un poco más, quiero que quedes bien limpiecito para poder jugar sin problemas.
Yo: ¿Y cómo es que puedo quedar bien limpiecito tío?
Tío Manuel: pues verás, justamente te traje un juguetito con el que vas a quedar bien limpio.
En ese momento, se salió un instante de la regadera y alcanzó con su mano la perilla con la cual había llegado y me la mostró.
Tío Manuel: Con esto mijo, te voy a enseñar como usarlo para que ya después si es que te gusta tu solito te puedas limpiar por si quieres volver a repetir nuestro juego.
Yo: Muy bien tío, enséñame.
Enseguida mi tío agarró un cajete que estaba en el lavamanos, lo comenzó a llenar de agua caliente, sumergió la perilla y tomo con ella algo de agua para después pedirme que nuevamente me recargara en la pared, separara mi pies y me relajara para que mi culito abriera. Acto seguido sentí uno de sus dedos lleno de jabón como sobaba la entrada de mi pequeño anito y en un momento después sentí como la punta de la perilla entraba en mi anito. Yo sentía raro pero no me disgustaba y enseguida comenzó a apretar la perilla. Yo podía sentir como el agua caliente iba entrando en un chorro dentro de mi, mis piernas comenzaron a temblar, pues la sensación era rara más no dolorosa y me daba curiosidad el saber porqué hacía eso, entonces pregunté a lo cual mi tío me respondía que era el procedimiento para poder estar bien limpio por dentro porque si después él seguía jugado con su boca y lengua en mi anito podría ocurrir una situación disgustarte. Fue ahí donde entendí que estaba previniendo evitar alguna situación como la que yo estaba imaginando hacía unos segundos atrás así que asentí con la cabeza y aflojé un poco más mi cuerpo.
Después de un par de apachúrrones de perilla con agua dentro de mi culito sentí esa necesidad de querer ir al baño e inmediatamente se lo hice saber a mi tío, así que a la brevedad me acerco al inodoro, me sentó y me pidió que pujara para sacar toda esa agua que había entrado en mi. Apenas y puje un poco salieron algunos chorros de agua con algo de suciedad, yo sentía pena y creo que mi tío lo notó, porque inmediatamente me dijo que no me preocupara, que eso era algo normal, que sao mismo que había sucedido era para sacar todo eso sucio para que cuando nos estuviéramos divirtiendo no fuera a ocurrir alguna desgracia de ese tipo. Fue entonces cuando me sentí reconfortado y seguimos haciendo lo de la perilla un par de veces más hasta que poco a poco el agua fue saliendo cada vez más limpia al grado de salir igual que como había entrado.
Para ese momento mi culito ya se sentía no tan apretadito, pues al parecer ya estaba algo dilatado y entonces mi tío me dijo que ya estaba listo, que ahora si no habría problema alguno. Así mismo, le pregunté si él también se haría limpieza para poder jugar y en ese momento se río diciéndome que quizá en esta ocasión para ya no demorarnos más lo omitiría que quizá sería después.
Yo me quede un poco pensativo por unos minutos, cosa que mi tío notó y a la brevedad me preguntó si quería que él también se hiciera la limpieza. a lo que yo respondí que como él quisiera, pues a fin de cuentas yo no tenía mucho conocimiento sobre esas limpiezas y suponía que quizá el ya no lo necesitaba.
Fue entonces cuando me pregunto directamente y mirándome a los ojos si es que también me gustaría hacerle en su culo lo que él me había hecho antes de hacerme la limpieza y yo me quedé algo asombrado, pues no sabía qué responder…
Tío Manuel: Entonces mijo, ¿te gustaría?, si no para ya salirnos.
Yo: Como tú quieras tío, a mi si me gustaría probar.
Tío Manuel: Sale y vale. Bueno, entonces si quieres vete saliendo y sécate bien todito, mientras yo termino de limpiarme y enseguida salgo contigo.
De inmediato agarré mi toalla y salí al cuarto para comenzar a secarme. Mi tío se quedó en el baño haciéndose la limpieza el solo.
Después de un rato, ya recostado yo y viendo una caricatura, escucho que mi tío se aproximaba ya al cuarto así que de inmediato me paré para esperarlo con ansias. En cuanto entró pude notar que ya venía casi seco, aún algo húmedo y con el cabello mojado, pero casi seco y con un short ya puesto pero sin calzón debajo, porque claramente podía notar su verga por encima de ese short blanco que traía.
Entonces para romper el silencio pregunté a mi tío si es que la limpieza había estado bien a lo cual solo se rio y me dijo que sí, que sin problema alguno. A los pocos segundos después me pidió que regresara al baño por el pequeño pomo de gel que había olvidado en el lavabo, así que inmediatamente salí corriendo a por él.
Fue a lo máximo dos minutos lo que tarde en ir y regresar, para cuando entré al cuarto tremenda sorpresa me lleve al ver a mi tío completamente desnudo a la orilla de la cama en una posición tremendamente deliciosa, pues se encontraba hincado sobre la orilla de la cama, ligeramente inclinado hacía delante dando la espalda hacía la entrada del cuarto y con una mano sosteniéndose sobre la cama y la otra abriéndose las nalgas, me invitó a pasar, con la voz con algo de risa me preguntó si me gustaba lo que veía a lo cual respondí algo sonrojado:
Yo: Claro que si tío, tienes tus pompis con pelitos muy bonitos y tienes unas nalgas muy grandes.
Tío Manuel: jajaja… claro mijo, ya cuando tu estés más grande seguro estarás igual o mucho mejor, seguramente casi como tu papá. Pero bueno, mientras acércate más pues, ahora te toca a ti hacerme lo que yo hice en el baño con tu colita.
En ese momento mi cuerpecito temblaba de la emoción, no sabía cómo comenzar o qué hacer, pero en ningún momento paré. Debo admitir que a un inicio me dio algo de cosa imaginar que iba a pasar mi lengua por donde usualmente salía suciedad, pensaba que quizá iba a oler mal o mil cosas más, pero en cuanto me acerque lo suficiente pude percibir que olía como a chocolate ese hueco de mi tío y entonces peregunté si es que se había puesto algo, a lo que a la brevedad me mostro un pequeño humectante de labios con sabor vainilla / chocolate, diciéndome que se había puesto un poco de eso para que me gustara aún más. Acto seguido, pues mis pequeñas manos alrededor de esa grades nalgas y acerqué poco a poco mi pequeña lengua a ese ano tan cerrado que tenía mi tío. Era un inexperto en ello, pero trataba de imitar el movimiento de mi lengua de acuerdo a lo que yo sentía que había hecho mi tío hacia un rato en la regadera.
Después de un rato y ya algo encaminado en ese acto, podía sentir como el ano de mi tío abría y cerraba poco a poco cada vez que mi lengua ce acercaba ahí, para es momento notaba que mi tío de vez en cuando llevaba una de sus manos a su verga y se masturbaba un poco llegando al punto en que su verga estaba tan lubricada que ya estaba mojando las sabanas de la cama.
Fue en ese momento cuando me tío se levanto de la cama y me dijo que era suficiente, que ya lo tenía muy caliente y entonces me preguntó:
Tío Manuel: ¿Te gustó mijo?
Yo: Si tío, estuvo rico. ¿Cómo lo hice?, ¿Te gustó a ti?
Tío Manuel: Uff mijo, me traes bien mojado ya, claro que me gustó. No pensé que tan rápido hubieras aprendido. De hecho yo creo que vamos a poner una de las toallas abajo para no mojar o ensuciar más la cama.
Así que de inmediato mi tío se levanto a por una nueva toalla seca y la acomodó en la orilla de la cama. Seguido de ello, me pidió que subiera con él, que ahora era su turno de volver a lo que había dejado pendiente en la regadera…
Inmediatamente subí a la cama con él y me pidió que me pusiera en 4 por encima de él, dandole mis nalgas justo en su cara mientras él se encontraba abajo de mi, así él podría lamer mi culito y mientras yo podría mamarle y limpiarle la erga un rato. Fue así cuando de inmediato obedecí y a la brevedad, con una de mis pequeñas manos y sin poder abarcar toda su verga, comencé a imita el movimiento que él hacia cuando se masturbaba y trataba de meter todo ese pedazo de carne a mi boca, pero curiosamente esta vez sentía que esa verga era aún más grande que la noche anterior y estaba lubricando aún más. Me sorprendía pero me gustaba aún más y más, además de que era mucho muy placentero sentir como mi tío trataba de meter toda su lengua en mi pequeño culito y raspaba tan delicioso esa barba en mis nalguitas.
Después de un rato así, sentía como además de su lengua, uno de sus dedos comenzaba a hacer algo de presión en la entrada de mi culito, el cual para ese momento ya se encontraba algo dilatado y muy húmedo de tanta saliva. Acto seguido, escuché como mi tío comenzaba a juntar saliva y sin más me lanzó un escupitajo con fuerza en mi culito, el cual sentí con algo de presión pero sin hacer mucha importancia yo seguía mamando esa vergota y esos huevotes que le colgaban. De pronto, comencé a sentir ya dentro de mi culito una sensación algo extraña pero placentera, pues era su dedo medio de mi tío jugando dentro de mi anito.
No me había dado ni cuenta de en qué momento su dedo había entrado ya sino hasta que sus nudillos tocaron mis nalgas, pues el muy cabrón me había metido ya el dedo completo. En lo absoluto sentí algo de dolor, más bien, sentía ya cómo dentro rozaba mi cavidad anal y después de un rato más intentó meter un segundo dedo, pero esta vez si pude sentir como lo hacía y un ligero dolorcito a lo cual se me salían un par de quejidos y fue entonces cuando me pidió que me levantara, que ya era momento de usar el lubricante.
De inmediato me pidió que me recostara bocabajo en la cama y él procedió a abrir el botecito por el cual había corrido al baño, sumergió en él los dos dedos más largos de su mano y en cuanto los sacó, inmediatamente los llevo a la entrada de mi ano, rozando nuevamente sus dedos en él y poco a poco los fue introduciendo. Esta vez si sentía algo de dolor, por lo cual me pedía mi tío que si quería podría morder la cobija o la almohada para que no fuera a gritar. Acto seguido después de tomar con los dientes una esquina de la cobija de la cama, mi tío sin avisar introdujo a fondo sus dos dedos al mismo tiempo hasta el fondo. Ese momento fue un dolor tan intenso pero tan delicioso que sentí como mi piel se erizaba y al mismo tiempo apretaba aún más mi culito. Escuchaba a mi tío pedirme que me relajara, que pronto pasaría ese dolor y en efecto, así fue. Después de unos minutos sus dedos entraban y salían con facilidad y sin ninguna molestia.
Después de un rato así, me pidió que me pusiera de costado a un lado de él, inmediatamente obedecí y el a la brevedad volvió a tomar el lubricante, tomó un poco con sus manos y se lo untó en su grande verga, se acomodó justo detrás de mi y con una de sus manos levantaba lo más que podía una de mis piernas. En mi mente creo que yo ya sabía lo que iba a suceder, pues esa escena la había visto en la película porno que había puesto la noche anterior. Sentí algo de miedo a un inicio y sin más le pedí que pusiera nuevamente la película que habíamos visto, pues mi idea era ver cómo lo hacían para tratar de imitarlos, pues ahí no parecía que les doliera y a mi me daba algo de miedo imaginar ese enorme pedazo de carne entrando por mi pequeño culito.
De inmediato y después de una ligera risa, mi tío me complació. Trajo la computadora al frente de mi y puso nuevamente la película justo en la escena que habíamos dejado. Fue entonces cuando tomé todo el aire que pude, levante mi pequeño pie lo más que pude y con una mano, tomé la vergota de mi tío y la lleve hasta la entrada de mi culito, podía sentir cómo su verga brincaba como su fuera su corazón, y sentía también como de la punta salían gotas de más lubricante que se iba quedando en mus nalguitas.
De pronto, siento la mano de mi tío por encima de mi mano y sin más comenzó a hacer presión en la entrada de mi culito. Yo por mi lado sentía como esa cabeza tan hinchada iba entrando poco a poco en cuanto por fin sentí que entró su cabeza completa solté la respiración que contuve acompañada de un pequeño grito, a lo cual inmediatamente mi tío, con una de sus manos tomó mi palma de la mano, la jalo llevándola hasta mi boca y puso encima su gran mano evitando así que el grito saliera aún más fuerte.
En ese momento mi cuerpo se soltó completamente y fue cuando mi tío aprovechó para preguntarme:
Tío Manuel: ¿Estás listo mi niño?, vamos a hacer lo que están haciendo en la película.
Yo sin poder contestarle con la boca, solo asentí con la cabeza y de inmediato sentí como de un solo golpe mi tío introdujo la mitad de todo ese gran pene que tiene. Yo sentí nuevamente ese dolor que me puso la piel de gallina e intente hacerme hacia delante pero mi tío me abrazaba por el abdomen jalándome hacia él. Yo solo volteaba los ojos hacia arriba pidiendo pasara rápido ese dolorcito y así fue. después de unos minutitos mi tío me soltó la boca y me preguntó si estaba bien. Yo con algo de lagrimeo en los ojos contesté que sí, y pegunté si ya estaba toda adentro a lo que me respondió que no, que hasta ahora solo era la mitad y que así sería porque quizá podría lastimarme si intentaba meter más.
Yo decidido a imitar la escena de la película y sin avisarle empuje aún más de un solo golpe mi cuerpecito hacía mi tío, metiéndome aun más esa vergota. Nuevamente sentí ese dolor en mi estómago y fue inevitable el no gritar nuevamente, a lo que mi tío rápidamente pudo su mano en mi boca para mitigar el grito. Inmediatamente sentí como mi tío comenzaba a temblar y a moverse de una forma tan rara y sin más comencé a sentir como dentro de mi culito se sentía un chorro como el de la perilla en la regadera. Por unos segundos pensé que mi tío me estaba orinando por dentro e intenté zafarme, pero mi tío me abrazó aún más fuerte a lo cual le dije inmediatamente que sentía raro y él solo pudo decime:
Tío Manuel: Tranquilo mijo, es mi lechita, recuerda que sale cuando se siente muy rico…
Inmediatamente recordé lo que me había dicho y lo que había ocurrido la noche anterior y era verdad, había olvidado por un segundo que de su pene salían mecos y me quedé un poco más tranquilo.
Estuvimos así por unos minutos, yo seguía teniendo aún su verga en mi culito y cada vez que apretaba mis nalguitas mi tío reía y me pedía que me quedara quieto, que su verga estaba muy sensible aún. Sin más después de ello, sacó lentamente su verga de mi colita. En cuanto salió toda, yo sentía aún abierto mi anito y podía sentir cómo escurría algo por mi pierna y mi nalguita. Fue entonces cuando escuché a mi tío decir entre dientes:
Tío Manuel: Que culito tan rico…
Yo solo reí y me pidió que no me moviera, que iría por papel para limpiarme… y así fue, después de unos segundos regresó con mucho papel y comenzó a limpiarme cuidadosamente. En una de esas limpiadas después de que aventó el papel al cesto de basura pude ver que el papel estaba con algo rojo, de inmediato me asusté porque pensé que era sangre así que me levanté y le pregunté qué había pasado, a lo cual mi tío rápidamente me abrazó y me dijo que nada malo, que era normal que hubiera un poco de sangre, que probablemente había sido por el empujón que le había dado, por eso mismo él no había querido que entrara toda, pero que seguramente era cosa de nada. Entonces me pidió que me quedara un rato así acostado con él en lo que mi colita cerraba otra vez bien y así lo hicimos…
En es rato que estuvimos acostados, yo aproveché para interrogar a mi tío y él a mi… Yo en cuanto a si es que él ya había hecho lo mismo antes con alguien más, a lo cual él me respondió que sí, que en efecto él ya tenía algo de práctica en ello, pero que lo llevaba igual con mucha discreción porque no era bien visto por las demás personas. Yo rápidamente le pregunte si era con otro niño como yo, pues me estaba poniendo algo celoso, a lo que rápidamente después de una carcajada me dijo que no, que nunca lo había hecho con alguien tan pequeño como yo, que yo era su primera vez y que precisamente por eso era necesario que nadie nadie nadie supiera algo al respecto y nuevamente me pidió prometerle que no diríamos anda de esto a alguien. Nuevamente prometí no decir nada a nadie y continúe preguntando entonces con quién lo hacía y me dijo que al igual que en la película lo hacía con muchachos grandes que también les gustaba y aún así estaba sintiendo algo de celos que mi tío lo hiciera con alguien más que no era yo. así que seguía preguntando si es que le gustaba más con ellos o conmigo a lo que rápidamente me abrazó y me dijo que no podía compararme con ellos, que lo que acabábamos de hacer él y yo había sido de las mejores ocasiones en que lo había hecho, porque a diferencia de los demás conmigo también había podido disfrutar el coger sin usar condón.
Había dicho un par de palabras que yo no comprendía muy bien «coger», «condón», qué eran esas cosas, así que pregunté y me explicó que lo que acabábamos de hacer (se le llamaba vulgarmente como coger) y que el condón era un globito especial que se ponía en el pene para protegerlo, acto seguido se levantó, sacó de uno de sus pantalones una envoltura negra, la abrió y sacó un pedacito de plástico que inmediatamente comenzó a colocarse en el pene algo flácido para mostrarme el cómo se hacía.
Pregunté si se sentía lo mismo con eso puesto y me dijo que no, pero que por precaución y cuidado no podías andar cogiendo con cualquiera sin condón, pero que conmigo era diferente, era especial, por eso lo habíamos hecho así. En ese momento me sentí especial y lo abracé nuevamente. el me agarró de la cara y me pidió que le diera un beso de pollito (de piquito), así que acercó sus labios y me trono un beso rozando sus labios y los míos. Me dijo que era un niño muy inteligente y que rápido aprendía, fue aquí donde él me comenzó a interrogar ahora, precisamente haciendo énfasis en que sabía hacer muy bien las cosas y volvió a sacar a flote el tema sobre si ya había hecho yo algo similar con alguien, a lo cual respondí que no, y de manera insistente rectificó la pregunta diciendo:
Tío Manuel: ¿Seguro mijo, ni con su papá, o su hermano, amigos, alguien?
Yo: Seguro tío, con nadie más que contigo ahorita porque no sabía nada de esto. Pero desde ayer me preguntas que si con mi papá o mi hermano, con ellos solo me bañaba juntos pero nunca hicimos nada de esto, ni siquiera le he visto el pene tan grande como crece el tuyo a mi papá.
Tío Manuel: Ay mijo, su papá la tiene todavía más grade que la mía cuando se nos para… (riendose)
Después de este comentario, volteé a ver a mi tío con cara de duda y le pregunté cómo es que él sabría que mi papá la tiene más grande que él cuando se le para, a lo que su cara de preocupación y nerviosamente me dijo que de pequeños así el lo recordaba, pues al igual que yo con mi hermano a veces también se bañaban juntos. No muy convencido de su versión, me decidía preguntarle si es que en algún momento había hecho algo con mi papá así como lo que acabábamos de hacer él y yo. Solo se reía de una manera muy rara (nervioso) y me decía que no tanto así y pues a mi más me volaba la imaginación. en mi cabeza no concebía la idea de que mi papá hubiera hecho algo así antes… así que más y más preguntaba a lo que rápidamente mi tío me interrumpió para decirme que nos tendríamos que apurar, que ya era tarde y tendríamos que ir a comprar algo para comer para después ir a llevar a casa…
Yo seguía fascinado con la pequeña confesión que me había hecho sin querer mi tío, preguntaba y preguntaba pero mi tío solo me evadía el tema con otras cuestiones hasta que me dijo que por favor dejáramos de hablar de eso, que en otra ocasión me contaría lo que había sucedido con papá y los primos…
En cuanto yo escuché la palabra «primos» mi cara de asombro aún lo impactó más… jajaja Pude ver su cara de arrepentimiento por haberlo comentado, a lo que yo intenté hacer un trato con él:
Yo: Muy bien tío, ya no diré ni preguntaré nada más hasta a próxima vez que te vuelva a ver, pero con la condición de que me tienes que contar todo todo, ¿sale?
Tío Manuel: Hum… mejor aún mijo, no podemos estar hablando de esto cada vez que nos veamos, lo vamos a platicar y te contaré de ello hasta la próxima vez que haya oportunidad de volver a hacer lo que hicimos hoy, cuando estemos solitos tú y yo. ¿te parece?
Yo: Sale y vale, me parece. ¿Trato hecho?
Tío Manuel: ¡Trato hecho!, y recuerda, nada de contarle de esto a alguien…
Yo: No tío, a nadie, no te preocupes…
Acto seguido, me pidió me alistara para ir a comer algo y ya después llevarme a casa…
Muy bien, pues hasta aquí dejo esta segunda parte de mi despertar sexual en familia esperando les guste o sea de su agrado. Escríbanme en los comentarios qué tal les pareció y si es que les gustaría que les siguiera contando de mis aventuras con el Tío Manuel, Papá, mi hermano y primos… jejeje (saludos) 😉
Seguí seguí contando…me mate a pajas a medida que leía imaginandome que era yo el sobrino en ves de ti….hermoso relato.ojala hubiese tenido tíos y padres y hermanos asi
Por supuesto que me encantaría. Tienes una forma de relatar que me hace sentir como si yo hubiera estado ahí. Así que definitivamente quiero escuchar el resto de la historia.
excelente relato me puso a volar la imaginación y la leche espero mas.
gracias