Despertar Sexual en Familia (part. 3)
Buscando que papá caiga en tentación y el tío Manuel me ayuda… .
Para darle un mejor seguimiento a la historia quizá sea necesario leer lo sucedido anteriormente…
Primera parte, disponible en:
https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/gays/despertar-sexual-en-familia/
Segunda parte, disponible en:
https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/gays/despertar-sexual-en-familia-part-2/
He aquí la continuación de ese despertar sexual acompañado en familia. Si bien recuerdan, en los relatos anteriores, había dejado una platica pendiente con el tío Manuel, a quién para ese entonces, después de un par de semanas sin poder volver a estar de la misma forma con él, ya traía mi incertidumbre sobre querer conocer más y más de sus posibles experiencias o mejor aún, volver a repetir algo de aquel juego tan extraño, rico y muy divertido que estábamos teniendo…
Desde aquel día que me había llevado personalmente a casa y tras haberle prometido no decir nada a nadie, yo sentía que la curiosidad me estaba matando, si bien a mi corta edad y tras haber recién experimentado la atracción sexual, yo tenía deseo de más y más, sin embargo, no podía hacer mucho al respecto y por más que suplicaba en casa a mis padres el poder volver a quedarme en casa de la abuela o con mi tío, nomás no se podía, pues resulta que la bisabuela estaba cada vez más delicada y para variar al tío Manuel se le había juntado algo de trabajo.
Pasaron un par de semanas, mismas que para mi estaban siendo ya un infierno por no poder hacer nada al respecto, pero a la vez, fue eso mismo lo que me motivó a querer indagar un poco más sobre mi papá por mi propia cuenta. Si bien, las actividades cotidianas en mi casa seguían de lo más normal; yo seguía tomando la ducha algunas veces en compañía de mi papá y otras veces por mi cuenta, sin su compañía y fue justo en una de esas duchas, mientras yo me encontraba solito, que se me ocurrió jugar un poco con mis dedos en mi colita. Usualmente yo me metía a bañar sin poner seguro a la puerta ni nada por el estilo, pues no había ada que ocultar hasta ese momento.
Particularmente ese día, después de haber terminado la cena, pregunté a mi papá si es que nos bañaríamos, a lo cual me respondió que esta vez me bañaría solo nuevamente, pues él tenía varios pendientes aún por hacer en la computadora. Sin poner prorroga alguna, decidí subir a hacerlo lo antes posible, teniendo la idea en la cabeza de jugar un poco yo solito. Después de haber terminado mi baño de lo más normal, comencé a poner algo de shampoo en mis manos para así pasar un par de dedos por mi pequeño anito. En definitiva no era nada acercado a aquello que había experimentado con mi tío Manuel, pero de eso a anda, era una sensación algo placentera.
Quizá fue el momento y la lujuria que me tenía a mil por estar tocándome y recordar poco a poco aquellos momentos con mi tío. Habría pasado ya un buen rato cuando de repente, estando yo con dos de mis deditos bien metidos en mi colita, la puerta del baño se abre. Yo pegué un salto de susto y sorpresa pero mi padre entró de lo más normal a preguntar si todo estaba bien, que ya llevaba buen rato ahí dentro.
Yo volteando a verlo y con la mano entre mis nalgas ahí parado solo pude decir que si, que ya estaba por terminar cuando pude ver en la cara de mi papá un poco de asombro y duda, seguido de un:
Papá: ¿Seguro, que todo bien pequeño?, ¿Qué estabas haciendo?
Yo: Nada pa’ solo terminaba de enjuagarme bien mis partes de atrás.
Acto seguido, saque de manera inmediata mis dos deditos lo más rápido que pude para simular que solo me estaba quitando el jabón que escurría por mis nalguitas. Mi papá seguía con una cara de duda pero sin más comenzó a desnudarse para pasar a la regadera también, pues ya había terminado sus actividades pendientes y había decidido acompañarme al baño. En ese mismo momento, y al hacerme a un lado para que el entrara, él se dio cuenta de que mi pene en ese momento se encontraba semierecto, podía ver su cara de mi papá algo desconcertado viéndome fijamente y de repente bajaba a ver mi pene.
De inmediato trate de salir de la regadera para así alcanzar mi toalla y terminar de una vez por todas con esa situación algo vergonzosa y fue así como de costumbre, traté de medio secarme un poco antes de salir del baño. Cabe destacar en este punto que la toalla que uso para secarme es de color blanco y en ese momento, tras haber pasado la toalla por entre mis nalguitas para secar un poco, mi padre me pidió que me esperara, pues al parecer había ensuciado un poco la toalla y pude ver en su rostro algo de preocupación, pues todo parecía que las manchitas que estaban en la toalla eran algo de sangre. Al parecer por haber introducido mis dedos en mi colita me había lastimado o había sido muy brusco. Yo en ese momento que lo pensaba quería salir corriendo, pero pensaba también que eso sería aún más raro para mi papá.
De inmediato mi papá me preguntó si es que me había cortado, sentía alguna molestia o preguntaba de dónde es que había sangre en la toalla. Yo fingiendo algo de preocupación comenté no saber qué pasaba, pues no me dolía nada, cuando de repente mi papá me toma por la espalda y con sus dos manos comienza a tocarme para girarme y tratar de buscar de dónde provenía esa poca sangre y de repente siento como dos de sus dedos comienzan a rascar un poco mi entre pierna por la parte de atrás.
En ese momento me sentí descubierto, pensé que mi papá me diría algo, pero él solo seguía preguntando si me encontraba bien, si algo malo había pasado y yo solo decía que no, nada malo. De inmediato entendí que mi papá no pensaba en que yo hubiera estado haciendo algo en particular, sin embargo decidí tomar la situación para intentar hacerlo entrar en tentación, tal como había sucedido antes con el tío Manuel y mi ingenuidad respecto a esos temas sexuales.
Fue así como yo mismo le comenté a mi papá que seguro al estarme tallando me habría lastimado mi colita y de inmediato noté en mi papá una cara de aun más sorpresa acompañado de un:
Papá: Hijo, ¿pues cómo te estabas tallando la cola?
Yo: Sentía algo de cosquillitas cuando me pasaba el jabón por mis nalguitas así que me rasqué. Cuando lo hice sentí mis deditos ahí y me comencé a rascar un poco más fuerte.
Papá: ¿y por qué hacías tal cosa mi amor?
Yo: Es que sentía como cosquillitas…
Después de terminar mi oración, mi papá comenzó a reírse sin parar a tal grado de que hasta algo de tos le dio. Yo lo miraba con algo de pena, risa y preocupación porque no sabía qué pasaría después de eso y fue entonces cuando papá rompió el silencio diciendo:
Papá: Ay hijo, seguramente cuando te rascaste una de tus uñas te cortó. A ver, déjame revisarte…
En cuanto yo escuché eso, mi corazón comenzó a latir a mil por hora, mi pene de inmediato comenzó a querer crecer nuevamente y sentir como las manos de mi papá me orillaban por la espalda a recargarme en el lavabo del baño para así él agacharse y tener una mejor vista. De inmediato sentí sus dos manos abriendo ligeramente mis dos nalguitas y sin más, de repente sentí como su dedo tocaba una parte de mi nalguita derecha, ya muy cerca de llegar casi a mi anito…
Pfff… yo en ese momento recordaba todo aquello que mi tío me había hecho aquel día que estuve con él y mi cuerpecito comenzó a temblar sin poder controlarlo. Mi padre solo reía aún más y sin más se levantó, me dio una nalgada en mis alguitas y me dijo que todo estaba bien, que solo era un rasguño y tal como lo había penado, quizá habría sido una de mis uñas que me había rasgado. Solo me dijo que tuviera cuidado y que cuando me volviera a bañar no fuera tan tosco al tallarme ahí… (volvió a reír).
En ese momento, yo solo me di la vuelta agarrando mi toalla nuevamente para ya poder salir del baño, cuando sin pensar mi vista bajó directo a querer ver nuevamente el pene de mi papá y oh sorpresa me llevé cuando pude ver que ese pedazo de carne al que estaba tan acostumbrado a ver de un tamaño en particular, esta vez estaba creciendo tal y como sucedía con el mío. Inmediatamente mi papá se dio la vuelta para intentar taparse disimuladamente y me pidió que ya saliera a cambiarme.
Así mismo obedecí, de inmediato me salí maravillado con aquello que mis ojos acababan de ver y recordando aquél comentario que mi tío Manuel había hecho; tal parecía que tenía razón, al parecer la verga de mi papá era aún más grande que la de él. Toda esa noche estuve pensando mil cosas, entre ellas el porqué a mi papá se le había despertado esa verga, pues si todo el tiempo que llevábamos duchándonos juntos nunca o había visto así, y fue justo en ese momento cuando en mi cabeza aterrizó la idea de que quizá a mi papá le había gustado ver mi culito, así que me propuse indagar aún más sobre ello para corroborarlo…
Pasaron un par de días, era Sábado; usualmente los sábados papá asistía al trabajo únicamente un rato por la mañana si era necesario para entregar algún pendiente que traía y este sábado no fue la excepción, pero a diferencia de otros sábados, particularmente ese mi mamá tenía un evento con varias de sus amigas en un municipio vecino al nuestro. Mi hermano estaría fuera también con dos de sus compañeros y la familia de uno de ellos que irían a una casa que tenían a las afueras y yo por mi cuenta acompañaría a mi papá a entregar sus pendientes a la oficina para después ir a casa de los abuelos un rato.
Yo tenía entendido que mi tío Manuel no se encontraba, pues algo habían comentad respecto a que estaba supervisando una obra en otro estado, así que solo pensaba que sería un sábado más aburrido de lo usual. Después de ir al trabajo de papá y al ir llegando a la casa de los abuelos me di cuenta de que el carro de mi tío Manuel estaba justo fuera de su casa. En ese momento mi corazón saltó de la emoción y fue inevitable no poder guardarme la felicidad a tal grado de que mi papá me preguntó por qué era que me alegraba tanto el saber que mi tío ya había regresado si usualmente antes ni me acordaba tanto de él. A lo cual comenté que sería porque la última vez que me había quedado con él me había contado muchas historias que había experimentado, me había enseñado trucos en la consola y así muchas cosillas más para ocultar realmente mi felicidad… jejeje.
De inmediato, bajé corriendo a buscarlo y así fue, se encontraba junto con el abuelo en la cocina alistando un par de tuppers con comida que al parecer se llevarían. Todo fue saludos y abrazos acompañados de preguntas mías sobre a donde irían o porqué llevaban comida, a lo que el abuelo comentó que era para la abuela, quién aún seguía en casa de la bisabuela cuidando de ella. En eso entra mi papá y comienza a saludar. Después de unos minutos el abuelo ya tenía todo listo y parecía que mi tío había arrancado ya su carro, así que pregunté si él también se iría, contestándome que si, pero que volvería nuevamente a la casa de los abuelos ya que había quedado con papá de tratar un par de temas de su trabajo y tomar algunas cervezas, que no me preocupara, que hoy comeríamos juntos, pues solo iría a llevar al abuelo a casa de la bisabuela, así que de inmediato pedí permiso para acompañarlo y fue ahí donde mi papá tuvo una idea mejor.
Pues habíamos dejado el carro justo detrás del carro de mi tío, así que mi papá propuso ser él quien llevara al abuelo, a fin que el carro era el que estaba más próximo para ya salir, que para no demorar más mejor yo me quedara con mi tío para mientras aprovechar e ir a la tienda por algunas cosas que ocuparíamos. A mi me encantó la idea, así tendría un rato a solas con mi tío.
De inmediato ajustaron el plan, mi abuelo se subió al carro de mi papá y se fueron. En cuanto giraron el carro y no los vimos más, de inmediato entramos a la casa de los abuelos, mi tío me cargo y mientras caminábamos casa dentro me iba sobando mis nalguitas preguntándome cómo había estado este tiempo y si es que me había portado bien sin contarle nada a alguien… Yo afirmé que tal como lo había prometido, ni una palabra a alguien más y fue así como con un beso de pico me selló la boca unos segundos.
Después de un par de besitos más mi tío me decía que ya me estaba extrañando, preguntándome si hoy me quedaría con él nuevamente, a lo cual yo entusiasmado contesté que estaría ideal, sin embargo tenía a situación de que quizá papá no querría porque particularmente ese día no habría nadie más en casa, explicándole que solo estábamos papá y yo. A lo que él me dijo que ni me preocupara, que ya él se encargaba de convencer a papá o seguro se pondría tan borracho que hasta él se quedaba también en casa de los abuelos. Aprovechando el tema de mi papá, se me ocurrió contarle a mi tío aquella situación que se había suscitado en el baño con papá, lo cual lo dejó con una sonrisa de oreja a oreja, preguntándome a lujo de detalle si es que algo más había ocurrido y sin más pues declaré que no, porque sentía que quizá mi papá se enojaría o pensaría algo malo a lo que mi tío dijo:
Tío Manuel: Nombre mijo, si todos tenemos tentaciones y no creo que tu papá sea la excepción… jajaja si es todo un canijo el cabrón.
Yo: ¿Por qué lo dices tío, ya me contarás esa platica que tenemos pendiente?
Tío Manuel: Tú no te desesperes mijo, ya pronto te contaré, pero primero vamos a ver qué tanto se limita tu papá, porque para mi fue muy raro que me estuviera insistiendo desde el miércoles que viniera porque quería hablar conmigo y tomarnos unas cervezas y creo que ya sé por donde puede ir esto…
Yo: ¿Qué, de qué se trata tío?, Cuéntame…
Tío Manuel: A ver mijo, dime la verdad, después de lo que hicimos tú y yo, ¿no has pensado en querer volver a repetirlo?
Yo: Sí tío, me acuerdo mucho y quiero de nuevo…
Tío Manuel: Muy bien mijo, a ver dime, ¿y no se te antoja también jugar con tu papá?
Yo: (con algo de pena) Pues la verdad si tío, pero me da miedo, que tal que él no quiera o me diga algo…
Tío Manuel: jajaja… tú tranquilo, aquí no se hace nada que no se quiera hacer. Pero para que él quiera es necesario hacerlo caer en tentación, justo así como pasó conmigo. Pero ya de eso te encargas tú mijo…
En eso se escucha nuevamente llegando el carro de papá, así que mi tío me dijo que después me diría cómo, mientras tanto disfrutáramos la tarde y no dijéramos nada al respecto… Acto seguido, mi papá toca a la puerta y de inmediato sale a abrir mi tío comentando que aún no íbamos a comprar nada, que fuéramos todos juntos… De inmediato me alisté, subimos al carro y fuimos a comprar sus cervezas, chucherías y frituras para mi y pasamos a encargar un par de pizzas para comer.
Durante todo el trayecto mi papá y mi tío se la pasaron hablando de cuestiones de la obra que estaba llevando mi tío y situaciones de los abuelos con la bisabuela, yo solo escuchaba y pensaba en cómo es que ese día estaría con mi tío, pues si iban a tomar y mi papá se pondría borracho seguramente mi tío también y quizá eso sería un inconveniente para poder estar juntos otra vez, así que en cuanto llegamos a la casa nuevamente y papá fue al baño, yo aproveché para pedirle a mi tío que él no tomara tanto para que no se pusiera borracho, a lo cual él me dijo que no me preocupara, él lo tendría todo controlado…
Pasó un buen rato; yo me la pasé jugando videojuegos, comienzo pizza y viendo una que otra caricatura. Mi papá y mi tío poco a poco se fueron tomando las cervezas que habíamos traído y cuando ya solo quedaban dos, fue mi papá quien sugirió ir a comprar más, a lo cual mi tío contestó que no estaba seguro de seguir tomando, pues estaba ya algo cansado y no querría ponerse tan ebrio. Mi papá por su cuenta festejó que no tenía mujer ese fin de semana así que se pondría hasta el culo y solo le pedía que mi tío lo acompañara para no beber él solo y fue así como aceptó. Seguido de eso, mi papá comentó que iría a la tienda de la esquina por más cerveza, que si lo queríamos acompañar. Yo estando en el videojuego contesté que no y mi tío le dijo que entraría al baño, que en seguida salía para acompañarlo y fue entonces así como papá decidió mejor ir solo mientras mi tío hacia del baño. Sin más mi tío aceptó, mi papá agarró su bolsa de envases y se fue a buscar más cerveza…
En cuanto papá salió, pude escuchar de inmediato a mi tío correr de nuevo a la sala para buscarme; enseguida me preguntó si es que recordaba las cositas que habíamos usado la vez que estuvimos jugando (se refería a la perilla y el botecito de gel), yo de inmediato comenté que sí y acto seguido, me dio una llave, la cual me dijo que era de uno de los cajones de su closet, que si abría el cajón ahí encontraría la perilla, pues quería que más tardecito fuera a buscar esas cosas mientras ellos seguían ahí en la sala, que lo más probable era que papá se pondría muy borracho y nos quedaríamos, pero que en la noche como la otra vez mi tío y yo aprovecharíamos para volver a jugar, solo que esta vez la limpieza me la haría yo solito lo mejor que pudiera. Me pidió que más noche me metiera a bañar mientras él seguía emborrachando a papá… De inmediato acaté todas y cada una de sus indicaciones y cuando quedó armado el plan, ya solo esperamos a que papá regresara con sus cervezas…
Papá volvió, me trajo un jugo, unas gomitas y a mi tío un agua mineral puesto que ya no bebería más pero mi papá quería seguir en compañía de él. Después de un rato mi papá se levantó al baño y fue ahí donde me percaté que ya estaba algo borracho. Mientras mi papá orinaba, mi tío me pidió que ya fuera en busca de las cosas a su casa para después irme de inmediato a bañar. Así lo hice, de inmediato me fui corriendo a si casa a sacar esas cosas y para cuando regresé mi papá preguntó a dónde había ido, a lo que mi tío intervino para decir que me había mandado a su casa por una cosa que me había pedido. Mi papá sin darle importancia a tal cosa siguió charlando con mi tío hasta que los interrumpí para decirles que me iría a bañar.
En ese momento mi papá giró a verme diciéndole a mi tío que su pequeño ya era todo un muchacho, que ya pronto no podría bañarme más porque ya estaba aprendiendo a hacerlo yo solo y riendo volteó a verme para decirme:
Papá: Te tallas bien mi amor, per recuerda, no seas tan tosco… jajaja…
En ese momento, yo solo reí y mi tío igual, para así después ir directo al baño a hacer lo mío. Ya estando en la ducha hice lo mejor que pude con esa perilla tan extraña hasta que nuevamente el agua salió igual de clara que como cuando entraba. Entonces supe que ya estaba listo. Si bien, debí de haberme demorado una hora y fracción alistándome pero cuando ya salí noté que papá estaba aún más borracho, pues en cuanto em vio de inmediato me preguntó:
Papá: ¿Cómo le fue a mi bebé?, ¿Todo bien?, Déjame que te revise de nuevo mi niño que no te lastimes…
Yo de inmediato riendo le dije que no se preocupara que todo estaba bien, y mi tío haciéndose el despistado preguntó qué era lo que me revisaría, por qué no habría de estar bien y papá de inmediato comentó que era cosa de padre e hijo, que no hiciera caso, que era mero juego… jajaja. Por mi cuenta, entré a la habitación para terminar de secarme y cambiarme para salir nuevamente a avisar que ya estaba algo cansado, ya quería dormir y fue entonces cuando papá dijo que él aun no se quería ir, que nos quedaríamos a dormir ahí, si quería que ya me fuera a acostar al cuarto, más tarde me acompañaría a ir a dormir…
Parecía que todo iba de acuerdo al plan, solo que no me gustaba mucho la ida de que papá comento el acompañarme a ir a dormir, pues si era así no me podría escapar con mi tío más tarde. sin embargo, lo dejé a cosa del destino.
Después de un buen rato, escuché como a lo lejos mi tío se acercaba junto con mi papá por el pasillo, diciendo que ya debía descansar, que ya había sido mucho por hoy, hasta que pude asimilar sus siluetas en la entrada del cuarto; mi tío tría casi cargando a papá quien ya solo balbuceaba para intentar hablar. De inmediato mi tío lo acostó en la cama y comenzó a quitarle zapatos y la camisa que traía, su cinturón y las calcetas que usaba para dejarlo por un lado de mi tapado por la cintura con una cobija que había sacado.
Yo de inmediato volteé a ver mi tío con cara de disgusto porque lo estaba acostando por un lado de mi y sin más solo me susurró que me callara y que en un par de minutos tratara de levantarme de la cama para ir a buscarlo al otro cuarto, él mientras se iría a bañar para estar listo también. Si mi papá se daba cuenta que me estaba levantando le dijera que iba a ir al baño y listo, pues estaba tan borracho que se quedaría profundamente dormido…
Así seguí sus indicaciones, después de unos minutos intenté girarme para levantarme y en ese momento sentí como el brazo de mi papá e rodeaba por todo el pecho balbuceando y preguntando a dónde iba su bebé, a lo cual respondí rápidamente que iría al baño. Él solo intentó levantar nuevamente su brazo pero ya ni eso pudo hacer, así que como pude lo hice a un lado y me levanté. Fue ahí donde me di cuenta que estaba hasta roncando ya, así que no habría problema y sin más salí del cuarto.
En cuanto salí me di cuenta de que mi tío aun no salía de bañarse, así que me fui en seguida al otro cuarto para esta vez ser yo quien lo esperara como él lo había hecho la vez pasada. Me acomodé e la orilla de la cama, abriendo con mis dos manos mis nalgas mientras escuchaba que mi tío se acercaba cada vez más al cuarto. En cuanto mi tío entró, de inmediato soltó la toalla que traía en su cintura y de acercó para comenzar a meter su lengua entre mis nalguitas. Yo sentía nuevamente ese cosquilleo en mi estomago al estar sintiendo sus lengua en mi anito intentando querer entrar más y más, se me salían uno que otro gemido muy silenciosos a media de lo posible y sin más sentí cómo mi tío acercaba su vergota a la entrada de mi culito para azotar su cabeza contra mi huequito, yo sentía esos golpecitos de su verga en mi colita y escuchaba como aplausos cada vez que su verga rebotaba entre mis nalgas para después volver a meterme la lengua una vez que acababa de rozarme la cabeza de su pene en mi colita.
Mi tío también soltaba pequeños pujidos de excitación y solo me decía entre dientes que estaba delicioso y lo mucho que me había extrañado. Después de unos minutos me pidió que me diera la vuelva y pusiera la cabeza en la esquina de la cama, pues él estando de pie se acercó a mi cara y puso en mis labios su verga para que comenzara a chuparla, a su vez, también me acercaba sus grandes huevos para que les pasara mi pequeña lengua mientras él se ponía un poco de saliva en los dedos para comenzar a dedearme el culo. Mi tío se acercaba aún un poco más y se abría las nalgas poniendo su ano a la altura de mi boca y me pedía que metiera mi lengua también, esto lo ponía aun más caliente porque de inmediato sentía en mi pecho como su verga sacaba chorros de ese liquido baboso que recogía con sus dedos y lo llevaba a mi culito.
Después de un rato así, me dijo que ya no aguantaba más, que me la quería meter de nuevo, yo sentía un poco de temor por el dolor que había experimentado la otra vez, pero también moría de ganas porque me l volviera a meter como en la película que habíamos visto. Me acomodó en la orilla, abrió mis piernas, escupió un poco en mi colita y comenzó a hacer algo de presión con su pene en la entada de mi anito pero esta vez sentía aun más dolor que la vez pasada, así que se lo hacia saber, a lo cual él me dijo que era porque no estaba tan dilatado como la vez pasada (yo no entendía eso de «dilatado») pregunté a que se debía y solo me dijo que necesitaba meterme de nuevo la lengua, así que con sus manos separo mis nalgas y se hundió otro rato más a meterme su lengua en mi culito… Así siguió un rato más hasta que quiso volver a intentar poner su verga en mi colita y volví a sentir ese dolor.
Si bien, ya había pasado un buen rato desde que habíamos iniciado, pero para ese momento, ya sentía a mi tío algo desesperado por querer meter todo ese pedazo de carne entre mis nalgas, pero no podría porque no quería lastimarme, así que me dijo que para que fuera más fácil necesitaría del gel que me había pedido que trajera de su casa, preguntándome dónde lo había dejado. En ese momento recordé que el mendigo botecito lo había dejado entre mi ropa en el otro cuarto cuando me había ido a cambiar, así que le dije que iría rápidamente por él. Mi tío con cara de desconcertado solo me pidió que fuera muy cuidadoso con mi papá estando ahí, que fuera lento y en silencio.
De inmediato salí del cuarto, cuando de repente a medio pasillo escucho que la puerta del baño se abre y sale de repente mi padre… Yo sentía el cuerpo helado por no saber qué hacer, me quedé inmóvil, sin decir nada mientras veía cómo mi padre agarrándose por la pared del pasillo caminaba acercándose hacia donde estaba yo. Tal parecía que habíamos estado tan atentos mi tío y yo que ni cuenta nos dimos de que papá se había levantado al baño, pero para ese momento ya era demasiado tarde, si yo regresaba al cuarto donde estaba mi tío nos iba a encontrar ahí desnudos, pero también pensaba que mi papá aún estaba algo borracho que quizá ni cuenta se daría, pero aún así, no me quise arriesgar y echar a bajo todo, así que sin más, estando desnudo, comencé a caminar para encontrar a mi papá en el pasillo quien ya hasta tenerme casi en frente brincó del susto que le di y me preguntó qué hacía levantado, fue entonces que se dio cuenta que también estaba desnudo y me preguntó por qué no traía ropa. Yo no sabía qué decir así que solo se me ocurrió decir que tenía calor y que había salido un poco al patio, pero pude notar como la cara de incredulidad de mi papá pasaba a ser de extrañeza, así que lo agarré del brazo para intentar dar la vuelta e irnos al cuarto.
De inmediato, papá hizo fuerza para retenerme y entonces preguntó por mi tío, si es que se había ido a su casa o estaba en el otro cuarto, a lo cual respondí que no sabía, pero de inmediato papá comenzó a caminar dirigiéndose la cuarto donde estaba mi tío sospechando que quizá estaba ahí y yo por más que quise detenerlo el siguió hasta que nos asomamos. Afortunadamente, al parecer mi tío se había percatado de la situación, así que fingió estar ya dormido, cobijado entre las sabanas y bocabajo. De inmediato mi papá solo giró, me pidió que guardáramos silencio llevando su dedo a su boca para así indicármelo y se apoyó en mi para seguir caminando de regreso al cuarto donde lo había dejado yo.
En el transcurso del pasillo, sentía como mi papá iba sobando mi espalda y de repente su mano bajaba a la altura de mis nalgas para así rosarlas ligeramente. Fue hasta que llegamos al cuarto nuevamente cuando papá me dijo que también tenía algo de calor (aún tenía puesta la camiseta que llevaba debajo de su camisa y los bóxer que usualmente usaba. Yo estaba ya algo frustrado por la situación que en ese momento no pensaba en darle otro sentido a su petición más que cumplir con dejarlo cómodamente para así que volviera a dormir y yo ir a continuar lo que había dejado pendiente con el tío.
Entonces procedí a intentar quitarle su camiseta papá, que para cuando me levanté a dejarla en una de las sillas, al voltear me llevé la gran sorpresa de que mi papá se estaba sacando los calzones también, dejando así su verga semierecta en ese momento al aire libre. Fue aquí donde mi corazón comenzó a latir nuevamente a mil por hora y entonces papá me pidió que ya me acostara ahí con él. Yo estando muy nervioso solo accedí y así me recosté, a lo que papá entre balbuceos nuevamente me preguntó si me incomodaba que durmiéramos encarados juntos y rápidamente contesté que no, así que levantó su brazo y me rodeó nuevamente por el pecho jalándome hacia él. Yo me encontraba boca arriba de la cama abrazado por mi papá y podía sentir como su pene hacía presión en mi costado queriendo crecer. Me moría de nervios y lujuria en esa situación.
Mi cuerpo me traicionó, pues incontroladamente por tal situación comencé a temblar sin poderme contener y entonces papá volvió a balbucear diciendo que según tenía calor y ahora temblaba de frío, pidiéndome que me acercara a él y abrazándome aun más fuerte me intento voltear quedando de espaldas a él y esta vez sentí como su verga aún semierecta comenzó a chocar entre mis nalgas y parte de mis piernas. Hice mi mejor esfuerzo por no seguir temblando y así estuve un buen rato intentando fingir que ya estaba dormido. Después de unos minutos así, pude sentir como mi papá comenzaba a tratar de zafar el brazo con el que me tenía abrazado. Mientras yo fingía seguir dormido, pude sentir como mi papá hacia ligeros movimientos en mi brazo preguntando:
Papá: ¿Hijo?, ¿Mane?, ¿Ya te dormiste?…
Yo sin decir palabra alguna, fingí seguir dormido esperando que así igual lo hiciera él y también durmiera para ya poder levantarme después a continuar con mi tío, pero oh menuda sorpresa me llevé cuando sentí que papá comenzó a bajar su brazo para así llevar su mano hasta mis nalgas que aun sentían su verga semierecta, misma que comenzó a tocarse en un movimiento de va y ven hasta que después de un par de movimientos sentí cómo esa gran verga reposó en mis nalgas… Pfff… la sentía enorme y para mayor sorpresa aún, de repente sentía cómo mi papá con su mano abría una de mis nalgas y hacía presión con su cuerpo para así sentir aun más su vergota entre mis nalgas…
Yo estaba muriendo de calentura por dentro pero al mismo tiempo de nervios y miedo. Así que suponiendo que quizá papá se estaba dejando llevar por estar quizá aun algo borracho, decidí persuadirlo de que me podría «despertar» en cualquier momento, así que intente girarme un poco y en ese momento papá de inmediato paró aquello que estaba ejecutando, haciéndose nuevamente el dormido. Fue ahí donde entendí que no pararía si es que él sentía que yo seguía «dormido» y no me equivoqué, así fue…
Apenas sintió que no me movía más, volvió a llevar su mano a mis nalgas y esta vez, antes de volver a querer abrirlas, llevó sus dedos a su boca para darles un poco de saliva con los labios y entonces procedió a meter sus dedos y así tocar mi anito aún mojado un poco por la saliva de mi tío. Yo no sabía qué más hacer, por un lado lo deseaba pero por otro lado sentía que era incorrecto y no debía pasar. Mi cuerpo me traicionaba y yo solo seguía fingiendo estar dormido, hasta que de pronto comencé e sentir como su dedo de papá comenzó a hacer algo de presión en mi anito y yo sin poder resistirme, flojito flojito sentí como su dedo entraba a mi colita… Era delicioso…
Después de un par de dedeadas sentí como papá sacó su dedo y levantó su mano para así llevarla a su nariz (pude oír como inhalaba), oliendo su dedo que recién había sacado de mi colita. Podía escucharlo hacer pequeños gemidos después de cada inhalación que hacía mientras olía sus dedos…
En ese momento pude escuchar como a lo lejos se escuchaban los pasos de unos pies descalzos caminando por el pasillo acercándose al cuarto donde me encontraba con mi papá. Al parecer papá también se percató de ello, porque a la brevedad volvió a hacerse el dormido y de repente se escuchó como la puerta del cuarto se abrió y de inmediato papá fingió despertar preguntando quién era, y entonces el tío Manuel dijo:
Tío Manuel: Perdón hermano, perdón, solo quería ver que estuvieran bien porque hace rartito que te dejé estabas muy borracho y me quedé preocupado.
Papá: (mientras se giraba para estar boca arriba) Ah eres tú… Sí, sí, no te preocupes, estamos bien, solo me levanté al baño hace un rato, pero ya estoy mejor.
Tío Manuel: Ya veo que sí cabrón, ve nada más, traes el pito todo duro… jajaja (riendo en silencio) (al parecer a papá se le marcaba la verga por encima de la sabana de tan erecto que estaba)
Papá: jajaja… Cállate cabron, seguro fue porque estaba soñando algo rico…
Tío Manuel: Algo rico, si jajaja… Así como me decías a mi cuando te levantabas de calenturiento en las noches. De seguro es porque sentiste las nalgas de Manuelito…
En ese momento yo no podía creer aquello de lo que hablaban, pero por lo que me podía percatar, en efecto, papá aún no estaba en sus cinco sentidos, así que fue ahí donde mi cuerpo ya no pudo más y fingí recién despertarme… Tremenda sorpresa se llevó papá en cuanto yo «desperté»…
Bueno, pues hasta aquí dejo esta tercera parte de mi despertar sexual en familia esperando les guste o sea de su agrado. Escríbanme en los comentarios qué tal les va pareciendo la historia. Más adelante les contaré cómo terminamos esa noche el tío Manuel, Papá y yo… 😉
(saludos)
Nooooo puedes cortarlo ahi! Necesito el que sigue *lloro*
Muy morboso y excitante. Saludos!
Que buena historia bro, síguele no pares, me pone mucho. 😌
Buen relato. Estaré pendiente de la continuación.