Despues de la calentura del metro
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por thorpe1948.
Como les dije en anteriores relato, al final llame a mi amigo desconocido del metro, aquel que tanto placer me había dado en aquella ocasión.
Asique después de llamarlo y quedar con él nos fuimos a mi apartamento; por el camino, me iba fijando en el disimuladamente y la verdad es que no estaba nada mal, alto buen cuerpo, cara agradable y lo mejor, aquel culo tan goloso que ya conocía.
Llegamos al apartamento abrí la puerta y se la franquee, para que pasara, lo hizo gustoso y yo cerré detrás de mí, en ese momento y sabiendo que yo vivía solo, se volvió y sin decir nada me echo los brazos al cuello y me beso apasionadamente, pegando por completo su cuerpo al mío, cual hembra en celo. Eso termino de ponerme caliente, más de lo que venía del metro, y era mucho la verdad; le devolví el beso de buena gana pues tenía unos labios carnosos sonrosados y jugosos, asique sin pensar en nada los disfruté al máximo.
Entramos y le dije que se acomódate, estás en tu casa, y yo me fui a poner unas copas, el descolgó su mochila y me dijo:
El.- Si no te importa me gustaría ir al servicio un momento.
Yo.- No hay problema, y le indique donde estaba.
Yo me fui a preparar las copas para cuando el saliera; tardo un poco, cosa que me pareció un tanto rara, pero bueno no le di mucha importancia, asique me senté, a esperar saboreando mi copa y pensando en la situaciones que había tenido en el metro y como lo disfrutaba, estando en ensimismado en mis pensamientos, sentí que se abría la puerta del baño, miré hacia tras y, la verdad me quede petrificado de lo que vi, era una escena que nunca hubiera imaginado. Ante mí se presentó una linda mujer, con piernas bien formadas, depiladas, una cara bonita maquillada de forma favorecedora. Un vestido corto muy corto que casi no le tapaba sus preciosas nalgas, era un auténtico bombón; creo que él al verme la cara se creció en su papel y dándose una vuelta sobre sí mismo, me dijo:
El.- ¿Te gusta lo que ves?….
Yo.- Tras unos segundos de silencio, le contesto, no, no me gusta, me encanta, estas preciosa, toda una mujercita, preciosa y me levante hacia él.
El.- Gracias, eres muy amable, la verdad tenía un poco de miedo,
De tu reacción, esto me encanta y solo lo hago en la intimidad de mi cuarto, y hoy creí que sería una buena oportunidad para mostrarme como me gusta.
Yo.- No te preocupes, si antes estabas bueno y apetecible ahora estas ara comerte enterito.
El cómo había hecho a la entrada se lanzó a mi cuello y me soltó otro gran beso con aquellos labios tan sensuales, le devolví el beso y al mismo tiempo le eche mano a las nalgas, que la verdad parecían más apetecibles que nunca.
Nos dirigimos al sofá a por nuestras copas pero, Leonardo, que así se llamaba, no se descolgaba de mi cuello, md decía lo mucho que había pensado en mí este tiempo, del miedo que tenia de que no lo llamara y que no volviéramos a vernos y según me iba platicando no dejaba de besarme, todo aquello hizo que mi verga que estaba muy sensible se pusiera en guardia dura como una piedra; por fin llegamos al sofá, el me soltó, me senté, y en el acto Leonardo ni corto no perezoso, y ante mi asombro una vez más, se levantó un poquito el vestido y se sentó encima de mí, paso su brazo por detrás de mí cuello, mientras me seguía besando y con la otra mano acariciaba mi pecho, poco a poco me fue desabrochando la camisa y metiendo su mano por debajo de ella. Yo al mismo tiempo empecé a acariciar sus piernas suaves y bien formadas, metí la mano debajo del vestido y tan solo encontré un pequeño tanguita que a duras penas sujetaba su pene doblado entre las piernas que apenas se notaba, Se había caracterizado de mujer hasta en los más mínimos detalles, eso hizo que aún me calentara más, asique si esperar a mas comencé a desnudarlo cosa sencilla pues solo llevaba puesto el vestido un sujetador con relleno y el pequeño tanguita.
En cuanto lo tuve desnudo, él no lo pensó y me ayudo a despojarme de las mías, quedando los dos desnudos una vez conseguido y siempre en el sofá el continuó sentado encima de mí, encima de mi verga, con muchas caricias y besos comenzó a mover el culito lo que llevó a mi verga al borde de la eyaculación, no tena un pelo en el cuerpo y sus tetillas estaban abultaditas como las de una adolescente a la que recién le está creciendo, asique ya me dediqué a acariciar aquel cuerpo de un hombre y al mismo tiempo tan femenino,.
Su cara denotaba una excitación total, con las mejillas sonrosadas del rubor que tenía, separándose un poco de mí me dijo, ¿te gusto Papi? Tu a mí me vuelves loco, no deseo más que me cojas, quiero ser tu puta y cumplir todos tus deseos sexuales, y dicho esto se puso en cuatro en el asiento del sofá y me dijo, vamos Papi, no seas malo dame verga que tanto me hizo disfrutar, quiero sentirte dentro de mi hasta lo más profundo, quiero tu crema dentro de mí, lléname de tu crema por dentro, quiero que tu semen sea solo mío.
Dicho eso y con la excitación que ya tenía, me coloque entre sus piernas detrás de él y lubricándolo un poco y poniendo un poco más en mi verga, se la puse en la entrada de su culito lindo, se lo restregué arriba y abajo hasta que el me pedía por favor que se la metiera ya, dámela ya Papi, dámela ya, métemela párteme en dos, pero no me tengas así; sin más se la puse en su hoyito y comencé a apretar, poco a poco centímetro a centímetro se la fue tragando hasta que mis testículos golearon en su nalgas, en ese momento me quede quieto con ella bien enterrada en aquel maravilloso hoyo.
Leonardo y no podía más y como yo estaba quieto disfrutando del calor d su interior, comenzó a mover se con movimientos sinuosos, ya no pude más comencé a pisonearlo enterrándosela hasta el fondo, quería meter no solo la verga quería meterle todo las más que pudiera,, me incliné sobre su espalda y seguí bombeando él al verme así volcado encima de su espalda volvió la cara para poder besarme, era todo un experto, acepte la caricia de sus labios y rodeando su cadera con un brazo la cogí la verga y lo empecé a masturbar, el suspiraba profundamente solo le faltaba gritar de placer, no tardo en correrse y yo con él, me vacié completamente en su interior , quedando totalmente exhausto, la pija se me aflojo y poco a poco se fue saliendo de su interior, dejando salir a su paso un hilillo de semen que se escurría entre sus nalgas.
Él se dio la vuelta rápidamente y sin pensarlo se metió mi pija en la boca y le dio una soberana mamada, dejándomela limpia y brillante, a continuación se volvió a estar encima de mis piernas, más bien encima de mi verga, y alargando la mano me dio la copa cogiendo él la otra, echamos un sorbo y acto seguido no besamos, esta vez con calma si prisas por la excitación disfrutando cada segundo de los besos.
Él sonriendo me dijo, Papi, que ganas tenia de volver a tenerte dentro, de poder sentir esa pija en lo más profundo, espero que podamos seguir así mucho tiempo, yo le dije, que yo también estaba encantado con él, pero que tuviera en cuenta que aunque el me encantaba y quería seguir cogiéndolo, que no se asustara si en algún momento me veía con alguna chica, pues yo era bisexual y también me gustaban la chicas; el solo me miro y me dijo, no me importa, que cojas con chicas, pero no dejes de coger conmigo, cuenta siempre conmigo que siempre estaré dispuesto a complacerte, y acto seguido me dio un beso profundo y largo.
Después se fue al baño y al volver me dijo, te apetece que me quede, yo le contesté que sí, que si era posible estaría encantado, me respondió que sí que al ser fin de semana no tenía problema en quedarse podo el fin de semana, asique en eso quedamos y el muy contento, empezó a saberme la verga de nuevo hasta que volvió a empezar a parase, y acostándose de espaldas me incitó a que se la metiera otra vez,,, abrió las piernas y acomodándome entre ellas se la puede en la entrada y de un golpe se la volví a meter hasta el fondo, el gemía y apretaba mi espalda abrazándome tan fuerte que me mantenía tan pegado a él que el único movimiento que me permitía era el de cadera, mientras estábamos en esa posición no dejaba de besarme de buscar mi lengua con la suya, no quería despegarse de mi boca para nada y yo estaba encantado con aquellos labios carnosos que me succionaban todos ajustándose totalmente a mi boca, cruzo sus piernas por mi cintura y apretaba con ellas al mismo tiempo que yo movía mis caderas para bombearlo por lo que las penetraciones eran muy profundas, casi no me dejaba ir hacia atrás para seguir bombeando solo quería sentirla dentro tan profunda como fuera posible.
Esta vez estuvimos disfrutando en esa postura durante mucho rato, pues a mí me costó más como es lógico en llegar a vaciarme, su culo me estaba proporcionando tanto placer como la vagina de cualquier mujer era increíble como el apretaba su esfínter cuando yo reculaba lo que hacía que el contacto fuera mucho mayor y con más gusto, yo cuando sentía esa presión me imaginé lo que pasa con mi perrita cuando lo hago con ella, que me lo apretar y lo subciona de forma increíble.
Después de un ratito así yo empecé a suspirar, estaba a punto de volver a correrme, él me dijo aprieta papi déjamelo todo dentro, soy tu hembra y lo quiero todo dentro, sin mas no aguante y me volví a vaciar en lo más profundo de sus entrañas, él mientras yo me corría en su interior no dejo de besarme y propiciarme todo tipo de caricias, yo estaba encantado con mi putita particular, era de lo más solicita para complacerme en mis más mínimos deseos.
Leonardo se quedó todo el fin de semana y ya podréis imaginar todo lo que paso, solo nos levantábamos de la cama para comer algo y volver a lo mismo una y otra vez si yo me quedaba dormido el me despertaba con una linda mamada y cuando lo hacia él pronto era yo el que lo despertaba sobándole la verga entre sus nalgas.
En una de esas yo le dije, a ti ¿no te apetece coger? El me contesto que no le importaba que lo que más le gustaba era que se la metieran, no le dije más, pero en un momento que me quede dormido, después de tanto ajetreo, me despertó un restregón en mis nalgas, me desperté y note que él me tenía su pija incrustada entre las nalgas, no le dije nada solo se la cogí con mi mano y se la puse enfrente de mi huequito, de lado como estábamos el no necesito más insinuaciones apretó y me la metió casi entera, yo eché mi culo hacia atrás al mismo tiempo que él empujaba logrando que me la metiera hasta el fondo, no la tenía muy grande ni gorda asique me la trague casi sin darme cuenta, él me preguntó, ¿te gusta papi? ¿Te gusta cómo lo hago?
Yo le conteste que sí que no se preocupara me la metió por largo rato estaba muy agitado, poco antes de que se corriera, pase la mano por detrás de él y le metí dos dedos en su culito esto lo volvió loco y pegando un fuerte empellón me la clavo entera hasta lo más profundo y quedándose rígido se corrió en mi interior yo estaba disfrutando, mientras estaba aún regido por el orgasmo me empezó a masturbar, poco antes de que me corriera, se le salió la pija de mi culito y un chorrito de semen salió de mi culo y escurrió por mis nalgas, él se fue hacia mi verga y me dio una mamada profunda dejándosela casi toda dentro de su boca me corrí soltando unos cuantos chorros de semen que se escurrían por la comisura de sus labios, cuando se la saque se tragó todo lo que le deje, me la limpio y acurrucándose contra mí y nos quedamos dormidos hasta el día siguiente bien entrada la mañana, nos levantamos, pues aún nos quedaba parte del sábado y todo el domingo para seguir disfrutando de un fin de semana pleno de sexo. Pero lo que ocurrió ya será objeto de otro momento, si les gusto déjenme sus comentarios pues así me estimulan para seguir contándoles mis experiencias, vótenlo si así lo creen oportuno en breve les traeré otra experiencia de las muchas que a lo largo de mi vida he disfrutado. Un saludo amigos y hasta la próxima.
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