DESPUES DEL VERANO CON MI PRIMO, LOGRÉ QUE MA HAGAN NENA OTRA VEZ
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Marilinacarolina.
Al terminar las vacaciones, de nuevo en la escuela primaria, siendo yo muy chica, después de haber debutado en el sexo con mi primo, en un verano inolvidable, empecé a sentir la necesidad de que me penetren nuevamente.
A mi primo recién lo vería de nuevo, con suerte, a fin de año.
En la escuela no usábamos uniformes, sino guardapolvos, con pantalones cortos abajo.
Yo me cuidaba a escondidas, de que no me crezca el bello en mis piernas pasándome la maquinita de afeitar que usaba mi madre.
Un día,por conversar me dejaron sin recreo a mí y a un compañero con el que teníamos muy buena onda.
A él se le ocurrió jugar en el aula, ya solos, a alzarnos una vez cada uno para ver quién aguantaba más, quien tenía más fuerza.
Comencé yo y lo alcé abrazándolo por la cintura.
Lo sostuve solo un ratito y debí soltarlo, porque él me hacía cosquillas en la espalda.
Me dio una sensación rara, me estremecí y creo que lo notó.
Entonces le tocó a él.
Me levantó, pero agarrándome de las nalgas.
Otro escalofrío y mi pene parándose.
Con una de sus manos levantó mi guardapolvos y me acarició la nalga por encima del pantaloncito.
Al soltarme, dejándome caer despacito frotando nuestros cuerpos, sentí su pija parada también.
-Tengo más fuerza que vos, me dijo, ¿Te gustó?
– Sí, contesté.
Entonces se levantó el guardapolvos, mostrando su bulto parado.
Yo le mostré el mío.
– ¿Te gustó que te tocara el culito? me preguntó.
-Si, me gustó, me hiciste cosquillitas.
-Como yo gané, ahora te levanto de nuevo,pero date vuelta, te levantaré por detrás, me dijo.
Yo lo hice y me levantó el guardapolvo, se acercó, puso su pija parada pero sin bajarse el pantalón, en mi culito y empezó a levantarme, hamacándome hacia adelante.
Me encantó eso.
Empecé a sentir que la nena que llevaba adentro comenzaba a despertar.
Tocó el timbre y debimos sentarnos.
Me había calentado mucho el juego y a él también.
Cuando tocó la hora para irnos a la casa, me dijo que me acompañaba.
-Si, es feo caminar solo, dije pero pensando por dentro "es feo caminar sola".
En el camino me contó que al lado de su casa había un baldío y que él allí había construido una choza, muy linda.
-¿Te gustaría que juguemos ahí esta siesta?
Por supuesto que contesté que sí, ya imaginándome que haríamos juegos sexuales.
Faltaba que me dejen.
-Mirá yo voy hasta tu casa, le pido permiso a tu mamá para que comamos en la mía, para quedarnos a completar los deberes y para hacer un trabajo.
Entonces a la siesta jugamos.
Así lo hicimos.
Yo le pedí permiso a Mamá y él terminó de convencerla.
Mientras él seguía hablando con mamá, me fui urgente a mi habitación y me puse una bombachita que me había traído de mi prima.
Lástima que me tuve que sacar el guardapolvo porque con él sentía que tenía puesto un vestido.
Ya estaba completamente pensando en femenino.
Lo vivido en el verano volvía con fuerza a mí y quería volver a ser una "nena".
Todo salió como lo planeamos.
Comimos con sus padres y al terminar, su madre nos recomendó que no hiciéramos mucho ruido ya que se acostarían un rato, para dormir la siesta.
Rápidamente mi compañero Pablito me invitó a jugar al baldío, adelante de su madre, quien se alegró porque no haríamos "ruido".
Pablo fue para adentro de su casa y volvió trayendo una bolsa que pensé que sería fruta o algo así para comer.
Me llevó de la mano hasta la choza para que pudiera seguirlo.
Cuando entramos, agachados, me puso una mano en el culo y preguntó:
– ¿Te gusta que te toque?.
-Si, la verdad es que me gusta, contesté.
Me tiró sobre la colchoneta que tenía en su "guarida" y me apretó las nalgas.
Ahí se dio cuenta de que traía una tanguita puesta
-¿ Te gusta usar ropa de mujer?
– Si, le confesé, con mi primo jugábamos a los novios y me vestía de nena.
– ¿Y después qué hacían? Me preguntó siempre franeleándome.
– Después.
me desnudaba.
y bueno.
dije yo con mucha vergüenza.
-Bueno qué, ¿te cogía?
– Sí contesté con más vergüenza.
-¡ Que lindo!, decía, mirá tengo ropita para que te pongas.
Yo me voy afuera y espero hasta que me llames.
Salió.
Lo tenía todo planeado desde hace tiempo, era evidente.
Me había traído una faldita celeste, una bombachita y una blusita tipo top, blanca atada abajo.
También trajo lápiz de labios y trabitas para el pelo.
Mi bombachita era más audaz que la que trajo y era de color rojo, con puntillitas, por eso decidí dejármela, me puse la faldita y la blusa.
Me pinté como pude, sin espejo, lamentando no haber traído más maquillaje.
Estaba con tenis y zoquetes blancos .
Lo llamé y lo esperé sentada en la colchoneta, con las piernas cruzadas, mostrando apenas la bombachita y mucho el muslo que cruzaba arriba de mi otra pierna.
Cuando entró, se sorprendió.
-Pensé encontrarte disfrazada de nena, pero en realidad encuentro una nena muy bonita, me dijo sentándose a mi lado.
Yo acerqué mi boca a su boca y lo invité a besarme.
A pesar de que se desenvolvía como un hombrecito, con sus palabras bonitas y halagadoras no tenía ninguna experiencia real.
No sabía besar.
Le enseñé a meter su lengua entre la mía, mientras su mano no necesitaba saber nada para acariciar mis piernas y mi culo.
Le dije que se sacara su pantalón.
Lo hizo y le bajé su calzoncillo.
Le agarré su pija, no muy grande, quizás como la mía, pero bien parada.
Lo pajié un ratito y se la empecé a chupar.
Lo miraba a los ojos y él estaba en trance, gemía y me tocaba la cabeza y la espalda hasta donde alcanzaba su mano.
Enseguida se vino en mi boca y se asustó queriéndola sacar pero no lo dejé y me tragué su lechita.
Era poquita, pero rica.
Se notaba que había empezado a eyacular hacía poco tiempo.
Se acostó un ratito y yo me saque la blusa y la falda.
Me dijo:
-Ahora sacate la bombacha.
-No,le contesté,la bombacha te la tenés que ganar.
Calentame mucho y sacámela.
Mojame con saliva el agujerito de mi culo.
Esa es mi conchita.
Soy una nena.
Culiame.
Entonces me abrazó y me empezó a besar y chupar las tetitas.
-Tócame las nalgas y las piernas.
le pedía.
Yo lo guiaba.
Él obedecía y aprendía rápido.
Le pedí que me besara en los muslos, en la entrepierna, en mi nalga.
– Ahh.
ahhh.
,gemía sin parar.
Entonces se puso sobre mi y con besitos, se empezó a bajar por mis tetas, mi pancita, mi vientre y me empezó a bajar las bombachas.
Yo me di vuelta, para que apareciera mi culito desnudo antes que mi pija, que yo ya consideraba mi "clítoris".
Ya de espaldas boca abajo, abrí bien mis piernas y le dije que me pusiera saliva en mi "concha".
Me sorprendió su pregunta, para ser inexperto, confirmando lo que venía suponiendo de que estaba todo meticulosamente planeado:
– ¿ Querés que te ponga crema, porque aquí traje un pote de mi mamá?
-¡Si! le contesté.
Poneme cremita y ponete cremita en la pija para que me penetres fácil hasta el fondo.
Lo hizo.
Me pasó el dedo por mi raya y luego me puso un poco en la entrada de mi "conchita".
Yo que ya tenía experiencia, me metí un dedo con más crema.
Y me arrancaba no gemidos sino grititos de hembra caliente.
-Por favor no aguanto más las ganas.
poneme tu pija.
quiero ser tu nena.
por favor cógeme, le pedí,.
ya estoy lista para se tuya.
Él se puso arriba y apuntó su pija a mi culito.
Yo me lo abrí más con mis manos mientras gemía.
Le dije que empuje hacia adentro, mientras yo hacía fuerza hacia afuera.
Y por fin, me penetró.
-Ayyy.
ahhh.
aia.
que rico.
asi.
cógeme así.
culiame mucho.
soy una nena.
Soy toda tuya.
Él me decía al oído:
-¡Cómo te gusta ser mujercita! Sos una putita.
Me gusta cogerte.
-Es la primera vez que lo hago.
y me gustas más que si lo hubiera hecho con una mujer.
-Yo soy una mujer, papito, le decía.
tengo una polla, pero soy una nena y ahora soy tuya.
Me estuvo bombeando un rato y yo le empecé a enseñar otras posiciones para cogerme.
De costado, en cuatro de perrita y el misionero.
Ahí le dije que cuando cogiera con una chica, esa es la posición que más se usaba.
Y él me dijo:
-Vos sos una chica y hace mucho que me imaginaba que te gustaba ser nena, por eso el juego de hoy en la escuela.
-Aia.
que tramposito que sos.
a mi me gustaba cuando en forma casual me tocabas las piernas por debajo del guardapolvo.
-Nunca fue casual, me dijo.
Pero no sabía cómo seguir.
hasta hoy.
hasta ahora.
Me empezó a bombear más fuerte, se le hinchó más la pija dentro de mi culo y empezó a acabar.
-Ahhh.
dame más.
asi.
dame tu lechita.
soy tu nena, gemía yo si parar.
-Si, vas a ser mi novia, pero en secreto,vas a ser mía y de nadie más.
-Si le decía.
soy una mujercita con su machito.
Soy tu novia.
Gozame.
Después de acabar, su pija comenzó a disminuir de tamaño hasta que sola se salió de mi "conchita".
Él se tiró entonces, a mi lado abrazándome.
Otro día te quedarás a dormir conmigo.
Hoy fue mi debut.
y justo con vos.
Jamás me olvidaré de esta primera vez.
-¿Te gustó hacerlo conmigo?
-¡Claro! Sólo me molesta no haber sido el primero.
-Estás celoso de mi primo.
Si no fuera por él tal vez hoy no me gustaría ser "nena" y no estaríamos aquí.
-Bueno, visto así.
pero quiero darte más.
¿puedo?
-Nunca me preguntes.
Soy tuya, haceme lo que quieras.
yo también quiero más.
Y lo hicimos otra vez.
Ahora con un poco de experiencia, me gustó más.
A esa vez le siguieron muchas.
En su cama, en la mía, en la choza.
Hasta en un campamento de verano, llevamos una carpa para dos y de noche me convertía en su chica.
Qué linda época.
Con él fui todo lo putita que pude, porque estaba aprendiendo a ser hombrecito, con una hembrita, que era yo.
Me sentía querida, deseada, bien "atendida" y sobre todo me gustó ser quien le enseñara a ser "macho".
Por eso nunca me olvidé de él.
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