Dia de diversión en Neverland
Nuestras mamas nos llevan a mis amigos y a mi a neverland. La terminamos pasando muy bien.
Mis amigos y yo teniamos 6 años. Se llamaban Santino y Gregorio. Nos habiamos conocido en la guardería, en realidad nuestras mamas se conocían. Jugabamos siempre que podiamos y eramos muy unidos los 3, nos la pasabamos viendo televisión o dibujando nuevos personajes para Spiderman, nuestro heroe favorito.
Nuestras mamas nos llevaron a neverland, dónde ese dia estaba prácticamente desierto, Santino tenia una campera, y Gregorio un buzo negro. Muy sobrio todo. Yo llevaba, como no, un short azul oscuro suelto, holgado. Como es de esperarse, mi mama me dejo salir sin ropa interior nuevamente.
La pasamos genial porque nuestras mamas nos dieron bastante dinero para fichas y así ellas se quedaban tranquilas en la puerta del neverland charlando de sus temas. Estabamos encantado con todos los juegos, algunos no podiamos jugar porque eramos muy chicos, pero otros si. El juego en el cual te subías a una replica de una moto chiquita es al cual yo me subi.
Perdi bastante rapido porque la verdad es que era malísimo. Pero de lo que me había percatado era que Santino estaba mirándome fijamente. No a mi en realidad. Por el movimiento de la moto, mi short se habia subido tanto que parece un calzoncillo, dejando ¾ de mi nalga derecha al descubierto. Gregorio estaba viendo otros juegos pero Santino quedo mirando fijamente mi nalga desnuda rebotando sobre el asiento de la moto.
Decidi ignorar la situacion como si nada hubiese pasado. Les dije que tenía que ir al baño y le avise a mi mama también. Cuando vuelvo, Santino esta hablandole al oido a Gregorio y ambos sonriendo y riendose. Esperaba que no sea de mi y de la situación pasada. Cuando llegue cambiaron de tema, era evidente y hablaron de otra cosa. Me dijeron que fueramos al juego de los coches, ese que pones una ficha y te subís, pero está siempre fijo, solo se mueve para delante y para atras y a los costados.
Ponemos una ficha y nos subimos, estaba bastante divertido, se movia mucho el auto, no esperaba que tanto. Nos estabamos riendo haciendo de cuenta que manejabamos y entonces Santino dice que se mueve mucho para él y necesita agarrarse, asi que agarra firmemente el lado interno de mi muslo izquierdo. Yo me sorprendi un poco, pero no le di mucha importancia. Hasta que Gregorio dice y hace lo mismo.
Asi que ahora estamos solos en neverland, en la parte de atras, lejos de nuestras mamas, en el juego del autito y ambos tienen sus manos en mis muslos agarrandolos cada vez mas fuerte. Y lo que es más interesante, cada vez se van acercando mas y mas a otro lado de mi cuerpo. Empece a notar esto y lo mire a Santino, quien ahora dejo de reirse y me miraba fijamente, sonriendo casi de manera malevola. Yo le sonrio también. Lo miro a Gregorio y esta igual, le sonrio. Abro mis piernas, dejandome completamente al descubierto. Entre ellos se miran y ya no hace falta decir mas nada. Santino se estira y pone otra ficha. Empiezan.
Santino pone su campera arriba mio para que no se vea nada. Igual no disimula mucho. Cada uno empieza a masajear y jugar con partes diferentes.
«Es verdad!» Dice gregorio, que seguramente no le creyo a la primera a su amigo sobre mi falta de ropa interior. Se nota que se estan divirtiendo, cada tanto se turnan y cambian de roles, uno juega con una parte y el otro automáticamente juega con la otra. Lo unico que puedo decir son cosas como: «despacio» «ay!» «al costado» «un poco mas arriba» «más rápido» «ahi» «apreta». Y ellos me obedecen al instante. De hecho, a modo de broma cada tanto alguno me dice «rico rico rico» (lo habíamos visto en una publicidad de caramelos)
La paso muy bien, para nosotros es un juego, pero un juego que sabemos que esta prohibido. Aun así, nos miramos los tres y nos sonreímos, somos buenos amigos y lo estabamos demostrando.
Al rato nos llaman nuestras mamás y sacan sus manos de dentro de shorts. Me quedo con unas ganas de más tremendas. Ellos se van a lavar las manos y yo a hacer pis, ya no me aguantaba, hice un monton recuerdo y de forma potente. Nos fuimos con nuestras mamas y merendamos juntos. Durante todo el dia quedaron las miradas complices y las risas.
como sigue