Diario de pasión, Capitulo VIII "Fernando, Mi amado Fernando"
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Diosdelagua.
Yo aún seguía siendo el mismo de siempre, Tras esa mascara de seriedad y vanidad se escondía mi verdadero yo, Aun tenia esos sentimientos de amor y felicidad, Solo que estaban dormidos, Casi muriendo lentamente, Me había caído y levantado, Me seque mil y un lágrimas, Me abrace a mí mismo en la incertidumbre para decirme que todo estaría bien aun cuando eso no fuera verdad, Mi crecimiento personal estaba dando resultados, Ya me iba a graduar de la preparatoria, Para comenzar a prepararme para enfrentarme a la vida, 17 años tenía en ese momento, En el bello mes de marzo, La primavera llegaba con esa esencia que tienen los arboles al florecer, Todos con sus parejas tomados de la mano caminaban por los parques de la ciudad, Todos con sonrisas inmensas y pensamientos bellos donde solo se podía ser feliz, Pero yo no, Yo me sentaba en las bancas del parque para ver pasar a todas esas personas, Usando un suéter de mangas, a pesar del cálido ambiente primaveral, porque mi cuerpo tenía mucho frio, Quería conocer a alguien que me hiciera sentir el calor de la vida, Alguien que no me hiciera llorar más, Que no se fuera con la promesa de que un día volvería, Quería que estuvieran para mi allí, En ese momento
Chica: Hola mucho gusto mi nombre es Paloma y soy alumna en la nueva escuela de danza que se abrió hace 2 semanas, Toma- Dijo una linda chica interrumpiendo mis pensamientos depresivos, Me entrego un volante donde promocionaban su academia de artes, Se impartían clases de fotografía, Danza y pintura- Gracias- Dije mientras tomaba el papel en mis manos y le sonreía por ligero un segundo- Esperamos verte allí- Dijo la chica y después se fue, Camine a casa después de un paseo mañanero, Para poder sentir el sol y la naturaleza, En las películas veía que las personas se encontraban en parques o fiestas así que de manera inocente pensé que ahí podría conocer a alguien especial, Así que casi todas las mañanas caminaba por la ciudad para conocer a alguien, Me gustaba mucho hacer amigos pero la vida de las fiestas y de la popularidad comenzaba a aburrirme, Mi vida social seguía siendo la misma, Mujeres y hombres detrás de mí, Pero yo solo quería a un amigo de verdad, Roger desde nuestro encuentro con Rogelio dejo de hablarme, En la escuela me evitaba y cuando quería acercarme a él, Me decía que tenía clase o que estaba muy ocupado, Por lo visto lo estaba perdiendo y me estaba quedando completamente solo
Mamá: Yair… ¿Por qué tienes esa cara?- Pregunto mi madre mientras entraba a la cocina- Porque es la que herede de ti y de papá- Dije y ella se cruzó de brazos- ¿Qué tienes en la mano?- Pregunto mi madre, Mire mi mano y era el volante de la academia de artes, Me había olvidado por completo de que lo traía- Oh esto, Es publicidad de una academia de arte, Seguramente ya saben pintar con crayolas sin salirse de la línea- Dije sentándome en la mesa y poniendo mis manos en mi cabeza- Oye y ¿Por qué no entras? Me parece una buena idea, Siempre te han gustado todas esas actividades, Estoy segura de que tu papá estará de acuerdo- Mi madre y yo pasamos la tarde del domingo hablando sobre la idea de entrar a esa escuela, Era de 3:00 Pm a 7:00 Pm, Estaría 4 horas ocupado aprendiendo como bailar, Pintar y tomar fotografías
Yo: Mamá… No era necesario que vinieras, Puedo inscribirme yo sólo, Ni que fuera algo del otro mundo- Dije en sentido de protesta porque quería ir solo, Me había vuelto independiente en todo lo que hacía, Aprendí amar la soledad pues esta me daba tiempo para poner las cosas importantes primero y las tonterías dejarlas de un lado- Es que con esa cara larga que tienes no sé si te dejen entrar- Dijo mi madre en sentido de broma, Después me abrazo porque su instinto maternal le decía que algo estaba pasando conmigo, Tal vez no sabía con certeza que era pero estaba segura de que necesitaba de alguien y ella estaba allí para mí, Le devolví una ligera sonrisa y después entramos a la oficina para inscribirme, Conocí algunos alumnos que con el simple hecho de participar en una pequeña obra comunitaria se sentían Shakespeare o Leonardo DiCaprio, Detestaba ese tipo de personas, odie a esas personas desde el momento en que los vi y mi sueño era darles un golpe en la cara con una silla, después de haberme inscrito me dijeron que podía quedarme a tomar clases ya mismo, En verdad estaban desesperados por alumnos, Me despedí de mi madre con un abrazo y una sonrisa, Mi primera clase era de fotografía, Había llevado mi cámara digital por si era necesaria pues no contaba con una profesional, Mis compañeros y yo entramos en un gran salón donde había toda clase de fotos en blanco y negro, Algunos paisajes o fotos de animales hermosos, Una voz nos indicó que nos sentáramos en las sillas que estaban acomodadas en círculo para que todos pudiéramos vernos de frente, Yo no dije nada, No salude a nadie, No le sonreía a ninguna persona, Solo me senté a esperar lo que viniera
F: Buenas tarde jóvenes, Mi nombre es Fernando pero pueden llamarme “Señor Fernando” Voy a ser su maestro de fotografía- Yo estaba mirando mis pies para no hacer contacto visual con nadie pero cuando escuche su voz, Algo en mi sintió una tranquilidad que no sentía desde hace mucho tiempo, Alce la mirada y lo vi completamente, Ese semblante que tenía me infringía confianza, Su cabello bien peinado con una copete que estaba dirigido hacia el lado izquierdo, Su piel, En mi vida he conocido muchas personas morenas pero él era especial, Su piel era tan castaña que parecía que estaba hecha de la más fina y hermosa madera, Sus ojos, Esos ojos cafés que a pesar de ser comunes en muchas personas, sobresalían, Eran los ojos castaños más hermosos que nunca había visto, Su sonrisa, Tan madura y risueña, Su cara era masculina y atractiva, Afilada, Se marcaban sus pómulos que lo hacían ver muy juvenil a pesar de su edad, Su cuerpo, En ese momento llevaba una camisa color azul con 3 botones desabrochados, Su cuerpo era una obra de arte, Su pecho lampiño podía verse a través de su camisa desabrochada, Esas líneas que se marcaban entre sus pectorales era tan tentadora, Cuando lo vi sin darme cuenta sonreí, De pronto el ver a Fernando borro todo rastro de tristeza y de aburrimiento, Por unos segundo me sentí… Vivo
Su voz retumbo en mis oídos y se fue directo a mi corazón, Para aumentar sus latidos, Las chicas suspiraron en cuanto lo vieron, Tenía 43 años, Ya era un hombre hecho y derecho, Nos pidió que nos presentáramos uno por uno, Solo éramos 13 alumnos, 6 mujeres y 7 hombres, Cuando llego mi turno me puse de pie- Hola, Mi nombre es Yair, Tengo 17 años, Crecí en esta ciudad, Soy estudiante de preparatoria, Me gusta la música y los gatos, También me gusta escribir y salir con mis amigos- Fue lo único que se me ocurrió decir, Hice la típica presentación tonta que hace cualquier chico- Bienvenido Yair, Ojala te guste la clase y te diviertas- Dijo Fernando haciéndome tragar saliva, No hice contacto visual con él, Porque no quería volver a sentir lo que sentí cuando lo vi por primera vez, Porque eso solo era señal de que el despertaba algo en mí y yo odiaba eso, Odiaba tener sentimientos y sentir algo por otros hombres porque eso hasta ese momento, Había arruinado mi vida, Convirtiéndome en una persona amargada y triste
Pasamos el resto de la clase hablando sobre todo lo que aprenderíamos, Las actividades se hacían al aire libre, O sea que cada tarde nos reuniríamos en algún lugar para tomar fotografías de lo que sea, A Fernando no le importaba si sabíamos cómo captar la luz, Como magnificarla o como sacarle provecho a algún Angulo, A él lo que le interesaba era que supiéramos expresar nuestros sentimientos por medio de las imágenes, Después de que termino la clase me fui a tomar las demás, No me despedí de Fernando y mucho menos cruce palabra o mirada con él, Las demás clases no fueron del todo de mi agrado, Una mujer de 59 años era la maestra de pintura, Enojona y malhumorada, Y un homosexual reprimido (Sin ofender) Era el profesor de baile que al parecer su especialidad era la salsa, Era justo lo que necesitaba, Un baile tan alegre y con movimientos complejos para una persona deprimida y mal humorada, Salí de la “Academia” A las 7:15 Pm, A la mayoría de mis compañeros los iban a buscar sus padres, Yo le dije a mi madre que era capaz de tomar un taxi, El transporte público o caminar, Si es que no había algún idiota por allí esperándome cerca de un callejón para violarme, Di un par de pasos hasta que escuche que alguien me gritaba
F: ¡Oye! ¡Yair!- Grito Fernando desde su auto, Voltee para verlo y apreté los puños para controlarme, Me acerque al auto para saber que quería- Hola profe… ¿Qué pasa?- Le dije mientras me quitaba un audífono pero conservando mi tono deprimente- Yair ¿Sabes qué camino tomar para llegar más rápido a esta dirección?- Pregunto Fernando con su simpática sonrisa, Tenía un papel escrito con la dirección a la que se dirigía, Fernando solo llevaba unos meses viviendo en mi ciudad, Él era de la capital así que aún no se aprendía las calles- Si, Debe seguir esta calle unas 11 cuadras y después hacia la derecha, Sigue otras 7 y después a la izquierda, Cerca de una iglesia- Le dije cordialmente pero sin ninguna expresión en mi rostro- Muchas gracias Yair, Es que aún no sé cómo ubicarme bien- Dijo en sentido de broma- Y ¿A dónde vas? ¿Vas caminando?- Volvió a preguntar Fernando- Si, Voy caminando, Esta cerca de aquí mi casa- Dije cortando la conversación, Mi casa estaba a unas cuadras de donde Fernando se dirigía- ¿Quieres que te lleve?- Pregunto Fernando con una sonrisa y a pesar de que me negué varias veces, El insistió hasta que me convenció, Subí a su auto, Me puse el cinturón de seguridad y le di las gracias por tener ese gesto para conmigo, Pasamos algunos segundos guardando silencio hasta que le hablo
F: Cuéntame Yair ¿Cómo te va? La vida a los 17 debe ser toda una aventura- Dijo Fernando otra vez riendo, Era una persona muy alegre- No le veo lo emocionante a tener 17 años, Las personas creen que eres demasiado joven para tomar decisiones pero un año después te dejan elegir al presidente- Dije y Fernando comenzó a reír- Sabes, A pesar de ese tono serio que tienes, Eres muy gracioso- Dijo Fernando mientras conducía su lujoso auto- No intento ser gracioso pero las personas siempre se ríen de lo que digo- Dije mirando por la ventana del auto y viendo todas las casas que pasábamos, Estábamos a 25 minutos aproximadamente de llegar a mi casa pero el camino parecía eterno- Yair… ¿Por qué decidiste tomar mi clase?- Pregunto Fernando algo serio- No tenía nada que hacer en las tardes y mis padres creyeron que era una buena idea para estar fuera de casa unas horas y no molestarlos, Además creen que cuando haya alguna fiesta o reunión no tendrán que contratar a algún fotógrafo porque ya me tendrán a mí- Dije y Fernando volvió a reír- “Yair” un nombre extraño para un chico extraño- Dijo Fernando dándome ligeras palmadas en el hombro, Como para tratar de animarme- “Fernando”, Un nombre demasiado común para un maestro demasiado alegre- Dije y Fernando me sonrió de otra manera, De una manera que solo se le sonríe a una persona que te importa mucho pero yo no pude devolverle dicha sonrisa, Me miro a los ojos por unos segundos y después pregunto- Cuéntame ¿Hace cuánto que te rompieron el corazón?- Pregunto Fernando y en ese momento voltee para verlo a la cara- ¿Cómo sabes lo que me paso?- Pregunte delatándome, Pude haberlo negado todo y achacarle todo mi humor a un dolor de cabeza pero no, Me delate pues Fernando había dado justo en el clavo de mi tristeza, De pronto sin descuidar el camino me miro a los ojos, Logrando llegar al centro de mi seriedad, Usó un tono muy relajado y cariñoso, Como si yo fuese de su familia- Porque esa tristeza que tiene tu mirada solo puede ser producto de un corazón roto… Cuéntame Yair ¿Quién te ha lastimado tanto?- Pregunto Fernando y cuando me di cuenta ya mis ojos estaban mojados, No iba a llorar, Tenia meses sin hacerlo, Simplemente respire hondo para conservar mi seriedad y trate de responderle lo más fríamente posible- Fue la vida, Fue mi locura y mis instintos, Fui yo mismo, Mi inocencia, mi estupidez, Yo soy una mala persona Fernando, Tal vez no lo veas pero lo soy, Me merezco esto- Le respondí llamándolo por su nombre, Ya no lo llamaría maestro después de ese momento- Sabes, Yo nunca tuve hijos, Estoy casado con una mujer llamada Julieta, Pero estamos divorciándonos, Nuestros 22 años de matrimonio no funcionaron, Tal vez porque nos casamos muy jóvenes, O porque nunca pudimos tener hijos, Por eso yo veo a mis alumnos como los hijos que no tuve, He pasado por todas las etapas, Les he dado clases de pintura a niños de 10 años, A adolescentes y ahora quise conocer jóvenes de tu edad, Para saber que se sentía tener un hijo con problemas y deprimido- Dijo Fernando con una sonrisa en su rostro, Como siempre
Yo lo mire como si estuviese furioso con el- No sabes lo que yo he pasado, Probablemente te hayas encontrado con
chicos que tienen problemas porque la chica que les gusta no saben que existen, Porque no entran a un tonto equipo de futbol, Porque están inseguros de sus cuerpos o cualquier tontería con la que los adolescentes sienten que es el fin del mundo, Pero Fernando, Jamás encontraras a alguien con mis problemas- Le dije y apreté otra vez los puños porque mis manos comenzaban a temblar otra vez, Fernando de pronto detuvo el auto, Afortunadamente no había autos detrás de nosotros porque habría obstruido el tráfico, De pronto me miro con esos ojos que deberían ser ilegales, Me extendió sus brazos y me abrazo- Tranquilo Yair, Todo estará bien- Una vez que estuve cerca de sus oídos me deje suspirar en paz, Me deje derrumbarme y abrazarlo también pero en ese momento algo dentro de mi reacciono, La historia se repetía y esta vez no lo iba a permitir, Solté a Fernando y abrí la puerta del auto- Oye ¿A dónde vas?- Pregunto Fernando muy confundido- Ya no es necesario que me lleve profe, Mi casa está muy cerca de aquí- Le dije fríamente y secándome las pocas lágrimas de mis ojos- Pero Yair, Necesitas ayuda, Yo puedo dártela si me lo permites claro, Podemos ser amigos- Dijo Fernando en tono amable lo cual me enfurecía más- No profe, No estoy interesado en hacer amigos y tampoco necesito ayuda, Usted solamente es mi profesor y yo su alumno- Le dije fríamente hablándole de usted y llamándolo otra vez profesor, Cerré la puerta del auto y camine a casa con esa tristeza que ya era parte de mi alma
Al otro día llegue a la cita puntal, A las 4 de la tarde cerca de la playa, El grupo se reunió con sus cámaras digitales, Fernando llevo solo 3 profesionales y decidió darme una a mí, Me miro con esa simpatía que irradiaba y me dijo- Me gusta tu actitud- Entonces me sonroje pues algo en mi le gustaba- Bueno chicos, Los veré en media hora en este lugar, Exploren la ciudad y capten las imágenes que quieran, Después una vez aquí, Regresaremos a la clase para discutir que sintieron al tomar esas fotografía- Dijo Fernando dando indicaciones, Algunos compañeros prefirieron ir acompañados y yo quise ir solo porque como dije, Me gusta la soledad
Camine por la ciudad con la cámara en mis manos, Le quite el flash para aprovechar la luz natural, Además de que tal vez las personas se molestarían si les tomaba fotos sin su permiso, La primera imagen fue un gatito perdido, Era color gris con algunas manchas blancas y sus ojos eran verdes, Me acerque a el poco a poco hasta ganarme su confianza después lo acaricie, Me senté junto a él y juntos compartimos nuestra soledad, Él estaba perdido pues probablemente era callejero y yo estaba perdido en mis sentimientos, Le tome un par de fotografías y después le di algo de comer para después marcharme, Calles después encontré un árbol seco, Parecía que la primavera no le había hecho florecer, Pero lo curioso es que estaba entre un grupo de árboles hermosos, Que tenían tantas flores que probablemente eran gays, Arboles gays, Le tome un par de fotografías a ese árbol solitario y seguí caminando, Durante mi recorrido encontré dos momentos más que merecían ser captados en imágenes, Un niño llorando porque su mama no quería comprarle un pequeño delfín de peluche y un par de lesbianas besándose en la vía pública, Una vez tomadas las fotos regrese al punto de reunión, Era el único que faltaba, Todos regresamos a la clase, Fernando caminaba junto a mí pero no lo veía, Yo tenía la cabeza agachada así que con eso le daba a entender que no quería tener ningún tipo de comunicación o platica
F: Esta bien chicos, Denme las memorias de las cámaras y en una hoja escriban su nombre y que pudieron percibir de esas imágenes y pueden retirarse, Yair… Por favor quédate que necesito hablar contigo- Camine hasta él para escuchar algún sermón o regaño de su parte por lo que había pasado el día anterior- Yair, Me recuerdas tanto a mi cuando era joven, Siempre con el ceño fruncido, Guardando los pensamientos para que nadie más lo sepa- Dijo Fernando acomodando unas cámaras- ¿Yo te recuerdo a ti?- Pregunte impresionado- Por supuesto, Tu personalidad y tu estilo rudo, Me gustan, Sabes enfrentar las cosas directamente y eso en el arte de las imágenes es muy importante pero sobre todo sé que detrás de una mirada molesta se esconde una persona sensible y carismática- Comento Fernando caminando por el lugar- Yo no creo ser como nadie más, Solo creo ser como yo- Dije tímidamente- Yair yo quiero ser tu amigo, Quiero ayudarte en lo que sea que estés pasando, Pero si quieres que lo haga, Tendrás que contarme todo lo que te pasa, Prometo jamás comentarlo con nadie, Sera un secreto entre los dos y mira para que me tengas confianza yo te contare mi vida- Dijo Fernando guiándome por el salón, me indicó con una mirada que saliéramos del salón para poder platicar con mayor privacidad, me llevo a un parque donde le gustaba tomar fotografías, Un parque que estaba muy cerca de la clase, Se sentó en una de las bancas mientras inhalaba el dulce aroma de la tarde
F: Sabes Yair, Cuando yo tenía tu edad mis amigos solían ser muy crueles conmigo, Mi padre era un campesino que trabajo toda su vida para darnos una vida digna a mi madre y a mí, El murió tratando de cruzar la frontera, Yo me hice cargo de mi casa junto con mi hermana, Estudie diseño gráfico y cuando eso ya no me dio satisfacción, Me volví maestro de fotografía, Como te dije soy casado pero eso cambiara en unos días- Dijo Fernando mirando hacia la nada, Yo reaccione de una manera muy seria, El en verdad estaba contándome cosas de su vida, Pero hasta el momento nada tan grave como lo que yo había pasado
Yo: ¿Amas a tu esposa Fernando?- Pregunte cruzándome de brazos- No… Te digo algo, Creo que yo jamás la ame y creo que ella jamás me amo, La palabra amor esta sobrestimada en estos días, Cualquier persona la usa a la ligera, Primero te dicen que el amor es lo más hermoso de todo el mundo pero después te dicen cómo y a quien debes amar, Esa es una de las cosas que no puedo entender de los seres humanos- Fernando me había dicho algo en lo que estábamos de acuerdo, Ambos no veíamos bien como el concepto de amor se había perdido con el paso de los años- ¿Alguna vez te enamoraste Fernando?- Volví a preguntar esta vez haciendo contacto visual con el- Si Yair, Me enamore cuando solo era un jovencito de tu edad, Era un amor que me quemaba el pecho cada vez que pensaba en ella, Por las noches no podía dormir hasta que mi tristeza me lo permitía, Pero sabes con el tiempo lo supere ¿Y sabes cómo?… Me enamore de alguien más, fue un clavo que saco a otro clavo- Dijo Fernando mirándome a los ojos- Fernando yo estoy enamorado, De un amor… Lejano e imposible, pero creo que no vale la pena hablar de eso- Le dije con un tono triste y entonces puso su mano en mi hombro, Beso mi cabeza y después me acerco a él para que pudiera llorar en paz sin miedo a lo que él pensara, No nos importó si alguien pasaba y nos veía abrazados, A mí no me importo que él me viera llorar, Ya estaba cansado de aguantarme todo, De tragarme las lágrimas para que la gente no hablara, Para que nadie se diera cuenta, Fernando era el canal por el que me iba a desahogar, Sin tomar en cuenta que solo era un extraño, Un extraño que me hacía sentir bien
Después de esa tarde nuestra relación cambio, Pasamos el resto de ese momento hablando sobre mas secretos y cosas que no nos atrevíamos a decirle a nadie más, En verdad él se parecía mucho a mí, Tenia el concepto de que la heterosexual estaba mal usada en su término, Cada quien podía hacer con su cuerpo lo que quisiera y si querían mantenerlo en secreto o gritarlo a los 4 vientos pues estaba bien, Con el paso de los días y de las semanas Fernando y yo formamos una amistad como la que forma un padre con su hijo, A veces ambos salíamos a sacar fotografías juntos, Nos reuníamos para ver el atardecer desde la playa, “Fer” Como llegue a llamarlo tenía muchas cosas en común conmigo, Hablábamos de todo, De todo lo que se pudieran imaginar, Llego un momento en el que ya no podía imaginar una tarde sin estar con él, Su clase era mi favorita pero aun así aprendí como pintar y bailar casi como un profesional, Algo en mí se estaba yendo con el paso del tiempo gracias a Fernando, Era ese odio hacia el amor y hacia lo bueno, Mi semblante había cambiado, Otra vez las personas podían ver una sonrisa en mí, Otra vez podía salir para sentir que encajaba con los demás, No eran las fiestas ni las mujeres, Mucho menos la cantidad de amigos que llegara a tener, Me costó un poco llegar a la conclusión de que era eso que me hacía sentir tan bien, Que me hacía sentir los latidos de mi corazón más acelerados, Que por las noches me hacía dormir tranquilamente, Que me había hecho olvidar mi tristeza para comenzar de nuevo, Ese algo que me mantenía con vida era Fernando, Estaba comenzando a enamorarme del él
Al pasar de los meses, Veía mi vida desde otra manera, Con ese filtro de belleza que adquieren los ojos cuando se está enamorado, Esta dispuesto a darle vuelta a la página para comenzar de nuevo pero el problema era que Fernando no sentiría lo mismo por mí porque estaba casado, Seguramente le interesaban otras mujeres y jamás se fijaría en su alumno de 17 años, Jamás le pasaría por la cabeza el llegar a quererme como yo lo quería, Cuando me sonreía o me abrazaba era una sensación que hacía años no sentía, Cuando veía sus ojos castaños que me daban tanta felicidad, Por fin encontraba a alguien con quien quedarme, Alguien que probablemente me amaría, Eso era lo único que quería, Alguien que me amara como yo podía amar, Alguien que me hiciera sentir especial y que me protegiera de todo lo que había vivido, De los restos de culpa que dejo en mí el pasado, Ese era Fernando, Pero sobre todo amaba cuando me hablaba pues al ser un artista Fernando sabía muy bien cómo usar las palabras
Yo: Fer… ¿Qué pasara cuando seamos mayores?- Pregunte mientras estábamos en su estudio, Él estaba revisando unas cámaras y yo estaba sentado en un pequeño sillón mientras los nervios me mataban, Esa pregunta… Se la había hecho a alguien más años atrás, Esa persona me dijo que no pensara en el fututo porque era confuso y valla que lo fue, Ahora quería escuchar lo que Fernando me iba a decir- Pues… Yo planeo recorrer el mundo en un globo aerostático, Hacer un refugio para gatos, Inventar un nuevo color y sobre todo, Siempre hacerte sonreír- Dijo Fernando, Era tan infantil como yo puedo llegar a serlo, Le sonreí sin tener idea del porque él me hacía sentir tan bien, En un momento se sentó junto a mí en ese sillón, Me mostro la fotografía de las lesbianas ya revelada y me pregunto ¿Por qué había decidido tomarla, ¿Que me impulso a hacerlo?- No lo sé, Creo que al verlas allí demostrando su amor pude sentir su valentía, Que no les importaba lo que el mundo diría, Ellas defenderían su amor, Porque no tenía nada que ver si son del mismo sexo, Ellas se aman es lo que refleja la imagen, Y cuando amas a alguien debes decírselo o podría… Podría ser tarde después- Le dije sosteniendo la imagen en mis manos, Un frio me recorrió la espalda al asimilar la situación
Debía decirle a Fernando lo que sentía, Antes de que algo más pasara, Sin decir nada más me puse de pie y me arme de valor, Lo tome de la mano y la lleve directo a mi corazón para que pudiera sentirlo- Fernando, Cuando me conociste hace unos meses yo era un chico triste y enojado con la vida, Iba por el mundo sin propósito, Como una especie de muerto viviente pero ahora gracias a ti veo las cosas de otra manera, Si no te hubiera conocido probablemente ya no estaría vivo y quiero decirte que…- Tartamudeé nerviosamente- Que tú eres muy especial para mí, Y quería decirte que, Que… ¡La verdad ya no me importa lo que pienses lo cierto es que tú me gustas mucho!- Dije con los ojos cerrados y apretando los puños, Era la primera vez que le confesaba a alguien que me gusta, Normalmente eran ellos quienes me lo decían, De inmediato baje la mirada con mucha vergüenza esperando el rechazo de Fernando, nunca antes me había sentido así, ese pequeño adolescente promiscuo y travieso ahora se sentía inseguro por lo que un hombre pudiera pensar de él, entonces Fernando puso su mano en mi mentón y me miro a los ojos, A mis ojos que mostraban pequeñas lagrimas por miedo y por vergüenza
Me brindó una sonrisa que solo me hizo sentir como en casa, Yo puse mi mano en su rostro, Recorriéndolo con mis dedos, El corazón me latía a mil por hora, Me olvide del tiempo, Del lugar, De mí, De todo, Solo estábamos él y yo, Campanas sonaban en mis oídos y mi corazón se semejaba a un tambor enloquecido, Entonces vi venir sus labios hacia los míos, Nos acercamos lentamente, Poco a poco hasta sentir su calor en mi rostro, Las fuerzas las estaba perdiendo al sentir su fuerza en mi boca mientras me besaba, Sus labios eran tan dulces y cálidos, La clase de labios que te debilitan dejándote aturdido y noqueado, Me quede allí unos segundos saboreando de sus besos el néctar de la vida, Me daba fuerzas, Alegría, Ganas de vivir, Después de que nos separamos juntamos nuestras frentes, Respirábamos intensamente con ese ritmo acelerado- Yair… Tú también me gustas, Me atrevo a decir que… Me estoy enamorando de ti- Dijo Fernando haciéndome la persona más feliz del mundo, Pasamos el resto de la tarde hablando sobre nuestra situación, Le confesé a Fernando lo que había hecho durante toda mi vida, Cada amante y encuentro que tuve y él me conto los suyos, También tuvo amores platónicos con hombres en su juventud pero jamás tuvo nada que ver con otro hombre, Mujeres lo perseguían pero era una persona madura y centrada por lo que éramos la pareja idea
Después de esa tarde donde nos confesamos nuestros sentimientos, todo fue simplemente perfecto, él iba por mí a la escuela todos los días, Me llevaba a algún lugar ya fuera para tomar fotos, Para hablar durante horas, Compartir nuestros sentimientos o simplemente para estar conmigo, Él era tan dulce, Tan atento, Que pronto se ganó mi corazón, Pronto ya no podía salir de mi mente, Esa sonrisa estúpida volvió a mí, Me inspiro a escribir, A pintar a captar imágenes, Era un amor que me quemaba el pecho al estar junto a mí, Me daba toda clase de regalos y cuando estábamos a solas me comía a besos, Besos intensos y calurosos, Dijo que esperaría a que estuviera listo para estar conmigo de forma sexual, Pues me quería tanto que sentía que nuestra primera vez juntos fuese algo inolvidable, A veces lo visitaba en su apartamento para estar con el- Fer ¿Alguna vez pensaste que esto pasaría?- Pregunte mientras estaba recargado junto a su hombro- ¿Qué terminaría enamorándome de un jovencito de 17 años a mis 43? Creo que no, Pero me alegra que así haya sido- Respondió alborotándome el cabello- ¿Y si después te cansas de mi o yo de ti?- Volví a preguntar porque en el fondo tenía miedo de que todo terminara igual que siempre- No creo que eso pase, En unos años tendrás que ayudarme con mi andadera y tendrás que darme de comer- Dijo Fernando mientras reía- Si, Ya estás muy viejo- Dije riendo y empujándolo con cariño, Él se echó sobre mí para morderme el cuello mientras me hacía cosquillas- Fer, Para, Sabes que no resisto eso- Le dije mientras reía pero él no se detenía, Entonces en un minuto nos quedamos quietos mirándonos fijamente, Mis labios se movieron a ese ritmo que solo pueden tener unos labios cuando pronuncian las palabras que eran casi prohibidas para mí- Te amo…- Le dije acariciando su rostro con mis manos- Y yo te amo a ti- Dijo besándome otra vez, Me amaba, tanto como y yo lo amaba a el
Una tarde me cito en su departamento para mostrarme unas fotografías, Cuando llegue me lleve una gran sorpresa, Había toda clase de velas, De aromas, La habitación tenía las ventanas cerradas por lo que estaba en las sombras, Las velas daban toda la luz necesaria, Mientras entre vi a Fernando usando una bata, En cuanto me vio tomo mi mano y me beso, Dijo que íbamos a estar juntos, Me sentía nervioso y un tanto emocionado, Fer me cargo en su brazos llevándome hasta su habitación, Comenzó a besarme, Me coloco en la cama con mucha delicadeza mirándome por unos segundos, Después se agacho para mirarme allí recostado, Deslizo sus dedos por mi rostro, Por mí ropa, Por mis labios, Sus ojos hermosos me quitaban el aliento, Su habitación era inmensa, Con un ventanal enorme, Tenia las cortinas cerradas dejándome en la obscuridad- Póntelo- Dijo Fernando dándome un antifaz, Quería que me cubriera los ojos, Yo no replique solo lo hice, De pronto una vez con los ojos cubiertos me quede quieto recostado en la cama, Fer con sus labios comenzó a besarme mi cuello, Mi rostro, Pasaba por mi boca y se iba a mi oídos para decirme palabras que me hacían bajar la guardia y caer ante el delirio que me provocaba estar allí con él, Desabrochó el primer botón de mi camisa para besar mi pecho, Con cada botón que quitaba, Bajaba más y más besándome hasta llegar a mi abdomen, Con su lengua probo mi cuerpo, Yo apretaba las sabanas con mis manos suspirando profundamente, Me daban pequeñas y suaves mordidas por todas partes, Con su cara acariciaba mi torso, Por ratos tomaba mis manos apretándolas con fuerza mientras me besaba, Me estaba dejando caer ante un abismo de sensaciones que era inexplicable, Me llevaba a la locura, A la paz, Era como perderme en la atmosfera, Solo podía respirar su perfume, Su esencia, Su calor- Fernando… ¿Qué me vas a hacer?- Le pregunte retorciéndome en la cama lentamente- Te voy hacer el amor- Dijo en mi oído mordiéndolo y causándome cosquillas, Iba a hacer “El amor” Algo que yo nunca había hecho, Solo había tenido sexo pero nunca había involucrado los sentimientos o al menos no había el mismo sentimiento por parte de ambos
Una vez que me quito mi camisa y mi pantalón, Me dejo en ropa interior y con una pequeña pluma, Recorrió todo mis ser erizándome, Haciéndome decir su nombre lentamente, No dejaba de besarme, De tocarme, Él tenía experiencia en el sexo por lo que sabía exactamente que partes eran las más sensibles en una persona, sabia donde morderme, Donde besarme para hacerme desvariar, Cuando me dejo quitarme la venda lo recosté en la cama, Lo bese una y otra vez hasta que los labios me dolían, Bese su rostro afilado, Sus mejillas, Baje hasta su pecho, Desabroche su bata lentamente y al abrirla me encontré por primera vez con su cuerpo, Con su cuerpo atlético, Marcado y lampiño, Por instinto pase mis manos por sus pectorales, Por su abdomen, Por sus costillas y hombros, Lo bese por completo, Pasando mi lengua por su pezones, Por su ombligo, Le pedí que me abrazara, Que me estrujara, Quería sentir su fuerza sobre mí, Su poder y quería que él sintiera mi fragilidad para que nunca me lastimara, 43 y 17 años, Toda una vida de experiencia tenía el y toda una vida de errores tenía yo, Me senté sobre el para sentir su miembro en mis glúteos sobre nuestra ropa interior, Solté un pequeño grito y un suspiro al sentir su pene, Era del tamaño perfecto, Le sonreí cuando le dije -Trata de no hacerme gritar mucho- Después de eso se echó encima de mí, Volvió a comerse mi cuerpo, Mis piernas, Mis muslos, Me dio la vuelta y beso toda mi espalda, Cada parte de esta, Me hacía gemir, Enloquecer, Sentí su cuerpo encima del mío, Como me mordía mi cuello y con sus dedos me dilataba mi orificio, sus sabanas tenían su perfume que me embriagaba al hundir mi cara en ellas, era un ambiente hipnótico en el que mi corazón se unía al suyo, cuando me di cuenta ya está dentro de mí, no sentí ningún dolor solo un plástico caliente en envolvía su miembro al penetrarme, sujeto mis manos y comenzó a moverse lentamente, con un ritmo que me dejaba sin palabras, estaba encima de mí, con mis manos toque su inmensa espalda, y suspire una vez más su aroma- Fernando… Fernando…. Te amo- Le decía mientras lamia mi pecho y sus manos sujetaban mi pelvis para empujarme más hacia él, nuestros pechos estaban juntos por lo que sentía sus latidos en el mío, nunca había tenido sexo de esa manera, con tantos cuidados y tantas caricias, solo recuerdo sentir sus labios sobre mi cuello, sobre mi cara y mis labios, mis labios peleaban con los suyos mientras una delgada sabana nos cubría a ambos, el silencio era interrumpido por nuestros jadeos y suspiros, su abdomen, pecho y espalda comenzó a sudar al igual que el mío, nuestras miradas se encontraban en la obscuridad para decirnos cuanto nos queríamos, yo le daba las gracias al cielo por haber conocido a Fernando, porque estaba culminando mi amor, al hacer ese acto que tanto me gustaba
– Yair, mi pequeño y frágil Yair- Decía Fernando cuando me tenía sobre su miembro, estábamos en el espaldar de la cama, yo sentado encima de él, y Fernando moviendo su pelvis hacia arriba para penetrarme más a fondo, yo tenía mis manos alrededor de su cuello, diciéndole que ya no podía más, no era cansancio, ni mucho menos fatiga, era que los latidos de mi corazón eran tan rápidos que mi corazón estaba por detenerse, pero aun seguíamos haciéndolo lentamente, sus pectorales eran como los de un gladiador y emanaban un calor y una protección que era ajena para mí, me moví en ese pene de forma lenta y excitante- ¿Qué sientes?- Pregunto Fernando suspirando, su respiración me calentaba un más y el tamaño y la fuerza de sus brazos al tenerme rodeado me hacían quererme desmayar ante él, dejarme caer y que él se ocupara de mí, que fuera mi todo y mi nada- Se siente muy bien, abrázame más fuerte- Le indique para dejarme caer en la locura de nuestra pasión, mordí sus hombros, respire en su nuca, probé el sudor de su pecho, me moví más y más en su miembro hasta que escuche como con un fuerte gemido y gruñido Fernando se venía al igual que yo. Me miró cansado, excitado y muy feliz, solo para decir lo mucho que me amaba y después caer sobre mí en la cama, pasamos toda la noche haciendo el amor, de tantas maneras que ya no sabíamos cómo, era su experiencia junto con la mía, lo que nos convertía en los amantes perfectos, por ratos éramos muy rudos tanto que nuestros gemidos se escucharon por todo el lugar, y en otros éramos tan tiernos y delicados que nos tardábamos mucho en eyacular, Fernando era mi todo, mi vida, mi felicidad y, ojala todo se hubiera quedado así de maravilloso, eso era lo único que pedía
Todo era perfecto, demasiado perfecto diría yo, algo dentro de mí me dijo que todo terminaría como siempre… mal, esa pequeña voz en mi cabeza me recordaba que todo placer me traería un castigo, porque así había sido siempre, y vaya que si fue un castigo, salí de la escuela con una sonrisa inmensa en mi rostro, apreciando el calor de la tarde, caminando entre los demás, mi semblante era tan alegre que muchas personas lo notaron y se la pasaban felicitándome, era obvio que estaba enamorado, me senté en la misma banca de siempre, para esperar a mi Fer, los minutos pasaron y él no iba por mi como todos los días, habíamos quedado de ir a su departamento para pasar la tarde, como casi todos los días, el poco o mucho tiempo que podíamos estar juntos era sagrado para mí, paso cerca de una hora por lo que me preocupe, él nunca se tardaba, no quería pensar que le había pasado algo así que fui a buscarlo a su departamento, camine hasta allí con todas las buenas intenciones del mundo, subí las escaleras para llegar hasta su puerta y mi sorpresa fue ver que la puerta de la entrada estaba abierta, me pareció muy extraño así que entré, camine hasta llegar a su habitación de donde salían ruidos extraños, la puerta estaba entre abierta así que decidí abrirla un poco para ver si él estaba allí- ¿Fer?- Pregunte mirando de un lado a otro. En un segundo experimente esa punzada horrible que atraviesa el corazón con tanto dolor que las piernas no te responden, me quede helado al ver a Fernando allí en la cama, cogiendo con su esposa, pero eso no era todo, también había otra mujer en la cama masturbándose, estaba haciendo un trio con su esposa y una mujer que yo no conocía, mi corazón volvió a romperse poco a poco y sentí como cada pedazo caía lentamente, trague saliva al escuchar como su aún esposa le pedía que la envistiera con más fuerza, que le dijera que la amaba y el cómo todo esposo caliente le decía “Sabes que solo te amo a ti” Me di media vuelta y me fui de allí mientras solo veía como mis lágrimas caían sobre el suelo, mire atrás por un momento como si quisiera asegurarme de que todo aquello fuese real, me puse la mano en el corazón para tratar de tranquilizarlo pero fue inútil, el rostro me ardía demasiado, por el coraje, por la tristeza- No… no… no- decía mientras comenzaba a llorar, uní mis rodillas con mis brazos para abrazarme, cuando tuve la fuerza suficiente me puse de pie porque no quería que Fernando me encontrara allí, me di cuenta que esa hermosa tarde de primavera ahora era un anochecer frio y obscuro, camine por las calles de la ciudad, llorando, destrozado, camine sin rumbo durante horas, solo quería que ese dolor desapareciera al caminar, como si dejara un poco de dolor con cada paso, las personas me veían preocupadas y más de uno se ofreció a ayudarme, pero yo solo quería morirme, quería morirme, me cruzaba las calles con la esperanza de que un auto me golpeara y así terminara con mi tortura, otra vez, otra vez me había destrozado ¿Acaso me merecía todo eso? ¿Tan mala persona había sido como para que nadie me amara de verdad? Eran preguntas que me atormentaban a cada momento, cuando mis pies ya no pudiera caminar más, encontré un pequeño parque con muchos árboles, no había nadie, así que llegue hasta un árbol y allí me desplome a llorar, esas lagrimas calientes quemaban mis mejillas y me desgarraban el alma – ¿Por qué Fernando? ¿Por qué tenías que hacerme esto? ¿Por qué nadie puede amarme? ¿Por qué siempre tiene que pasarme esto a mí?- Gritaba mientras me jalaba el cabello y lloraba aún más, solo pedía que todo aquello fuera solo un sueño, un terrible sueño del que pedía despertar en cualquier momento, mis ojos ya no podían más, ya no era capaz de producir una lagrima más y sin embargo, mi corazón me pedía seguir haciéndolo, llorar, llorar, eso era lo único que sabía hacer, además de entregar mi corazón cuando tenía que hacerlo. Cuando ya era muy tarde regrese a casa en un taxi porque estaba muy lejos de mi hogar, no escuche el regaño de mis padres por las hora en la que había llegado, solo me fui a mi cuarto a seguir lamentándome, a gritar, a hundirme en una depresión dolorosa y profunda simplemente pronunciando la misma pregunta de siempre “¿Por qué?”
Al día siguiente experimente ese vacío en el pecho y ese nudo en la garganta que eran parte de mí, que Fernando se había llevado pero que ahora era estaban allí atormentándome, me fui a la escuela como todos los días y me di cuenta de que mi mochila no estaba, la había dejado en la casa de Fernando el día anterior, con la ayuda de algunos compañeros logre hacer todo lo que debía hacer, me prestaron algunos libros y libretas pero al salir, allí estaba él, esperándome afuera con una sonrisa enorme, lo vi desde lejos con ganas de correr a sus brazos, que me abrazara, que me besara, que me dijera que lo del día de ayer no había sido real, pero no, solo lo mate con la mirada y camine a mi casa con la seguridad de que iba a seguirme, en un cruce puso su auto frente a mí para que no pudiera avanzar y cuando se bajó me pregunto qué estaba pasando, yo no le dije nada solo busque otro camino y corrí, no era capaz de verlo, pero finalmente me alcanzo, me llevo a un callejón apartado de todos mientras me sujetaba fuertemente del brazo- Yair ¿Qué te pasa? ¿Por qué huyes de mí?- Pregunto con un tono triste y molesto- Tu descaro es tan grande como mi tristeza Fernando, déjame en paz- le dije apartando la mirada de él- Dejaste esto ayer en mi casa- dijo y me mostro mi mochila, se la quite e intente irme pero no me dejo- Quiero explicarte lo que paso ayer- Dijo con un tono relajado pero entonces me solté a llorar- ¿Qué me quieres explicar? ¿Cómo tú y tu esposa lo hicieron toda la tarde he? ¿Eso quieres decirme?- Dije sintiendo esa punzada en el pecho- No lo tomes tan personal Yair, son cosas de adultos, pensé que tendrías la mente más abierta- Dijo Fernando en un tono sarcástico que solo me dolía mas- Mente abierta… ¿Mente abierta?- Pregunte matándolo con la mirada- Tu sabes lo mucho que odio las traiciones, las mentiras ¿Cómo pudiste hacerme esto? ¡Dime!- Pregunte ya muy molesto- Cuando te dije que me recordabas a mí a tu edad era porque pensé que eras más insensible ante todo esto, por favor Yair, solo fue un acostón y ya, no fue nada importante- Dijo Fernando para terminar de pisotear mi corazón- ¿Qué fui yo para ti Fernando? ¿Una meta? ¿Un “Acoston” más?- Pregunte completamente roto en llanto- Yair, eres un chico extraordinario pero yo no me ataría a una sola persona jamás, por favor dime que tú no eres igual a mí, solo te importa divertirte con hombres y el sexo, te conocí triste porque tu primo te abandono pero creí que no te molestaría, para mí solo eres un niño con un buen trasero y ya- Dijo Fernando riendo lo cual me hizo caer al sueño sin fuerzas- No Fernando, no me digas eso, yo lo hubiera dado todo por ti ¡Todo!, Porque sabes, te amo, a pesar de todo te amo con todas mis fuerzas- dije llorando tirando en el suelo suplicándole a Fernando que no me hiciera eso, que no me lastimara- Que no ves que soy demasiado frágil para soportar tus palabras- Le dije y el solo se despidió de mi de forma fría con la frase “Cuando superes tu sentimentalismo, llámame, ya sabes que podemos pasarla muy bien”
Entonces ese era Fernando, un mentiroso disfrazado de artista con bonitas palabras y una boca llena de mentiras…
Me encontraba completamente destrozado, fueron días llenos de lágrimas, de dolor y tristeza hasta que acabe conmigo, como el ave Fénix, me destruí para regresar más fuerte que nunca, de pronto una mañana ese dolor ya no estaba, mi cuerpo lo había abandonado, ahora tenía muy claro que era lo único que quería con Fernando… Venganza, una venganza tal vez infantil e inmadura pero al fin de cuentas el tipo de venganza que se merecía ese idiota, planee todo con mucho cuidado, primero que nada lo llame, para decirle que era cierto todo lo que me dijo, que había exagerado las cosas y quería verlo para coger como locos porque lo extrañaba, el con una risa burlona me dijo que me esperaba en su departamento en la tarde y que no saldría de allí en mucho rato, pero no sería yo quien iría a la cita, contrate a un sexo servidor gay de la ciudad, le pague muy bien para que se dejara coger por Fernando, me las ingenie para que mi Fer no se diera cuenta de que no era yo, el chico se parecía algo a mí por lo que no se percataría de que ese no era yo, apago las luces y un rato después escuche los gritos de ambos desde afuera del cuarto, Fernando estaba cogiendo con un sexo servidor en su habitación y yo esperaba fuera de su departamento para que llegara la persona que faltaba, lleve ropa color blando y una tabla como la que usan los enfermeros, cuando de pronto apareció su esposa en las escaleras, iba a visitar a su amorcito, la aborde a la entrada del lugar para terminar con mi plan- Disculpa ¿Quién eres tú?- Me pregunto la esposa un tanto extrañada- Hola buenas tardes, mi nombre es Gerardo, soy enfermero de la clínica para tratar de VIH sida de la ciudad- Dije tratando de contener la risa, la mujer palideció en un instante por mi presencia, sé que ella no tenía culpa de nada pero la necesitaba para mi plan- ¿Y qué haces aquí?- Pregunto la mujer intranquila- Pues vine a ver la señor Fernando porque no ha ido a tomar su tratamiento en 3 meses y queremos saber si va a seguir con nosotros o se va a cambiar de clínica, usted sabe, la enfermedad avanza muy rápido- Dije con cierto tono amable y la mujer inmediatamente se entró al departamento sacando una llave de su bolso, yo reí a carcajadas y baje lentamente las escaleras para escuchar ese grito que fue como música para mis oídos “!FERNANDO!” Grito la mujer al descubrir a su hermoso esposo con un sexo servidor masculino- Mi trabajo aquí está hecho- Dije regresando a casa con una sonrisa en el rostro, nunca volví a ver a Fernando y espero no volver a hacerlo, pero allí no termino todo
Ya para ese entonces había superado lo de Fernando, ya no sentía nada por él, fue la peor experiencia de mi vida pero, regreso a mi ese sentimiento, tal vez nunca se fue, esos ojos aún seguían en mi memoria y su recuerdo me hacía latir el corazón, la poca vida que me quedaba en él, volví a enamorarme de mi primo, como tal vez siempre lo estaría, pero lo peor fue llegar a casa una tarde y escuchar a mi madre decir “Yair ¿Qué crees? Tu primo Eduardo se va a casar”…
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