DIARIO DE UN PROSTITUTO EL CLIENTE MAYOR: EL ABUELO
En esta ocasión es cuento cómo conocí a Brian. Un inglés que cambió mi visión luego de meses de estar en el sexoservicio. Les recuerdo que no estoy aquí para promocionar mis servicios sino para contarles parte de mi experiencia, para compartir..
Corría ya la noche casi la 1:00 am, había terminado de atender al quinto cliente del día, cuando mi teléfono vibró, un nuevo servicio y quería de inmediato, estaba un poco cansado pero decidí tomarlo, así que me dirigí para el hotel que me dijo este cliente, llegué a la 1:15 am, el hotel era de lujo, así que tuve que identificarme y anunciar mi llegada, era un poco de control para dejar pasar a una persona, al menos eso me dio seguridad y era un espacio limpio, esta vez no estaría refunfuñando como el último servicio que tuve que cortar porque el chico no tenía suficiente dinero para pagar el servicio completo.
Subí por el elevador y toqué la puerta, estaba entreabierta y escuché una voz que me dijo: «entre», entré y a luz tenue pude ver a un hombre que estaba en bata de baño blanca esperando, se acercó y pude verlo mejor, me dijo: «si no quieres hacerlo, lo entiendo» acto seguido encendió la luz y allí estaba: Un hombre güero, lampiño, pelo canoso y con entradas, unos profundos ojos azules como el mar, con arrugas en el rostro y la piel reseca marcaba el signo de la edad, me dijo su nombre, dejémoslo en Brian y que tenía 79 años, en ese momento era el cliente más grande que me había tocado, mayor a mi abuelo, ¡no podía creerlo! Todavía estaba muy verde para entender todo lo que puedes encontrarte en este negocio.
La verdad pensé en no atenderlo, me dio un poco de asco, debo confesarlo, el saber la edad, las marcas de los años en el cuerpo, aunque se notaba que en su juventud había tenido suyo, pero el tiempo no perdona, para qué decir mentiras, no quería que me besara ni tocara, pensé en decirle adiós señor, mi rostro fue de repulsión debo decirlo y ser sincero, nunca había tenido interés en estar con una persona tan mayor, pero ya estaba allí y no sabía qué decir. Él en cambio si, se sentó en el extremo de la cama bajó la cabeza resignado y me dijo: «disculpa que te haya quitado el tiempo, hace tanto tiempo de esto, pero veo tu expresión en el rostro y no quiero forzarte», me destrozó oír eso, finalmente a uno como scort lo contratan por el profesionalismo de no hacerte el feo ni de rechazarte, ese el oficio de uno, y el cliente no tiene que gustarte, tú tienes que gustarle, pero estaba verde y entendiendo eso, me di media vuelta salí del cuarto y cerré la puerta escuchando el suspiro del señor. Caminé por el pasillo rumbo al ascensor y mientras caminaba entendí nuevamente cuál era mi trabajo, así que di marcha atrás, respiré hondo, me preparé sicológicamente y toqué la puerta de nuevo, abrió y se sorprendió que regresé, iba a decir apenas una palabra y le cerré la boca poniendo mis labios con los suyos fundiéndome en un beso amoroso hacia él.
Me interrumpió y se hizo para atrás, me dijo que no era necesario, pero insistí en que sí quería, sólo que pensé que me había rechazado (me hice la víctima XD), se volvió a sentar y me acerqué a él a la cama, me contó que había tenido malas experiencias, el drama de su vida, allí supe que nació en Inglaterra, hablaba un poco de español, pero entendía su inglés porque lo hablo de forma fluida y tuve intercambio estudiantil, supe lo mal que le había ido en el amor y que los hombres no querían ya estar sexualmente con él por lo que tenía que contratar scorts, pero que una mayoría no quería hacerlo y los que si acababan robándole o estafándolo, él decía que sólo quería amor pues 10 años atrás había perdido al amor de su vida, me compadecí de él y le juré que esa noche yo le haría el amor y estaríamos juntos, le daría mi amor sincero, lloró un rato sobre mi pecho y lo abracé mientras me contaba y lo consolaba y le acariciaba, hay que ser humanos y empáticos.
De nuevo nos volvimos a besar, debo confesar que besaba muy bien, nos paramos y se quitó la bata, pude apreciar su cuerpo, efectivamente en la juventud ese hombre había sido deportista o se ejercitó mucho y su historia lo confirmaba, me desvestí lo más pronto posible hasta quedar en mis ajustados bóxers, Brian me miró y sólo podía halagar mi bien formado cuerpo, «¿puedo tocarte y acariciar tus músculos?» me dijo o prefieres que primero te pague, (generalmente nunca cobro hasta finalizar mi servicio) así que sólo respondí «soy tuyo mi amor, tócame» y acarició mis firmes pechos con una mano y se detenía a lamer mis pezones y con la otra a sobarme la verga que comenzaba a pararse, sorprendido por lo que tocaba me bajó los boxers y quedó maravillado por el tamaño, sólo lo vi caer de rodillas al piso, abrir la boca y querer meterse mi trozo a la boca, pronto entendió que no podría hacerlo por lo verdaderamente gruesa que es mi verga, y es que, cuando digo que la tengo gruesa ¡es porque es muy gruesa! así que sólo la lamía y lamía, se levantó y me dijo con su acento británico «you have got a big big cock boy», sonreí, se levntó y pasó a mis axilas que comenzó a lamer, sentí cosquillas pero era algo que siempre me ha gustado que hagan, me pidió que hiciera lo mismo con la suya, así que lo hice, lamía sus pezones también y pasaba por su boca a besarlo y a decirle cosas bonitas de sus ojos y su forma tan exquisita de besar, y es que si besaba exquisitamente…
Pronto nos acostamos en la cama y seguíamos besándonos y tocándonos, yo tenía curiosidad si su verga se pararía, si a esa edad podría coger o solamente se la pasaría tocándome, lamiéndome el cuerpo y la verga, pero para sorpresa mía, la verga la tenía bien tiesa y larga, no era gruesa pero si larga, se acostó totalmente y me pidió que se la chupara, me acerqué a su verga larga y delgada y de un bocado me la metí a la garganta, noté que podía respirar con un hilito de aire y me metí hasta el último centímetro, calculo unos 18cm, no se sentía diferente a la verga de un chavito, aquello me estaba gustando, me puso en a posición del 69 estando él acostado mientras le mamaba la verga y a juzgar por su gemidos, lo estaba gozando más que yo, luego sentí su lengua en mis bolas que él chupaba y succionaba deliciosamente, para qué mentir, ufff aquello era muy rico, sentía que mis huevos iban a derretirse en su boca, la experiencia que tenía sin dudas, pronto lo escuché decirme «eat my ass» y yo bien obediente, dirigí mi boca y lengua en esa pose a su blanco, lampiño y bien formado culo pese a su edad, como a mi me gustan los culos sin pelos, sabía que eso no me iba a producir problema, así que comencé a lamerlo, se sentía calientito, ya se abría y cerraba solo, estaba súper dilatado, no sé por qué, se sentía suave al tacto con mi lengua y podía sentir cómo palpitaba, aquello estaba bien, me estaba gustando, lo estaba disfrutando, y de pronto… sentí su lengua sobre mi ano, sentí un escalofrío correr mi espalda, nunca me habían comido el culo, lo sentía sólo para los gays pasivos, eso no era para mi, quise detenerlo, pero tomó con fuerza mi trasero y lo aplastó hacía su cara dejando mi culo expuesto totalmente, arqueé la espalda y retiré mi boca de su ano dilatado, quise detenerlo pero estaba disfrutando de ello, ¡no podía creerlo! Exclamé gustoso con un gemido y sin saber cómo ni por qué comencé a agitar mi culo sobre su cara y me entregué a mi pasión desvergonzadamente…
«Así mi amor, cómeme el culo» le decía, él levantó un poco mi culo, me abrió con los dedos y yo sentía abrirse y cerrarse mi excitado hoyo, «I love you ass baby» me dijo mientras con sus pulgares me lo abría más y le escupía. Ohh!! su saliva se sentía tibia, yo quería sentir su lengua de nuevo tratando de abrirse camino y penetrándome, así que me senté sobre su boca, volví a levantarme y a sentarme, aquello me estaba enloqueciendo, esa nueva sensación estaba gustándome, continuamos un rato así, comiéndonos el culo mutuamente, pero yo quería ya montarlo, mi verga estaba súper tiesa y babeando.
Se lo hice saber, tomé el condón y el lubricante que traía, lo puse de perrito y luego elevé su culo blanco sobre el colchón y me puse de pie en el piso, le llené el hoyo e lubricante y fui presionando lentamente para irle metiendo mi enorme verga, aquello fue rápido y no costó trabajo como pensé, eso me estaba gustando tanto, en lugar de quejarse por sentir mi verga en sus entrañas, sólo gemía gustoso, tener el sabor del culo de ese hombre mayor en mi boca y en esa posición completamente a mi merced me puso a mil, nunca había experimentado estar con un hombre de esa edad y mi morbo era tal, que a principio lo penetraba suavemente y luego a subir el ritmo viendo si lo podría tolerar, pronto comencé a darle más rápido y fuerte, mi pie derecho por inercia lo puse sobre su cabeza y comencé a aplastarla sobre la cama, el tipo estaba entregado y gozando tanto o más que yo, aquello me estaba enloqueciendo, la sensación suave de sus entrañas sobre mi verga, el sabor en mi lengua, el sudor que comenzaba a correr sobre mi pecho…
Saqué mi verga, no me fijé si el condón estaba sucio o limpio, aunque por cierto que estaba limpio (lo supe cuando acabamos) que fui a poner mi boca nuevamente sobre su ano bien abierto y dilatado, la piel de su ano sentía bien, suave, como si fueran unos labios mojados, así que lo volteé y lo puse boca arriba y seguí comiéndole el culo, extasiado por su olor y sabor, por muy puerco que se lea, pero por primera vez en varios meses estaba disfrutando de hacerlo con un cliente. Yo sentía como si vapores salieran de mis orejas y oía «Ohhh baby, fuck me, fuck me please», le abrí las piernas y de un solo empuje le metí me verga de nuevo y comencé a darle fuertemente levanté sus piernas lo suficiente, alcancé sus pies, me los metí a la boca para lamerlos, sentía que estaba en una sesión de cardio en el gimnasio, podía sentir como el sudor podía salir de mi cabeza y cuello, pronto estaría bajando por mi pecho y escurriendo, pero no me importó, me detuve un momento a ver la imagen y su cara, Brian tenía una mano en la boca y la otra apretando el colchón, se quitó la mano de la boca al darse cuenta y me dijo que le siguiera dando más de mi exquisita verga, así que le metí de trancazo sin sacarla hasta alcanzar lo más profundo de sus intestinos, sentí como si algo se hubiera doblado dentro y sólo oí un fuerte grito de placer «ohhh my God my ass is exploding» sus ojos se pudieron blanco y las gotas de sudor de mi rostro comenzaron a caer como lluvia sobre su cuerpo, y un buen chorro a su boca y él se lo bebía extasiado, seguí presionando mi verga todavía más y me acerqué a besarlo sintiendo el sabor de mi sudor en la boca, no sé cuánto estuvimos así, pero seguimos besándonos y le seguí dando nuevamente duro como le había gustado, volvía a repetir lo que había hecho mientras mi sudor todavía caía a chorros y mi verga exploraba sus adentros, Brian no pudo contenerse más y explotó completamente, su culo a la vez se contraía, apretaba y soltaba delicioso, su leche caliente me llegó al cuello y el pecho, no pude resistir esa sensación y yo también exploté diciéndole «I love you daddy» en un orgasmo profundo, sentí quedarme ciego y sordo mientras sentía sacar chorros y chorros de leche.
Caí sobre Brian mientras mi cuerpo temblaba, había alcanzado un orgasmo como nunca en toda mi vida, todavía sin sacarle mi verga continuamos besándonos, aún podía sentir sus contracciones sobre mi verga. Estuvimos así un rato mientras platicamos, supe algunas cosas de él, sobre su hermana y su familia, sus todavía sueños, después no recuerdo nada más, no me di cuenta en que momento me quedé dormido…
Desperté a eso de la 9:00 am por mi alarma del teléfono, me encontré en la habitación del hotel solo, no había rastro de Brian por ningún lado, me sentí estafado, revisé la habitación completamente y no había nada excepto un condón usado. Me senté un rato sobre la cama, me di un baño y me vestí asimilando lo ocurrido, al menos lo había disfrutado.
Bajé al lobby y solicité las llaves de mi auto y mi identificación que me solicitaron al entrar, mi carro esperaba en la entrada, me subí, puse la cabeza sobre el volante y pronto salieron unas lágrimas, me sentía culpable por haber disfrutado así la noche anterior, es algo que no debería haber pasado, no comprendí lo que estaba sucediendo, lloraba de rabia e impotencia por no haber podido controlarme, en eso estaba cuando tocaron mi ventana, era uno de los botones con un sobre, me dijo: «El Señor Brian es uno de nuestros clientes consentidos, me pidió que le entregara esto, por favor, notifíquele que lo recibió o se molestará mucho con nosotros»
Abrí el sobre y había otro sobre con una nota. La Nota decía: «Querido Alex (nombre artístico mío), disculpa pero tuve que tomar el vuelo para hoy, traté de despertarte pero estabas profundamente dormido y no quisiste levantarte, le pedí al botón que te entregara esto, se que el acuerdo fue en dólares pero sólo tenía Euros, Estar contigo ha sido lo más hermoso que me ha pasado en mucho tiempo, quiero volver a verte, volveré pronto, te dejo mis datos por si necesitas algo, por cierto, me dejaste a tus hijos adentro, procura darte cuenta que siempre tengas el condón puesto jajaja, no te preocupes, estoy bien de salud y estaba limpio porque me preparé para recibirte. Besos amor mío»
En el sobre habían 500 Euros, no 100 Dólares como habíamos acordado por teléfono! Me sentí todavía más miserable y culpable, arrojé el sobre a la parte trasera, arranqué el auto y mientras conducía molesto conmigo mismo, no dejaba de reclamarme, me dispuse a no volver a prostituirme, llegué a casa, me volvía a duchar, me cambié y me dormí, desperté por como a las 4:00 pm y tenía dos mensajes de texto uno que decía «Ten buen día, síguelo haciéndolo porque me has vuelto a la vida. Brian» y el otro «¿confirmamos la cita para hoy o ya no?» de un cliente que había quedado de verlo a las 6:00pm, comí algo, me cepillé los dientes y antes de darme cuenta, ya había regresado a casa y terminado el servicio de las seis.
Seguramente se preguntarán si volví a ver a Brian y la respuesta es que si y es que aún estaba en México, sólo fue a otra ciudad por negocios, incluso viajé con él a su país una temporada, pero eso es otra historia si quieren conocerla, sigue vivo con sus casi 90 años feliz y activo, la edad no merma en él, actualmente sé que va a recibir la segunda dosis de la vacuna del Covid y en todo este tiempo me ha seguido apoyando y espero que pronto este bicho termine para podernos ver de nuevo, pues con o sin Covid somos conscientes de que no nos queda mucho tiempo para seguir disfrutando.
Mi trabajo es darle placer a los hombres y gracias a Brian aprendí también a disfrutar mi trabajo sin culpas, es parte de ser prostituto y de mi sexualidad, por eso, Algunas historias deben ser contadas, como la de este hermoso hombre.
Besos y abrazos a todos.
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