Diario de un Prostituto Mi Primer Cliente
Durante años he llevado un trabajo difícil de asimilar para algunas personas, hoy te quiero compartir algunas historias que he vivido en estos años, para comenzar, mi primer cliente..
Hola, voy a contar mi primera experiencia (de muchas) y si a alguien le llega a
gustar, continuaré contando otras, al cabo que tengo muchas durante estos 10 años
de servicio.
Todo comenzó cuando tenía 22 años, acababa de terminar la carrera y como todo joven
creí que sería exitoso, estudié mercadotecnia y publicidad, por lo que me empleé en
una empresa como gerente de ventas, estaba emocionado por mi primer empleo nada más
apenas salir de la Universidad, había hecho buenas relaciones y se me dio la oportunidad
en lo que mi cédula y título llegaban, prometían pagarme más y poder ascender, la verdad
para aquella época (2010) ganaba bastante bien (según yo) más las comisiones, al mes
recibía entre $15,000 y $25,000 mexicanos, como todo joven inexperto, comencé a comprar
cosas creyendo que tenía la fuente de oro, cambié de zona de residencia, y estaba por
comprarme un auto, mis papás estaban contentos pero preocupados por mis ansias de
hacerme de cosas, compré ropa y toda clase de tonterías, siempre he cuidado mi físico,
al cuarto mes, despidieron a mi jefa por encontrarle algunos negocios mal hechos, al
poco y de colocar a otras personas y malas decisiones la empresa atravesó por una crisis
financiera y recortaron personal, el más reciente, y se imaginarán, en efecto!! salí por
la puerta de atrás. Impotente por no poder seguir adelante, creí que si la empresa se
reponía me contratarían de nuevo por lo que salí en son de paz a diferencia de otros
que mentaron madres, me dieron una liquidación y dejé abierta la puerta para volver.
No quise desperdiciar ni un minuto más así que toqué puertas pero debido a que mi título
aún no llegaba, tenía algunos problemas pese a la experiencia laboral así que me emplearon
en una agencia publicitaria a la semana ganando 10 veces menos, seguía enviando CV a otras
empresas pero nada.
Después de un mes y medio, supe que la empresa de mis sueños se declararía en quiebra,
así que debía actuar ya! antes de que las deudas me devoraran y devolviera el auto, que
era mi vida en ese entonces, mis padres aún no sabían puesto que viven en otro Estado.
Y ahí estaba, una noche, pensando qué hacer para generar ingresos antes de que me devoraran
los intereses de las cuentas que ya no podía pagar.
Me miré al espejo después de ducharme mientras me tocaba los pechos después de una rutina
del gimnasio y me dije: Tienes unos pectorales enormes, no eres feo después de todo y lo
mejor es que tienes una verga que muchos han querido comerse… La verdad no estoy mal
físicamente:
Mido 1.90m, siempre he hecho ejercicio e iba camino a participar como novato al fisicoculturismo,
no hay mucha diferencia de ese entonces a mi cuerpo actual, muy parecido al de el actor xxx
Zeb Atlas, tengo ojos café claro, piel clara, con vello corporal, barba cerrada, unos labios
muy besables y una verga que me heredó mi padre de 19cm e inmensamente gruesa, muy gruesa,
tanto que algunos chicos se asustan cuando la ven jajaja, tomé mi cámara, me tomé algunas fotos
en toalla, me la fui quitando, hasta estar desnudo, luego erecto, no lo pensé mucho, abrí Manhunt
y subí un nuevo perfil mostrando algunas fotos, decidí que iba a probar el sexoservicio a forma de
entrada, puse un perfil atractivo, incitando y pronto me llegaron muchos mensajes, sólo respondí
algunos por la membresía limitada y a los pocos les ofrecí el sexoservicio, algunos me bloquearon,
otros no me respondieron, dos me dijeron que sí, uno para el día siguiente: Miércoles y el otro
en Sábado, quedé con el del día siguiente, fue en su casa.
Miércoles a las 8:00pm, estacioné el carro, no le dije que lo tenía por lo que le aclaré que
también debía pagar por el transporte (o sea la gasolina), vivía en un modesto departamento
que tenía una buena seguridad, me presenté y solicité subir, toqué la puerta, llegué bastante
presentable, recién bañado y perfumado, con unos jeans y una camia blanca ajustada y entreabierta
del pecho, dejando ver parte de mis vellos y mis firmes pectorales, el chico abrió y me dijo amablemente:
«pasa, bienvenido, siéntate» lo vi temblando de las manos, me senté y le comenté las reglas: una hora de servicio,
No sexo sin condón, si doy besos, no hago sexo oral, si me dejo hacer, si doy comida de culo,
puedo cogerte duro o como si fuera tu novio, conmigo harás el amor o tendrás sexo salvaje, me
vendí como si tuviera mucha experiencia y tuviera años haciendo esto, pero por dentro tenía mucho miedo,
me estaba cagando pensando que pudiera salir un tipo o dos que me sometieran y me golpearan,
que el chico me estafara y fuera pérdida de tiempo o me fueran a secuestrar, pero me mostré seguro
y como un machote alfa, qué digo alfa, como un hombre lobo, con una mirada de poco amigos, así que
también le dije que no intentara cualquier pendejada porque también practicaba artes marciales y
era cinta negra, la verdad no tenía ni idea de qué hacer y decir, además de que soy muy marica
para los golpes.
Muy temeroso se acercó y me dijo que era la primera vez que contrataba a un scort y que por favor
fuera amable, que lo tratara bien, dulcemente como si fuera su novio y que si me pagaba antes o
al finalizar, abrió su cartera y sacó el dinero, lo vi, tomé la cartera y la puse en la mesa de
centro y lo abracé hacia mi, tomé su mentón y le planté un beso, comenzamos a besarnos tiernamente,
la verdad el chavo no era muy agraciado, pero ya estaba allí y tenía que lograrlo, que mi
mejor amigo no me traicionara y no se parara, no uso drogas ni nada de esas cosas, ni mucho menos
tomo viagra , etc, pensé por un momento que no lo lograría, pero la verdad besaba bastante bien,
así que comencé a disfrutarlo y a sentir mi verga palpitar poco a poco y comenzar a pararse, sus besos
tiernos comenzaron a ser más lascivos, podía sentir su lengua tratando de introducirse por mi garganta,
comencé a desabotonar mi camisa y la dejé caer al suelo y a quitarme el pantalón, él abrió los ojos,
me miró ya semi encuerado con la verga semierecta dentro del bóxer, tragó saliva y dijo: «Wow, nunca había
visto a un hombre tan musculoso como tú, con ese lavadero y esos pechos que parece que van a explotar»
Tomé su mano derecha y la coloqué sobre mi pecho derecho y la otra mano la puse sobre mi sixpack y le
dije suavemente: «tócame papi», muy torpemente lo estaba haciendo y pronto, tomó mis pezones y los
acariciaba, no pudiendo contenerse dirigió su boca y comenzó a lamerlos, lo dejé seguir y me deshice de
los zapatos y el boxer, miró mi verga y se sobresaltó, sonreí por su gesto de sorpresa y le quité la playera
que llevaba, lo desnudé y le dije: «quiero sentir tu calor, mi verga está ansiosa de tu boquita», me senté
en su sillón largo, se acercó, abrió la boca y se puso a lamer mi verga, no pudiéndosela meter aún a la
boca me preguntó si ya estaba totalmente erecta, desde luego que no, la tenía semiflácida, cuando se puso
completamente erecta y tiesa, no le entraba en la boca de lo gruesa que es.
Se incorporó y nos besamos apasionadamente, mi manos recorrían su espalda, llegué hasta su culito
y comencé a sobarle las nalgas mientras lo escuchaba gemir dulcemente, lo jalé hacia mi, lo cargué
y senté sobre mis piernas, le besaba el cuello y le lamía las orejas, noté como sus pezones se
ponían duros, así que lo puse en la posición de perrito en el sillón, y me puse detrás suyo, mi lengua recorrió
su espalda, subía y bajaba mientras él disfrutaba y se agitaba dejando escapar el aliento con un
sonido tímido… Yo estaba haciendo un buen trabajo aunque aquello no me estaba excitando (debo confesarlo,
el chico no me atraía, pero ya era demasiado tarde para ir hacia atrás, necesitaba el dinero.
Me arrodillé y tomé su trasero que tenía unos cuantos pelos, desagradable para mi, comencé a apretarlo
suavemente y con los pulgares alcanzaba la entrada de su ano al cual estimulaba, como tenía la barba de tres
días, opté por raspar sus nalgas con la barba y se las abría para tener ese ano disponible también para pasarle
la barba, su reacción fue de más excitación, pues su mediana verga consiguió ponerse tiesa y a babear, suavemente
lo escuchaba decir: «que rico» así que me entretuve un rato así para matar el tiempo, veía el reloj de reojo
y sólo habían pasado 15 minutos de los 60, así que aún faltaba, era incómodo para mí, hasta ese día
sólo había estado con hombres de buen ver, atléticos y guapos, respiré profundo y me hice a la idea de que
si esto era lo que debía hacer tenía que aprender a disfrutarlo. Con mejor actitud y ánimo miré ese ano
y me propuse darle una buena comida de culo, así que dirigí mi boca y mi lengua y lamía y lamía, el susurro
leve de su excitación subió y apretó uno de los cojines del sillón, supe entonces lo que él quería, así
que combiné la acción, mi verga tiesa la empecé a frotar sobre su ano lubricado por mi saliva y regresaba
a ensalivarlo más y más, de reojo veía sus reacciones, parecía que iba a ponerse a llorar, se tapaba la boca, los
ojos, se mordía un dedo de la mano, así hice un movimiento más, tomé mi vergota con la mano derecha y
le di golpes con ella a su ano que comenzó a abrirse.
«Déjame chupártela» dijo, se sentó en el sillón, tomó mi verga con una mano, se quedó perplejo y dijo: «qué
gruesa la tienes, es enorme», abrió la boca lo más que pudo y se la quiso comer de un bocado, inmediatamente
se puso a arquearse como si quisiera vomitar, se la sacó de la boca inhaló profundamente y se la volvió a meter,
esta vez pudo comerse unos centímetros más aunque le salían lágrimas y le escurría la saliva, «tranquilo» le dije,
me miró y me respondió que quería conseguirlo, metérsela completamente, «quiero disfrutar cada centímetro de tu
vergota», así que volvió a intentarlo, poco a poco consiguió un poco más pero no completamente, y es que,
cuando digo que mi verga es inmensamente gruesa, es inmensamente gruesa, imposible de meterse a la boca XD
Cuando ya no pudo más y ya tenía los ojos rojos, llenos de lágrimas, los mocos por salirle de la nariz
y la garganta escurriendo, le azoté la verga sobre la boca y a cara, luego lo tomé de la mejilla y lo elevé
a la altura de mi rostro y volví a besarlo apasionada y tiernamente, lo acomodé en el sillón, listo para la
posición de misionero, me puse el condón que me apretaba horrores en la base por lo que la verga se me puso más
tiesa y gruesa si es posible aún, tomé mucho lubricante, le puse en su ano, en mi dedo índice y sobre mi verga,
le metí el dedo para dilatarlo y prepararlo, le retiraba el dedo y presionaba mi glande tratando de acostumbrarlo,
se agitaba más y gemía… Levanté su brazos y le abrí el culo, yo me puse muy nervioso y no sé por qué, podía
sentir los latidos de mi corazón en mi garganta, acerqué mi boca a la suya y nuestras lenguas se encontraron punta
con punta, sus dedos temblorosos de la mano llegaron a mi espalda y mientras presionaba mi verga contra su ano
para entrar, con voz entre cortada le oí decir: «ya no puedo más, cógeme», no me lo dijo dos veces, cerré lo ojos,
le callé con un beso (ya notaron que soy muy besucón) y le dejé ir la punta, me abrí camino, sólo le escuché un
gemido intenso mientras nos besábamos, sus manos estaban sobre mis nalgas presionando para que entrara más, así que
continué y le metí mi trozote lo más que pude, su boca se apartó de la mía y gritó: «AAGGHHHHH…. sácamela»
yo sólo puse una sonrisa en los labios mientras lo veía a los ojos, «está muy gruesa, espera tantito» me dijo,
«el tiempo corre», le dije, por lo que me respondió «por el dinero no te preocupes, sólo compláceme» Nos fuimos
relajando poco a poquito, intentaba meterle la verga poco a poquito para irlo acostumbrando, afortunadamente era
un chico higiénico y se había limpiado profundamente, así que sin problemas podía seguirle comiendo el culo
a la vez que lo acostumbraba a mi grosor, finalmente sentí que estaba listo y le metí centímetro a centímetro
todo mi ser, podía sentir su esfínter, mientras nos besábamos, abrí lo ojos y vi los suyos ponerse en blanco,
comencé suavemente, cuando se acostumbró, cambiamos de posición, no podía dejar caer todo mi cuerpo sobre él
porque iba a aplastarlo, entonces se sentó sobre mi verga y le dejé tomar el ritmo, cada vez lo hacía más rápido,
no parecía tener saciedad, me pidió ponerlo de perrito y darle duro mientras pedía nalgadas, nos besabamos en esa
posición hasta que de pronto sin tocarse soltó su chorros de mecos sobre el sillón sumergido en un intenso
orgasmo, terminó y me pidió que se la sacara poco a poco y no de golpe, me quité el condón y lo arrojé al piso,
yo no había terminado.
Me senté sobre otro extremo del sillón para vestirme y se acercó a mi, me quería seguir besando, la verdad yo ya
no quería, pero le dejé hacerlo y le correspondí, me abrazó y recostó sobre mi pecho, puso mi mano sobre su cabeza,
«hazme piojito» dijo, a lo cual accedí aunque ya con ganas de huir del sitio, ya había terminado mi trabajo, pero
sentí una necesidad afectiva así que me porté dulce y tierno, me contó algunas cosas íntimas, sus complejos para
encontrar un hombre y por eso se vio en a necesidad de contratarme, dijo que quería volver a hacerlo, en eso platicábamos cuando sin darme cuenta me quedé dormido, abrí los ojos y ya eran las 10:35pm, «¡dormimos media hora y abrazaditos!» le dije, «me tengo que ir», nos vestimos, tomó su cartera y me dio el dinero de 3 horas, le dije que no era necesario pues las otra media hora habíamos dormido, me dijo que era mi tiempo y que había estado perfecto, que quería volver a verme y no perderme, por eso también me quería dejar satisfecho económicamente, admito que sentí pena por escuchar una historia conmovedora y de muchos abusos que había tenido que tolerar a
causa de sus complejos con otros hombres, pero acepté, lo abracé, nos besamos y le prometí que nos veríamos pronto, le dejé mi número ya que sólo contactamos vía Manhunt, bajé las escaleras, encendí el auto con el dinero en la mano, incrédulo de lo que había pasado, en un día había ganado más que en una quincena de mi actual trabajo.
Llegué a casa sin saber qué pasaría al día siguiente, sin saber que este incidente se convertiría en uno de los
trabajos que más satisfacciones me daría por años, y que estoy orgulloso de ejercer, no me da pena ni vergüenza
decir que soy sexoservidor homosexual y que mis clientes son un encanto, los amo profundamente como ellos a mi.
Qué pasó con ese chico? nos vimos el Domingo porque Viernes y Sábado estaba apartado con otros, y desde luego fue
mi cliente por mucho tiempo.
Hay otras historias que tengo para contar, algunas historias deben ser contadas si quieres saber más del diario de un prostituto…
Besos.
Excelente relato. En espera de tu próxima entrega.
tengo muchas historias que contar, estoy escribiendo otros encuentros, algunos famosos que me han contratado, personajes de la política, etc.