Diario Sexual: Infidelidad
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por aqua.boy.
Justo en el momento en que ese chico Alejandro llegó, Iván me lo presento. El tipo si tenía mucho, mucho que llamaba mi atención. Era un chico más alto que yo, piel jodidamente blanca, sus ojos y cabello se veían muy oscuros en comparación, era muy guapo, y su cuerpo uff! ni se diga, tenía un trasero tan provocador. Me quede embobado con él. Iván dijo que era un viejo amigo, lo había conocido en secundaria y el estudio fuera un tiempo pero había regresado. El chico tenía una esencia femenina. "este chico es gay" pensé yo.
Cuando me despedí de mi chico; pues ya no tenía nada que hacer, el había venido a arruinar la diversión; en una distracción de Iván, mientras yo los observaba, el chico me guiño un ojo… yo solo sonreí y me fui
Al siguiente día como cada sábado por la tarde, cuando el sol comenzaba a esconderse yo iba al gym, mi chico había tomado el hábito de hacer ejercicio también, así que él me acompañaba de vez en cuando pero ese día no llego solo, lo acompañaba Alejandro. Yo sostenía una pesa en la mano y casi me cae en el pie al soltarla de manera tan repentina. Mis ojos ignoraron a mi novio por completo y fueron directo al chico que lo acompañaba, llevaba un short negro tan corto que parecía bóxer y con ese culo que tenía no dejaba nada a la imaginación, su camiseta blanca ajustada a su cuerpo. Tuve que voltear la mirada, sentía que la sangre comenzaba a fluir entre mis piernas y me hacía sentir peor porque Iván estaba ahí.
El tiempo pasaba y las cosas entre Iván y yo ya no iban tan bien como antes. El pasaba más tiempo con el que conmigo y nunca se separaba de él, prácticamente me echo a un lado, dejando que Alejandro ocupara mi lugar. Ya tenía claro que ese Alejandro también era gay; su forma de mirar a un tipo "bueno" era más obvia que nada, incluso a mí me miraba de esa forma. “él es Jesús, mi AMIGO" fue lo que le dijo Iván a Alejandro cuando nos presentó, supongo que por eso el tipo creía tener vía libre conmigo.
Iván y Alejandro no se separaban. Solo una vez estuve a solas con él en su casa y le propuse "divertirnos un rato". El me lo negó. Al siguiente día tenía que ir nuevamente al Gym. Fui un poco mas tarde de lo habitual y había muy pocas personas. Entonces llego Alejandro, y me sorprendí verlo ahí. Me saludó, iba con su habitual vestimenta provocativa y yo tenía tiempo sin descargar, mi pene reacciono al instante y una tremenda excitación se marcaba en mi short, el comenzó su rutina haciendo movimientos exagerados cerca de mí; la sangre hervía por mi cuerpo especialmente entre mis piernas, no podía dejar de mirarlo, y el disfrutaba de ser visto, aunque claro, era yo el único ahí, sin contar a una señora muy alejada de nosotros No soporte mas eso, rápidamente me levante y me fui a las duchas, él se sorprendió y pude ver cómo me seguía con la mirada.
Me senté, mis manos temblaban mientras movía mis cosas dentro de mi mochila sin saber qué hacer. Mi verga estaba tan dura como un fierro y palpitaba de excitación, incluso mi ropa se sentía condenadamente apretada en esa zona. Apreté mi verga sobre la tela y la sentía muy caliente a través de ella.
A.- Huy! Parece que tienes un problemita – era Alejandro, pegado al marco de la puerta, su rostro era seductor
Y.- Que… que haces? – cubrí rápidamente mi erección con mi mochila
A.- Nada… aun – sonreía – pero tal parece que necesitas desahogarte, y yo te puedo ayudar – comenzó a caminar hacia mí, yo me quede inmóvil
Y.- Que dices?! Iván es mi novio y tú eres su amigo! – estaba perdiendo el control – no, tú debes estar loco
A.- Lo sé, no me lo dijo el pero lo supuse, además, no le diremos nada, cierto? – ya estaba a centímetros de mí, coloco su mano en mi pecho, jalo de mi camiseta y me beso intensamente
Me aparte al instante, agotando toda la resistencia que había en mi – Vamos, no te resistas – Un apretón en mi entrepierna he hizo retroceder un poco pero deje de oponerme. El chico noto mi determinación, ya no quería retroceder, quería sexo en ese momento. El sobaba mi verga sobre mi short y me besaba de una manera tan experta, sus manos tocaban mi pecho, abdomen, espalda, mi trasero. Entonces reaccione, estábamos en las duchas del gym. Lo detuve
Y.- No tenemos mucho tiempo – mi nerviosismo era evidente, sonrió, sabiendo a que me refería. Sin decirle nada, el bajo mi short hasta mis tobillos, acaricio un momento la silueta de mi verga sobre la tela y la dejo libre por una pernera de mi bóxer, dejando mi verga libre al fin. Sin perder el tiempo, metió toda mi verga dentro de su boca, haciéndome una mamada experta, lamia mi glande con ganas, el resto del pene también, y succionaba mis bolas con intensidad; succionaba mi pene frenéticamente y eso enviaba sensaciones de debilidad a mis piernas, pegue mi espalda a la pared, tomándola como apoyo para no caer.
Entonces mis manos entraron en acción, tome su cabeza firmemente y jale fuerte de su cabello, comencé a mover mi cintura rápidamente. Ver como entraba y salía mi verga de su boca era tan excitante. Mi calentura iba en aumento. Lo cogía por ca boca con más y más fuerza, sus ojos estaban llenos de lágrimas y le producía arcadas de vez en cuando pero no me importó. Me detuve cuando sentía que estaba a punto de correrme, el siguió devorando mi trozo de carne, desde la base hasta el glande, lamia mis bolas con urgencia y regresaba a mi glande que estaba tan hinchado y palpitante
Había divisiones en las regaderas, todas sin puerta. Tome un condón de mi mochila y fuimos a la que estaba más al fondo, él se recargo en la pared y dejo su culo a mi disposición, le baje ese short tan diminuto que tenía y tenía una trusa de esas que no cubren el culo. Esa vista me prendió aún más, nunca creí ver a un chico con una trusa así, a menos que sea en pelis porno. Su culo se veía tan rico, era grande, firme, blanco y sin rastro de bello en él. Quería terminar rápido con eso, ya me estaba arrepintiendo de lo que estaba haciendo, y me daba vergüenza de mí mismo. Separe sus nalgas y escupí en su culito, le di dos fuertes nalgadas, me puse el condón y comencé a introducir mi pene dentro de el sin problemas. "este chico ha sido cogido por no sé cuántos tipos y aquí estoy yo, hipnotizado con ese culo, seguro han pasado 100 antes que yo", pensé en ese momento, realmente no me costó trabajo introducirle mi miembro, pero tampoco estaba tan "abierto”. Igual, un culo es un culo y se disfruta!.
Lo tome por la cintura y comencé a penetrarlo de manera controlada, pero el chico gemía como una gran puta y yo estaba al límite, fui aumentando el ritmo hasta que lo estaba embistiendo brutalmente, sus nalgas chocaban con mi cintura con fuerza y se movían como si fueran de gelatina, mis bolas se movían haciendo cosquillas en mis muslos.
Lejos de quejarse el chico gemía más fuerte y de pronto me entro miedo de que alguien llegara y nos viera cogiendo de esa manera. Lo sostenía de la cintura sin reducir la velocidad.
Coger de esa manera me volvía loco, nunca lo había hecho así con mi novio. Esto provocaba nuevas sensaciones en mí y me gustaba. Sentía que mi verga explotaba en cualquier momento.
De vez en cuando aplacaba el ritmo pero lo retomaba después de un momento, su altura me obligaba a levantar mi cuerpo mucho más y mis músculos ardían, mi cuerpo estaba completamente sudado, mi camiseta estaba pegada a mi cuerpo por el sudor. El no dejaba de gemir, con las manos separaba sus nalgas y me daba una mejor vista de mi verga invadiendo ese culo tan rico. Sacaba mi verga completamente, su culito se cerraba y yo lo volvía a abrir enterrándole todo mi pito de golpe, sus gemidos me descontrolaban aún más mientras daba algunas nalgadas durante mi faena.
Apretaba mi pelvis contra sus nalgas, intentando taladrar lo más profundo que podía con mi verga dentro de su culo. -hmmm sii! cógeme más duro! – no dejaba de gemir y mi calentura iba cada vez más en aumento
Y.- shh! cállate, van a escuchar afuera – continuaba con mi trabajo con un ritmo moderado pero aún era fuerte en comparación a las veces cuando lo hacía con Iván. Note que el había sacado su pene y se estaba masturbando.
Eyaculo al instante y su culo se contrajo, aproveche eso y volví a aumentar la velocidad mi verga fue envuelta en su ano y entonces expulse chorros y más chorros de semen, empuje mi cuerpo más hacia él, tratando de taladrarlo lo más profundo que podía. Todo aquello que había estado contenido dentro de mi salió y mi cuerpo se relajó.
Respirando fuerte saque mi pene y quite el condón, Alejandro también estaba muy sudado y sonriente. Mi pene no había bajado su tamaño pero lo acomode en mi bóxer y subí mi short de mis tobillos, el también se acomodó su short.
Me senté pero mi pene se negaba a descansar, y mi erección era evidente.
A.- Sí que tienes aguante eh? Ya veo por qué le gustas tanto a Iván, no deja de hablar de ti, sabes? – se acercó a mí – déjame limpiar bien eso – yo no respondí, no objete, estaba furioso, la culpa me comía por dentro, lo que me dijo fue como un golpe bajo de mi parte hacia Iván, pero no hice nada, absolutamente nada – No puedo dejar que eso se desperdicie.
Se arrodillo frente a mí, bajo un poco mi short junto con mi bóxer, acaricio mi miembro y comenzó a mamar con la misma maestría de antes, succionaba mi glande limpiando cualquier rastro de semen que tuviera mi verga, la metía toda en su boca hasta pegar su nariz a mi mata recortada de pelos. Yo me retorcía del placer que me brindaba esa boca. Cerré mis ojos y volví mi cabeza al techo. Empuje su cabeza para que no sacara mi verga de su boca, sentía que llegaba hasta su garganta, el trataba de alejarse y afloje un poco mi agarre, respiro hondo y volvió a lamer y succionar mi pito. Mas chorros de leche fueron expulsados directo a su garganta y él no se separó hasta que mi corrida acabo y se tragó toda la leche que expulse.
De pronto voltee a ver hacia la puerta y al instante me quede congelado.
Mi pene se puso flácido al instante, sentí que mi piel perdía su color, mi cuerpo comenzó a temblar y sentía mi cuerpo inmóvil.
Iván acababa de aparecer frente a la puerta. No podía descifrar su expresión
Y.- Iván… – no sabía que decir y mi cuerpo no respondía
I.- no digas nada
Y.- P.. Pero Iván, espera
I.- ¡Que te calles! – La forma en que lo dijo me helo el cuerpo, la furia en su voz fue como un golpe en mi estómago – tu y yo… aquí se acaba todo entre nosotros – Intente levantarme, pero me advirtió que no lo siguiera. Desapareció de la puerta
Reaccione unos segundos después, me dispuse a ir de tras de Iván. – adiós, a ver cuándo lo repetimos – alejando estaba tan relajado
Y.- no se volverá a repetir – dije mientras tomaba mi mochila, me vestía y salía corriendo
A.- Eso dicen todos – fue lo que alcancé a oír antes de salir del lugar
Espero hayan disfrutado este relato. Pronto publicare la continuacion
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