"Dios de Ébano"
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Manjarres.
En estas noches estaba solo en mi apartamento, eran como las 10 p.m., cuando decidí cenar algo pero cuando abrí la nevera me di cuenta que estaba vacía, entonces decidí pedir una pizza por teléfono y espere que me la trajeran. Luego de unos minutos oí el timbre de la puerta principal y cuando pregunte por el intercomunicador era el repartidor de pizzas que dijo:
_Traigo la pizza que pidió señor!!
Yo pulse el botón para abrirle la puerta principal y al rato abrí la puerta del apartamento para esperar al tipo, y cuando oí que se abrió el ascensor salió de él un chamo que me dejo impresionado por su físico… Era un ébano, por lo general no me atraen los hombres de color y no por racismo, simplemente no son mi tipo, pero como toda regla tiene su excepción… A mí me gustan los hombres de color cuando sus rasgos faciales son de persona blanca, es decir su nariz es perfilada sin dejar de tener sus labios gruesos, pómulos y barbilla bien definida; y este chamo tenia eso extra que me encanta, tenía sus ojos como alargados tipo Tyson Beckford de y color miel; en fin un rostro muy atractivo; aunado a esto y como buen “gen de negro” que nunca falla era delgado, alto, definido y macizo; y con un culo que… Me hacia desvariar de solo verlo caminar!!
El chamo se me acerco trayendo la pizza en sus grandes brazos y cuando lo vi de cerca tenía unos ojos miel tan claros que parecían verdes, hermosísimo el tipo!! Mi corazón empezó a latir rápidamente al tener de cerca a tan bello hombre… El se me quedo viendo y me dijo cuanto debía pagarle, le dije que pasara para buscar y darle el dinero y cuando paso más cerca de mí, su olor me agrado mucho!! Y fue cuando pude observar aquel culo que levanta muertos!! Yo me estaba excitando, le dije que pasara a la sala, tome la caja que llevaba la pizza y me puse a detallar como vestía el chamo; tenía una bermudas de cargo beige, llevaba una franela blanca que le quedaba muy ceñida a su cuerpo delgado y definido, unas botas como de escalar y media blancas un poco más arriba de los tobillos.
Le había dicho que esperara en la sala que iba a buscar el dinero, pero él me agarro del brazo pidiéndome un vaso con agua ya que tenía mucha sed. Lo lleve a la cocina y como ahí hay más luz pude observarlo mejor y me percate que su bermuda era un poco apretada y se le marcaba tremendo paquete. El se dio cuenta que yo lo veía mucho y mientras seguía tomando agua con la otra mano empezó a agarrarse el guevo… Era maravilloso, yo estaba excitadísimo; y el se puso igual que yo porque pronto su bulto empezó a definir su forma detrás de su bermuda y pude notar exactamente su ubicación y forma. Después de beber agua dejo el vaso en un estante y me pregunto que si me gustaba el bulto…
Bastante apenado, yo no le respondí y le dije que ya le buscaba su dinero, lo deje en la cocina y fui hasta mi habitación para buscar el dinero, al regresar a la sala ya el estaba ahí y a penas entre lo vi de nuevo agarrándose el guevo y ahora era de un tamaño descomunal; nuevamente me pregunto que si me gustaba y que no me diera pena decírselo, a lo que yo respondí un poco apenado que si…
Luego el chamo se acercó a mí, me agarro una mano, se la puso en su bulto y me dijo que lo acariciara. Yo empecé a tocárselo y era una dicha tocarlo por encima de la ropa, tibio, gruesísimo, las bolas parecían enormes, el me decía:
_Así!! Acarícialo bien!! Es todo tuyo!! Anda arrodíllate para que lo veas de cerca!!
Me arrodille ante él y me acerco su enorme bulto a la cara, olía a gloria, el se lo apretaba y me decía que lo disculpara porque testaba un poco sudado por el calor, que se lo iba a sacar. El chamo desabrocho su correa, el botón de su bermuda, bajo su cierre y dejando caer las mismas hasta sus tobillos bajo un poco sus bóxers blancos liberando así su enorme guevo junto con sus bolas.
Todo esto me parecía un sueño o más bien algo irreal, siempre quise vivir algo estilo película porno donde alguien toca a tu puerta y de una van al sexo!! Ahora que me estaba pasando, no lo podía creer. El chamo me dijo:
_Anda!! Agárralo!!
Lo tome y era muy grueso, se le marcaban las venas; era del grueso de mi muñeca, recordé aquello que siempre dicen de los negros y su dotación… Debe ser cierto!! En fin, estaba suave y tibio y con aquel olor a guevo que me excitaba muchísimo. No aguante mas y empecé a mamárselo lentamente, lo agarre con las dos manos y lo sentía pesado, le pase la lengua por toda la cabeza del guevo y por toda su longitud, también empecé a saborear todas sus bolas, las chupaba como si fueran unos duraznos, que delicia de chamo. Después de esto el guevo le creció más, legando como a 23 cm aproximadamente, ummm que delicia de pene. Estuve chupándoselo como por 10 min y luego el chamo dijo que quería probarme, se quito sus zapatos quedándose en sus media blancas, me empezó a desnudar y vio que yo estaba excitado, me puso sobre la mesa de comedor boca abajo y de forma en la que yo quedaba acostado con medio cuerpo sobre la mesa y mis piernas apoyadas en el piso, el se sentó en una silla, me abrió las piernas y empezó a besar y a saborear mi culo, mientras me decía que tenía un rico culito, que estaba muy cerrado y que estaba muy excitado… Waooooo!! Esto me ponía a millón!!
Siguió lamiendo mi culo y de pronto sentí que lamia hasta mi bolas, con si mano empujo mi guevo hacia atrás entre mis piernas y se lo medio en la boca, empezó a chupar la cabeza de mi verga con muy poca maestría, pero pronto me di la vuelta y le enseñe como hacerlo, aprende rápido mi Dios de ébano!!
Después de unos minutos busque en mi habitación crema lubricante y preservativos y el empezó a echarme la crema en el culo y a meterme un dedo para lubricarme el hueco, luego metió dos dedos diciéndome que tenía un culito apretadito.
Esto me gustaba mucho, yo le decía:
_Si así son de ricos esos dedos como será ese guevo!!
El chamo empezó a untarse crema en el guevo y me dijo que ya iba a sentir lo rico que era su guevo, me abrió las piernas y empezó a meterme su guevo lentamente, pero aun así el dolor era insoportable!! Le pedí que lo sacara, respiré profundo, mientras él se untaba mas crema, pero yo sabía que era muy grande y que no me entraría a menos que me reventara el culo, por lo que le pedí intentarlo otro día, el insistió y dijo déjeme intentarlo una vez más, me pido que me acostara en el mueble de la sala boca abajo y así lo hice, el se fue sobre mí, separo un poco mis piernas y comenzó a hacer presión en mi orificio con su enorme verga, yo le pedía que parara, pero con su cuerpo aprisionaba el mío y yo casi no podía moverme, el dolor era intenso, sentía como si algo me estuviera cortando en cuatro pedazos el culo, le pedí que se detuviera pero hacia caso omiso a mis suplicas…
Eran tantas sus ganas por terminar de penetrarme, que parecía desesperado, casi caemos al suelo y en eso intente separarme, pero el sin apartarse de mi me coloco contra la mesa y siguió en su faena de hacerlo terminar de entrar; caímos al suelo y pude separarme, le dije que me molía que esperáramos un poco. Yo estaba acostado boca arriba y él se fue sobre mí, empezó a besarme en los labios, Dios ese beso me hizo olvidar todo dolor que sentía en mi interior hasta que volví a sentir en la entrada de mi esfínter anal esa barra caliente, hizo presión y entro un poco nuevamente, me incomode un poco, el me pedía que me relajara y empezó a meterlo y sacarlo con un ritmo suave.
Sentí que metió sus manos entre mi espalda y el suelo pensé que quería abrazarme, bajo mis piernas de sus hombros y con las mismas rodee su cintura, mientras él seguía penetrándome suavemente, de pronto siento que él intenta levantarme y efectivamente lo logra… Se ha puesto de pie y mi peso hiso que su guevo me entrara completo, grite muy fuerte y unas lagrimas corrieron por mis mejillas, pero igual a él no le importo, me a recostó contra una de las paredes de las sala y siguió moviéndose ahora más rápido, inicialmente el dolor era insoportable sentí como su enorme guevo destrozó todo a su paso y los pliegues de mi culo fueron reventados literalmente; pero ahora empezaba a sentir placer y deje escapar un gemido, el lo noto y sonriendo maliciosamente me bajo, beso mis labios rápida y apasionadamente y me coloco de nuevo contra la mesa.
El me agarro por la cintura y volvió a untarse un poco mas de crema en su armamento y me dijo que ahora vendría lo bueno, me abrió un poco las piernas y comento algo sobre lo abierto que estaba, a lo que yo no preste mucha atención, comenzó a meterme todo aquel inmenso guevo lentamente hasta que entro completo, ya el dolor era muy mínimo y al igual que la dificultad para entrar, que delicia era aquello, yo sentía como entraba esa carne ahora tan suave, tibia, gruesísima que poco a poco me llenaba completamente y me daba placer. El aun agarrándome de la cintura y cuando termino de meterme todo aquel guevo delicioso empezó a meterlo y sacarlo de mi culito. Yo me agarraba de la mesa mientras él me cogía, que ricura de chamo!!!! Y después me puso completamente en la mesa y de frente a él, me daba guevo frente a frente, mis ojos se cerraban de placer, le pedía que no parara, pero que lo hiciera lentamente… Aquel chamo era insaciable!!
De vez en cuando abría mis ojos, veía y sentía aquel chamo tan bello y divino como me cogía, mi guevo estaba totalmente erecto, lubricando a montones por aquella sensación de tener un guevo tan rico en mi culo. El me levanto de nuevo y me empezó a besar, el chamo tenía unos labios y lengua riquísimos, me dijo que si quería ir a la habitación, a lo que le dije que sí pero que quería que lo hiciéramos sobre la alfombra. Caminamos lentamente sin que el chamo sacara su guevo de mi culo, puse mis pies sobre los de él y caminamos lentamente, en cada paso yo sentía más aquella carne del chamo dentro de mí, que rico se sentía y cuando llegamos a la habitación nos acostamos lentamente sobre la alfombra, el se puso detrás de mí, entrelazando sus piernas con las mías mientras sacaba y metía su guevo de mi culo… Que fantástico!!
Luego vi que el chamo empezó a agarra los bóxers que traía puestos, los estiro y los puso en mi cabeza quedando la parte donde pone su guevo entre mi nariz y boca. Mientras me lo colocaba yo recibía su guevo como nunca, que divino me sentía dentro de sus bóxers, olía a puro guevo y bolas, podía respirar con tranquilidad y ver a través de los orificios donde van las piernas, empecé a sentir un poco de molestia en mi culo, pero no me importo, lo que me importaba era como me sentía… En las nubes con aquel guevo entrando y saliendo. El chamo me pregunta que como me sentía y le dije que me sentía en el paraíso y me respondió que lo gozara que todavía tenía guevo para darme. Después de unos minutos se me cerraron los ojos de placer, empecé a acabar, sin si quiera haber tocado. Luego que termine de eyacular él seguía cogiéndome, ya resultaba muy molesto, pero aguante un poco para no cortar su momento y al rato el acabo dentro de mí. Nos quedamos un rato en la alfombra pasando nuestros espasmos de placer y el chamo me decía que gozara su guevo que era todo mío.
Retiro su bóxer de mi cabeza, dejándome la cara toda sudada y con olor a guevo, después saco lentamente su guevo de mi culo y sentí un gran vacío; el se levantó y fue la baño a limpiarse, sentí dolor en mi culo puse mi mano y note el gran orificio que tenia ahora, lo sentí muy húmedo y al mirar mi mano vi que tenia semen ligado con sangre, fui al baño el estaba terminando de limpiarse, yo me limpie rápidamente, fui tras el chamo y con mi boca le exprimí lo último que quedaba de néctar en su guevo y salieron unas gotas las cuales yo gustosamente saboree. Nos vestimos y despedimos. Al final comí esa rica pizza que me pareció la más sabrosa que he comido en toda mi vida y ahora se me antoja pizza todas las noches, creo que el día de mañana pediré otra pizza…
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