Dolor infernal
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola amigos. Bueno he leído por años este web site y me he armado de valor para escribir un relato.
Pondré un seudónimo por que no sé amo los seudónimos y bueno será Alejandro. Soy bajito de uno 1.60 m. 18 años, tauro, jajajjaja Soy trigreño y de cuerpo normal. Estoy de un buen ver, no me considero un adefesio y tampoco una hermosura si no que simplemente agraciado. Ahhh y soy MEXICANO Jajaj
Esto fue hace 3 años.
Todo fue así …
Mientras estaba en la secundaria aún estaba en eso de la definición si ser o no ser Gay porque ya me atraían los hombres sólo me hacia falta tener un novio y encariñar me. No sólo quería conocer a alguien y puff tener sexo y ya ser Gay. Quería que mi primera vez sea mágica así con amor y esas cosas que los niños inocentes quieren para dar toodaa su ternura.
Estaba por salir de la secundaria y mis compañeros empezaban a decir que se iban a tirar a una que otra muchacha antes de salir del cole y las chavas parecían que estaban en celo, hablaban del chico de sus sueños húmedos. Y yo así de ahhh mierda también estoy en celo y también quiero tirarme a alguien. Obvio disimulaba bien, no soy una loca psicópata hambrienta de sexo. Parezco hetero y estoy orgulloso.
Pasaban los días, las cosas se volvieron aburridas. No quería anticipar me, no quería presionar. Quería esperar a la persona ideal. Al amor de mi vida. O alguien que me ame y yo le ame como para entregarle mi cuerpo y alma. Para que nuestros cuerpos se fundan para ser uno solo. Pero no había nadie y si seguía así moriría virgen.
Un día después de haber creado mi cuenta en facebook me puse a urgar entre la gente que me aparecía y ahí vi un perfil que me llamo mucha la atención, le mire sus fotos y vi que era un chico "Bisexual" un tal Spencer(seguro era un seudónimo)no se que, era delgado y moreno muy guapo, de unos 19 años, y que estaba cerca de donde vivía así que lo agregue.
No pasaron más de ocho segundos de haber presionado agregar y me acepto. Hicimos amistad, teníamos gustos en común y poco a poco nos hicimos amigos, de vez en cuando él me marcaba al cel y charlabamos por horas. Él vive a 2 ciudades de donde vivo. Era soltero y sin compromiso, me trataba muy bien, me mandaba saldo, y no había día en el que no hablemos. Pasaban los días y cada vez que oía su voz por el auricular del cel no podía evitar sonreír, al decir Spencer no podía borrar esa boba sonrisa de mi cara, cada día era más lindo conmigo y yo con él. Todos decían que me veían distraído, al parecer todos me decían que estaba emocionado y enamorado. Para mi era algo sumamente nuevo y triste porque me había enamorado de alguien que no podía ver, tocar y oler. Y cada día mi sonrisa era más parecida al de el gato de Alicia en el país de las maravillas…
3 meses después de conocer a Spencer…
Junte como 2000 pesos desde que lo conocí para poder ir a verle. Los días se me iban muy rápido esperando para poder conocerlo. Él se volvió mi mejor amigo. Estábamos muy emocionados. Yo sentía cosas lindas por él pero temía decirle y se enojará y así nuestra amistad terminará.
Un miércoles él descanso y era el día perfecto para vernos. Le dije a mi mamá que iría al cine con una amiga, en la escuela me hice de una buena mentira para poder salir temprano. El plan marchaba muy bien no había ningún indicio que que pase algo malo.
El viaje se me hizo eterno. No podía dejar de sonreír. Sólo pensaba en que tan alto sería, en su sonrisa, en él.
Cuando por fin llegué, me sentía en un mundo nuevo. Nadie me conocía, nadie sabia que existía. Podía ser libre. Nadie sabia quien era, de pronto el miedo me empezó a recorrer la espina dorsal, las preguntas me inundaban: ¿y si no es lo que me dijo? ¿Y si me secuestra? ¿Si muero de vuelta a casa en algún accidente automovilístico? ¿ y si es un secuestrador y me secuestra y vende mis órganos? ¿ y si me salta y me mata? ¿Y si me arroja a una zanja ? Nadie sabría donde realmente estoy, nadie sabría que morí a manos de un desconocido, seria tan tonto. No tarde en avisarle de mi llegada. Él me iría a buscar y luego iríamos al cine. Realmente moría por ir al cine porque se estrenaba la película de "Resident Evil 4: resurrección" y porque él estaría conmigo.
Decidí esperarle sentado en la banqueta. No tardo mucho. Sentía una mirada sobre mi. Y escucho una ronca voz a mis espaldas
– Hola disculpa tu eres Alejandro?-.
Me vuelvo a ver, y fue como si mis movimientos se hicieran en cámara lenta a cuadro por cuadro.
Era un chico sexy, alto, moreno bueno como color canela, una sonrisa totalmente encantadora, unos ojos hermosamente negros y unas largas pestañas, unas sobre pobladas cejas negras. No podía ver mi rostro pero en ese momento estaba idiotizado.
Pestañeo asombrado y él sonríe.
– Ah… Si, si soy Alejandro-. Balbuceo. Y me levanto torpemente. Mi cabeza queda en blanco al ver le. Es más guapo que en sus fotos. Y él se ve con filtro en la vida real. Dios!!!.
Sonríe abiertamente. Me sulfuro por dentro. Y me abraza, siento como su corazón palmita en mis oídos. Es más alto que yo, a mis 15 años era uno de los enanos del cuento de BlancaNieves.
– ¡¡Jesús!!! eres muy alto-. Digo mientras me aparto de él.
-Pues soy más grande que tu, supongo que eso lo explica-. Resopla.- eres muy lindo, y tierno-.añade.
Caminamos hasta una parada de autobuses. Me hablaba de su trabajo él era recepcionista en un hotel. La mitad de lo que decía era como blabblablablablabla y sonaba borrosa su voz y me perdía en su hermosa y torcida sonrisa.
– ahora hablame de ti, ya he hablado mucho de mi-. Dice.
-.pues… No hay mucho que contar-.
– Mira este es nuestro bus-. Apunta a la ruta que se acerca. Estaba tan perdido en él que no me di cuenta cuando ya íbamos a bajar del bus. Pero sí me di cuenta que no estábamos en el cine, ni en alguna plaza. Era una de las privabas, las casas de infonavid.
-¿Donde estamos? pensé que íbamos al cine-. Trato de no sonar grosero.
Se ríe.
– Eres muy distraído Ale, te dije que íbamos a mi casa para que me pueda bañar-. Me da un suave golpe en el hombro.
– ah ya-.
Caminamos unas 4 cuadras bajo un sol destructivamente infernal. Me di cuenta que todas las Mugres casas eran nuevas, se notaba que apenas habían entregado las residencias, y todas eras idénticas. Odio esas casas me confunden. Mientras él seguía hablando yo me derretía como una paleta helada en pleno desierto. Sudaba como puerco y no podía evitarlo. Hasta que por fin llegamos a su casa. Ya en la frescura del interior de su reconfortante casa, puso una peli una de chinos y samuráis. Me ofreció agua, la acepte porque moría de sed.
Después de unos segundos aun no dejaba de sudar. Él se acerco a mi y con su mano quito el sudor de mi frente.
– Me voy a bañar Ale, ¿no te quieres bañar?-. Dice secando el sudor de mi frente.
-ahhhh… Si -. Mierda no pensé lo que dije-. Cuando termines me baño-.
– nada de eso-. Se mofa-. Somos hombres-. Se empieza a quitar la ropa-. Tenemos lo mismo, nada de pena-.
Y al instante que me deja ver su abdomen, empieza a erectarse mi pene.
Mierda.
Y en tan sólo un parpadeo él esta sólo esta en boxers.
– Anda-. Se acerca a mi- entre más rápido más rápido iremos al cine-.dice mientras empieza a safarme del sofá al cual me he fusionado de tanto calor que hay. Parece normal no sonríe pícaramente ni nada sólo tiene prisa de bañarse. Creo.
-esta bien-. Me levanto y empiezo a quitarme la ropa. Él ya se ha metido al baño.
<<Piensa en cosas bonitas>> me digo. Así podría olvidar me de él por un segundo y safarme de esa vergonzosa erección.
<<Los osos polares. Los osos blancos que se encuentran en los polos, se camuflan con la nieve blanca. Las mamás con sus pares de oseznos buscando alimento u huyendo de los machos. Los oseznos jugando en la nieve. Los grandes osos de felpa de las ferias. Los osos polares bebiendo cocacola. Los osos polares muriendo por el calentamiento global. Los osos polares muertos en las costas del mar. Sus grandes ojos vidriosos y sin vida. Sus grandes colmillos desgarrando a las focas bebes>>
-Ale ¿ya mero?-. Pummm sale del baño desnudo. Lo miro y me quedo petrificado. Mis ojos no dejan de mirar le. Su piel tostada esta torneada a todo su cuerpo. Es totalmente del mismo tono canela. Sus vellos púbicos son largos y negros, dejando un camino hasta su ombligo. Y su abdomen marcado. Sus piernas tonificadas y cubiertas por una ligera capa de vello rizado y grueso. Y su cara totalmente calmada y sin mostrar algún interés en otro "tema". Se acerca a mi y me quedo sin osos polares.
– a ver te ayudo-. Y de un tirón baja mi bóxer hasta mis rodillas. Mi pene esta medio flácido. Él no lo mira. Miro mi pene y sin pensar le miro el suyo. Jamás había visto otro pene que no sea el mio. Es un poco más clarito que su piel. Sin circuncisión. Le cuelgan unos abultados y gordos testículos. Me toma de la barbilla y alza mi rostro
– no hay nada de que apenarse tenemos lo mismo-. dice.
Y se mete al baño y le sigo. Trato de hacer le platica de cosas triviales como sí sabe hablar inglés o algún otro idioma. Averigüe que sabe hablar inglés con fluidez gracias a unas series de anime. Dejó el cole cuando tenía 16 por ser escaso de recursos. Y ahora jugamos con el shampoo haciendo pompas. Nos reímos como hienas con enfisema pulmonar. Caray moría de dolor de pansa de tanto reír, y lloraba. Dios!!! Él es muy divertido. Me pongo shampoo y empiezo a tallarme. Ya nadie dice algo. Me paro bajo la regadera y él se pone detrás de mi. Pasa sus manos por mi espalda "enjabonando me". Trato de moverme para que deje de hacerlo y el shampoo cae en mis ojos. Los tallo y me quedo quito. Y él suavemente me toma por mis caderas y siento como algo caliente se adentra entre mis nalgas. Una corriente me recorre las piernas y me erizo.
Se acerca más a mi. Puedo sentir su abdomen en mi espalda. Y luego se inclina para besar toda mi espalda. Sus besos húmedos se sienten como incendios en mi piel. Me prenden. En un segundo mi pene se pone más duro que una roca. Y sus manos recorren mi espalda. Me aferro a las llaves de agua. Siento como su lengua pasa por mi cuello y baja besando mi columna. Sus manos se van a mi pene. Jamás otro hombre u otra persona había tocado mi sexo. Esa sensación de que alguien ajeno te toque me prendía. Podía asegurar que el agua que en un momento me mojaba se estaba evaporando de mi cuerpo. No había visto su pene ya erecto, pero se sentía muy grueso entre mis pompas. Me masturbaba y jugaba con mis testículos. Enredaba sus dedos en mis pocos vellos púbicos. Sentía como el erizamiento corría por mi piel como ondas expansivas. Se acerco más y sus manos halaron de mi cadera y su pene choco contra mi hoyito. Sentía tan bien. Sentía caliente entre mis piernas. Sentía algo húmedo tratando de adentrase a mi. Sus vellos de su abdomen y pubis rosaban contra mi piel denuda. Él seguía besando mi cuerpo y eso me relajaba.
No quería que se detenga, quería más. Así que empecé a mover mi trasero de arriba a bajo. Cerré la regadera. Y ahora ya no había ningún ruido sólo nuestras respiraciones agitadas. Sentía el calor de su respiración en mi nuca.
Entonces él me gira, quedando cara a cara. Nuestras miradas se conectan y por un segundo siento todo lo que pasa por mi cuerpo; el calor que me provocan sus besos, el agua secándose en mi piel, algunas gotas resbalando por mi barbilla, la sangre corriendo por mis venas hasta llegar a mi pene poniéndolo duro, el aire entrar y salir de mis pulmones y sus manos tocando mi rostro. Las yemas de sus dedos están calientes. Él me toma del mentón y me lleva hacia su boca. Por un instante recuerdo que no he besado a alguien, y que no sé como besar. Pero también he practicado besando a mi reflejo en el espejo.
Abre su boca lentamente y sus labios abrazan a los mios. Sólo se entrelazan para acariciarse. Y lo imito.
<<no es tan difícil, sólo haz como con el espejo>> pienso.
Y así hago. Después de un largo pero tierno y jugoso beso me doy cuenta que no es tan difícil besar. Sin pensar en todas las bacterias pasando de boca a boca y multiplicándose.
Sus manos bajan acariciando mi espalda hasta llegar a mis nalgas. Las separa y mete sus dedos hasta llegar a mi hoyito. Lo acaricia con ternura prendiendo me por dentro.
– Vamos al cuarto -. Susurra en mi oído.
Asiento con la cabeza y salimos del baño.
No me doy cuenta en que momento llegamos a la habitación. Él se tira sobre mi. Besa mi cuello y baja a mi estómago. Con su mano juega con mi pene. Me mantengo inmóvil.
<< ¿será que Spencer y yo, ya ahora? ¿Somos algo? >> pienso.
Siento como algo caliente y húmedo abraza a mi pene. Su lengua juega con mi glande. Sus labios besan el tronco de mi verga. Y de un momento se la come toda, su nariz choca contra mi pelvis. Él succiona arrancando me gemidos llenos de placer. Y sus dedos jugando con mis testículos y bajan lentamente a mi hoyito.
Ese trabajo oral me dejaba sin aliento alguno. Su garganta caliente abraza cariñosamente a mi pene. Y luego cuando succionaba estrangula a mi pene. Metía y sacaba a mi miembro de 16 cm a su boca con rapidez, dejándolo húmedo y baboso. Sus dedos intentaban entrar a mi.
En un segundo se de tuvo, me dio la vuelta, dejando me boca a bajo.
Lameando y mordiendo todo a su paso llego a mi zona anal. Sentía que me moría y que me venia cuando su lengua paso por ahí. Sus dedos mojados con saliva fuertemente intentaba entrar y cuando no lo lograban su lengua enfilaba a mi entrada otra vez.
Beso mi entrada depositando litros de saliva y sus dedos otra vez queriendo entrar con fuerza y trabajo lo lograron. Primero uno entraba y salia hacíendo me temblar y sacando una fuerte cantidad de pre-cum. Así su lengua y dedo se turnaban para entrar dejando me húmedo por dentro. Mi cuerpo vibraba cuando sus dedos chocaban contra mi próstata. Cuando por fin me dejaron dilatado entraron otros dos dedos, me sentía lleno y sus largos dedos se movían dentro de mi. Él sólo susurraba muy bajito que apretaba y eso le gustaba.
-Estas listo-. Dijo al cabo de unos minutos.
Separo mis piernas y me apunto en mi entrada con su pene. Su gordo glande ponía presión sobre mi entrada haciendo me sentir una oleada de dolor. Un dolor infernal se apoderó de mi. Me aferraba a las sabanas y mordía mis labios. Volvió a empujar y entro; mi pene dio un brinco y me erize. Lo volvió a sacar. Me sentía abierto y dolido. Tenía ganas de ir al baño. Me aguante y seguí.
Lo escuche escupir. Puso saliva en mi ano y metió sus dedos otra vez.
Me volví para ver. Y me impresione al ver su mástil que tenía por pene. Era enorme de unos 18 cm y no era lo largo bueno si, pero también era su grosor era monstruosamente increíble. En pocas palabras y en muchas era casi de caballo de grueso. Bueno no voy a exagerar pero así lo vi, era como del grueso del tubito del royo de papel cuando se acaba o más. Me dio un miedo increíble. Escupió y lo unto en su pene. Se poso sobre mi apuntado con su verga a mi ano. Y se dejo caer. Su pene entraba y yo mordía mi labio. Me sentía lleno y roto. No me queje porque sentía algo tan grande por él que quería que siguiera.
Empujo más y yo apreté. Soltó un gran suspiro. Y la dejo ir de un golpe- Ahhh!! -. Gemí apretando y tensando todos los músculos de mi cuerpo. Sentí sus vellos púbicos raspando mis nalgas. Él respiraba agitado y besaba mi cuello. Todo su peso caía sobre mi.
– aprietas bien rico-. Dijo. Beso mi cuello y mordió mi oreja.- te hice mio, ¿soy el primero verdad?-. Su voz la tenía en un tono tan sexy y varonil como de operador de sexo telefónico que me derretía con él dentro mio.
-ah… Si..-. Susurré.
No bastó más y sonrió. Después de unos segundos ya no sentía el dolor, sólo me sentía lleno. Su gordo pene tenia a reventar mis intestinos. Y de un momento empezó a empujar. Sentía que me rellenaba y el relleno se me salia. Después de unos segundos empezó con su mete y saca. Él se aferraba a la cabezera de la cama. Embistiendo me lentamente. Haciéndome me sentir cada centímetro de su pene que entraba y salia de mi.
Mi cuerpo caliente se fundía con el suyo. En ese momento mi mente no tenia nada. Él baja a besarme y contrabajos lograba coordinar mis movimientos y músculos para poder besarle.
Me sentía en la gloria eterna mientras su cuerpo desnudo chocaba contra el mio. Combinando nuestros gemidos y respiraciones. Su gorda verga adentrándose a mi y mi estrecho ano tragándoselo. Me perforaba como taladro y yo vibraba como celular en silenciador.
Él la saco toda y de un buen golpe la dejo ir con todo su peso. Su pene golpeó mi próstata y me sentí como gelatina. Cada embestida me hacia sentir cosas, me venia, sentía que me venia sin tocarme. Él bufaba muy fuerte en mi oído.
-¿Te gusta?-. Susurra.
-ahhh… Mmm-me en..-. Balbuceo.
Besa mi cuello- lo tomaré … Como un.. Si-.dice.
Me tomo de la cadera y la saco toda dejando me con un sentimiento de vacío. Metía la punta y la volvía a sacar. Moría por volver a tenerla a dentro así que cuando lo volvió a hacer yo me empuje para ensartarme su verga. Una vez adentro él tiro de mi, y sin salirse se sentó en la cama para que lo cabalgara. La penetración así era más profunda. Él separó mis nalgas y entro más a mi. Empecé a moverme y él me hizo girar para quedar cara a cara.
Sonreía. Su cara totalmente dulce y tierna me regalaba una tierna sonrisa. Me sentía enamorado en ese momento. Me agache para besarle mientras movía mi cadera haciendo círculos. Haciendo que su pene chocara contra mi próstata. Haciendo que mi pene sacara chorros de pre-cum. Me besaba tiernamente, tiraba de mis labios y volvía a besarme. Sus manos empezaron a masturbarme con ese líquido viscoso. Masajeaba lentamente todo mi pene y testículos mientras yo daba brincos sobre su pene. Enterrándose en mi su pedazo de carne él comenzó a mover su zona pelvica. Hacia pequeños brinquitos que me enterraban más su bat. Yo la quería más adentro, así que me levantaba hasta casi sentir su glande y me dejaba caer sobre su pene. La quería toda adentro tanto así que también sí podía sus testículos.
Él comenzó a levantarse y a recostar mi espalda en la cama lentamente sin dejar de besarme. Coloco mis piernas en sus hombros y sus manos se aferraban a la orilla de la cama. Sus embestidas eran lentas y constantes. Yo me colgaba de su cuello para besarlo. Ya ni uno movía los labios sólo los manteníamos unidos. Saco todo y de un golpe lo metió. Empezó a penetrar me salvajemente, tanto que me empujaba fuera del colchón. Pero podía percibir como su gorda verga se enterraba en mi. Sentía que mi orgasmo estaba por salir. El pre-cum salia de mi a chorros. Mi pene palpitaba y chocaba contra su vientre.
Entraba y salia de mi tan rápido que cuando nuestros cuerpos chocaban hacían sonidos. Él se aferro a mis hombros y me dio más y más duro. Su pene se incho agrandando a mi hoyito. Y comenzó a palpitar escupiendo chorros y chorros de semen espeso y caliente en mis entrañas.
Mientras me inundaba por dentro. Él mordía mi oreja y luego me beso, un beso largo y tierno. Su respiración agitada y su pecho sobresaltado. Su cuerpo descansaba sobre él mio. Lo abrace fuerte y él a mi. Beso mi nariz y luego se salio de mi. Su pene volvía a encogerse. Me besaba tiernamente hasta bajar a mi pene y lo engulló. Succionaba y se le notaban unos hoyuelos en sus mejillas. Súper sexy.
Lo metía hasta al fondo de su garganta y lo volvía a sacar. Lamia el glande y me masturbaba. Rápido bajaba su mano por el tronco de verga. Una y otra vez. Mis dedos se retorcían y mis piernas se acalambraban. Mi orgasmo llegó. Salieron chorros y chorros de semen de mi. Mi pene daba brincos escupiendo una cantidad obscena de esperma en mi vientre y su mano. Sentía que me vaciaba y me sentía bien.
Él se acostó a mi lado. Jugaba con el semen que había en mi estómago. Sonreía. Me abrazaba me daba besos. Luego de un rato. No dijo nada. Se paro fue al baño. Se baño y se vistió. Me levante en ese estado zombie y me fui al baño a sacar su semen de mi.
Me sentía raro. Me sentía confundido. Perdido. Me bañe y me vestí. Ya no hablamos y nos fuimos ya era tarde para ir al cine. Me llevo a la parada de autobuses sin hacer tanta platica. Pensé que tal vez estaba en shock como yo. Que sabia que fue mi primera vez y fue con él. Me abrazo me dio un beso en la frente y se fue. Subí al bus. Llegue a casa. No sabia que fue lo que había hecho.
Esperaba un mensaje o una llamada para decirme que me quería y que le gusto. O que si estaba bien.
Pero no llego nada. Entre a fecebook y no estaba conectado.
Al día siguiente amanecí con una fuerte incomodidad, me sentía abierto de ahí abajo, contrabajos me sentaba. Y no mando mensajes. Le marque y no contestó.
-Hola-. Le envíe.
Nada. Los días pasaban y nada.
– ahhh Hola Ale.-. Me respondió a los 7 días.
Lo resumiré a si de simple. Me dijo que sólo fue eso, sexo y nada más. Que él tenia a su pareja y que estaba feliz y que jamas lo busque. Me rompió el corazón. Me sentía mal. Moría en vida. Me cuestionaba: ¿porque él? ¿ porque un desconocido? ¿Porque con un desconocido?
Los días pasaban y él no salía de mi mente. Se había atascado en mi mente y mi cuerpo. No podía olvidarlo. Me sentía miserable. Ese no era mi plan. Mi plan era hacer el amor con el amor de mi vida, con la persona con que la que compartiría toda mi vida. Tenía vergüenza de mi mismo. Le había entregado a un estúpido desconocido lo más preciado de mi. Mi corazón, mi alma y mi virginidad. Sentía que le pertenecía y no quería pertenecerle pero mi corazón no captaba ese simple mensaje.
Me di cuenta que jamas me dijo su verdadero nombre. Que sólo me uso. Y que yo me enamoré de él por ser así, su forma de ser y no otra cosa. Yo lo amaba sin conocerlo y lo amé más cuando lo conocí.
Pero como todo, paso el tiempo y las cosas cambiaron. Y unos años después conocí a alguien y me volví a enamorar pero también me rompió el corazón, aún creo y seguiré creyendo en el amor. Porque el amor existe o eso quiero creer….
Hola si te tomaste la molestia de leer mi relato gracias, es real muy real. Espero sus comentarios, Gracias (*3*)/ besos chavots:3 …
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