DOMINADO POR UN DOCTOR QUE HACIA SU TRABAJO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola quiero contarles que soy un hombre de 50 años, casado, con 4 hijos y una vida sexual bastante activa, la idea de hacerme el examen de la próstata nunca fue parte de mis planes de echo recomiendan hacérselo a los 40 y 10 años después fue que me atreví a hacérmelo. Yo vivo Venezuela, en una población cerca de Caracas la capital y comencé a buscar en los anuncios clasificados y en internet dirección de algunos doctores que prestaran ese tipo de servicio y en mi búsqueda conseguí a uno que me brindó la confianza necesaria.
Comencé explicándole,
Yo: Doctor me gustaría hacerme el examen pero tratando en lo posible ser el último de sus pacientes
Doctor: porque vienes de tan lejos, acaso no hacen ese examen por allá
Yo: si pero meda pena que me vean haciendo cola para que me metan el dedo.
Doctor: pero eso es algo profesional no debes preocuparte.
Yo: si pero que hay si en medio del examen tengo una erección, no soportaría verle la cara al doctor nuevamente.
Doctor: eso es normal, acuérdate que te están tocando una zona muy sensible.
Yo: bueno pero igual me gustaría que fuera lejos de mi pueblo, así no corro ningún riesgo.
Doctor: como quiera, vengase a las 2:00pm que a ese hora ya no atiendo a ningún pacientes.
Al día siguiente fui al consultorio y al llegar me encuentro que todas las luces están apagadas y las puertas cerradas, llame al doctor y me dice, tranquilo yo estoy aquí dentro, apague todo para evitar que llagara algún paciente y estropeara la situación, me hizo pasar y ya en su consultorio completamente solos comenzó a interrogarme de forma natural, tomo mis datos y me conto una historia que según le había sucedido con un paciente, según, el paciente mientras le metía el dedo tubo una tremenda erección y cuando el doctor se dio cuenta el paciente estaba disfrutando del examen, al punto que termino metiéndole el pene.
Mientras me contaba su historia mi pene se estaba endureciendo y mi excitación era cada vez más fuerte, luego el doctor se levantó para ocultarme y se le notaba tremenda parazon de guevo por lo delgada de la tela del pantalón quirúrgico que traía puesto y una gran gota formada por los fluidos pre seminales, esa situación me puso a millón más de lo que estaba.
El doctor al notar que mis ojos no dejaban de seguir aquel bulto, me invito a desnudarme y subirme a un sofás modular que estaba allí, porque según él era más cómodo para hacerme el examen ya que era más bajo, me desnude y mi palo estaba casi en su totalidad parado, me subi al sofás y me puse en la posición que el médico me había indicado, el se coloco detrás de ni y comenzó a introducir su dedo en mi hasta ese momento culo virgen. Yo si note que el doctor no se puso guantes pero no me atreví a preguntarle porque, el comenzó su trabajo diciendo.
Doctor: Voy a mover el dedo y tú me dices si te duele, aquí?
Yo: No!
Doctor: Y aquí?
Yo: Noooo!
Doctor: Voy más profundo, Ahora?
Yo:Nooo!
El doctor notaba que cada vez mi respuesta se escuchaba menos y muy inteligentemente supo que me tenía en su poder, los movimientos de su dedo comenzaron a ser más lentos y más profundo mientras que su otra mano caminaba por mis nalgas como masajeándolas, ya no me preguntaba si me dolía solo se dedicaba a meter y sacar ese dedo lubricado que a cada rato se sentía más divino.
Hasta que hubo un momento que lo metió hasta el fondo y me pregunto en un tono muy bajito, te dueeele, ese susurro me recorrió todo el cuerpo y le dije Noooooh en ese momento mis ojos estaban cerrado y mi lengua humedecía mis labios, el sofás estaba todo babeado por mis fluidos y mi pene estaba que reventaba, el doctor al ver cómo me tenis supo que era el momento y me dijo, quieres que termine lo que empecé? Y yo sin emitir palabras afirme con mi cabeza.
Al instante sentí el sonido que produjo su pantalón al caer al suelo y al asomarme por entre mis piernas vi tremendo tozo de carne bien parada y goteando frente a mi culito que ya estaba desesperado por recibirlo, pude ver como se untaba lubricante en todo su palo y enseguida sentí que mi corazón se me salía cuando comenzó a entrar centímetro a centímetro todo aquel machete, allí sí que no disimule más, comencé a gemir y a gemir y a retorcerme como la propia puta, la posición y la altura que tenis el doctor le permitían darme las envestidas perfectas para que mi culito intentara buscar la mayor penetración.
Hasta que escuche al doctor gritar hayyy haaaayy que rico esos gritos me enloquecieron, metí mi mano por debajo de mis piernas y acaricie sus bolas tanto que lo ice acabar fue algo divino sentir como aceleraba sus movimientos y como gritaba con cada chorro de leche que soltaba, tome mi guevo y me ice la mejor de las pajas, el sofás quedo chorreado completamente con mi leche, terminamos de acabar juntos y el muy lentamente comenzó a sacar su tremenda verga como para que yo sintiera la cantidad de carne que me había tragado, luego él se limpió y subió sus pantalones yo me vestí y me senté a esperar su informe médico.
Nos vimos a la cara y ambos sonreímos, el cómo preguntando si me había gustado y yo afirmandolo con mi sonrisa, luego me dijo, de la próstata estas bien, pero del culo estas mejor, me gustaría hacerte otra evaluación si tú estás de acuerdo y yo le dije vengo la próxima semana doctor.
Tengo 4 semanas asistiendo a su consultorio siempre a la misma hora cuando ya no hay nadie.
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