Don Claudio: El Placer de lo Prohibido
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
A mis 15 años yo ya no era virgen, había perdido mi virginidad a los 10 años, el hombre que robó mi virginidad era el padre de mi mejor amigo, ese hombre "abusó" de mi y lo digo entre comillas, porque en realidad yo deseaba que ese hombre me cojiera, pues a esa edad yo ya me seantía atraído por el mismo sexo, esa primera vez fue muy dolorosa ya que yo jamás había sido penetrado, pero la verdad el papa de mi amigo fue muy cuidadoso de lastimarme lo menos posible, con ese hombre tuve varios encuentros y poco a poco fue enseñándome como disfrutar de una buena verga, pero esos encuentros pararon con el tiempo y yo tuve que regresar a las masturbadas, ya que por mi edad era muy difícil tener una vida sexual activa.
Pero regresando a Don Claudio, como les dije el era amigo de mi padre y frecuentemente lo visitaba cuando mi padre estaba en casa, ya que mi padre trabajaba en los estado unidos en la temporada de verano y mi padre regresaba en invierno, y durante todos los inviernos a mi padre lo contrataban en los salones de fiestas para que se encargará de la cantina, en los meses de noviembre y diciembre había muchas bodas y bailes donde mi padre se encargaba de abastecer las bebidas de dichos eventos y mi padre a su vez contrataba más cantineros para que le ayudaran y Don Claudio era uno de ellos.
Don Claudio era un hombre muy guapo su piel era blanca, cabello castaño, su cara era perfecta al menos eso a mi me parecía, tenía ojos verdes y cejas muy pobladas que hacían que su mirada fuera algo salvaje y felina, sus labios eran delgados o por lo menos así lo hacían ver su bien tupido bigote, poseía una sonrisa muy pícara, que me encantaba y su cuerpo era el cuerpo de un hombre maduro pero bien formado, que en su juventud debió de ser muy atlético y apesar de ser un hombre ya casado seguía estando en forma ya que durante el día el trabajaba en una ferretería y estaba acostumbrado a cargar cosas pesadas solo tenía una pequeña barriga que había logrado tener gracias a la cerveza pero esa barriga no le restaba galanura pues era muy pequeña y hasta deliciosa.
Yo como todo chico de 15 años, no me cansaba de pedirle dinero a mi padre, para salir con mis amigos, mi padre nunca me lo negaba pero un día me dijo que ya estaba en edad de aprender a ganar el dinero, así que me propuso trabajar con el los fines de semana ayudándole en las bodas y bailes a atender la cantina, yo me moleste con su propuesta, pero no me atreví a negarme, así que no tuve más remedio que empezar a trabajar con el y con Don Claudio en las bodas, en un principio yo seguía molesto, pero pronto le encontré el gustó al trabajo, pues descubrí, que esas fiestas estaban llenas de hombres que se la pasaban bebiendo y por ende tenían que ir con mucha frecuencia al baño y era ahí donde yo aprovechaba para darme un buen taco de ojo, pues yo con frecuencia hiba al baño para verlos orinar.
Yo había descubierto un paraíso en los baños de los salones donde trabajábamos pues eran ya muchas las vergas que había visto, incluso en alguna ocasión pude verle la verga a el novio de una de las bodas dónde trabajamos en fin yo estaba más que contento con el trabajo que mi padre me había dado.
Para Don Claudio era muy entretenido también el trabajo de las cantinas pues mientras el atendía la barra de ves en cuando se tomaba sus cervezas ya que eran gratis y cuando ya estaba entrado en tragos se ponía a bailar al mismo tiempo que atendía la barra, yo lo admiraba al bailar, pues la verdad tenía buen ritmo y yo imaginaba que si así se movía para bailar, también debía de ser bueno para moverse a la hora de cojer.
En una ocasión cuando una de las bodas terminó nosotros comenzamos a limpiar la cantina y a vaciar las hieleras de agua y hielo para dejarlas limpias, mientras mi padre hacía el inventario, Don Claudio y yo limpiábamos, pero Don Claudio paro de limpiar y se dirigió al baño, al darme cuenta que hiba al baño, espere unos segundos y decidí ir tras el para espiarlo, ya que la boda había terminado, era casi seguro que el baño estubiera vacío y así fácilmente podría verlo orinar, al entrar efectivamente Don Claudio estaba solo, y yo me puse a orinar al lado de el, yo trataba de verlo de reojo, pero no podía verle la verga así que gire un poco mi cabeza y fue entonces que pude verle como su verga colgaba y le salía un grueso chorro de orines, después comenzó a sacudir su verga y la manera en que Don Claudio sacudía su verga me hipnotizó, sin darme cuenta Don Claudio me estaba viendo como yo estaba idiotosado por semejante manjar y me dijo — Esta grande verdad muchacho? Al escuchar su pregunta yo salgo del transe en el que estaba y con muchos nervios salí del baño sin responder.
Don Claudio regreso a la cantina como si nada y siguió limpiando, mientras yo no dejaba de pensar en lo que había pasado y obvio su verga no podía sacármela de la cabeza, su tamaño me impactó pero la verdad lo que más me impactó era el grosor de ese tronco que Don Claudio poseía, al día siguiente teníamos otra boda y como era costumbre mi padre y yo fuimos por Don Claudio a su casa, Don Claudio salió de su casa y se le veía algo molesto, mi padre le preguntó que qué le pasaba y Don Claudio le respondió que había discutido con su esposa, cuando llegamos a el salón el le siguió contando a mi padre de los problemas con su esposa y le pregunto a mi padre si esa noche podía dormir en la camioneta de mi papá, ya que no quería dormir en su casa.
Mi padre le dijo que le hablaría a mi madre para que mandara a mi hermana a dormir con mi abuela, y así el podía dormir en la habitación de mi hermana, Don Claudio no quería pero mi padre insistió y Don Claudio termino aceptando, yo me puse muy nervioso, pues Don Claudio dormiría en mi casa, rápidamente comencé a fantasear con la idea de que Don Claudio y yo dormiríamos bajo el mismo techo, las horas pasaron rápidamente y al terminar la boda comenzamos a limpiar, yo salí del salón para tirar las bolsas de basura y cuando las tire me quede un rato afuera y metí mis manos en mi chamarra para calentarlas ya que hacía mucho frío, al poco rato Don Claudio salió con dos cubetas de hielo y las vacio en el piso para que el hielo terminara de derretírse, Don Claudio había bebido más de lo normal, tal vez por el pleito que había tenido con su esposa, Don Claudio sin ningún pudor se saco la verga delante de mi y comenzó a orinar, mientras el orinaba Don Claudio se frotaba las manos y las soplaba para calentarlas y terminó diciéndome — Oye mijo no me quieres hacer el favor de sacudirme la verga? Es que tengo las manos congeladas.
Yo lo mire a los ojos y pude notar que Don Claudio estaba muy borracho y eso fue lo que me animo a sacudirle la verga, me acerqué a el y saque mis manos de la chamarra y comenze a sacudir tal y como ya le había visto hacerlo, mientras yo lo sacudía yo pensaba que no podía meterme en problemas pues si Don Claudio me delataba yo podría alegar que el mentía y que estaba completamente borracho.
Después de sacudirle le metí la verga en sus calconzillos y ambos regresamos adentro, llegamos a mi casa como a las 2:30 de la mañana, mi padre me pidió que le ayudara a Don Claudio a llegar a la habitación donde dormiría, mientras mi padre se daba un baño y es que Don Claudio apenas y podía sostenerse en pie, al llega a la habitación, le pedí que se sentará en la cama para quitarle las botas y mientras yo se las quitaba el se desabotonaba su camisa, dejándome ver por primera vez su torso desnudo cubierto de vello, después se recostó en la cama y con los ojos entrecerrados comenzó a balbucear y decir incoherencias, era evidente que estaba ebrio, así que aproveche para desabrochar su pantalón y dejarlo en calconzillos y mientras yo le sacaba los pantalones, trataba de rosar su vergas para sentirla una vez más, después lo arrope con las cobijas tratando de tocar lo más que pudiera su cuerpo, pero al poco rato decidí salir de la habitación, pues temía que mi padre me sorprendiera.
Al salir me encontré con mi padre y me pregunto si Don Claudio ya estaba dormido.
—Si papa ya lo deje en la cama.
Le respondí a mi padre, — muy bien hijito que descanses.
Me dijó mi padre y cada uno se fue a su habitación, pero al poco rato alguien abrió la puerta de mi habitación, la luz de la luna entraba por mi ventana y pude ver que era Don Claudio, — Muchacho estas dormido? Yo no le respondí, el cerro la puerta y se acercó a mi cama para ver si era yo quien estaba en la cama, al confirmar que era yo levanto mi cobija y suavemente me volteo de lado y se metió en mi cama y me susurró — Hace mucho frío mejor dormimos juntos, pero yo no le respondía y así se puso detrás de mi, en posición de cucharita, mi corazón latía aceleradamente al sentir su cuerpo tan cerca del mío, no podía creer lo que estaba pasando, después comienzo a sentir su verga erecta rosando mi trasero, ya era más que evidente que Don Claudio no sólo quería dormir conmigo, el buscaba algo más mientras el repegaba su tronco en mi trasero el pasó su brazo por mi pecho y pudo sentir como mi corazón latía —Se que estás despierto puedo sentir como late tu corazón!!!
Y así sin mas que decir, Don Claudio bajo mi pijama y sus calsonzillos para sentír su trozo como como abría la ranura de mis nalgas, Don Claudio bruscamente me volteo y se puso encima de mi, Don Claudio comenzó a respirar aceleradamente y comenzó a besarme, y así su saliva y su aliento alcoholico embriagaba mi garganta, el comenzó a subir su cuerpo, mientras yo besaba su pecho y abdomen dejando su verga erecta a la altura de mi boca, La luz de la luna me permitía verle por fin su verga erecta, pues antes solo se la había visto flácida, pero al estar su verga a la altura de mi boca supe que Don Claudio quería que lo mamara y sin pensarlo comenze a hacerlo mientras yo lo mamaba Don Claudio con sus brazos alcanzó la cobija y se tapó dejándome a mi bajo las cobijas el comenzó a bombear mi boca metiendo y sacando su grande y gruesa verga de mi boca.
Pronto comenze a sentir que me faltaba el aire pues yo estaba boca arriba, siendo ensartado por una verga en mi boca y por si fuera poco estaba bajo las cobijas, don Claudio comenzó a jadear —Mmmmmjjjjj Aaaagghhh después Don Claudio bajo y me dijo — Déjame cojerte muchacho.
Yo me levante de la cama y el me dijo —Para donde vas? No me dejes así de duro.
— Ahora vengo voy por un bote de vaselina que está en el baño.
Yo rápidamente fui por el bote al baño si ni siquiera ponerme la pijama, estaba tan caliente que no quería perder tiempo, regrese rápido a la habitación y me metí a la cama, le di el bote de vaselina a Don Claudio para que se untara mientras yo me untaba y me dilataba el culo — Entonces que te cojo muchacho? —Si don Claudio cojame, don Claudio me volteo boca abajo y fue entonces que comienzo a sentir un dolor muy placentero que antes había sentido,su verga atravesaba el anillo de mi culo lentamente, mis manos apretaban las cobijas y mis dientes mordían la almohada tratando de ahogar el gemido que quería soltar.
Don Claudio consiguió meter toda su verga dentro de mi y al sentirlo descanso un rato sobre mi sin hacer ningún movimiento mientras resoplaba con su aliento alcoholico mi nuca, al poco tiempo Don Claudio comienza a hacer una sensual danza de caderas para que su verga se enbone en mi culo y así fue acelerando más esa danza provocando que Don Claudio comenzará a gemir varonilmente —Uuuuffff Mmmmjjjjjaaauuu que rico culoooo!!! —Sssshhhh no haga ruido Don Claudio por favor.
Le supliqué pues temía que mis padres pudieran escuchar, pero Don Claudio no hizo caso el seguía, danzando sus caderas sobre mi culo ataladrando así todo mi ser, después de un rato Don Claudio se despojó de la cobija pues ambos ya estábamos entrados en calor apesar del frío que hacía y así me ordenó que me pusiera en cuatro patas y comenzó a embestirme como si fuéramos dos perros callejeros.
—Ufffff no mames que buen culo tienes muchacho!!!! "PLAAAZZ" "PLAAAZZ" fue el sonido provocado por dos fuertes nalgas que Don Claudio me dio, —Haaay Haaaay!!!! No pude evitar gemir ante tal acción Don Claudio cada vez estaba más caliente y sus movimientos eran más salvajes, que era inevitable que la cama comenzará a rechinar —Despasito Don Claudio por favor que nos van a escuchar, pero Don Claudio seguía sin escuchar mis súplicas ese hombre estaba completamente poseído por la calentura, su verga ya entraba y salía fácilmente de mi culo que cada vez que entraba sus huevos se estrellaban contra mi culo provocando un sonido muy excitante.
Ya eran casi las 5 de la mañana y Don Claudio seguía cojiendome con gran maestría, tanto que mi habitación ya estaba impregnada de un fuerte olor a sexo.
Ese olor mezclado con la colonia de Don Claudio y el sudor de su cuerpo que expedía cierto olor a cerveza me prendieron un montón que comenze a danzar al mismo ritmo que las caderas de Don Claudio provocando que mi cama rechinara aún más pues nuestro cuerpos bailaban el mismo baile sexual, la verdad yo estaba tan caliente Don Claudio estaba haciendo un estupendo trabajo que ya no me importaba el ruido sexual que salía de mi habitación yo solo quería seguir disfrutando de ese taladro que Don Claudio paseía, la danza hizo efecto en mi y si ni siquiera tocarme me vine —Asaaaaahhhhhh Aaaaaaaaahhhh.
Pero Don Claudio seguía disfrutando de el placer que mi culo le daba y a los pocos minutos, Don Claudio me con la voz entrecortada me pregunta — Yaaaaa casiiiii terminoooo donde los quieres muchacho adentrooo o afueraaaaaa? —Adentro Don Claudio adentroooo y así don Claudio me aprieta con todas sus fuerzas mis nalgas y comienza a darme fuertes empujones dejándome saber que depositaba un chorro de leche por cada empujón (en total 5 empujones) —Mmmmmjjjj Mmmmmjjj Mmmmmjjjjj Mmmmmjjj Mmmmmjjjjj.
Don Claudio vacío toda su hombría dentro de mi y se termino saliendo de mi para recostarse y recobrar el aliento.
Mientras Don Claudio recobraba el aliento yo me levanto de la cama y cuidadosamente salgo de la habitación para ver si mis padres seguían dormidos.
La habitación de mis padres no está muy cerca de la mía, pero si alguno de ellos se levantaban y salían al baño fácilmente podían habernos escuchado, pero por suerte ellos seguían dormidos, así que fui por un poco de papel higiénico y regrese a mi habitación y use el papel para limpiarme y limpiar la verga de Don Claudio, después le pedí que se fuera a dormir a la habitación de mi hermana y así lo hizo al retirase pude notar que Don Claudio caminaba casi normal, señal que la borrachera se le había bajado o tal vez no estaba tan borracho como suponía, Don Claudio tal vez se había hecho el borracho para meterse en mi cama.
Al día siguiente Don Claudio se fue a su casa como si nada no me mencionó nada de lo que había pasado y eso me desconcertó pero a la vez me tranquilizo pues no quería que mis padres se dieran cuenta, pero al pasar los días en una de las bodas en la que trabajamos el me dijo que haber cuando repetíamos eso me hizo pensar que Don Claudio si estaba en sus sentidos cuando me cojio, pero era muy difícil volver a tener un encuentro así que decidimos que no lo haríamos hasta que mi padre se regresará a los Estados Unidos y así lo hicimos cuándo mi padre se fue a trabajar durante el verano Don Claudio y yo nos pusimos de acuerdo para que cada viernes me diera mi dosis de leche y como lo hacíamos, pues yo le dejaba la ventana de mi habitación abierta y cuando era media noche o ya entrada la madrugada Don Claudio entraba por la ventana y me daba mis buenas cojidas.
Así estuvimos por algún tiempo Don Claudio y yo hasta que yo me tuve que ir a los Estados Unidos igual que mi padre y bueno amigos este fue mi experiencia con Don Claudio espero no haberlos aburrido y perdón si mi relato fue muy extenso pero concidero que era necesario para que tuvieran una idea más clara de cómo fue mi experiencia con este macho, muchas gracias de antemano por tomarse el tiempo de leer este relato.
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