Don Luiggi a sus 76 años se convirtió en mi amante
Como aquel viejito me hizo el amor deliciosamente.
Después de mi primera experiencia con Don Luiggi no dejaba de pensar en eso y en que seria lo que me esperaria al siguiente dia, en la mañana Marcelo se levanto con ganas de hacer el amor, mientras seguiamos acostados el empezo a rozar su pene contra mis nalgas y a tocar mis pechos, pero como ese dia iba a ser mi encuentro con Don Luiggi y para que no presienta nada mi novio rapidamente me di vuelta y empece a hacerle sexo oral, por suerte termino rapido y se alisto para ir al trabajo, una vez que salio de casa me fui a bañar y me empece a cambiar para mi encuentro (me puse ropa interior rosa de encaje, unos leggins blancos y un top pequeño), me sentia muy ansiosa hasta que escuche que tocaron a la puerta, al abrir vi a aquel viejito que con una sonrisa y en voz bajita me dijo «mi niña estas divina! sube a mi departamento en 20 minutos te tengo una sorpresa».
Cuando paso esa pequeña espera subi a su departamento, toque el timbre y Don Luiggi desde adentro me dijo «pasa mi niña esta abierto», èl estaba sentado en la sala, me dijo que me siente a su lado, al hacerlo èl toco mi pierna y me dijo «hermosa cierra los ojos quiero que sientas la sorpresita que te tengo preparada», tomo mi mano y me la acerco hacia su bulto, de inmediato senti algo duro que se movia como que queria salir, el viejito se habia tomado una pastilla y su pene volvio a la vida, me dijo «anda mi niña abre tu regalo», apresuradamente se saco sus pantalones yo me arrodille para sacar sus calzoncillos y al hacerlo efectivamente me di cuenta que tenia una ereccion (su pene media aproximadamente unos 15 cm, era algo delgado pero venoso y estaba cubierto al rededor de mucho vello pubico ya canoso) tome su pene con mi mano y lo introduje a mi boca, su sabor era delicioso, soltaba bastante liquido pre seminal, lo estuve mamando como por 10 minutos, mientras lo hacia me empece a sacar mi ropa quedandome unicamente con la lenceria, Don Luiggi me levanto y me hizo dar una vuelta mientras lo hacia me dijo «pero miren nomas esta muñequita, se me hace agua la boca», me abrazo y empezo a besar mi ombligo, despues paso a mis pechos los succionaba muy rico haciendo que mis pezones se pongan duros, me volteo y empezo a bajar la tanga que llevaba puesta, me dijo que abra mis nalgas, suspiro y empezo a lamer mi ano, con su mano me empezo a tocar mi pene que ya estaba erecto tambien, yo estaba bastante excitada, luego empezo a introducir uno de sus dedos, mientras decia «vamos a abrirlo de a poquito mi niña no quiero que te duela», una vez dilatada me moria de ganas de sentirlo dentro de mi y sin dudarlo me dispuse a sentarme sobre su pene, lentamente se iba introduciendo en mi ano, no podia evitar gemir un poco mientras lo hacia, empece a cabalgarlo mientras èl me tomaba de la cintura y me decia «eres 10 veces mejor que una hembra mi niña, que placer tenerte aqui», despues de unos minutos me dijo que vayamos al cuarto para estar mas comodos, al entar me acosto sobre su cama mientras se sacaba su playera, se acosto sobre mi y empezo a besarme, era muy pesado pero eso no importaba yo lo estaba disfrutando, luego de un rato me acerco al filo de la cama y puso mis piernas sobre sus hombros penetrandome de nuevo, sus envestidas eran deliciosas, me dijo «mi niña no se cuanto dure esta pastillita pero que rico disfrutarla contigo», el estaba agotado y se acosto, yo me subi sobre el dandole unos sentones a su duro pene, en realidad lo estaba disfrutando, sin darme cuenta estaba gritando y gimiendo hasta que Don Luiggi algo agitado me dijo «mi niña te voy a embarazar no pares» en ese momento senti como salian varios chorros de semen dentro de mi, eso me excito mucho mas y aprovechando que todavia estaba erecto el viejito me segui moviendo hasta que eyacule dejando mi semen en el pecho de Don Luiggi, nos quedamos asi por un momento mientras el masajeaba mis nalgas y me decia «mi niña me haz hecho muy feliz, hacia tiempo que no disfrutaba de un placer tan grande»,empece a sentir como su pene se iba desmayando, al sacarlo tambien se salio el semen que habia dejado dentro de mi, era bastante espeso, me fui al baño a limpiarme y don Luiggi tambien entro abrazandome por las espaldas y mientras nos veiamos en el espejo me dijo «prometeme que no sera la ultima vez mi niña, quiero que sigas siendo mi hembrita aunque sea a escondidas» yo le dije «Don Luiggi quiero que sea muy cuidadoso no quiero que Marcelo se de cuenta, pero le prometo que si nos vamos a seguir viendo», me vesti y antes de salir nos besamos, me dio una pequeña nalgadita y me dijo «hermosa yo te avisare la proxima que use la pastilla, no va a ser tan seguido por que me puede hacer daño, pero si quieres puedes venir y ahi nos las ingeniamos para pasar rico», acente con la cabeza y me fui a mi departamento, pocos minutos despues llego Marcelo quien aveces cuando me saludaba con un beso metia su mano y tocaba mis nalgas, afotunadamente ese dia llego cansado y se fue directo al cuarto ya que senti que seguia saliendo semen de mi trasero y hubiera sido terrible que el se diera cuenta de esa forma que le estaba siendo infiel, me fui a duchar y por si acaso decidi acerme un pequeño enema para que no quede rastro de mi aventura con el viejito, era increible que todavia seguia saliendo mas de su semen, una vez limpia me dirigi al cuarto y dormimos como si nada hubiera pasado.
Gracias por leer, aun hay mas anecdotas que seguire contando.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!