Don Mau el papá de mi amigo
Esta es una historia que me ocurrió una noche con el papá de un amigo.
Hola chicos, mi nombre es Antonio y soy de un pueblo entre Michoacán y Jalisco, quiero contarles mis historias con algunos conocidos de mi localidad.
Esta historia en particular ocurrió a mis 15 años, ya había comenzado mi vida sexual con uno de mis compañeros de escuela pero esa sera otra historia para contar.
Bueno sin más les contaré como sin pensarlo tuve un encuentro con el papá de uno de mis amigos.
Una tarde salí de mi casa camino a las canchas de fútbol para reunirme con un par de amigos, todo era como de costumbre, por las calles trancitaban las señoras que regresaban de la iglesia y los niños comenzaban a reunirse para jugar.
Antes de llegar a las canchas vi como una camioneta venía repleta de señores que volvian del trabajo, quien manejaba era Don Mauro o Mau para los conocidos. Al pasar junto a mi le salude a lo que el me respondió con una sonrisa, lo conocía de toda la vida pues era el papá de uno de mis amigos. Todo me pareció normal pues ignoraba lo que me esperaba por la noche…
Cuando llegue a las canchas me decepcione pues ninguno de mis amigos quería jugar al fútbol y por aquel entonces me encantaba realizar deportes pues compartía afición con mi ex por ellos. Pase a cenar unas ricas enchiladas tipicas de Michoacán y posteriormente me dirigí a mi casa rendido. Cabe mencionar que para regresar a mi casa uno de los caminos que puedo tomar esta un tanto solo y obscuro, lo que en lugar de asustarme me agradaba.
Ya el camino estaba obscuro pues eran fácil las 9 de la noche, al pazar por la clinica de mi localidad a lo lejos pude ver que venía la camioneta de don Mau pero esta vez solo venía él. Cuando estaba junto a mi se detuvo y me saludo, me estiro la mano y noté que se encontraba un poco ebrio.
-buenas noches.- dije al tomar su mano. -Buenas, Anton, <<(así me dicen por mi abuelo)>>. Vengo un poco tomado, pero aun así necesito volver al campo por unas cosas que olvidé, ¿me podrías ayudar a manejar?… Christian (mi amigo) se enojo por que tomé un par de caguamas.
Accedí pues en ese momento pensé mas en la posibilidad de que chocara o cayera a alguna zanja del camino. Él se movio al asiento del copiloto y se recsrgo contra la puerta de su lado, me indicó que camino tomar para llegar a sus parcelas. Duramos cerca de 15 minutos en llegar y me pidió que dejara la camioneta encendida con las luces, lo borracho al parecer ya se le había bajado.
Él se bajo y se puso frente a la camioneta, ahí fue cuando comence a verlo diferente, se había quitado la camisa para no llenarla del liquido que tenían las cajas dentro. Cuando terminó de subirlas fue a lavarse en el arroyo que corría poe uno de los lados, él es un hombre bajito, de unos 1.65 metros, algo regordete cual señor con panza chelera, en aquellos días tenía 30 años y se veía muy bien. Tal vez por el hecho de ser el padre de uno de mis amigos jamas lo vi con morbo pero esa noche y el estar solos él y yo me hizo excitar tanto que no podia evitar tocarme.
Cuqndo vovlio de lavarse llego directamente al lado del piloto y me pidió que me bajara para que el manejará. Lo hice y me fui al lado del copiloto. Intenté esconder mi erección pues traía un short azul que poco me ayudaba a esconderla.
Poco después de salir de sus parcelas comenzó a sobarse el bulto. -cada que tomo me pongo muy caliente. Dijo sin voltearme a ver. -me imagino que es un efecto del alcohol. – dije tontamente con mi voz algo nerviosa. En una vuelta se detuvo pues según él le dio un calambre el su pierna derecha y tenia miedo de acelerar de más, se comenzó a masajear el pie intentando quitsrse la sensación.
Ayúdame por favor, aprieta mi pierna un poco para quitarme el cosquilleo- dijo con cara de dolor. Yo me acerque a el y comence a hacer lo que me pidió, yo no era tan tonto y pude notar que también el se tocaba el bulto, el cual se veía muy bien… se notaba su erección. Después de darle un poco de masaje le dije. – creo que su pie esta mejor, o quiere que yo maneje. – estábamos muy cerca uno del otro y nos vimos a la cara. mejor ayudame a masajearme más, un poco más arriba. – esa era la señal que necesitaba para sin previo aviso con mi mano derecha sobar su bulto.
Yo estaba que me moría de la excitación pero no iba a quedarme con las ganas. Con mi mano izquierda comence a desabrochar su pantalo y a levantarle la camisa. – te traía ganas desde hace tiempo. – dijo mientras metía su mano bajo mi short y tocaba mi culo. – dejeme ayudarle a descansar un poco más. – le dije cuando saque su verga del calzón y la puse en mi boca. Su pene era blanco y grueso, de unos 18 cm y muy ancho, en el momento no me preocupaba lo que podía hacerle a mi culo su hermosa verga. Mientras yo le mamaba la verga el me metia sus dedos humedos al culo, se notaba que no era la primera vez que tenía sexo con un hombre. Intente darle el mejor placer que pude y metía su verga hasta lo más profundo de mi garganta e intentaba no ahogarme. De un derepente me quito de su verga y abrió la puerta, se bajo y me pidió que también bajara con él, antes de apagar la camioneta bajo una cobija que tenía para tapar el vidrio de adelante del sol. La colocó en el suelo me pidió que me quitara todo, hice lo que me pidió y me recosre en la cobija vieja boca arriba. El se bajo el pantalon hasta el suelo y se puso sobre de mí, comenzó a morderme los pezones lo que me hizo gemir como nunca, luego comenzo a besarme el pecho y el cuello hasta llegar a mi cara, teniendolo cara a cara me dijo que ai si íbamos a hacerlo lo haríamos bien y comenzo a besarme alocadamente, yo me perdí en la sensación de sus besos y su barba de tres días que complementaba la sensación que corría por mi cuerpo. Su verga y la mia se frotaban la una a la otra. Con sus manos alzó mis puernas y las puso en mi pecho, comenzo a presionar su gruesa verga en mi culo, podía sentir como el intentar entrar me dolía pero me cegaba ante su boca. – te voy a hacer mío, te lo voy a meter tan rico que vas a querer más. – dijo antes de escupir en su mano para mojar la cabeza de su verga. – pero despacio por favor. – solo le dije aceptándolo dentro de mi.
Al principio fue doloroso el sentielo dentro, como iba abriendo mi hoyo con su gruesa verga, gemía de dolor y gocé mientras el mordía mi cuello y sacaba y metía su verga. Yo agarré sus nalgas con mis manos y ayudaba a empujar su verga un más dentro de mi, estaba a punto de venirme sin siquiera tocarme. Sentir su panza peluda y sus huevos rebotar en mi culo me hacia sentir en las nueves, deseaba que eso durara toda la noche… Me levanto y me tomo en sus brazos para ponerme contra la cqmioneta, cual mochila me tomo con facilidad y seguía penetrandome. Después de varios minutos mordi su oreja y me corrí en su pecho, no supe si era por el hecho de llevar tiempo sin coger o lo bien que me lo estaba haciendo pero tuve uno de los mejores orgasmos de mi vida. El no tardo mucho en venirse dentro de mí mientras me besaba.
Después de limpiarnos subimos de nuevo a la camioneta y regresamos al rancho, me baje donde el me había subido y nos despedimos. – nos vemos, me gustaría tenerte de mi culito pero eres muy amigo de mi hijo. – dijo riendo. – pero pronto espero darte más. Dijo al marcharse en la camioneta.
Esa fue una de las ocasiones que tuve sexo con él, después no volvímos a hacerlo pues yo estaba demasiado enamorado de mi entonces novio…
Espero les guste y sí quieren que cuente alguna otra vivencia mía mientras vivía en el rancho, no dude en pedirlo.
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