DONACIANO Y EL INDIGENTE
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Me rogó para que le diera un trabajo en el negocio, me platicó que era veterano de guerra y que había caído en la desgracia. Le comenté que lo único que podía ofrecerle era el puesto de intendente para que realizara los trabajos de aseo.
Se puso muy feliz y me besaba las manos, avergonzado le dije que se podía quedar en un espacio que había detrás del negocio mientras que salía algo mejor; le dejé algunas ropas para que se aseara y lo dejé para continuar mis tareas.
El tiempom pasó de prisa, regresé para despedirme del señor de color. Pareció que no se dió cuenta que llegué, la escena me dejó pasmado: Tom estaba sentado en la cama semicubierto por una sábana, con las dos manos sostenía su tremendo pene e inclinado se lo estaba mamando el sólo. Yo nunca había observado algo similar, las vergotas negras y grandes siempre han sido mi debilidad pero esta me hizo temblar… ¡Se la alcanzaba a chupar el mismo!
Me puse muy nervioso y me retiré rápidamente sin que se diera cuenta. Ese día y los que siguieron no pude dormir pensando en el enorme vergón que había visto. No quise aprovecharme de la situación y aunque pensaba en aquél divino miembro, nunca molestó a Tom.
Pero quiso la casualidad que un día me encontrara con Tom un día que hubo mucho trabajo y se hizo tarde, nos quedamos los dos solos. El haciendo el aseo y yo terminando de cerrar la caja. El no sabía que lo había visto desnudo.
Tomé una copa de coñac para bajarme el nerviosismo, no quería ni ver a Tom… sentía que el deseo me iba a delatar.
Al cuarto vaso de coñac me animé y le invité una copa; se apenó demasiado y tuve que rogarle para que aceptará.
Empezamos a platicar y me di cuenta que tenía una cultura aceptable. Animado le empecé a preguntar de su vida privada… a la sexta copa que habíamos tomado los dos le confesé que lo observé accidentalmente el primer día… me dí cuenta al momento como se mostró su erección en el pants que llevaba puesto. Ya no me detuve, me le acerqué y Tom no se movió; me incliné y bajé su pantalón deportivo y boxer… "Ouuuuuch… no puede ser tanta belleza…" exclamé ya muy excitado y noté que Tom también lo estaba. El tremendo miembro desafiaba la gravedad y se encontraba bien parado apuntándome con aquél enorme ojo de la uretra que escurría líquido preeyaculatorio. Me inqué y tomé la vergota entre mis manos que temblaban por lo caliente, era casi del tamaño de mi brazo… muy negra, como chocolate y la cabeza de un tono de vino tinto… riquísima…las venotas enormes y las bolas mmmm, las aprisioné entre mi boca las sentí repletas de leche. Lo mamé, lo mordí, lo sobé en toda su extensión…
Le dije suavemente que se recostar en la alfombra… Tom no decía nada sólo jadeaba y gemía de placer…
Me desnudé rápidamente y empecé a trabajar mi ano con sus líquidos y los míos… Cuando Tom vio esto se incorporó un poco y se me acercó, se agachó y empezó a darme una mamada como nunca lo había hecho Josías… me mamó el ano, el pene, metió su lengua que era muy larga y áspera me arrancó un suave y delicioso orgasmo con un chorrito de semen que tomó con su lengua y me lo untó en mi hoyo que ya estaba relajado, listo para tragarse aquel tremendo vergonón negro. Creí que yo me iba a sentar en la vergota… pero Tom me levantó entre sus brazos, era muy alto, casi llegaba a los dos metros de estatura… me recostó en una de las mesas, me separó las piernas y las nalgas y me volvió a mamar… exitadisimo le dije con voz ronca y suave: "Penetrame papito…"
Levantó mis piernas a sus hombros y apuntó aquello en mi ano… sentí aquella carnota hirviendo, mojada, muy suave.
Con una mano abrió mi hoyo y con la otra me empujó la cabeza, entro toda y sentí que mi carne se abría, le arañé las manos…
En movimientos de mete y saca me la fue dando poco a poco hasta que la sentí hasta el estómago… de vez en cuando me la sacaba y me mamaba… Perdí el número de orgasmos y chorros de semen que me arrancó aquella vergota tan especial…
De repente empezó Tom a resoplar y a bufar, avisandome que iba a terminar… le dije que quería la mitad del semen en mi interior y la otra mitad la quería tomer para probar su semen… me complació en todo… aunque casi perdí el sentido sentí los chorrotes inundando mi ano que se cerraba y se abría exprimiendo el toletote de Tom.
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