Dudas, conflictos, calenturas, la vida…. I
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Tinchoxxx.
Culminada la parte donde nos fuimos descubriendo en ese viaje, entiendo que llegaba la hora de descubrirnos individualmente creo yo.
Es decir, como sería nuestra vida con el resto de las personas, dado que por nuestra edad creo yo, no nos daba para “analizar” eso de antemano.
Pues bien, ya de vuelta en casa, luego de esa noche de sexo con mi hermanito Alejandro, me habían quedado dudas por sus preguntas, pero tampoco me hacía demasiados problemas, así que apenas desperté por la mañana, me higienicé tomando una ducha, lavé mis dientes y demás, para volver a la habitación, vestirme y bajar desayunar junto a Alejandro mi hermano.
De lo ocurrido durante la noche, ni hablamos, una mañana normal como si nada hubiera pasado.
Alejandro salió a jugar con los pibes amigos de el y yo me quedé un rato mirando la tele en casa.
Después me aburrí y me fui a mi habitación a escuchar música, estando ahí llegó Sergio, saludó a mi vieja y fue a mi habitación.
Apenas entró, cerró la puerta y me fue a abrazar desde atrás donde yo estaba sentado con un “Te amo”, yo ante eso me giré y tomándolo de la cintura lo atraje hacia mí y metiendo mis piernas entre las de el, lo senté sobre las mías para darle un beso en la boca y contestarle con un “yo también te amo Chechei”.
Estando así sentados, fueron instantáneas nuestras erecciones, Sergio me acarició el pecho y su mano bajó despacito por mi vientre, hasta llegar su palma al borde mi short, con sus dedos estiró un poco el elástico e hizo que la cabecita de mi verga quedara fuera de el.
Despegó sus labios de los míos, recorrió mi cuello con su boca, comenzó a bajar despacio, despacio, besó mi ombligo, siguió bajando, me besó la cabecita de la verga, la sacó completamente fuera y me la devoró casi literalmente.
A mis huevitos les dio también un buen tratamiento lamiéndolos y casi tragándoselos.
– Te levantaste loco de hambre jajajaja.
– dije en voz baja.
– Jajaja si si ñam ñam ñam.
– respondió
Y era verdad, me chupó hasta hacerme acabar en su boca, se tragó todo y siguió chupando hasta que le pedí que pare porque me dolía.
Quedé destruido jajaja.
Después de eso lo chupé yo porque se lo merecía y quedamos empatados.
Una horita de amor nos dimos y me propuso ir a la pileta del club.
Le avisé a mi mamá y nos fuimos.
Allí hicimos lo de siempre, jugar con los amigos y amigas toda la tarde normalmente para volver a la tardecita para tomar la leche en mi casa y mirar televisión.
Alejandro pidió permiso para quedarse en casa de un amigo suyo que vivía a dos casas así que Sergio se quedó a dormir conmigo.
Miramos un rato televisión en el comedor y nos fuimos a acostar.
Ya en la habitación, Sergio me preguntó:
– Que onda con Ale??
– Que onda con qué?? Respondí yo.
– No nada.
– dijo el bajando su cabeza como con vergüenza.
– No te enojás si te cuento???
– No me enojo, porqué??
– Es que.
– hice una pausa
– Pasó algo??
– Lo cogí anoche.
– Te lo cogiste en serio??
– Si.
Hizo un silencio como sorprendido y decepcionado.
– El quería y bueno.
yo también, pero no te enojes, porfi.
– Es que.
entonces no me queres a mi??
– Si que te quiero, es mi hermano, el quería coger y bueno, ya pasó.
Me levanté y me fui a su cama, lo abracé y le susurré “te amo en serio”.
– Y si yo cojo con otro está bien entonces?? – dijo con un tono algo enojado.
– Vos también te lo cogiste y yo no te dije nada.
– respondí.
Un silencio largo que pareció eterno.
Era nuestra primera escena de celos y ninguno de los dos sabíamos manejarlo.
Así que me fui a mi cama, dándome vueltas por horas sin poder dormirme ni hablar nuevamente con el.
No se a que hora me habré dormido, pero al despertar, giré mi cabeza y estaba Sergio sentado en la cama mirando la ventana como ido.
– Che, estas enojado conmigo o que?? – pregunté.
– No, nada que ver, es que, no se.
– Ufa loco, no te enojes.
– Es que tenés razón, yo también lo cogí y delante tuyo
– Y si.
– Ya está ya fue.
– En serio todo bien???
– Si ya fue.
Sin decir mas, nos levantamos y luego de desayunar nos fuimos al club a la pileta.
Otro día como todos los de ese verano increíble, pero como tantas otras cosas en esos días, habíamos descubierto ese loco sentimiento de los celos.
CONTINUARÁ
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