Educando
Papá de dos hijos de 18 y 16 años que están pasando por la etapa de la hormona .
Buenas me presento soy Joaquín, tengo 42 años, soy alto, estoy fuerte pero con un poquito de panza, lleno de bello corporal, el cual trato de mantener corto.
Mis hijos Damián (18 años) alto delgado con un cuerpo atlético, bien parecido, muy coqueto y aventado y Julián (16 años), altura promedio, el está mamado y más marcado que Damián, bastante educado, bien parecido.
Vivo con mis dos hijos y mi esposa la cual es enfermera por lo que la mayor parte del tiempo no se encuentra en casa, lo que todo el tiempo me la paso con mis hijos. Esto nos da la pauta de tener libertades de estar en casa por boxer o en poca ropa, a veces dando escenas bastante vergonzosas pero eso nos refuerza como familia.
Mis dos hijos están pasando por esa etapa de querer salir a fiestas, coger y disfrutar de los placeres de la vida, esto lo veo más en Damián que en Julián pero aprovecho la oportunidad para explicarle de lo que trata la vida.
Un fin de semana nos fuimos a correr por la madrugada, llegamos a casa a las 8 de la mañana, desayunamos, limpiamos la casa y por fin callo la tarde. Era el momento para la platica, los chicos se ducharon y todo bien, entré yo a ducharme y aproveché para depilarme todo el cuerpo.
Salgo en una simple toalla bastante corta, me siento junto a mis hijos quedando yo en medio de los dos con la toalla a medias piernas, las cuales están totalmente abiertas, esto pareciera no importarles ya que ellos solo traían unos boxers que solo marcaban su bulto, pero nada del otro mundo.
Les empecé a platicar lo que era el sexo y las medidas que debían tomar para esto, ellos ya se esperaban esa plática y rápidamente salieron corriendo a sus cuartos. Los cuales quedan uno frente al otro, fui a sus habitaciones, las abrí y los obligue a escucharme, a lo que pusieron atención completamente en mi. A lo que rápidamente me quitó la toalla para dejar libre al titán (mide unos 16 cm) esto genera una emoción de asco a mis hijos y rápidamente se voltean para ignorarme.
Me acerqué a Damián ya que es el que le interesa platicar, me senté a un lado de él tocándole la rodilla mientras yo estaba desnudo, comenzamos hablar de sexo, condones, placer, excitación, embarázanos, lo típico. A lo que obligó a Julián a venir a la habitación casi a rastras, comenzamos a hablar para dejar cosas en claro para no tener problemas con mi esposa.
Por lo que decido, sacar un juguete sexual que tengo para masturbarme, les hice una demostración de lo que es coger y como deberían de coger. Me puse el juguete en la punta del pene con un poco de lubricante, para eso estos no dejaba de ver a su padre masturbarse, lo que les excitaba por qué tenían el boxer a reventar.
Me retiré de la habitación antes de venirme, me regresé a mi cuarto y en cuanto pude terminé con el trabajo pero ahora sabiendo que probablemente me iba a masturbar de cualquier manera, empecé a hacer una mayor cantidad de ruidos y movimientos para bastante y se den cuenta de cómo me escucho masturbar, me excitaba de cierta forma pensar que ellos me estaban escuchando.
Al día siguiente, me pasé por la casa en desnudo, les cocine el desayuno y continué haciendo mis labores desnudos, callo la noche y empezamos a ver una película, sin querer queriendo o con el propósito. Mis hijos se sentaron donde mismo dejando el huevo libre para quedar en medio de los dos.
En la película que estábamos viendo apareció una escena muy subida de todo que no pude evitar no excitarme, y como estaba desnudo se me veía completamente, fingí que no pasaba nada y empecé a mover el pene con movimientos para desencapuchar la cabeza y sobre todo llamar la atención de mis hijos, esto éxito a mis hijos porque estaban a full viéndome la verga. Lo que rápidamente quise solucionar, tomándoles con las manos sus penes.
Julián se asustó pero Damián no le dio la importancia a tal punto que se abrió más de piernas para tener una mayor cobertura de su pene, por lo que me enfoqué más en el pene de Damián, se quitó el boxer y empecé a masturbarlo, mientras Julián solo observaba como su papá masturbaba a su hermano. Dejé a Damián sin terminar y me retiré a mi habitación.
Ya a media noche siento como que alguien entra a mi habitación pero fingi estar dormido, eran estos dos cabrones. Yo estaba dormido desnudo, Damián se puso frente a mí y Julián en la otra orilla de la cama, los dos ya desnudos. No sé de dónde les salió la sin vergüenza de ponerse desnudo juntos y sobre todo el valor que tuvieron de meterse en la cama de su papá desnudos,
Empecé a sentir unos moviéndose de parte de Julián mientras se masturbaba, en cambio a Damián, sentía su respiración en mi pubis, el sin pensarlo. Me empezó a chupar el pene, yo solo tenía que fingir y no hacer ningún ruido para no incomodarlos.
Julián se durmió y Damián se subió, se puso de espaldas, poniendo sus nalgas justo en mi pene atrapándolo, se empezó a mover para que empiece a penetrarlo. Lo que hice lo dejo helado, lo tomé de la cadera y lo ensarté, rápidamente me lo monté arriba de mí y lo puse a saltar, así por unos 10 minutos, lo bajé al suelo y como perrito lo empecé a embestir, en ningún momento hizo ningún ruido aparte de sus gemidos callados. Terminé dentro de él, jamás había experimentado tanta excitación como esa vez. Nos dormimos abrazados.
Al día ninguno comentó nada, pero los tres nos la pasamos desnudos, ya que mi esposa avisó que no llegaría hasta el próximo fin de semana. Cuando estábamos desayunando Damián bajó la mesa de cristal me la empezó a mamar, lo cual ya no me preocupaba porque era muy evidente que Julián no nos haya visto durante nuestra sesión nocturna, lo tuve pegado ahí por 10 minutos, estaba nada de venirme, pero vi a Julián y le pregunté si quería intentar.
Lo cual aceptó y sin pensarlo, tenía a mis dos hijos debajo de la mesa chupándole la verga su propio padre, mientras Damián se jalaba el pene viendo como me venía en la cara de su hermano.
Damián con una cara de perrito triste me pidió si él me podría penetrar a lo que accedí, mientras se preparaban yo les pedí que esto quedara en secreto ante todo mundo, accedieron. Rápidamente me puse en cuatro y como de un perro se trataba, Damián me pegó unas embestidas por unos 10 minutos antes de venirse, salió de mí y me puso su verga en mi boca, poniéndome en una posición de sumisión, mientras Julián me empezaba a penetrar.
Me tragué el semen ee Damián y rápidamente con fuerza bruta sometí a Damián y empecé a follarmelo con más energía y coraje, mientras tenía la verga de su hermano, me vine dentro de él con 5 chorros grandes. Justo al mismo tiempo que Jualian.
Nadie habló de esa noche pero a día de hoy seguimos haciéndolo de ves en cuando.
Como sigue?
Justo hoy voy a escribir una de esas experiencias que he tenido con mi hijo Damian, normalmente tarda 3 días en publicarse por si te quieres dar una vuelta luego
Excelente relato.