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Gays

Educando a un pervertido singular. capitulo 1: Mateo

Esta es una historia vieja sobre como un niño de 10 años puede saber mas que alguien mayor. Esta historia no es mía, no he podido encontrarla en otro sitio así que vine a compartirla aunque este incompleta.

Aqui vamos en mi van, yo sé, clásico, un pervertido como yo manejando una van, pero no nos adelantemos, no es una van blanca toda descuidada y de carga, y tampoco tiene un rótulo de dulces gratis, de hecho es una mini-van, un vehículo familiar del que me jacto de cuidar muy bien, siempre limpia, siempre oliendo fresco, vidrios entintados, lo mas oscuro permitido en la parte posterior, los asientos de atrás se hunden en el piso hasta formar un buen espacio de carga si es necesario; Oyendo un poco de bachata, esa música que hasta un par de años no me gustaba pero que he venido a cogerle gusto, sus letras insinuantes se acoplan muy bien a muchas de nuestras situaciones, ¿nuestras dije? ah si, se me olvidaba decir que no voy sólo en el vehículo, mirando por la ventana sentado junto a mí va niño, no, no es un nombre propio, obviamente es un apelativo, uno que uso con él y sólo con él cuando estamos solos, se llama Mateo, un hermoso ejemplar de 10 años que se ha convertido en mi sombra desde hace unos meses y al que he ensombrecido en más de un aspecto, tez blanca, ojos verdes, pestañas grandes y curvas, mirada de conejito asustado, cabello oscuro y medio largo, una hermosa nariz y unos labios pequeños y carnosos, ve por la ventana pero sé que no está fijándose en lo que sucede afuera, su mirada esta como perdida en algún lugar del paisaje, sonrío pues puedo ver su ansiedad, tiene las manos juntas frente a su pantaloneta deportiva, agarrándose y halándose los pequeños dedos en anticipación a nuestro destino, puedo ver sus hombros, y su delgado cuello, viste una camiseta sin mangas y con los agujeros donde éstas ultimas deberían estar llegando hasta medio torso, adoro su piel, siempre tan suave y tan fácilmente excitable; Para completar su traje solo viste unas sandalias de cuero en unos hermosos piecitos que he besado mas de mil veces, se ve tan pequeño por el tipo de ropa que lleva y al mismo tiempo tan «comestible» que cuesta mucho poner atención en la carretera.

Y ¿Cómo demonios pusiste tus manos en semejante belleza? seguramente se han de preguntar, bueno, como las mejores cosas en la vida, llegó sin andarlo buscando, así de simple. Me tocó moverme por trabajo a otra ciudad, necesitaba encontrar un lugar lo más pronto posible, así que sin mucho de dónde escoger terminé viviendo en un vecindario viejo y no de muy buena seguridad, no lo que diríamos un lugar terrible pero la poca iluminación de las calles, la cantidad de adultos en la zona y la ausencia de familias jóvenes, hacían del lugar un desierto luego del ocaso, alguno que otro ancianito caminando sus mascotas, sin recoger las porquerías, disculpe usted, pero muy desolado en general, parecería que hasta la municipalidad había olvidado aquel barrio, con dos enormes parques muy descuidados y muy mal iluminados aquel lugar era lúgubre para vivir, pero bueno, la renta es super baja, vivo en una casa muy grande dividida en dos, separadas las dos construcciones que olvidas fácilmente que son la misma vivienda, tengo mi propia entrada al otro lado de la cuadra, en la calle trasera de las demás casas, espacio para parquear dos vehículos y toda la privacidad del mundo ya que mi arrendataria padece de las varices, por lo cual sus salidas fuera de la casa son escasas y contadas.

Dos meses atrás, la única familiar de la señora que me alquila cayó en una redada policial acusada de narcotráfico, ví la noticia en la TV, sin prestar la mínima importancia ya que muchas veces enciendo las noticias solo para tener sonido de fondo mientras hago mis cosas, el día siguiente para mi sorpresa, la señora María (la señora que me alquila la casa) vino a tocar a mi puerta, mi primer pensamiento fue que el banco había cometido un error en la transferencia y que su cuenta no reflejaba la transacción de la renta, sin embargo los motivos eran muy distintos, sin entrar en la conversación total, su hija era quien había salido en TV la noche anterior y quería saber si podía llevarla a hacer unas diligencias al respecto, ella sabe que mis días libres son Martes y Miércoles así que se tomó el riesgo; haciendo la historia corta, Sandra, su hija y quien ahora estaba en prisión, tenia un hijo de 10 años, quien al no tener mas relativos vivos o registrados pasaría a la orden del estado para ser puesto en algún orfanato, dado en adopción o algo similar, la preocupación de María era la criatura, ya que como nos había hecho saber el abogado, las pruebas en el caso eran sumamente fuertes, era la segunda convicción para Sandra y la sentencia sería algo entre 8 y 12 años; Ella fue presentada como la abuela del niño por el abogado, no pasaron más que unas horas y luego de presentar todas las constancias de nacimiento, le fue entregado una cosita que difícilmente parecía un niño, sumamente dócil y obediente, nunca mirando a los ojos de los adultos, parecía comprender que sus opciones eran limitadas, o un orfanato o su enferma abuela que solo había visto unas cuantas veces en su vida. Así llego Mateo a nuestras vidas.

Corrían mi tiempo y solicitando las vacaciones que tanto se me debían me dedique a apoyar a María que con su impedimento físico le era muy difícil adaptarse al chiquillo, Mateo rara vez hablaba, asentía con la cabeza cuando se le hablaba y parecía siempre absorto en sus pensamientos, mas de una vez María se vio desesperada por esta actitud nada normal en un crío de 10 años, vaciamos las segunda habitación de la casa de María y la adaptamos con una cama individual, un armario para las cosas de Mateo y unos cuantos juguetes que recuperamos de la casa que compartía con Sandra, su madre; Nada parecía hacerlo feliz o sonreír, supuse en un momento que era la situación que pasaba lo que lo tenía deprimido, así que comencé a tratar de distraerlo, pedí permiso a María para llevarlo al Parque Acuático a las aferras de la ciudad a lo que ella accedió con la esperanza que eso le diera nuevos brillos a esa depresión ambulante que era su nieto.

El día acordado, un viernes ya que yo aún seguía de vacaciones y no quería pasar un fin de semana entre largas colas de gente tratando de usar las facilidades, salimos luego que María nos diera un suculento desayuno y bajo mil recomendaciones de cuidado y demás, llegamos justo cuando abrían el lugar, jóvenes con aún cara de sueño a buenas 10 de la mañana nos vendieron las entradas, y nos mostraron el camino a los vestideros, luego de la taquilla pasábamos una serie de arboles y  quedábamos en vista directa a todo el parque, era un caleidoscopio de colores, toboganes amarillos, rojos y azules, banderas de colores ondeando en casi todos ellos, un río artificial y junto a cada atracción, pilas de flotadores de varios tipos, de acuerdo al tipo de tobogán; Fue la primera vez que vi sonreír a Mateo, su carita se había iluminado y sus grandes ojos verdes estaban de par en par, me volvió a ver con esa sonrisa y mientras sujetaba su toalla y su calzoneta de baño con una mano, con la otra tomó mi mano libre y literalmente me arrastró todo el camino hasta los vestidores.

Una vez allí, teníamos todo el lugar para nosotros solos, siendo los primeros en llegar decidí tomar unos casilleros cerca de las duchas, de esta forma, no tendríamos que ir muy lejos por nuestras cosas, los vestidores eran en forma de «L» por lo que las duchas estaban hasta el fondo de la construcción, eran duchas comunales no habían divisiones o cortinas sino una larga hilera de 7 u 8 duchas una tras otra, por inercia comencé a desvestirme notando que Mateo había perdido su sonrisa y ahora mostraba una mirada interesada pero de reojo, no soy un adonis ni un jovencito pero a mis 27 años, 1.70 de altura y 75 kg no me veo tan acabado, un decente par de gónadas y un miembro de 17 cm cuando emocionado, realmente me veo por las mañanas y digo mi mantra: «no estoy mal para mi edad, honestamente podría estar peor», en serio lo hago, como dicen por allí es para masturbarme la mente.

En fin, intencionalmente para ver su reacción, quedé completamente desnudo frente a él, haciendo como si buscaba mi pantaloneta de baño en mi maleta, el estaba allí sentado en la banca frente a los casilleros con su toalla y su calzoneta de baño junto a él y viéndome de reojo, sacándolo de su estupor o su vergüenza, como sea

le dije:

 

-No te vas a cambiar?

 

Casi dio un brinco cuando le hablé directamente y un suave color rojo comenzó a subirle por el rostro, como me gusta este niño pensé.

 

– Cuando te cambies, te tienes que dar una ducha rápida para quitarte el olor a cama

 

Esto lo hizo sonreir, pero seguía sin hablar, hasta ese día, su interacción conmigo habían sido simples movimientos de cabeza, algún que otro buenos días, buenas tardes o buenas noches y una que otra respuesta afirmativa o negativa dicha en voz tan baja que casi era una suposición el que la hubiera dicho.

– Esta bien – Rayos, ahora su voz sonaba un poco mas fuerte o sería por el eco del lugar vacio.

Terminé de ponerme mi pantaloneta y me senté, era mi turno de echar un vistazo a eso que todo el tiempo andaba super cubierto de ropa, incluso en el calor en el que estabamos por esta época del año, se quitó su camisa de mangas largas y la doblo sobre la banca, sus mejillas ahora mostraban un hermoso color rojo, sabía que lo estaba viendo, sabía que estaba pendiente de sus movimientos, me miró, sonrio nuevamente y miro al suelo, se sentó en la banca desatando sus zapatos y quitandoselos junto a sus calcetines, mientras yo admiraba su torso, era delgado, suficiente para tener esas lineas en su estómago pero sin serlo mucho como para contar sus costillas, tenía de hecho un impresionante cuerpo para su edad, parecía como si hubiese hecho ejercicio antes, algo que debería preguntar mas adelante, una vez que guardó sus calcetines dentro de sus zapatos los colocó junto a su camiza en la banca, y procedió a quitarse sus pantalones, no sin antes darme otra mirada, una sonrisa mas y un tono mas de rojo en sus mejillas, previendo que se arrepintiera a ultimo momento procedi a coger uno de los casilleros grandes, coloque mi maletin dentro, junto con mis zapatos y sus zapatos, su camisa y su toalla, dejándo solo su calzoneta de baño en la banca, de esta forma, si quería utilizar su toalla para desnudarse por completo no sería capaz, quería verlo, esperé con la puerta abierta del casillero a que me diera sus pantalones y con algo de nerviosismo se dio cuenta que solo esperaba sus calzoncillos para cerrar la puerta, me volvió a ver con ojos grandes y otra sonrisa, esta vez un poco mas nerviosa se le dibujó en el rostro.

– Apresurate, tengo ganas de entrar en el agua ya! dame los chones que al final tu ya me viste, da igual si te veo yo

Esto le saco otra sonrisa, y se bajo los calzoncillos dándomelos, los cuales puse en el compartimiento y los cerré, halando la llave que me prendí en mi pantaloneta de baño; Mateo estaba completamente desnudo ante mi, sus brazos abrazando sus hombros, sus hombros en alto, su cabeza un poco baja pero sus ojos verdes mirándome, como expectante, quería que lo viera, quería que lo apreciara como él lo había hecho conmigo.

 

– Apresúrate cabezotas que para cuando estés listo estarán cerrando el parque – esto lo sacó de su concentración y un poco decepcionado cogió su pantaloneta de baño blanca y sin doblar las rodillas comenzó a ponérsela, fue cuando le vi ese descomunal pedazo de carne en su posterior, super blanco, super voluptuoso, super tentador, y sin pensarlo, sin meditarlo mi mano se vio viajando a esos melones para darle una suave palmada – Apresúrate culón – su reacción fue super graciosa, salto asustado, sus ojos grandes y verdes abiertos de par en par y luego de verme un par de segundos, una sonrisa pícara y deliciosa se dibujó en su rostro y por primera vez le escuche reír, fue una corta risa, pero una risa ni más ni menos, sonaba como un ángel, se miraba como un ángel, tenía que probar este ángel.

100 Lecturas/27 mayo, 2025/3 Comentarios/por Arcan1298
Etiquetas: abuela, baño, culo, hija, hijo, madre, mayor, vacaciones
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3 comentarios
  1. barcelona22 Dice:
    28 mayo, 2025 en 3:23 am

    gran relato con ganas de leer como sigue

    Accede para responder
  2. javixp90 Dice:
    28 mayo, 2025 en 6:25 am

    Como sigue?

    Accede para responder
  3. Do-Dohe Dice:
    28 mayo, 2025 en 7:45 am

    Excelente relato. Como sigue? necesito mas.

    Accede para responder

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