ÉL 13 y yo casi 18 en su primera vez.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola a todos en la comunidad, este es un relato un poco antiguo pero debido a una situación futura que estoy por hacer se me hizo muy interesante recordar este relato y además compartirlo con ustedes.
Todo sucedió hace más o menos 4 años mientras cursaba el 5 semestre de preparatoria, en ese entonces teníamos que hacer el servicio social como requisito para graduarse, así que dos de mis compañeros y yo decidimos hacerlo en la secundaria en la que habíamos estudiado.
Ya que la secundaria quedaba en la misma avenida donde estaba nuestra prepa fue muy fácil acordarlo.
Durante los primeros días mis deberes eran checar a los alumnos para que entraran a tiempo a la escuela, que su uniforme estuviera completo y cosas asi.
Fue así como conocí a un niño de primer año, de 13 años bajito (obviamente para su edad), bastante apuesto, pues tenia un rostro que le hacia parecer mas grande y uno creería que era ms grande pero su estatura lo delataba.
Solo recordar su angelical y jovenzuelo rostro con esa sonrisa de niño me estremezco.
En ese entonces yo tenía 17 años, media 1.70, pesaba unos sesenta y tantos kilos y debo decir que jamás he ido al gimnasio, pero siempre he gozado de un cuerpo algo atlético, no me considero guapo, pero tampoco feo, es decir tengo lo mío.
Poco tiempo después de vernos solamente a la hora de entrada comenzamos a saludarnos cada vez que nos veíamos, para ese entonces yo ya podía sentir una atracción más que de gusto por él, no podía evitar verle esas bien formaditas nalgas cada vez que pasaba por el portón de la entrada.
Podía también ver que la razón por la que él se llevaba conmigo no solo era amistosa.
Un día mientras estaba justo en el portón de la escuela como todos los días el llego porque esperaba a un compañero que había salido a comprar.
Comenzamos una platica de como estas y cosas así, ese día me supe su nombre; Víctor.
El solo hecho de hablar con él y saber su nombre ya me había excitado y puesto nervioso.
Como su compañero no llegaba la plática se había alargado y cuando por fin Víctor diviso a su compañero le dije que si quería continuar la platica en whats app.
Lo había dicho casi por instinto, sabía que él no se acercaba a mi solo por amistad, sentía en su actitud junto a mi y su sonrisa nerviosa algo más, un interés amoroso entre dos jóvenes.
Ese mismo día al llegar a casa ya tarde, le envié un mensaje de “Hola, ¿Cómo estás?”, me respondió unos minutos después y nuestra conversación fue mas la de dos amigos que otra cosa, algunas sobre la escuela y los maestros.
Durante días las conversaciones no eran muy trascendentales, hasta que me decidí y me arriesgo a enviarle un emoticón de besos cuando me despedí.
Creo que a partir de ese momento todo cambio entre nosotros, las conversaciones se hacían con emoticones y palabras más directas, prácticamente demostrábamos la tracción que sentíamos el uno por el otro.
Después de 2 semanas decidí arriesgarme aun mas y declararle a Víctor lo que sentía por él.
Para ese entonces yo ya tenia algo de experiencia con otras parejas así que obviamente lo que mas deseaba de el era sentir su pequeño cuerpo siendo penetrado por todo mi ser, me imaginaba a Víctor galopando toda mi hombría con esas nalgas ricas y paraditas, pero también quería que el sintiera y recordara su primera relación con el gusto de haberla disfrutado bien.
La diferencia de edades era considerable, yo proto cumpliría 18 años y Víctor apenas cursaba el primer año de secundaria con 13 años, pero eso no me importaba, quería hacerle sentir lo que es la excitación del sexo y el placer que provoca estar con un hombre, así que una tarde cuando me lo encontré en los videojuegos que estaban en la misma avenida de la escuela ,me acerque a el y le dije que me gustaba mucho y que quería darle un beso, reacciono muy nervioso y asustado, sabia que esta esa su primera experiencia gay así que trataría de hacerlo lo mas directamente posible.
Acordamos vernos en la tarde cerca de la prepa donde estudiaba y yo saldría a verlo.
Cuando salí de la escuela para buscarlo estaba casi enfrente de mí, llevaba una camisa tipo polo roja, jeans azules y tenis también azules, Dios se veía tan lindo que sonreí solo al verlo ahí sentado esperando por mí con ese rostro angelical.
Lo salude y nos dirigimos a una privada que estaba a la vuelta de la esquina cuando estábamos completamente solos lo recargue contra la pared, Víctor estaba sudando de los nervios, temblando por la emoción y el miedo, yo estaba enfrente de él, un pino nos tapaba de la vista de curios, lo tome de los hombros y como el media como 1.50, me agache lentamente a sus labios, cuando nuestros rostros se juntaron podía ver algunas gotas de sudor en su frente, su aroma a niño me inundaba sus ojos se cerraban y cuando nuestros labios se juntaron sentí su calor, su suavidad, su sabor, todo de el se expresaba en sus torpes pero tiernos movimientos mientras nuestros labios se mojaban de saliva.
Lo acerque más a mí y baje mis manos por sus brazos y su espalda, su piel era tan suave y tersa, su espalda tan delicada.
Una gran erección se aprisionaba en mi pantalón y unas gotas de precum escurrían por mi verga, me sentía tan excitado que quería voltearlo y penetrarlo ahí mismo, pero tenia que hacerlo bien, tenia que hacer sentir a Víctor el verdadero placer del sexo.
Esa noche le dije que ese beso había sido increíble y que quería estar con el de todas las formas posibles, Víctor me dijo que el también pero que no sabia nada de estar con un hombre así que me pidió que no fuera rudo, me dijo que el fin de semana sus padres salían a una fiesta y estaría solo todo el día.
Quedamos en vernos temprano y ese día lo trate como un príncipe, lo invite a desayunar y luego vimos una película en el cine, nos tomamos de la mano toda la función y le di uno que otro ocasional beso.
Ya por la tarde nos dirigimos a su casa, entramos en su cuarto, lo tumbé en la cama y comencé a besarlo.
Me detuve solo un momento para decirlo lo que quería hacer, Víctor me dijo que nos estaba muy seguro porque sabía que eso dolería, y yo le dije que no tuviera miedo, será muy gentil y si él no quería nos detendríamos.
En la mochila que llevaba saque lubricante y unos condones pues quería hacerlo sentir seguro, me senté en su cama y le pedí que se parara enfrente de mí, entonces le dije que si podía desvestirse.
Con una mueca entre risa y miedo acepto muy tiernamente, se quito la camisa azul que llevaba; pude ver su torso, su pecho, su delicioso cuerpo de niño adolescente.
Mi respiración ya estaba agitada, mi verga estaba tan dura que me costaba trabajo mantenerla en mi pantalón, el solo hecho de ver el elástico rojo de sus calzoncillos me prendió como nunca, entonces se quitó el cinturón, tomo sus jeans para comenzar a quitárselos y yo no podía creerlo, ese niño hermoso, sexi y sumamente guapo estaba desvistiéndose enfrente de mí.
Cuando sus pantalones estaban por fin en el suelo y lo miré casi desnudo pude notar su erección tratando de salir de esos calzoncillos.
Nerviosamente trataba de taparla con sus manos, pero me pare junto a él t comencé a besarlo una vez más, lo derrumbe en la cama con todo mi peso, me quite la camisa y me dirigí a su cuello, lo devoraba con desdén mientras sentía su pequeño cuerpo debajo del mío.
Me baje los pantalones con todo y bóxer y tome una de sus piernas, eran perfectas blancas y suaves, con algo de bello apenas creciendo.
Comencé a besarlas hasta casi llegar a su ingle y con cada beso Víctor vibraba de placer.
No podía aguantar más así que le bajé su ropa interior y de un salto pude ver su verga adolescente, de unos 13 cm (que obviamente representaba su edad).
Sin pensarlo la metí en mi boca y comencé a chuparla, es raro decirlo, pero su sabor era el de un niño con unos bellos poblado la zona de sus testículos.
Unos minutos después sentí como sus arcadas anunciaban su eyaculación, así que me detuve y le dije que comenzaría.
Lo puse boca abajo y obtuve la vista más gloriosa que pude imaginar, sus perfectas nalgas paraditas y rosadas, las abrí y me dispuse saborear su rosado ano por completo.
Cada lengüetazo hacia que gimiera profundamente, le metía la lengua casi hasta la mitad, mordía y nalgueaba ese perfecto trasero de niño.
Entonces comencé a meterle un dedo, tomé algo de lubricante y seguí con dos.
Cuando supe que era hora mi verga escurría de precum, palpitaba y me dolían los testículos solo de pensar lo que venía.
Subí hasta su espalada y le dije que sin estaba listo para ser penetrado y me dijo que sí.
El escuchar su voz en ese momento aceptando mi ser dentro del suyo me hizo perder la razón y tomé lo más rápido posible un condón, me lo puse y también algo de lubricante, y por fin comencé acercando a punta de, i verga a su ano, sentir ese calor me enloqueció y lo metí aún más mientras Víctor gemía un poco de dolor.
Cuando iba a la mitad ya estaba muy acelerado queriendo entrar por completo en sus cavidades, pero en ese momento Víctor me pidió que parara deteniéndome con su mano, luego de un momento para que se acostumbrara a mí.
Luego de un minuto seguí adentrándome lentamente hasta que por fin toda mi verga estaba dentro de él.
Su ano estaba tan tibio y apretado que no resistí más e inmediatamente lo puse en cuatro y comencé a darle embestidas muy duras.
Víctor gemía con cada embestida y veía en su rostro que le dolía pero que también lo disfrutaba ya que se estaba masturbando mientras me lo cogía.
Después de unos 3 minutos me dejé caer sobre él y seguí dándole mientras mesaba su mejilla, para ese entonces Víctor estaba perdido de placer con mi verga enterrada en su ano.
Otros 3 minutos después lo puse en el filo de la cama, me puse sus deliciosas piernas en mis hombros y volví a meterle mi verga hasta adentro, la posición me daba una mejor penetración así que aumenté el ritmo y la fuerza, estaba como loco cogiéndome a ese niño.
Me detenía para ver su pequeño cuerpo vibrando con cada envestida que le daba, podía ver su rostro gimiendo y gritando de placer, sus manos apretando las sabanas y sentía como sus pies se retorcían en mis hombros, hasta que no aguante más y justo cuando sentía que me venía podía ver un choro de semen que brincaba de la verga de Víctor mientras descontroladamente gritaba por el orgasmo que estaba experimentando.
Su respiración estaba muy agitada, se había venido sin siquiera tocarse y eso provoco que casi sin darme cuenta estaba eyaculando dentro de él.
Dios¡¡¡¡, mi cuerpo se convulsionaba y no podía respirar, me retorcía del placer y no podía dejar de echar chorros de semen.
No había sentido tal placer y tal orgasmo hasta ese momento, me derrumbe sobre Víctor y ambos estábamos exhaustos y sudorosos.
Víctor aún seguía gimiendo mientras recuperaba el aliento y podía sentir en mi estomago su semen mezclados con mi sudor, tome un poco con mis dedos y los lleve a mi boca, era un sabor algo dulce, me encanto tanto que lo compartí con Víctor con otro beso.
El ver su rostro de niño con sus labios llenos de semen y estando ahí desnudo conmigo me hizo sentir en efecto grandioso, aun no puedo describir lo que sentía en ese momento, tomé su mejilla y le di otro beso y fue así como esa tarde termino.
Gracias a todos de ante mano, me disculpo por lo largo del relato, pero me gusta describir las cosas.
La razón de la situación futura que estoy por vivir es que viajare a la ciudad donde conocí a Víctor y después de estos años y de los asares des destino que nos separaron, volveremos a estar juntos por un momento.
Háganme saber si les gusto el relato y quieres que también escriba mi próximo encuentro con Víctor.
Wow me ha encantado tu relato espero escribas más y me encantaría conocerte
Muy buen relato, agregame a tlg para conversar, en mi perfil lo encuentras.
como continua