El americanito del intercambio estudiantil, resultó ser también mariconcito.
Un estudiante de intercambio, procedente de los Estados Unidos, durante una visita a la estancia de la familia que lo recibió, bebió tanto, que al perder todo en un juego de naipes, aceptó vestirse de mujer y ser tratado como una, por lo que termino de darles su culo a todos. .
El americanito del intercambio estudiantil, resultó ser también mariconcito.
Cuando mi hermana se fue de viaje por intercambio estudiantil, la verdad es que ni atención le puse al compromiso que hicieron los viejos, de recibir a un estudiante en la casa, durante un cierto tiempo.
Hasta que, al poco tiempo al regresar de la universidad, me encontré a un chico que me pareció más joven que yo, sentado en la sala, charlando con mis padres, resultó ser el estudiante intercambio de los Estados Unidos.
Resulta él en realidad es varios años mayor que yo, delgado, de baja estatura, rubio, de cabello bastante abundante y largo, además de que sus facciones me parecieron algo femeninas.
El estudiante se defendía bastante bien hablando español, durante varias semanas apenas y nos veíamos, y casi no nos hablábamos, hasta que a mi viejo se le ocurrió, la gran idea, de que lo llevase a pasar el fin de semana largo, a la estancia de la familia.
Lo cierto es que como me encanta ir, para encontrarme con una que decía ser mi novia, y varios de mis amigos.
El americanito por su parte, al parecer le agradó la idea, al llegar a la finca me enteré de que mi supuesta novia se encontraba embarazada, y se había fugado con el administrador de una estancia vecina, por suerte para mí, pensé yo.
Desde que llegamos nos reunimos con mis amigos, y comencé a beber, mientras que el americanito de manera muy calmada se limitaba a vernos bebiendo.
Por lo que le invitamos un trago, al principio se negó, pero mis amigos y yo insistimos tanto que el americano, finalmente aceptó.
Ya comenzaba a caer la noche, y uno de mis amigos sacó un paquete de cartas, y nos pusimos a jugar, después de explicarle el juego al estudiante de intercambio, él dijo que había entendido y comenzamos a jugar.
No es que yo sea un tahúr, pero me defiendo en eso de las cartas, en cambio nuestro huésped aparte de que se emborrachó bien rápido perdió todo de igual forma.
Hasta que se quedó sin nada de dinero, y por joder uno de los chicos le dijo que podía apostar la ropa, si quería seguir jugando.
Él aceptó, y al poco rato ya se encontraba prácticamente desnudo, fue cuando en una de esas se levantó a buscar otro trago, que uno de mis amigos, nos comentó que el americanito, con ese cabello largo, y sus paraditas nalgas, de espalda parecía una verdadera chica.
Cuando regresó, terminó por apostar lo poco que tenía puesto, y de la manera más tonta perdió.
En esos momentos por joder nada más le dije que si quería seguir jugando, lo podía hacer, solo que si perdía se vestiría de mujer, y actuaría como una por el resto de la noche.
Para nuestra sorpresa él por lo borracho que estaba, aceptó, y desde luego que volvió a perder, y sin que hiciera falta recordarle que debía hacer, en un tono de voz afeminado me preguntó por la ropa que debía ponerse.
A mí solo se me ocurrió llevarlo al cuarto de mi hermana a ver que podía encontrar, cuando regresó a la mesa, de no ser porque sabíamos que era él, fácilmente hubiera jurado que se trataba de alguna chica.
Se había puesto un viejo y corto vestido de mi hermana, sus zapatos y su ropa íntima, es más hasta se maquilló, y peinó tal como si fuera realmente una chica.
En esos momentos uno de mis amigos, lo invitó a bailar, por pasar el rato, pero a medida que bailaban me di cuenta de que el americanito, como que se sentía de lo más a gusto con todo lo que estaba haciendo.
Así que la siguiente pieza fui yo quien lo sacó a bailar, y lo primero que hice fue colocar una de mis manos sobre sus paradas nalguitas.
Mientras que él en lugar de incomodarse se sonrió seductoramente, todos seguimos bebiendo, y lo que deseábamos era darle por el culo al americanito, ya que al parecer no le importaba que lo siguiéramos tratando como a una mujer.
Por lo que se dejaba tocar por todas partes, en especial sus nalgas, y cuando comenzamos a mordisquear su cuello, pareció gustarle tanto, que no se opuso a que continuásemos.
Lo cierto es que yo no fui el primero en pedirle el culo, ya que uno de mis amigos se me había adelantado, pero apenas vi que sin vergüenza alguna se recostó sobre el sofá, y se subió la falda del vestido mostrando sus paradas nalgas.
Me coloqué frente a su cara con mi verga por fuera, mientras que uno de los chicos, le bajó los pantis, y sin miramiento alguno, le enterraba toda su verga por el culo.
Medio acerqué mi verga a su boca, y casi de inmediato se dedicó a mamar, durante el resto de la noche y gran parte de la madrugada, todos y cada uno de mis amigos y yo, le dimos por el culo al americanito, cuando no era que divinamente nos mamaba la verga.
Él chillaba como toda una puta, pero de placer, durante el resto del fin de semana, y sin necesidad de emborracharlo mis amigos y yo estuvimos comiéndole el culo al americanito, quien chillaba y gemía como una verdadera puta, moviendo sus paradas nalgas restregándolas contra nuestros cuerpos.
Al regresar a casa, nuestro invitado se portó como si nada hubiera sucedido el fin de semana, pero durante algunas noches, o yo lo sorprendía a él o el a mí metiéndose en mi cama y poniéndose a mamar mi verga, y dándome el culo cual si fuera toda una puta.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!