EL AMIGO DE MI JEFE
De como el amigo del dueño de la tienda donde trabajaba me cogió a mis 15 años.
Tengo 59 años, soy bisexual, desarrollé el gusto por tener sexo con hombres gracias a mi medio hermano, quien por medio de sus tocasiones y de sus intentos por penetrarme logró generar en mi el deseo de tener sexo con hombres a corta edad, si embargo no fue mi medio hermano el que me desvirgó de mi culo, sino un guardia de una fábrica, no obstante, después de eso, logré que mi medio hermano me penetrara y sacarnos ese gustito pendiente.
Tenia 15 años y durante el verano entre a trabajar en una tienda en donde vendían ropa para niños, el dueño era un señor de unos 45 años y que tenía muchos amigos que llegaban a compartir con él a la tienda, entre don Rubén, yo en ese trabajo hacía cosas menores, como hacer aseo y ordenar, compartía ese trabajo con otros chicos de mi edad pero bastantes mas desarrollados que yo, esto porque tuve crecimiento tardío, recién a los 15 comencé a desarrollarme y me comenzó a salir bello en los genitales, era prácticamente lampiño, delgado, pero con un trasero redondito.
Don Rubén siempre hacía bromas con el dueño de la tienda, un día reían mucho y morboseaban, en un momento en que solo estábamos los tres en la tienda le decía al dueño, ¿oye, estos chicos ya emplumaron o no?, eso en relación a los que trabajábamos ahí, el dueño de la tienda respondió, los otros sí, este no sé, refiriéndose a mi, don Rubén me miró con cierto morbo y me preguntó, ¿oye muchacho quieres ir a mi casa a ayudarme a ordenar?, me quedé en silencio sin saber que decir, te pagaré bien me dijo, bueno señalé, acordamos en la tarde del día siguiente, era sábado y no trabajaría en la tienda, un dinero extra no me vendría mal.
Llegó el sábado y fui a la dirección que don Rubén me había dado, cuando llegué iba saliendo su esposa de la casa, una mujer grande y muy gorda, don Rubén era mas bien de contextura normal, vivían solos y salude a ambos, él le señaló a su esposa que ordenaríamos un poco su oficina, ella dijo que estaba bien y que estaría de regreso en un par de horas.
Todo transcurrió normal, limpiamos y eliminamos cosas que no servían, al finalizar nos refrescamos y nos quitamos las camisas, sudábamos un poco, yo además llevaba shorts, pantalones cortos deportivos, al quitarme la camisa se me quedó mirando, pareces lampiño me dijo, algo avergonzado le dije que sí, no te puedo creer me dijo y sonrió, ¿me dejas verte desnudo?, me ruborice pero asentí, en verdad me comencé a excitar y una sensación de temor también me rodeaba, miró mi desnudez, vio que apenas tenía uno bellos incipientes en mis genitales, prácticamente lampiño, de piel blanca lo que quizás era mas atractivo para él, se acercó a mi, me hizo cariño en la cabeza, me abrazo paternalmente y bajó sus manos hacia mi trasero, sentí sus manos en mis nalgas, estaban calientes, no pude evitar comenzar a tener una erección, no hice nada, me dejé hacer, acariciaba mis nalgas y me decía que era muy lindo, tomo mi pene y me comenzó a masturbar muy lento, yo ya estaba a mil, bajó sus pantalones se desnudó y pude apreciar su verga erecta, de tamaño normal pero de linda forma, la tomé y comencé a hacer lo mismo que él, lo comencé a masturbar muy lentamente, ¿te gusta? Me preguntó, asentí con mi cabeza sin decir ni una palabra, ¿quieres besarla? Me dijo, no dije nada, solo me agaché y comencé a mamársela, lento y suave, el solo me hacía cariño en el cabello, yo disfrutaba mucho lo que hacía, vamos a la pieza me dijo, llevamos la ropa y se recostó de espalda, su verga apuntaba al techo, tenía él unos 50 años creo yo, seguí mamándola con deseo, la quería para mi, mi pene estaba erecto y votando liquido pre seminal, él solo me acariciaba el cabello con una mano y con la otra mi trasero, buscaba mi ano, comenzó de a poco a intentar meter un dedo ahí, se lo mojaba con saliba y lo comenzó a introducir, un dedo que entró con cierta facilidad pues me acomodé para eso, tomó mis piernas como para hacer un 69 pero lo que hizo fue introducir su lengua en mi ano, lo que me hizo sacar un gran suspiro, comencé a gemir de placer mientras tenía su verga en mi boca, ya nada me importaba, solo quería tener sexo, me movió hacia el costado, tomo su verga y la acomodó en la entrada de mi ano, la sentía dura, de a poco comenzó a empujar, lo hizo con suavidad, me avisas si te duele me dijo, de a poco sentí como entraba la cabeza de su verga, me dolió, me quejé y se quedó quieto un rato sin sacarla, volvió a empujar con suavidad, de a poco iba entrando, yo sentía un poco de dolor al principio, luego comencé a sentir el placer, yo empujé hacia atrás, el sintió eso como una señal de que estaba listo para meterla toda, así lo hizo, sentía sus bellos púbicos en mis nalgas, sus muslos chocando con los míos, se quedó quieto empujando como si quisiera meterla mas adentro, se movía pero sin sacarla, me besaba a ratos la espalda, de pronto se echo sobre mí, me besaba el cuello, comenzó el mete y saca suave, rico, sentía su sudor, yo habría mis piernas y movía mi culo para sentirlo mas y a la vez para darle mas placer, quería que me gozara, quería que sintiera que yo lo deseaba tanto como él a mi, se retorcía sobre mi espalda, movía sus caderas en todas las direcciones, gemía y decía, que rico culito, te estoy gozando mucho, eres muy rico me decía, ¿te gusta como te culeo? Me dijo, ésta vez respondí diciéndole que sí, que lo sentía muy rico, que gustaba mucho, estuvo así un buen rato, luego se salió, me dio vuelta, levantó mis piernas y las puso sobre su pecho, no alcazaban mis pies a llegar a sus hombros, puso de nuevo su verga con la mano en mi ano, lentamente me la metió, el miraba en espectáculo de como salía y entraba su verga de mi culo, yo intentaba ver también, me acarició el pene y bastó con eso para que yo eyaculara, me retorcí de placer, sentía que mi culo apretaba su verga en cada chorro de semen que salía de mi pene, eso lo volvió loco, comenzó a penetrarme con fuerza, a gemir, aumentó el ritmo, mi culo no ponía resistencia alguna, sonaba fuerte el golpe de sus muslos con mis nalgas, se bajó de la cama, me arrastro a la orilla y dejó caer su cuerpo sobre el mío, era un mete y saca con fuerza ahora, me miraba a los ojos y yo le devolvía la mirada con placer y deseo, aumento el ritmo, exclamo fuerte y sentí como su orgasmo me llenaba, fue una sensación exquisita, no quería que terminara, bombeo hasta quedarse quieto, con poco aire, se quedó ahí, de a poco comenzó a salirse de mi ano, se recostó de espalda de nuevo, su pene aún algo erecto reposaba sobre su panza, no pude evitar tomarlo, lo mamé, sentí el sabor de sus semen y me encantó, mientras lo hacía lo miraba y el acariciaba mi cabello, eres mejor que una puta me dijo, yo estaba extasiado, descansamos un poco, nos levantamos, fuimos a limpiarnos al baño, me vestí y me acompaño a la puerta, nos despedimos, nos juntamos otras veces, hasta que no tuve mas contacto con él porque regrese a mis clases y no volví a ir a la tienda.
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