El amigo de mi tio
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Buenas! Esto paso cuando tenía 14 años, en mi época éramos muy inocentes y en mi caso particularmente muy pavo.
Todo paso una noche que quede al cuidado de mi tío xq mis padres se iban a un casamiento fuera de la cuidad y yo no quería ir.
Le pidieron a mi tío que me cuide, el acepto sin ningún problema.
Mi tío Roman de 25 años, me avisó que como no salía a bailará esa noche, había invitado a su mejor amigo Claudio a que viniera para tomar unas copas, me pidió que no los moleste y que me durmiera temprano.
Yo muy obediente así lo hice.
Cómo a las 2 de la mañana me desperté para ir al baño, y cuando salí estaba Claudio esperando para entrar me dió charla y mientras hablábamos sin ningún problema saco su pija y se puso a mear, yo me puse muy incómodo e intente irme, pero me llamo y me preguntó que pasaba, note que seguia con su pija toda expuesta y semi eracta, pero agache la mirada y le dije que tenía sueño.
Se rió y me dijo que si me molestaba ver una pija de hombre, me hice el que no y me desafío que si era cierto se la tenía que tocar.
Le dije que si estaba loco que si me veía ibtio le iba a contar a mis papás.
Tomo mi mano y mientras la llevaba a sumpija me decía que mi tío estaba dormido de borracho.
Con mucha vergüenza se la empecé a tocar pero algo dentro mío me gustaba acariciar esa verga, y el lo noto, si ningún tipo de preámbulos, me llevo a la pieza de mi tío me bajo mi pijama y me dió una chupada de orto increíble, todo el tiempo me decía que si me gustaba sentir su lengua en mi culo, que si me metía la pija iba ser mucho mejor, me lo dijo tantas veces que le dije que quería sentir su pija, mi tremendo error, si bien entro con muy poca dificultad, lo mismo me dolió como si me prendieran fuego el culo, le decía que no quería, pero como estaba algo ebrio, eso no le importó, empezó despacio pero firme, no sé en qué momento se fue el dolor, sus besos y mordidas en mi espalda hacían que no estuviera pendiente del dolor, al darse cuenta que ya no le decía que no, se convirtió en un perro en celo que no paraba de bombearme, me decía que era una puta muy rica, que tenía un culo increíble, me preguntaba si me gustaba su pija, y como me cogia.
Yo me sentía en las nubes, no podía creer la cantidad de sensaciones que pasaban por mi cuerpo, hasta qué en un momento ya estaba muy cansado, me temblaban muchos las piernas, y el no se detenía.
Hasta qué largo un fuerte grito y cayó rendido encima mío, seguí besándome el cuello y la espalda.
Hasta qué escuchamos pasos y sentimos que nos dicen, que mierda están haciendo putos, Claudio se le fue la poca borrachera del susto y se levantó a calmar a mi tío, estaba sacado del enojo que le quería pegar, y el le decía todo el tiempo, tu sobrino me pidió ver mi verga y se me fue de las manos.
Escuché cómo mi tío lo echo de su casa y vino a la habitación.
Me abrazo y me pedía perdón por no cuidarme y dejar que ese hijo de mil puta me violara.
Yo solo lloraba de los nervios.
El me abrazaba y me hizo prometer que nunca le ibamos a contar a nadie lo que pasó esa noche.
Y fue un secreto que quedó entre los tres.
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