El baño de la estacion.
Comienzo de clases, después de unas vacaciones inolvidables con mi primo y mis amigos..
Comenzaron las clases, mis padres me habían anotado en el turno tarde, el encargado de cuidarme y llevarme al colegio era mi primo (el zorro cuidando el gallinero) El aprovechaba que estábamos solos en la casa a la mañana y a la tarde para saciarse por la mañana me calentaba bien, dejandome chuparle la pija y acariciándome el culo y a la tarde me cogia como me gustaba, puerteandome y acabándome adentro del culo.
Pero de un dia para otro el tuvo que volver a su Provincia, asi que yo iba al kiosco que mis padres tenian en la estacion de tren y alli esperaba la hora para ir al colegio.
La primer advertencia que me hicieron fue que no use el baño publico de la estacion y que no hable con extraños, por supuesto que no cumpli ninguna de las dos. Me escapaba a la plaza que estaba dentro del predio y me hamacaba y cada tanto me metia al baño, ansioso por ver las pijas de los tipos que meaban ahi. Tambien me percate que algunos hombres maduros y viejos me miraban cuando me hamacaba y se tocaban groseramente la verga y eso me excitaba muchisimo.
Pasaron los dias y era rutinario, salvo que lloviera, andar por todos los rincones de la estacion, la plaza y los baños. Ya algunos hombres no tenian problema en mostrarme descaradamente la pija, pero fue uno, el que mas me atraia, el que se animo a proponerme algo.
Esa tarde volvi del colegio y fui a la plaza, el estaba sentado en un banco fumando, de impecable traje oscuro y zapatos negros bien lustrados, cruzado de piernas y con una mano sobre la entrepierna, me subi a la hamaca bajo su atenta mirada y comence a columpiarme abriendo mis piernas indecentemente, su reacción fue inmediata, comenzo a mordisquearse los labios y a frotarse disimuladamente la pija, me clavo la mirada y se levanto, senti que era una invitación, encaro para el baño y yo fui tras el, mi corazón palpitaba a mil y sentia esas cosquillitas deliciosas en la panza.
Al entrar al baño me cruce con otro hombre que salia y le gustaba mostrarme la verga, el giro la cabeza como asegurándose que lo habia seguido, me acerque y saque mi pito para hacer que meaba, el se acariciaba la verga semi parada y me la ofrecia. Quede estupefacto al ver como se le iba poniendo cada vez mas larga y gorda en su mano. ¿Te gusta? me pregunto a media voz y sin darme tiempo a responderle me dijo: te gusta mirar nada mas, no tenes ganas de tocarla.
Si le conteste timidamente.
Pero acá no, es peligroso, me dijo mientras guardaba la pija.
Lo mire desconcertado y desilusionado.
Vamos a mi casa, me dijo, un ratito nada mas, asi estamos mas comodos y seguros. Vivo solo y es a una cuadra de aca. Vas a ver que te va a gustar.
Bueno le conteste, me acomode los pantalones mientras le decia que era por un ratito nada mas.
Salimos del baño y lo acompañe esa cuadra en silencio. Vivia en un departamento, subimos al ascensor y mientras el me sonreia no podia quitar la vista de la tremenda ereccion que exhibia.
Sus pasos retumbaban en el pasillo y hacian contrapunto con los latidos de mi corazon, abrio la puerta y me dio el paso, un agradable aroma a incienso que no olvide jamas, me embriagaron al entrar a su departamento, cerro la puerta y corrio las cortinas, me invito a sentarme en un sillon mientras se quitaba el saco y desanudaba la corbata, desde donde lo veia parecia gigante, su cara tostada, su sonrisa blanca, perfecta, se acerco mas a mi y otra vez podia ver su tremenda ereccion.
Tocala me dijo, en tono dulce pero imperativo.
Y comence a sobarle la verga por sobre el pantalon.
Se desabrocho el cinto como invitandome a que hiciera lo que seguia, que era bajarle el cierre de los pantalones y lo hice, se bajo los calzoncillos celestes de tela y dejo libre la hermosa verga, blanca, venuda y palpitante frente a mi.
Dale tocala, me dijo como un ruego y tomo mi mano y la llevo a su tronco, suspiro profundamente al sentir mis manos recorriéndolo, de inmediato bajo mas sus calzoncillos exhibiendo las hermosas bolas que le colgaban entre las piernas. Comence a jugar con su verga, fascinandome como le corria el prepucio y quedaba la cabeza descubierta, como una ciruela rosada y humeda. Ahhhjjj, cuanto hace que no me tocaban tan lindo. La tenes muy grande le dije. Nunca tocaste una asi, me pregunto. Tan grande y gorda, no. Vi la expresion de orgullo en su mirada. Decime, ya te la metieron. No, mi primo quiso pero no lo deje, por que duele.
Ah, asi que con tu primo, que edad tiene.
Dieciocho.
Y es vergudo.
La tiene mas chica que vos.
Y que es lo mas lindo, lo que mas te gusta que te hace tu primo.
Cuando me tira la leche en la cola.
Eso te gusta.
Si.
Y te gustaria que yo te lo haga.
Si, pero ahora no hay mucho tiempo, si llego tarde me van a retar.
Si vos queres lo hacemos rapidito, ya. Sacate la ropa, dale.
El me ayudo a sacarme la ropa nerviosamente, me puso en cuatro sobre el sillon, acaricio mis nalgas haciendome estremecer, me abrio las nalgas y comenzo a lamerme el culo deliciosamente hasta hacerme llorisquear de placer.
Pinceleo mi culo varias veces con la cabeza de la verga, haciendome desear intimamente que me la meta, pero se conformo con masturbarse en la entrada de mi ojete hasta que largo sus chorros de semen en la puerta de mi culo y algunos exquisitamente se colaron a mis adentros.
Asi, te gusta bebe, me pregunto extasiado.
Si, asi, me encanta.
Te fue algo para adentro, lo sentiste.
Si, un monton me encanta sentir como se va para mi panza.
Ayyy, nene, veni mañana otra, vez que va a ser mejor, te prometo que va a ser mejor, veni directamete asi no perdemos tiempo, Si no venis, pasado mañana te voy a buscar y te lleno de leche en el baño.
No, mañana vengo otra vez, me gusto mucho lo que me hiciste.
A mi me gustas vos.
Me limpio el culo con una toalla y muchos besos, me vistio, me dijo que se llamaba Antonio, me acompaño hasta la entrada del edificio y me dijo hasta mañana.
comos igue