El bullying me ayudó
La historia de cómo el bullying que sufrí de pequeño cambió mi vida.
Hola, mi nombre es Dan, tengo 22 años y soy de Málaga (España). Lo que voy a contar ocurrió durante mi infancia en el colegio, cuando tenía 11 años y estaba en la Primaria. Yo era un chico muy muy delgado, con la piel muy blanca, pelo rizado, sin ningún tipo de vello corporal, pero sobre todo, era muy afeminado. En el colegio me juntaba con todas las niñas, y los niños me tenían envidia por estar siempre en confianza con ellas pues no les importaba que yo estuviera en el baño de chicas mientras se desnudaban y cosas así.
Un día estando en el baño con mis amigas durante el recreo, no nos dimos cuenta que había un grupo de chavales un par de años mayores que estaban escondidos en el último cubículo. Estabamos hablando de sexo y quienes nos parecian los chicos más guapos del colegio. Cuando faltaban 10 minutos para que sonara el timbre, mis amigas fueeron a la sala de profesores a preguntar por un exḿen y yo me quedé escondido en el baño porque pensaba ayer pellas y no quería que me viera el profesor que iba a hacernos el examen.
Cuando las chicas se fueron, yo me quedé sentado en uno de los váteres jugando conn el móvil. De repente, escuché risillas y cuando estaba tratando de ver de donde provenían, descubrí que del último cubículo salía humo de cigarrillo. Pensaba que sería una de mis amigas así que abrí la puerta sin preguntar. Al abrirla, me encontré con 3 chavales de los mayores, de los que iban a estudios superiores, que estaban intentando liarse un porro en el poco espacio que tenían.
Los chicos al verme se empezaron a reir y a soltar comentarios tipo: «Hostia tu que estaba aquí escondido el mariconazo» «jajaja seguro que estaba espiandonos para intentar ver nuestros pitos» «jajaja seguro que sí» «EH mariconazo estabas intentando ver nuestras pililas?»
Yo no sabía qué contestar así que me quedé callado. Sin embargo como no paraban de haceer referencia a sus pollas no se me ocurrio mejor idea que callarme y fijar mi atención en el paquete del que se estaba liando el porro. Ellos se dieron cueenta al instante y empezaron a decir: «Joder con el mariconazo» «oye nene que aquí hay demasiada carne pa ti no nos tientes». Se miraron los 3 a la cara y esbozaron una leve sonrisa: «Te vas a cagar putita, hoy vamos a conseguir que te dejen de gustar los rabos y te conviertas en un hombre normal»
El chico que estaba a mi izquierda hacía movimientos muy leves detrás mía, para moverse sin que yo me diera cueenta hasta ponerse justo detrás consiguiendo bloquear la puerta con su cuerpo. Los chicos empezaron a sudar de la emoción y también en parte poque estabamos 4 personas encerradas en un cubiculo de 1 metro cuadrado. Los chicos enseguida empezaron a quejarse: «joder macho aquí huele a zorro» «Nacho cuando fue la puta ultima vez que te duchaste?» «creo que la semana pasada jajajaja» «tio tus sobacos apestan» «eh mariconcete, no te da asco el pestazo que sueltan los sobacos de nacho?» «¿has oido que no se ducha desde la semana pasada?» «Oye pues quizás tu solución es que pruebes el olor de un macho de verdad jejejee»
Los 3 se miraron e instantaneamente con movimientos muy coordinados me atraparon entre sus cuerpos de tl forma que dos de ellos podían controlar cómo me movía y hacia dónde y uno de ellos, nacho, se quedo a escasos centimetros de mi cara. Sin mediar palabra, nacho le hizo una señal a Yael y éste con mucha fuerza agarró mi cara y la puso en frente del sobaco de nacho. Nacho me miro a los ojos y dijo «Muy bien cerda, ahora vas a saber lo que es un macho de verdad» Puso sus manos detras de la cabeza dejanddo ver un par de sobacos muy peludos y con gotas de sudor que le resbalaban hasta la barriga. «Joder puta, huele mis putos sobacos sudados a qué estás esperando» Yael agarro de nuevo mi cabeza y me hundió la nariz en los pelos del sobaco de nacho mientras que con la mano libre que le quedaba me tapó la boca para que tuviera quee respirar por la nariz a la fuerza». Inspiré su olor muy profundamente y de repente sentí que me desvanecía. Aquel niñato que siempre había odiado porque me hacía bullying tenia entre sus brazos el mejor olor que había disfrutado nunca. Nacho al ver cómo de fuerte lo estaba gozando, se puso cada vez más cerdo y dejó de controlarse para convertirse en un monstruo cachondo con ganas de humillarme. Me miró a los ojos y dijo «Dale dan, chupa los sobacos, déjalos bien limpios que sé que lo estás deseando». Yo, extasiado, le hice caso y empecé a lamer y chupar sus sobacos intentando no dejarme ni una gota de sudor. Los chicos que me agarraban se empezaron a poner muy calientes pues en seguida noté dos bultos muy duros presionando sobre cada una de mis piernas, yo me puse aun mas cachondo y sin preguntar meti las manos dentro del paquete de Nacho. Nacho se enfadó y me las sacó de golpe diciendo «eh puta no seas ansiosa que mi rabo es la sorpresa final» los otros chicos miraron a Nacho y él les devolvio la mirada haciendoles entender que los tres estaban pensando en lo mismo. Yael dijo «joder nacho, de verdad crees q dan se va a atrever a limpiar tu requesón?» a lo que Nacho contestó: «la verdad que me da igual si se atreve o no, lo va a hacer si o sí». Nacho se metio la mano en el calzoncillo y sacó la punta de su polla lo justo para dejar ver su capullo uncut con un gran pellejo. Bajó lo just su pellejo como para que los primeros trozos de requesón se dejaran ver en la punta y con uno de sus dedos tomó un poco y lo acercó a mi nariz mienytas decia: «Huele esto puta, puro olor de macho alfa». Yo lo olí con todas mis fuerzas y se me escapó un leve gemido que no pasó desadvertido.
(CONTINUARÁ)
como conitnua