El campamento
A mis 13 años, dos compañeros de mi edad y yo nos masturbamos.
Cuando tenía 13 años, fui por primera vez a un campamento de verano. Allí, no conocía a nadie, pero ya me fijé que nadie se conocía tampoco. Los primeros días fueron duros, pues empezamos a conocernos poco a poco. Había dos chicos con los que me empecé a llevar bastante bien. Además, había una chica, Ana, la cual me gustaba bastante. Era una chica ni guapa ni fea, con unas tetas pequeñas en desarrollo, pero con pecas en su cara, cosa que le daba una imagen muy graciosa. Tenia un culo redondito y bastante bonito. Además, era muy simpática. Los dos chicos, mis nuevos amigos, se llamaban Juan y Pablo. Juan era muy deportista, moreno de piel y bajito. Pablo era bastante parecido, pero más alto. Yo, Miguel, era más blanquito y no muy alto, y tamb era bastante deportista. El sexo para mi estaba empezando en mi vida. Había descubierto la masturbación gracias a mi hermano de 1 año más. Con el me había masturbado un par de veces en su buardilla viendo porno. Yo estaba un poco liado, pues me gustaban las chicas pero me sentía atraído también por los chicos. Cuando me hacía pajas con mi hermano, ambos teníamos más interés en mirar nuestras pollas que en ver el porno. Nos daba morbo. Pero con nadie más había hablado sobre el tema.
La cuarta noche de campamento, Juan, Pablo y yo, que dormíamos en una misma tienda de campaña, sacamos el tema sexual.
-Pablo: Que ganas tengo de hacerme una paja…
-Juan: Ya ves… Llevo 5 días. El último día me casque 4 pajas para aguantar…
Yo no decía nada pues me daba un poco de vergüenza.
-Pablo: Pues si queréis podemos hacernos una paja… Yo estoy acostumbrado a hacerlo con mi mejor amigo todos los sábados.
-Juan: Yo también jaja pero con mi hermano… El año pasado me pilló con el porno y tuve que enseñarle a pajearse… (Tenia 11 años). Tú no dices nada, Miguel?
-Miguel: Bueno… A ver…
-Pablo: Te has pajeado alguna vez con alguien?
-Miguel: Bueno… Un par de veces
-Juan: con quien?
-miguel: con mi hermano… Digamos que él me enseñó también..
-Juan: Bua… Osea que tú también te pusiste pesado con como se hacen, que es el semen y esas cosas? Jajaja
-Miguel: Bueno… Supongo que sí – dije un poco avergonzado.
-Pablo: Pues yo no es por nada, pero mi mejor amigo me dijo que tenía un buen pollon.
-Juan: Va! No será para tanto…
-Pablo: Venga, la saco en un segundo eh que la tengo ya morcillona…
-Juan: Va sácala porque eres un bocas, no me creo nada
La situación me empezó a poner nervioso, pero en parte mi polla empezó a despertar. Pablo se quitó la camiseta dejando su cuerpo moreno y atlético al aire. Tenia un cuerpo muy atractivo y marcado. Por suerte, los tres teníamos un cuerpo muy similar debido al fútbol. Después, quitó sus pantalones y calzoncillos y salió una polla de unos 16 cm con un poquito de pelo en su vientre bajo. Era más grande que la mia sin duda y Pablo tenía dos meses menos que yo.
-Juan: coño, pues sí que está bien…
-Pablo: ahora por listo vas y enseñas tu mini polla Juanito
Juan imitó a Pablo y se quedó totalmente desnudo. Su polla era fina y muy parecida a la mía, de unos 13 cm. Era bastante más morenita que la mia.
-Pablo: jajaja lo sabía, una polla de 13 años…
-juan: ni que tú tuvieras 25!!! Tienes 13 también!
-Pablo: si, pero de polla tengo 16! Jajajaja
-Juan: Bueno, si, es más grande pero eso no significa que tirés más semen…
-Pablo: Bf y que? Pero está polla follarà bien a las tías 😉
-Juan: Miguel tu que? No vas a enseñar tu polla? O solo se la enseñas a tu hermanito jajaja
-Miguel: Bueno… Es una tontería esto
-Pablo: Vaaaa tienes vergüenza también. La tienes más pequeña que Juan? Vaaaaaa
-Miguel: No.
-Juan: pues venga demuestralo
Herido en mi orgullo adolescente, me desnude y mi polla, como una piedra también, saltó a la vista.
-Pablo: pues otra pollita de preadescente… Ale Juan cascale una paja a Miguel, que te sentirás como con tu pollita…
-Juan: ay cuanta idiotez… Pues os voy a decir una cosa però por favor, guardarme el secreto… mi hermano me hizo una paja y no veas lo que mola y excita que te coja la polla otra persona, aunque sea un tío… Porque a mí me gustan las tías pero… El tenía curiosidad y yo le dejé…y nos gustó…
-Pablo: Hostia… Bueno… Yo con mi mejor amigo también pasó algo así…
-Miguel: Que pasó?
-Pablp: Pues… Un día surgió que cada uno podía pajear al otro. Hicimos una… Paja cruzada. Nos dimos cuenta de que solo el primer dia veíamos el porno… El resto preferíamos mirar nuestros cuerpos y pollas antes que mirar la tele… Y al final… Pues surgió, nose… Pero a mí tamb me gustan las tías eh
-Juan: Miguel, tu con tu hermano has hecho como nosotros?
-Miguel: pues…. No, la verdad. Pero…
-Pablo: pero que
La cosa ya estaba sería, nadie hacia bromas y la tensión sexual crecía
-Miguel: Pues que si que me ha pasado como a ti. De que me fijo más en la polla de mi hermano que en el porno… Y me da morbo masturbarme junto a él… Pero a la vez me gustan las chicas
-Juan: Bueno…eso no nos convierte en gays… Supongo que tenemos curiosidad por nuestros amigos o hermanos… Bueno… Se dice que es normal a nuestra edad, no?
-Pablo: Supongo si…
-Miguel: Puede ser..
Los tres adolescentes nos encontrábamos desnudos, con las pollas al máximo y bastante nerviosos. La tensión sexual era enorme. Nadie nos iba a molestar porque todos estaban ya durmiendo. Nuestra cabaña estaba más aislada, y solo una pequeña luz alumbraba nuestros cuerpos desnudos, morenos del sol del verano y nuestras erectas, vírgenes y jóvenes pollas. Juan rompió el silencio
-Juan: em… Que os parece si nos pajeamos…? Yo os digo la verdad, tengo muchas ganas, me la voy a hacer igual, pero como todos nos la hemos hecho en compañía y nos ha gustado…
-Miguel: Em… Bueno… Me parece bien, no sé.
-Pablo: Me parece bien…
Dicho y hecho, nos pusimos los tres enfrentados. Pablo agarraba la polla de Juan, Juan la mía y yo la de Pablo. Me había tocado la polla más grande de todas. Estaba ardiendo y se notaban un poco sus venas. La dureza era tremenda, supongo que como la mía con la excitación del momento. Juan agarraba mi polla con suavidad y Pablo hacia igual con la polla de Juan. En silencio, comenzamos a masturbarnos, en silencio, tensos y mirando cada una de las pollas. Yo estaba súper tenso, pero muy muy cachondo. Recordaba las ganas que tenía de masturbar a mi hermano. El tenía un rabo bastante grande, casi como el de Pablo. A veces tenía también ganas de chuparsela. Cuando veía las mamadas en el porno, me preguntaba cómo sería chupar una polla. No se que me pasó, pero la maniobra que hice cambiaría la situación. Sin decir nada, me incline sobre la pedazo polla (en mi opinión) que tenía Pablo. Juan y él se quedaron helados. Yo, el más callado y vergonzoso, me había dejado llevar por mi lujuria y había llevado mis labios a la polla de Pablo. Esa polla adolescente que ha pegado el estirón antes de tiempo. No sabia que hacer, hundía la punta en mi boca, lamía su cabeza y trataba de meterla un poco en mi boca, como había visto en el porno.
-Pablo: Joder Miguel…
Juan, sin decir nada, decidió unirse a Miguel. Pablo, con los ojos como platos se retiró hacia atrás, acomodando su cuerpo y sus piernas para entregar su polla a esos dos adolescentes curiosos. El silencio era tenso, pero la Libéracion sexuak se estaba dando. Dos pequeños adolescentes estaban masturbando y chupando la polla de otro adolescente. Pablo, agarraba las nucas de ambos chavalitos y las acompañaba hacia su polla. Estaba a cuadros, no esperaba eso, pero su instinto hacia llevar sus manos y marcar un ritmo a su gusto. Juan, el cual confesó posteriormente que le había comido la polla a su hermanito pequeño, miraba a los ojos a Pablo, lo cual despertaba aún más su lujuria. Resulta que Juan no había contado entera su historia. Un día Juan decidió ducharse con su hermano de 11 años y le dijo que le enseñaría algo que le iba a gustar mucho. Su hermano Mario, el cual adoraba a Juan, habría hecho cualquier cosa por el, y ducharse no le resultaba extraño, pues dormían juntos y se veían desnudos todos los días. Juan había comenzado a jugar con la polla de su hermanito, a acariciarla, bajar la piel, acariciar su lindo capullito mientras esa pollita comenzaba a crecer. Esa pollita de 11-12 cm era una golosina perfecta para un saludo Juan, el cual mando callar a su hermanito, el cual se dejaba hacer pero estaba un poco extrañado. Allí, Juan le había hecho una mamada tremenda a su hermanito, provocándole unas cosillas que años después se convertirían en una corrida como dios manda. Esa corrida llegó en la boca de Mario poco después en esa ducha, cuando, repitiendo la jugada de Juan, Mario imitó a su hermano tragando la polla de Juan. El cual no dudó en correrse en la boca de su hermanito. El poco semen que tiraba, debido a su juventud, lleno la boca del pequeño. Esto se había repetido en diversas ocasiones.
Volviendo a la historia, yo y Juan estábamos centrados en chupar la polla de Pablo. Ese gran mástil no tardó en echar toda su leche en nuestras bocas. La cantidad era mayor a la mía. Buenos huevos tenía también Pablo. El semen llenó mi boca y mis labios, y también los de Juan.
-Pablo: …… Ha sido la hostia…. – dijo con una respiración entrecortada.
-Juan: si…
-Miguel: ha estado muy bien….
-Juan: Miguel, colócate, te toca a ti…
Imite la posición de Pablo, y Juan me besó. El semen de Pablo seguía en nuestras bocas y fue excitante sentirlo a nuestras lenguas, restregandose por nuestras bocas. Pablo arrimó su boca a mi polla. Por primera vez, Pablo chupaba una polla. Había masturbado a su amigo, pero nunca se habían comido el rabo. Eso no quita que Pablo no tuviera ganas de comer uno. Se estrenó con la pequeña polla de Miguel, el cual tenía la polla ardiendo y muy dura. La jugaba se repitió, y un jadeante Miguel acabó corriendose en la cara de Pablo. Juan esta vez no recibió nada de leche.
La ruleta cambio de nuevo, y Juan fue el que recibió la última mamada. Los tres adolescentes disfrutaban, Juan acostado y Pablo y Miguel chupando su segunda polla. Pablo y Miguel se turbaban y se metían la pequeña polla de Juan entera en la boca. Les gustaba sentir la dureza entera.
-Juan: dios…como m gusta que os la comais toda… – dijo mientras Pablo se lse metía toda su carne en la boquita. La corrida no tardó en llegar y se tepartiot entre la boca de ambos. Había sido la más abundante de la vida de Juan, y mira que con su hermanito no habían sido tampoco pequeñas.
Pero todo se vio cortado cuando una persona entro en la tienda.
-Lo he visto todo…
Ana les había pillado en plena faena.
como continua