EL CARIÑO DE UN ABUELO
De pronto un día un hombre mayor tocó a la puerta, mi madre abrió la puerta y saludó a aquel hombre, un hombre maduro de cuarenta y cuatro años, piel blanca, ojos grandes, un metro ochenta de altura y ojos color café. el vestía camisa a cuadros, pantalón de mezclilla, botas y sombrero, .
EL CARIÑO DE UN ABUELO
Ésta vez iniciaremos con un pequeño resumen del árbol genealógico, cuando mi abuelo tenía catorce años embarazó a mi abuela, ella tenía veinticuatro años, así que los padres de mi abuelo lo mandaron a otro estado para que no se hiciera responsable de mi padre, mi padre comete el mismo error, embarazó a mi mamá a los catorce años, de ahí nació yo. Se casaron y nacieron más hijos. Bueno mi abuela se volvió a casar y tubo más hijos, mi padre lleva los apellidos de mi abuelo real así que su apellido es diferente a sus hermanos, pero siempre he visto como abuelo al esposo de mi abuela. Mis hermanos y hermanas siempre hemos sabido que mi padre es hijo de otro hombre, al cual jamás habíamos visto.
Hace un año, de pronto un día, un hombre mayor tocó a la puerta, mi madre abrió la puerta y saludó a aquel hombre, un hombre maduro de cuarenta y cuatro años, piel blanca, ojos grandes, un metro ochenta de altura y ojos color café. Él vestía camisa a cuadros, pantalón de mezclilla botas y sombrero, aquel hombre saludó y preguntó por mi padre, mi madre anunció a mi padre que un señor lo buscaba, mi padre salió a ver quién era, sin nada que decir salieron de la casa estuvieron platicando un rato, luego entraron los dos a la casa.
-Padre: hijos siempre han sabido que soy hijo de otro hombre, y hoy ha llegado inesperadamente mi verdadero padre, que les quiero presentar, este hombre es su abuelo.
-Abuelo: buenas tardes, sé que no he estado a su lado por causas del destino, pero hoy he venido a recuperar a mi familia, quiero formar parte en sus vidas y ser el abuelo que de verdad soy, he estado lejos de ustedes y quiero recuperar ese tiempo perdido.
Sorprendidos lo saludamos y comenzamos a hablar con él, después se despidió y se marchó y nos invitó a que lo visitamos, mi padre se veía molesto y preocupado, habló con mi madre y después de una larga conversación, mi padre habló con nosotros:
-Padre: hijos, aunque este señor haya venido a visitarnos y querer recuperarnos, él sigue siendo un extraño, pueden saludarlo y hasta ahí, no quiero que le acepten nada, es un desconocido, cualquier cosa antes de hacer tienen que hablar con uno de nosotros entendido.
-Todos: si
-Yo: esa noche me puse a pensar en el abuelo por que llego de repente, ¿quién es? ¿qué quería?
En ese entonces yo tenía doce años y estaba en la secundaria, siempre salía con mis amigas después de clases y nos íbamos un rato al parque después a casa. Un día de camino a casa mis amigas y yo fuimos a jugar en una plaza comercial, cuando estaba jugando en una máquina de repente me tocaron el hombro, volteo para ver quién era, me sorprendí al ver que era el abuelo.
-Abuelo: ¿hola, hijo como estás? ¿qué haces aquí? Y ¿cómo está tu padre?
-Yo: hola, vine con mis amigas a jugar, mi padre bien, anda trabajando
-Abuelo: ¿te gustaría acompañarme y que practiquemos? y así conocernos mejor, saber que te gusta y que no te gusta, como abuelo y nieto, ¿qué dices vienes conmigo?
-Yo: lo siento, pero no puedo, es usted muy amable pero no debo, me gustaría, pero no gracias.
-Abuelo: mira confía en mí, hijo, no pasa nada vamos a hablar, quiero recuperarlos de verdad, me hacen falta todos ustedes.
-Yo: en verdad no puedo quisiera, pero no puedo.
Yo quería hablar con ese hombre, saber que quería y por qué había regresado al pueblo, pero mi padre no quería, al final se alejó y me dijo: bueno hijo te veo después y se despidió. Seguido venía a casa, pero solo hablaba con mi padre, mi padre nunca nos decía nada de lo que hablaban.
Un sábado salí con mis amigas, fuimos al cine y después al parque, estando en el parque vi que pasó mi abuelo en su camioneta, me quedé viendo la camioneta hasta que se perdió de vista, estábamos sentados en una banca cuando llegó y me saludó.
-Abuelo: hola, hijo ¿cómo estás podemos platicar o acaso estás ocupado? solo un rato quiero saber de ti
-Yo: es que mi padre nos prohibió que no nos acercáramos a usted, pero está bien hablemos. Nos fuimos a una banca sola del parque, dejé a mis amigas en otra banca y de esa forma poder platicar con el abuelo
-Abuelo: gracias, por aceptar hablar conmigo, y ¿dime tienes novia? ¿alguna de ellas es tu novia? Quizás te retiré de tu novia, quiero conocerte, pues yo a tu edad ya andaba de volado, de hecho, ya tenía varias novias
-Yo: a no ellas solo son mis amiguitas, me llevo bien con ellas, siempre ando con ellas y salimos juntos a todos lados, aún no tengo novia solo son mis amigas y ya,
-Abuelo: que bien que te tomes tu tiempo, ¿te gustan los animales, caballos, vacas, aves, perros, etc.?
Toda la tarde platiqué con mi abuelo, hasta que llegaron mis amigas para decir que ya era tarde y teníamos que regresar a casa, me despedí del abuelo, me pasó su número de celular para seguir hablando por mensaje, y de vez en cuando me llamaba, después de un mes, nos hicimos buenos amigos. Mi padre ignoraba que mi abuelo y yo estábamos en contacto, un día estaba en mi cuarto y me llegó un mensaje del abuelo, una foto de él en pantalones cortos deportivos mostrando su abdomen y pecho velludos, un hombre de buen ver algo de pancita, pero firme, tenía varios tatuajes en el cuerpo y manos, esa foto me excitó, me puse caliente al verla, aunque era una foto “normal” y después un mensaje en el cual se disculpaba el abuelo.
-Abuelo: mensaje: disculpa hijo me equivoqué de número, lamento que vieras esa foto de tu abuelo por favor bórrala, no quiero causar problemas 😉.
-Yo: mensaje: A no te preocupes abuelo no pasa nada, aunque te ves muy bien, me gusta cómo se ven tus tatuajes.
-Abuelo: mensaje: gracias por entender, espero no haberte hecho sentir incómodo con esa foto, me alegra que te haya gustado y gracias por apreciar mis tatuajes.
-Yo: mensaje: de nada abue, está linda la foto, la conservaremos en secreto como nuestra amistad. TQM 😊 voy a dormir te leo después 😙 buenas noches.
-Abuelo: mensaje: de nada mi niño, descansa chiquillo, te veo después y luego te enseño más de mis tatuajes descansa.
Al día siguiente me desperté, entré al baño me masturbé viendo la foto de mi abuelo, me fui al colegio y no podía o no quería sacar la imagen de mi abuelo en mi mente, me sentía excitado al pensar en esa imagen del abuelo, me traía loco, ya por la tarde le mandé un mensaje al abuelo.
-Yo: hola abue ¿cómo estás que haces?
-Abuelo: hola mi niño aquí en casa preparándome de comer, tu chiquillo ¿qué haces, como te fue hoy?
-Yo: pues aquí pensando en ti, sin nada que hacer más que tareas, ya que termine, ver tv.
-Abuelo: gracias por pensar en mí, lástima que tu papá no te deje venir a visitarme, yo estaría feliz de tenerte aquí a mi lado y mostrarte todo, pasarla juntos, pero lástima que no se pueda😔.
-Yo: si abue me gustaría estar más tiempo a tu lado que no te sientas solito y poder abrazarte y darte afecto para que no te sientas solo 😔
-Abuelo: si mi niño, algún día ya verás que te enseñaré todo y estaremos aquí en el rancho los dos, hijo te dejo iré a comer te quiero mi niño.
Me gustaba estar con mi abuelo ya que hablábamos mucho y quería estar con él, y visitarle en su rancho, ya que cuando murieron sus padres, él se quedó con el rancho, así que yo quería conocerlo y no sabía cómo hacerle, hasta que un día se me ocurrió decirle a mis padres que me iría a hacer tareas y ver una película con mis amigas después de clases, pues ese día el maestro nos había dicho que solo nos daría clases las primeras tres horas del día, pues ya que tenía pendientes y trabajo que sacar, antes avisé a mi abuelo que pasara por mí a la escuela, a las diez de la mañana, le dije a una amiga que me cubriera para poder visitar a mi abuelo, ella sabía todo de la amistad con mi abuelo, bueno casi todo, yo diría lo esencial. Mi amiga se iría con su novio así que teníamos la cuartada perfecta, a las diez en punto mi abuelo me esperaba afuera de la escuela, lo saludé subía a su camioneta y nos fuimos al rancho, ya en el rancho de mi abuelo me hizo conocer por todos lados viendo todos los animales y corrales. Después nos fuimos a comer, él preparó la comida, y me platicó de sus aventuras sentados en el sofá.
-Abuelo: ¿y así que querías verme y estar aquí me dijiste en tu mensaje, y eso ¿Por qué? ya estamos aquí, me prometiste abrazos, besos y aún no me has dado nada, ¿qué ya no quieres a tu abuelo?
-Yo: si claro que te quiero y mucho, pensaba en ti y tu foto que me mandaste me encantó verla, él estaba sentado en el sillón y yo me puse de pie, lo abracé, lo besé en su cara, él me tomó de mis piernas y me sentó en las suyas quedando de frente a él, eso me excito y mi verga reaccionó teniendo una erección, mi abuelo me abrazó de la cintura pegando mi pecho al suyo, yo rodeé su cuello con mis brazos y besé su oreja de pronto dijo.
-Abuelo: alguien más está feliz de verme que se puso duro he chiquillo,
-Yo: en ese momento me puse rojo de vergüenza no dije nada, aunque sentía que su miembro me quedaba cerca del mío, eso me excitaba más, aunque por su pantalón de mezclilla no lograba sentirlo.
-Abuelo: no te preocupes chiquillo, así pasa a veces es normal que tengas erecciones.
Un poco avergonzado me levanté, mi abuelo también, me dejó en el sofá mientras se fue a quitar sus botas, camisa y ponerse algo más cómodo, cuando regresó, tenía solo una camisa y un short deportivo, llegó se sentó a mi lado y me rodeó con su brazo, yo me recosté en su pecho y fui bajando hasta tener mi cabeza en su pierna, él acariciaba mi pelo con delicadeza, me quedé dormido apoyando mi cabeza en su pierna, antes de despertar, giré mi cabeza y mi frente quedó en su miembro, podía sentirlo, no abrí los ojos y fingí estar dormido, él relajó su pierna y yo subí un poco más mi cabeza hasta que mi boca quedó a la altura de su miembro, despacito con mis labios rosé su verga, de reojo vi al abuelo y tenía sus ojos cerrados como si estuviera dormido, continúe jugando con mis labios como si chupara un helado, solo con los labios, aunque temblaba de miedo a la reacción de mi abuelo, noté como su miembro se fue poniendo duro, cada vez más duro, yo disfrutaba hacerlo, él seguía dormido pero su verga muy dura, de pronto un trabajador tocó a la puerta, me puse de pie en un salto fingiendo que los toques de la puerta me despertaron.
-Abuelo: tranquilo, hijo solo es un trabajador, saldré para ver que necesita.
– Yo: cuando mi abuelo salió, me di cuenta de la hora, ya era algo tarde me asusté un poco, abuelo ya me tengo que ir es tarde y mi papá se molestará.
-Abuelo: descuida ahorita nos vamos deja ponerme otra ropa para llevarte a tu casa.
El abuelo se fue a cambiar de ropa, yo lo esperé, estaba asustado ya se hacía tarde, en el reloj marcaba las seis y media de la tarde, hacíamos una hora de camino a la casa, subimos a la camioneta, yo estaba desesperado y asustado, en el camino mi abuelo trataba de calmarme platicando cosas de sus animales, cuando logré calmarme un poco, mi abuelo seguía platicando y de repente me dijo
-Abuelo: nos quedamos dormidos, después de comer quería mostrarte más cosas de mi trabajo, pero también me venció el sueño, cuando te vi dormido también yo me quedé dormido, ¿pero noté que te movías y temblabas un poco que estabas soñando acaso?
-Yo: he ah jeje si, así es estaba soñando,
-Abuelo: ¿y que soñabas? ¿Si eran sueños, espero que no haya sido una pesadilla?
-Yo: pensé que le digo, y de repente le dije: a soñé que estaba comiéndome una paleta de hielo en el parque y la saboreaba.
-Abuelo: ¿y estaba rica la paleta?
-Yo: oh si muy rica, pero creo que tenía frío por eso temblaba, creo que eso fue, pero estaba muy cómodo, me parecía tan real el sueño que siento como si de verdad estaba chupando una paleta de vainilla,
-Abuelo: así son los sueños, yo también soñé, pero mi sueño más bien fue una sensación de agrado, me sentía feliz quizás fue porque tú estabas conmigo, me siento feliz cuando estás conmigo.
-Yo: gracias abuelo también yo disfruto mucho de tu presencia, ¿oye la próxima vez me mostrarás todos tus tatuajes verdad?
-Abuelo: claro que sí, te los enseñaré lo que tú quieras, mira ya casi llegamos.
-Yo: gracias abuelo, ¿me podrías dejar unas cuadras antes de llegar a casa?
-Abuelo: nada de eso ya es tarde y te dejaré afuera de tu casa.
-Yo: gracias abuelo.
-Padre: oye espera, baja de la camioneta vamos a hablar, y tu hijo, tú entra a la casa de inmediato.
Entre lo más rápido posible a la casa lleno de miedo por lo que pasaría, me acerqué a la ventana, veía como mi padre discutía con el abuelo, después de un rato mi abuelo se fue y mi padre entró a la casa, temí por la reacción que tendría contra mí.
-Padre: siéntate por favor, hijo ahora dime, ¿por qué hiciste esto?, hijo ¿qué no quedó claro lo que les dije? ¿Por qué te fuiste así con él, sin avisar nada?
-Yo: papá somos amigos, perdón por no haberte dicho, la pasé bien en el rancho, me enseñó sus animales, disculpa por haber faltado a lo que nos ordenaste, pero es que nos hicimos buenos amigos, él es bueno y nos quiere.
-Padre: mira hijo, he hablado con ese hombre, me ha contado que siempre quiso verme y ver por mi bien estar, pero sus padres no se lo permitieron, y hasta que murieron él pudo acercarse a nosotros, no haré lo que sus padres le hicieron, así que puedes seguir hablando con él, ya que mi relación con él no es buena, espero que entre ustedes lo sea, pero por favor hijo, no vuelvas a mentirme te lo pido, no te voy a prohibir que lo visites, pero por favor avisa dónde vas a estar sin mentir, estaba muy asustado pensando que te había pasado algo malo.
-Yo: está bien papá, perdóname, y gracias por permitirme seguir viéndolo
-Padre: ven y dame un abrazo, ve a descansar mañana tienes clases, y ten mucho cuidado, sabes que te amamos.
Cuando estaba ya solo en mi habitación, mandé un mensaje al abuelo diciéndole que todo estaba bien. Nos seguimos viendo y escribiendo mensajes más seguido, un día le dije al abuelo que, si le gustaría que pasara un fin de semana en su rancho, mi abuelo me dijo, que maravilla tenerte aquí en casa, y sabes que me encantaría que pasara, en los días siguientes le comenté a mi papá, poder pasar un fin de semana con el abuelo, dijo que lo pensaría, de repente un jueves le pregunté que había pensado.
-Padre: ¿mira no me agrada la idea, pero si tú lo deseas anda, pero con una condición, si no estás conforme, si no te agrada algo o ya no quieres estar ahí, prométeme, que me hablarás y yo iré por ti, cualquier cosa me avisas de acuerdo?
-Yo: cuenta con ello, pero estoy seguro de que estaré muy bien.
No pude disimular mi alegría, le di un abrazo a mi papá y me puse muy feliz, de inmediato le di la noticia a mi abuelo, él se escuchaba tan feliz como yo, preparé mi ropa y todo lo que necesitaría para estar irme. El viernes después de clases, ya casi a las cuatro de la tarde mi abuelo pasó por mí, me despedí y me subí a su camioneta, mi papá habló con él, no supe que fue de lo que hablaron, yo estaba feliz pasaría tres días con mi abue, pasamos al súper a comprar algunas cosas, llegamos al rancho como a las seis de la tarde, bajé del auto y entre a su casa, el abuelo me dijo donde dormiría, justo a un lado de su cuarto, por si se me ofrecía alguna cosa, bajé todo y me instalé, mi abuelo se salió a hacer algunas cosas, regresó unas horas más tarde, dijo que se daría un baño y después a cenar, después de la cena platicamos, me dio un abrazo para darme las buenas noches, me dejó en mi habitación y me dio un beso en la mejilla, dijo que si necesitaba algo, la puerta de su habitación estaría abierta para lo que necesite, cuando salió me quedé solo e inquieto en la habitación, aunque estaba acostumbrado a dormir solo, esa noche no podía dormir, así que me levanté de la cama y fui a su habitación, entré, me dirigió una mirada amable y me preguntó.
-Abuelo: ¿qué pasó, estás bien, te pasa algo o necesitas algo?
-Yo: no puedo dormir creo que tengo miedo, no sé, no puedo conciliar el sueño
-Abuelo: ¿está bien pero ya eres un hombrecito para que te de miedo, quieres dormir aquí en mi cuarto?
-Yo: si por favor, ¿pero no te molesta que duerma en tu cama?
-Abuelo: claro que no, vente aquí dormirnos los dos ¿de acuerdo?, ven metete aquí
Me metí entre sus cobijas, me puse de lado dándole la espalda, me abrazó por detrás pude sentir su pecho peludo y calientito, me recorrí un poco atrás y pude sentir que me rosaba su verga en mi pierna.
-Yo: ¿abue, duermes desnudo?
-Abuelo: ¿sí, pero si te sientes incómodo puedo ponerme algo?
-Yo: no nada de eso estoy bien así.
Besó mi nuca y me dijo buenas noches chiquillo, espero que tengas sueños lindos, puso su mano debajo de mi cuello y la otra en mi pierna, besó de nuevo mi nuca, de pronto ya no decía nada se quedó quieto, agarre la mano que tenía en mi pierna y la subí a mi cintura, apretó mi mano un poco, con la mano que tenía libre bajé mi short hasta que quedó en las rodillas, jalé su mano para que se acercara más a mi cuerpo, me junté más a él, pegando su verga en mis nalgas desnudas. Mientras me movía despacito, su pene se fue poniendo erecto, tomé su verga y me la apunté a mi culito pero estaba seco, lubriqué un poco con saliva, volví a intentar, sentí que entró poco, pero tenía algo de dolor, lubriqué un poco más, e intenté de nuevo, resbaló más e iba entrando, mi abuelo empujaba despacio, volteé a verlo y el parecía dormido, entró un poco la cabeza de su pene, se sentía como me abría el culo, era dolor combinado con placer, pero aun sentía dolor, cuando por fin logré que entrara toda la cabeza, el dolor fue una experiencia nueva, la verga de mi abuelo era grande sobre todo su glande, **su verga media diecinueve centímetros venuda,** al sentir el dolor me quedé inmóvil, ya que a pesar del dolor quería que me entrara más, la saqué de nuevo, unté más saliva, entró su glande pero ya no tenía tanto dolor, en este intento entró un poco más que el glande, mi abuelo la empujaba para que entrara más, de pronto siento que se movió un poco, me quedé quieto sin que se saliera la verga de mí, ya tenía la mitad de su verga dentro de mí, no quería que me la sacara nunca, de pronto, poco a poco mi abuelo empujaba su verga, para que me entrara más, la saqué para lubricarla más, cuando lo hice, me encontré con la mano de mi abuelo, estaba en su verga, retire mi mano, luego sentí como ponía su verga en mis nalgas buscando mi agujero, lo encontró, comenzó a empujarla a mi interior, esta vez entro toda, yo ahogué mi gemido de dolor y placer para no “despertarlo», entre más empujaba y metía, gozaba de esa verga dentro de mí, me movía para que saliera y entrara de nuevo, mi abuelo empezó a bombear mi culo, colocó su mano en mi pecho y la otra en mi abdomen, mi abuelo me daba verga y gemía haciendo sonidos de jadeantes, **haaa, haaa ummm, haaa ummm**, mientras yo mordía mis labios gozando de ese ritmo, rápido, lento, mientras lo hacía gemía, aaaaaummm haaah si ummm, su respiración gruesa y calmada entre cortada, de pronto la metió toda, tomó mi verga me empezó a masturbarme, de pronto se estremeció y sentí chorros de leche dentro de mí, se quedó inmóvil dejando su verga dentro de mí, tomé mi bóxer que ya me había quitado, me masturbé, limpie mi semen con ellos. Me quedé dormido con la verga de mi abuelo clavada en el culo, no supe cuando se salió, pues me quedé dormido y agotado, con la verga de mi abuelo adentro, a la mañana siguiente yo aún estaba dormido.
-Abuelo: vamos dormilón, a desayunar, que ya es tarde,
-Yo: si ya voy, te alcanzo en el comedor. Pues tenía algo de vergüenza, ya que estaba desnudo y con mi entrepierna, embarrada de saliva, semen y un poco de sangre.
-Yo: buenos días abuelo,
-Abuelo: buenos días mi niño, ¿dormiste bien, soñaste bonito, algo que quisieras contar, dormirás esta noche en mi cama? Pues te cuento. Yo soñé muy bonito, sabes soñé que estaba dándole una paleta a un chiquillo y la disfrutaba mucho, se comía toda la paleta el chiquillo, y se le chorreó toda la leche dentro, pero sabes yo quería probar de sus labios el sabor de la paleta, y que él probara de la mía, ¿tú que me cuentas?
-Yo: pues mi sueño fue que me comía una paleta que estaba muy rica, la disfruté mucho gozaba al comerla, la comía despacio pues estaba grande, y cuando por fin logré meterla toda, la disfruté mucho, tanto que me quedé dormido saboreando la paleta. Creo que nuestros sueños se mezclaron, quizás esta noche soñemos mejor.
-Abuelo: ¿podrá ser mejor que el que ya tuve? sabes chiquillo me encantó estar durmiendo a tu lado.
-Yo: a mí también abuelo, ¿qué te parece si nos vamos a dormir y a soñar más?
-Abuelo: vamos a trabajar y en la noche soñaremos juntos ¿te parece?
-Yo: me parece bien, vamos.
-Abuelo: fue un día pesado, ¿estás cansado, chiquillo?
-Yo: un poco, ya que no estoy acostumbrado a esto.
-Abuelo: es normal que sea así, vamos a cenar y después a dormir.
-Yo: si está bien abuelo, cenamos y nos vamos a dormir.
-Abuelo: pues bien, ya cenamos, ahora ven vamos a soñar. ¿hijo quieres ver mis tatuajes?
-Yo: claro, me gustaría verlos.
Se quitó la camisa y sus pantalones, quedó solo en bóxer, me dijo admira mi cuerpo rayado, toqué cada uno de sus tatuajes y al terminar le pregunté ¿tienes más?, me dijo uno en mi pelvis, le pregunté ¿podía ver?, dijo si, y se sacó sus calzoncillos, luego me dijo. oye yo estoy desnudo, y tú con ropa, no estamos parejos, quítate la ropa para no sentirme apenado, me quite la ropa hasta quedar desnudo, me acerqué a ver su tatuaje, y le dije abue aquí no hay nada, dijo acércate más, al tener mi cara tan cerca de su verga, no pude evitarlo y empecé a mamarle aquella verga tan rica que tiene, la mamé unos instantes, después de un rato me levantó, se inclinó un poco y empezó a besar mi boca, nos besamos un momento, luego me dio la vuelta, me agachó apoyándome en la cama, me mamó el culo, su lengua me entraba en mi agujero, era un experto la metía en mi culo con una fuerza que yo sentía que me vendría sin siquiera tocarme, el placer me hacía morder las sábanas, cuando dejó mi culo dilatado y húmedo, abrió mis nalgas dejando mi agujero expuesto.
-Abuelo: qué hoyito tan sabroso, prepárate mi chiquillo que tu abuelo va a entrar, ¿estás preparado para estar dentro de ti?
-Yo: si, estoy listo y deseando que entres, abuelo estoy esperando para recibirte.
Puso la punta de su verga en mi hoyito, yo suspiré profundo cuando entró su cabeza, pujé un poco y me aferré a la sábana, mi abuelo preguntó si me dolía, luego me dijo ¿lo hago más despacio?
-Yo: no me duele mucho, solo métela despacio, me encanta que sea despacio.
-Abuelo: claro mi niño, yo jamás te lastimaría, te amo demasiado para causarte daño, te cuidaré para que me des ese culito cuando lo quiera.
La metió poco a poco, puso lubricante y fue entrando más fácil, cuando estuvo todo dentro de mí, se detuvo, me había metido sus diecinueve centímetros de verga, pero yo me movía para que saliera y entrara. Luego me la sacó casi toda la volvió a meterla, me tomó de la cintura y daba embestidas lentas y medios círculos, gemía cada vez que entraba toda, cada vez lo hacía más rápido, me empezó a chorear liquido pre seminal de mi pene, la sacó por completo, me puso boca arriba y me la volvió a meter, con mis pies en su pecho, me daba más fuerte, había un poco de dolor, pero el placer era más fuerte que el dolor, la cama se movía al ritmo de los movimientos, me aferraba a las sábanas, mientras mi abuelo se inclinaba cada vez que la metía toda para besar mis labios, su lengua invadía mi boca, su rostro de satisfacción que ponía cuando me penetraba, se veía que ambos lo disfrutábamos, de pronto me dijo me voy a venir, me tomó de los hombros y me daba más rápido, y de pronto los chorros de semen inundaron mi recto, empujó con más fuerza mientras me masturbaba, no me la sacó hasta que mí semen calló en mi abdomen, suspiré, mi abuelo sacó su verga despacio, y lamió mi semen y nos dimos un beso con sabor a mi semen.
-Abuelo: vamos a dormir chiquillo, que mañana te daré de mi leche, para que la saborees, y me digas que tal está, chiquillo, vamos a dormir como una pareja, este fin de semana.
Solo puedo decir que fue un hermoso el fin de semana, el domingo por la mañana lo repetimos, me dio de su leche, y para mi suerte no solo ese fin de semana, si no que fueron muchos, muchos más, pero esto se los contaré más adelante.
Queridos lectores, estaré subiendo unas series de relatos, éstos relatos no son de mi autoría, el autor original de estos y de los demás relatos que publicaré son de mi amigo Cornelio, solo en ésta ocasión pondré ésta aclaración para así no perder el entusiasmo del relato.
como sigue
Qué delicia de relato. Debe ser excelente disfrutar así con el abuelo.