EL CARIÑO DE UN ABUELO 2
Un abuelo materno muy cariñoso hace de sus vacaciones un festín con su nieto disfrutando cada día que duran esas vacaciones..
EL CARIÑO DE UN ABUELO 2
Chantaje y diversión con mi abuelo materno
Hace un año que empecé a andar con mi abuelo, el padre de mi padre, en este año hubo eventos que han hecho cambios en mi vida de los cuales les quiero hablar, mi madre perdió a su madre hace unos 8 meses, ella murió a causa del cáncer, dejando a mi abuelo solo, la relación con mi abuelo materno no es buena.
Les presentaré la familia de mi padre ya que mencionaré algunos de ellos, mi abuela antes de casarse con Genaro su marido, ya tenía a mi padre Alfredo y a mi tío Felipe, mi tío Felipe es hijo de un cubano, tiene 35 años y dos hijos, Ignacio y su hija Érica, mis otros dos tíos, hijos del tercer marido de mi abuela y el último, de ese matrimonio nacieron, mi tío Genaro de 27 años y sus dos hijos, Elías de 7 años y Valentino de 3 años, mi tío Enrique de 26 años y su hija Andrea de 3 años y entre otros, está la otra parte de mi familia la parte de mi madre.
Mi abuelo materno siempre fue mujeriego y como lo dije antes, entre él y yo no hay una buena relación, de hecho cada vez que visitábamos a mi abuela o en las reuniones familiares lo evitaba, seguido me decía que ya me hiciera una novia, que le metiera el pito a una mujer y cosas de ese tipo, también me llegó a decir que yo le había salido jotito, eso entre otras cosas, recuerdo una vez cuando era más chico, este me preguntó que si me gustaba la verga, yo no supe que contestar así que me retiré de con él, aunque siempre le contaba a mi madre y a mi padre, ellos me decían que así es mi abuelo que no le hiciera caso.
Dicho lo anterior continúo con el relato. Cada año salíamos de vacaciones y siempre salíamos los hermanos de mi padre y sus familias, pero este año, mi tía la hermana de mi mamá, le pidió que se llevara a mi abuelo con ella, mi madre acepta llevarse a su padre a nuestras vacaciones, mi abuelo materno es un hombre de 48 años, bien conservado algo vanidoso y coqueto con todas las mujeres, un hombre vanidoso, siempre dedicado al deporte, aun practica mucho el deporte, ciclismo, baloncesto, futbol y atletismo, hombre de piel blanca, de 1.78 m, pelo cano, espalda ancha, piernas fuertes y lampiño, entre otros atributos de un atleta.
Un día antes de que saliéramos de vacaciones preparamos todo, mi padre ya tenía todo preparado, así que solo nos faltaba salir y llegar a la playa, subimos todo a la camioneta y nos fuimos a recoger a mi abuelo, para mi mala suerte, mi abuelo se fue a un lado de mi en la camioneta, y durante todo el camino este fue acariciando mi pierna y haciendo bromas de mal gusto, los únicos que reían de esas bromas fueron mis hermanos, Vicente y Martín, mi padre y yo teníamos el mismo sentido del humor ya que ni él ni yo reíamos de sus bromas, el camino se me hizo largo y agradecí cuando por fin llegamos.
Me bajé de la camioneta como bala, pues después de haber soportado las bromas de mi abuelo Rafael y las carcajadas de mis hermanos gemelos Martín y Vicente de 10 años, cuando estaba afuera mi padre se estaba estirando y volteó a verme, me dirigió una sonrisa, se acercó a mí y me dio un abrazo mientras me decía.
-Papá Alfredo: Te felicito soportaste muy bien a tu abuelo Rafa. – “así le dicen la mayoría de las personas a mi suegro Rafael”
-Yo Adán: Quería saltar de la camioneta no lo soporto nadita por un lado él y por el otro Martín y Vicente. – Mis hermanos son insoportables en los viajes.
-Alfredo: Vamos a bajar las cosas en lo que llegan tus tíos. – sabía bien el esfuerzo que mi hijo estaba haciendo durante el viaje al soportar a su abuelo.
Estábamos bajando las cosas cuando llegó el resto de la familia, mi padre recogió las llaves de la casa en la que nos quedaríamos, mi abuelo y mi abuela, los padres de mi padre se quedaron en la casa que rentó mi tío Enrique, todos empezamos a llevar nuestras cosas a donde nos quedaríamos, cuando entramos a la casa que rentó mi papa, tenía 3 habitaciones, en una de ellas se quedaría mi padre y mi madre, en la otra mis dos hermanos y en la tercera mi abuelo Rafa y yo.
Mientras llevaba mis cosas a la habitación donde dormiríamos mi abuelo y yo, pedía que fueran camas individuales, ya estaba molesto por que me tocó en la misma habitación que mi abuelo, pero cuando llegué, me di cuenta que era solo una cama para los dos, dejé mis cosas y fui con mi papá para decirle lo de la cama, pero mi madre escuchó cuando le comentaba a mi padre y esta dijo, ya Adán solo serán unos días, además no te aburrirás con tu abuelo, yo exhalé un buf, mi padre se empezó a reír y mi madre lo fulminó con la mirada.
Dejé mis cosas y salí a la alberca en compañía de mis hermanos y ya nos esperaban mi primo Ignacio y su hermana Érica, nos pusimos a jugar en la alberca con una pelota, más tarde salieron los adultos, estuvimos en la alberca hasta la hora de la comida que salimos y después de comer de nuevo a la alberca ya más tarde al mar, después de un rato de estar en el mar decidí irme a bañar y relajarme un poco, pues la ventaja de la habitación es que tenía baño, la de mis hermanos no.
Así que entre al baño, empecé a jabonar mi cuerpo, cerré mis ojos y llegaron a mi mente las caricias de mi abuelo Armando, me empecé a tocar todo el cuerpo lleno de jabón, deslice mi mano a mi verga que ya estaba dura y la otra a mis nalgas, las fui acariciando lento, luego con mi dedo recorría mi raja deteniéndome en mi culo, hacía un poco de presión y suspiraba, sin dejar de masturbarme, presioné más mi dedo en mi culo y este entró con facilidad, ayudado por el jabón, di un suspiro y continúe metiéndolo.
Luego dos dedos y no paraba de gemir imaginando que mi abuelo era quien me taladraba el culo, sacaba y metía mis dos dedos sin dejar de masturbarme, mordía y relamía mis labios recordando cuando mi abuelo me metía toda su verga, lo imaginaba tomándome en la bañera metiéndome toda su verga de 19 cm, mis suspiros y gemidos se hacían más fuertes, luego entró un tercer dedo en mi culo, gemí fuerte, recordé cuando mi abuelo me metía su glande en mi culo, abrí los ojos y me di cuenta que mi abuelo materno estaba parado viéndome como me auto-complacía.
Mi reacción fue dejar de hacer en lo que estaba tan concentrado y taparme con mis manos, mi abuelo se dio la vuelta y sin decir nada salió del baño, me quedé como tomate avergonzado y con mucho miedo, obviamente ya no continué con mi autocomplacencia, me dedique a bañarme y no sabía cómo salir, tenía miedo a enfrentar a mi abuelo y no tenía idea de lo que pasaría después de eso, me armé de valor, y salí a la habitación.
Mi abuelo estaba sentado sobre la cama con su ropa preparada para bañarse, no dije nada y él tampoco dijo una sola palabra, así que me dio tiempo de pensar, me cambié con ropa cómoda, unos pantalones cortos deportivos y una playera, me tiré en la cama y me puse a mandar mensajes a mi abuelo paterno Armando, cuando salió mi abuelo Rafa no dijo nada y se fue a la cocina, después de un rato llegó el resto de la familia a bañarse, Vicente entro a mi habitación y sin decir nada se metió a bañar, al salir se acostó a mi lado y me dijo que un rato más irían Ignacio, Érica, Martín y él a caminar por la playa, y me pregunté si los quería acompañar, le respondí que sí.
Vicente se quedó platicando conmigo hasta que mi madre nos llamó a cenar, estábamos terminando de cenar cuando Ignacio y Érica llegaron para irnos a caminar por la playa, caminamos buen rato hablando y bromeando y después regresamos, cuando llegamos nos recostamos un rato en los camastros alrededor de la alberca, pues nuestros padres aún estaban despiertos, a mi abuelo Rafa no lo vi por ningún lado, así que no me preocupé más por él, pensé que si les decía a mis padres de lo que vio en el baño yo les diría que solo me estaba masturbando algo normal a mi edad.
Después de una hora todos nos fuimos a dormir, cuando entré a la habitación, no estaba mi abuelo Rafa, pensé en preguntarle a mi madre, pero preferí no hacerlo ya que no me debería de interesar por mi abuelo, me preparé para pasar la primera noche y prendí el ventilador ya que hacía calor y me quedé dormido, pues estaba cansado de andar en el agua todo el día, en la mañana como a las 9 mi madre nos llamó a desayunar, al salir vi que mi abuelo Rafa estaba en el sofá de la sala, creo que su primer noche la pasó en el sofá, nos arrimamos a la mesa mis hermanos, mi padre, el abuelo Rafa y yo, pero veía como mi madre estaba a la carrera sirviéndonos, me acomedí a ayudarla a servir.
-Madre Celia: ¿Papá cómo es posible que durmieras en el sofá? Si en la cama caben bien los dos.
-Rafa: Cuando llegué la puerta estaba cerrada por dentro, toqué, pero no me abrió la puerta Adancito, así que me quedé a dormir en la sala.
-Celia: No papá, no hagas eso, le hubieras insistido, ¿hijo por qué cerraste la puerta si aún no había llegado mi papá?
-Alfredo: Espero que no vuelva a pasar esto, pero otro día háblenos suegro para despertar a Adán.
-Adán: Lo siento a-bu-e-lo, no volverá a pasar, no sé por qué la cerré, ayer de hecho no recuerdo haberla cerrado.
– Martín: Recuerda que se la cerraste a Ignacio para que no se metiera al baño y te ganara a bañar.
-Adán: Oh si lo recuerdo, me olvidé de abrirla cuando salí de bañarme, lo lamento abue… – antes que terminara de decirle abuelo, mi abuelo me interrumpió pues no le gusta que le digan abuelo y pues todos mis primos y hermanos le dicen papá.
-Rafael: Está bien hijo. Pero no me digas abuelo no me gusta ya lo sabes.
-Celia: ¿Y si encontraste farmacias abiertas? Si me habías dicho que irías a buscar una farmacia.
-Rafael: Sí, pero estaba bastante lejos, una que estaba aquí cerca no encontré los complementos que buscaba así que tuve que ir hasta una que estaba más retirado, por eso me tardé.
El segundo día fue alberca, comida, juegos y relajarnos, estábamos jugando en la alberca mis primos, hermanos y algunos conocidos, que también se venían de vacaciones, en la alberca ya que para ir al mar el sol estaba bastante fuerte, mis tíos y mi padre estaban recostados a la sombra en los camastros, gran parte de la alberca tenía sombra así que estaba a gusto estar durante la mañana en ella sin que el sol nos diera directo, mi tío Enrique desde un día antes se me quedaba viendo al igual que ese día y después lo vi platicando con mi papá, sabía que platicaban de mí ya que vi como mi padre continuamente volteaba a verme y supe qué fue lo que platicaron ya que mi padre me dijo de esa platica pero mucho después de ese día.
-Enrique: ¿Hermano te puedo decir algo de tu hijo Adán, pero no te enojas? – mi sobrino Adán tiene una forma peculiar y desde hace tiempo he visto medio raro, pero no me atrevía a decírselo a mi hermano.
-Alfredo: La verdad no se Kike, podría ser que si me enoje o la verdad no sé. – yo sabía por dónde iba mi hermano, pero no estaba tan seguro de lo que me diría y no me quería delatar.
-Enrique: Mira y compara a los muchachos a Adán con Ignacio, Martín o Vicente, sus movimientos sus gritos, su risa y comportamiento, ¿no le notas algo raro? – mi hermano se quedó viendo a sus hijos y luego volteaba a verme a mí, pensé que se molestaría, pero solo observaba atento, Alfredo voltea y me dirige una mueca de risa y se voltea.
-Alfredo: pues si se ve diferente, pero a veces como padre no queremos aceptar lo que vemos todos los días, es mi hijo, es lo que te puedo decir y no me molesta que me lo digas, pues si tú lo notas otros lo notaran. – mi hijo Adán siempre se vio diferente, algo afeminado más cariñoso y apegado a su madre, así como más escandaloso por todo, pero es mi hijo y lo quiero.
-Enrique: Ya carnal tú eres hombre y no te puede engañar, tu hijo es jotito. – me arriesgué a que mi hermano me dejara de hablar y me diera un puñetazo, pero pues él sabía que era obvio.
-Alfredo: Pues él no me lo ha dicho, pero quizás sí, no sé, esperaré a que él me diga que es gay y si es así pues es mi hijo, y si uno de ellos se preocupa por mi cuando este viejo será él, los otros dos son unos cabrones. – Adán siempre ha sido más cariñoso conmigo, me abraza, me besa, acaricia mi cara, cuando me mancho de algo me limpia el bigote, he llegado borracho a casa y él me ayuda a quietarme mi ropa y zapatos, cuando vomito él limpia todo, así que pues es muy buen hijo.
-Felipe: ¿De qué están hablando ustedes? parecen chachas de vecindad. – mis hermanos estaban concentrados hablando.
-Enrique: Nada, solo aquí trabajo y otras cosas.
-Alfredo: Pues aquí que dice Kike, que mi hijo parece jotito. – quería saber la opinión de mi hermano mayor, él y yo nos tenemos mucha confianza y es quien siempre ve por mí cuando ando mal, quien me jala las orejas.
-Felipe: No, no parece, es joto, pero ya en su momento él te lo dirá. – siempre he visto con afecto a Adán, pero he visto cómo se lleva con los muchachos y su comportamiento, a mi hermano lo mima, lo abraza, lo besa, lo acaricia, se le sienta en las piernas y es obvio que es gay, pues de la forma que se le queda viendo a los hombres lo delata, más que como trata a su padre.
-Alfredo: Pues sí, ya él sabrá cuando me lo contará.
En ese momento no supe de esa platica, si no mucho después que mi padre me lo contó, el día fue divertido, cenamos y salimos a la alberca a platicar un rato, yo platicaba con unas compañeras que también estaban vacacionando ahí, cuando mi papá se fue a dormir, me dijo que si mi abuelo Rafa aún no estaba en la habitación que le dejara la puerta abierta, luego se despidió de mí, mi hermano Martín y Vicente se fueron a dormir también yo me quedé un rato más, hasta que mis compañeras se fueron a dormir también, cuando llegué a la habitación todo estaba oscuro me alumbré con el celular, lancé la luz a la cama, vi que mi abuelo estaba acostado, así que cerré la puerta con seguro, busqué mi ropa y me fui a bañar.
Salí de la ducha ya vestido para dormir, como hacia bastante calor, solo me vestí con un short deportivo de tela ligera, y me metí a la cama sin taparme con las sábanas al igual que mi abuelo, me acosté boca arriba con mis manos en la nuca y cerré los ojos, de pronto sentí que mi abuelo acariciaba mi pecho, abrí los ojos para ver si mi abuelo estaba dormido o despierto, vi que mi abuelo estaba con sus ojos abiertos.
-Adán: Te pasa algo abue-lo
-Rafael: Me pasa que me calentaste, veo que te gusta que te repeguen la verga en tu colita, veo como juegas con los chicos y ayer cuando te encontré en el baño, me di cuenta de que disfrutas jugar con tu culito, – mi verga estaba bien recta dura y soltando pre-semen, pues ya tenía planeado acercarme a Adán desde la primera noche, pero me dejó afuera de la habitación.
-Adán: ¿Qué te pasa? aquí están mis padres. – mi abuelo acariciaba mi pecho, se mordía los labios y se agarraba su verga por encima de la ropa, mientras me decía; mira cómo me tienes nada más de pensar en meterte la verga
-Rafael: Te gusta que te metan la verga, ayer fui a comprar condones y lubricante, pues pienso pasarla bien estas vacaciones, quiero meterte la verga de menos dos veces por día, quiero ver si aguantas que te la esté metiendo dos o hasta tres veces al día, quiero que me la chupes, date la vuelta y bájate la ropa. – mi verga ya estaba bien dura con ganas de meterla en ese culito joven que con las ganas que me dejó el primer día, ya me la había jalado más de dos veces, tan solo de pensarlo.
-Adán: ¿Qué dices? no debemos hacer esto aquí, mis padres nos descubrirían. – Veía como mi abuelo se sacó su ropa quedando desnudo con su verga blanca recta como un plátano de 17 centímetros, recta delgada, y con algunas venas que se le marcaban.
Mi abuelo tomó mi mano y la llevó hasta su verga y empecé a acariciarla despacio sobándosela de arriba abajo, movía mi mano despacio mientras mi abuelo acariciaba mi pecho y presionaba mis pezones poniéndolos duros igual que mi verga, con su otra mano fue bajando mi ropa hasta dejarme desnudo, mi abuelo me puso de lado se pegó a mí, besaba mi nuca, acariciaba mi abdomen y mis pezones, sentía sus caricias y su verga muy dura entre mis nalgas, simulando la penetración, sus movimientos de caderas y el roce de su verga en mis nalgas, me hacían que sacara más mis nalgas para poder sentir su verga en mi culo.
Me volvió a poner boca arriba, mientras se inca a un lado de mi cabeza dejándome su verga frente a mi cara, sin más le empecé a lamer su glande despacio, saqué mi lengua y le fui lamiendo desde el glande hasta sus huevos, paraba en sus huevos y los lamía despacio, pasaba mi lengua por el contorno de sus huevos y por el contorno de su glande, me la metí un poco a la boca, chupé solo su glande, mi abuelo dio un gemido um oh e hizo su cabeza para atrás.
Luego recorrió mi cuerpo con su mano se detuvo en mis nalgas y estiró su otra mano, tomó un bote de lubricante en gel, tomó un poco con sus dedos, los llevó a mi ano y empezó a tallar con sus dedos el lubricante en mi ano, despacio acariciaba mi culo con sus dedos, poco a poco fue metiendo su dedo índice que se deslizaba suave por el lubricante, yo no dejaba de mamarle la verga, me metía más de la mitad a mi boca, succionaba y mi abuelo suspiraba, jugaba con mi lengua en el glande de su verga, tomaba su verga con mi mano y se lo lamia con la lengua recorriendo y pasando por cada espacio de su glande mi lengua, metía la punta de mi lengua en la entrada de la uretra.
Mi abuelo no dejaba de perforar mi culo con sus dedos que ya eran dos los que me estaba metiendo y luego tomo más lubricante y metió un tercer dedo, me tenía con su verga en la boca y sus dedos en mi culo, mis piernas dobladas para darle más acceso a que mi culo fuera penetrado con sus dedos, me pidió que me colocara boca abajo, me di la vuelta dejando su verga llena de babas, mi abuelo se puso un condón y se montó sobre mí, volvió a untar más gel en mi culo y en su verga, puso su verga en mi raja y se empezó a mover lento de arriba abajo, tallando su verga entre mis nalgas, esta resbalaba con facilidad por el abundante lubricante, de pronto sentí como su verga se detuvo en mi culo, presionó un poco y sentí como su verga quería entrar en mi culo, hash gemí algo fuerte, mi abuelo tapó mi boca y siguió presionando su verga en mi culo.
Se fue deslizando lento, entrando cada vez más hasta que la tuve por completo dentro, mi abuelo resopló y seguía tapando mi boca, se quedó quieto cuando logró meterme todos sus 17 centímetros, me tomó de los hombros y empujó para meterme lo más posible, di un pequeño grito, pues sentí algo de dolor.
-Rafael: Disculpa hijo, estoy muy caliente y quiero disfrutar de tu culito, quiero comértelo, taladrarte el culo, que le saques la leche a mi verga y dejarla dentro de ti.
-Adán: Quiero que me penetres, que me dejes tu leche adentro que me hagas feliz abuelito.
-Rafael: Eso te hare querido nieto, te voy a dar lechita caliente, que rico culo tienes se siente como aprieta mi verga, que gusto tenerte con toda mi verga adentro ¿quieres que me mueva o te duele?
-Adán: muévete despacio, ve dándome despacito, no quiero que me duela abuelito.
-Rafael: Ya verás de lo que es capaz de hacer tu abuelito, el que te está perforando el culo.
Mi abuelo colocó una almohada bajo mi pelvis y tomo mis caderas con ambas manos. Se empezó a mover lentamente, podía sentir como su verga se deslizaba adentro y afuera de mí. La sacaba casi por completo para volver a meterla, movía sus caderas despacio adelante y atrás, me la sacó por completo y la volvía a meter, separo mis nalgas con sus manos, me sacaba la verga por completo y me la metía sin ayudarse con sus manos, la sacaba despacio y la metía de un solo empujón hasta que sus huevos chocaban con los míos, en cada envestida yo emitía un gemido um.
Después de varios minutos que me estuvo dando envestidas, me tomó de las caderas y empezó a acelerar sus movimientos de cadera, el sonido de nuestros cuerpos chocando uno que otro gemido se escuchaban en la habitación, sentí que estaba por venirme, así que le avise a mi abuelo que estaba a punto de terminar, mi abuelo me pasó una prenda para que no manchara la almohada, empecé a eyacular sobre la prenda que me pasó mi abuelo y después que terminé, mi abuelo aceleró más sus movimientos y empezó a eyacular, me dio varias envestidas fuertes y secas hasta que terminó de descargar su leche, me sacó su verga junto con el condón y se acostó en la cama aun lado de mí.
Yo me quedé acostado boca abajo y escuchaba la respiración agitada de mi abuelo, me di la vuelta y saqué la almohada de debajo de mi cuerpo, me acomodé a un lado de mi abuelo, quedé boca arriba, cuando voltee a verlo estaba con sus ojos cerrados y su pene reposaba sobre su pierna aun con el condón puesto, mi abuelo se puso de lado y me acaricio mis pezones que aún seguían duros.
-Rafael: ¿Te gustó como se mueve tu abuelo? Mañana después de desayunar, no te vayas a la alberca te regresas a la habitación que te quiero dar tu lechita, pero en la boca.
-Adán: Abuelo, pero mi mamá se queda a preparar algunas cosas, nos podrá oír y la que se nos arma, será mejor que esperemos a que se quede solo, o en la noche como hoy.
-Rafael: No te preocupes lo haremos en silencio, además te dije que lo haríamos dos o tres veces por día, por ahora vamos a dormir y mañana después del desayuno te regresas aquí.
No le alegué más a mi abuelo, pues ya estaba cansado y con sueño, por la mañana mi madre nos llamó a desayunar, salimos y después del desayuno mi abuelo le dijo a mi madre que se sentía algo desvelado que se dormiría un rato, mi madre le preguntó si estaba bien pero mi abuelo le dijo que solo algo desvelado ya que no pudo dormir mucho anoche, aproveché para decirle a mi madre que tampoco había podido dormir por mi abuelo que se movía mucho y que trataría de dormir un rato, mi madre me dijo que sí, pero que dejara al abuelo descansar, le dije que sí que yo me acostaría en el sofá que está en la habitación.
Entre en la habitación y puse el seguro por dentro, esperé que mi abuelo saliera de bañarse y cuando salió, tenía solo una toalla enredada en la cintura, me metí al baño, me di un baño y al salir vi a mi abuelo en la cama boca arriba desnudo con su verga muy dura, me desnudé y me subí a la cama, me puse de rodilla y me puse a mamarle la verga que la tenía bien dura, volteé a verlo y me sonreía mientras veía como mi lengua recorría su glande, me tomó del pelo y empezó a guiar mi mamada, me metía toda su verga en mi boca y mi abuelo cerraba los ojos y mordía sus labios.
Después me sujetó mi cabeza con ambas manos para follarme mi boca, entraba y salía su verga de mi boca y muchas babas, me pidió que me diera la vuelta para meterme sus dedos en mi culo, me acomodé poniéndome en cuatro patas, dejándole mi culo frente a su cara mientras continué mamándole la verga, llenó sus dedos de lubricante jugando con sus dedos en mi culo haciendo presión para que este entrara. De repente sentí su lengua recorrer mi culito, di un suspiro y mi abuelo continuó mamándome el culo, intercalaba su lengua con sus dedos y siguió así hasta que metía dos dedos en mi culo, yo seguía mamando su glande, después su verga, jugaba con mi lengua sobre su glande, huevos y el perineo, que al llegar a esa zona mi abuelo se estremecía, quise darle una pasada a su ano con mi lengua pero no me atreví a hacerlo, por temor a su reacción, cuando ya me estaba metiendo los tres dedos que entraban y salían con facilidad me levanté y le dije que quería que me la metiera ya.
-Adán: Quiero sentarme en tu verga, quiero cabalgarte.
-Rafael: ¿quieres que te la meta ya? Pídemelo, pídeme que te meta la verga.
-Adán: ¿Abuelo me puedes meter tu verga por favor?
-Rafael: Adelante mi niño siéntate en ella, pero despacio y en silencio que no nos escuche nadie.
-Adán: Descuida abuelo lo haré despacio. – mi abuelo se puso un condón y llenó su verga de gel y llenó mi culito. – apunté la verga de mi abuelo en mi culo, me la fui metiendo despacio poco a poco hasta quedar sentado sobre sus huevos y pelvis, moví un poco mi trasero para acomodar bien su verga en mi interior, cuando escuché a mi madre afuera de la puerta.
-Celia: ¿Hijo, todo está bien? ¿Tu papá Rafa aún duerme?
-Adán: Si ma. Todo bien, él está durmiendo.
-Celia: Bueno hijo me iré un rato a la alberca con los demás, cualquier cosa me llamas, no molestes a tu papá Rafa.
-Adán: Está bien ma. No te preocupes lo dejaré descansar. – mi madre se fue y yo seguía montado sobre mi abuelo, le dije en voz baja, no te molestaré más y comencé a moverme sobre su verga, movía mis caderas sacándome y metiéndome la verga de mi abuelo, mientas apoyaba mi mano izquierda sobre su pecho, con la derecha me masturbaba frente a él, después de varios minutos de estar a mi ritmo siendo yo quien tenía el control.
Luego mi abuelo me abrazó y movía sus caderas con más rapidez entrando y saliendo de mi culo, después de un rato al aumentar la velocidad, la verga de mi abuelo se sale de mi culo, en ese momento me pone al borde de la cama boca arriba, me vuelve a meter la verga una vez más y empieza a darme más de prisa, me la mete y me la saca con rapidez, después me la clava por completo y me pide que me masturbé ya que él está a punto de venirse, me masturbo llenando mi abdomen de mi leche, mi abuelo me saca su verga, se quita el condón se acomoda en frente de mí, me mete su verga a la boca comienza a masturbarse y me llena la boca de semen, aunque lo escupí, pude tragar un poco, me pide que le limpie la verga, después de que se la limpio me dice que cuando todos se vallan al mar, me meta a bañarme y él será quien jabone mi espalda.
Después de la comida, el abuelo salió a la alberca al igual que todos los demás, y cuando todos se fueron al mar yo me metí a bañar y después de mí, entró mi abuelo, la casa estaba sola así que pudimos entrar sin que nadie se diera cuenta, en el baño me empezó a enjabonar todo mi cuerpo, su verga estaba bastante dura, me la metí a la boca, mi abuelo me metía sus dedos en el culo con la ayuda del jabón, éstos resbalaban fácilmente al interior de mi culo.
Mi abuelo se colocó un condón y ahí me volvió a meter la verga, me pegó en la pared y empezó a envestirme de manera salvaje, me estaba doliendo, pero me gustaba la manera de hacerlo de mi abuelo, me levantó la pierna, me tenía empotrado a la pared del baño, me estaba metiendo la verga a toda velocidad, yo chillaba de placer, mi abuelo gemía de manera bestial, en poco tiempo se vino dentro de mi culo, me sacó la verga, se quitó el condón y lo tiro al baño, me pidió que limpiara su verga y mientras le mamaba la verga, me empecé a masturbas hasta que terminé, dejé de mamarle la verga mi abuelo.
En la noche me volvió a follar una vez más, ya me ardía el culo de tanta verga, empecé a pensar que mi abuelo ya tenía mucho sin tener sexo, al día siguiente fue más tranquilo, ya que despertó temprano, me folló por la mañana en la cama y por la noche, así estuvimos el resto de las vacaciones. Una noche fuimos a caminar y me folló en la playa, otra fuimos a caminar por la playa por un sedero y en un rincón del sendero me folló otra vez, ya para regresar de vacaciones al darnos un baño fue la última vez que me folló en mis vacaciones, me la pasé muy bien, no me hizo falta verga ningún día, pero si me hacían falta las caricias y los besos y la forma en que mi abuelo paterno me folla.
CONTINUARÁ…………..
Qué deliciosa forma de mejorar las relaciones con el abuelo. Yo quisiera vivir en una familia así.
Como sigue?