El chakal güerito del camion.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hace unos meses que me mude a casa de mis padres, un lugar fuera de la ciudad, se podría decir que a los suburbios, me gusta verlo de esta manera. Soy un chico normal, nada fuera de lo extraordinario, delgado, velludo de pecho, piernas y brazos, piel moreno claro, de piel clara, a pesar de ser mexicano tengo la piel clara a un que me gustaría ser un poco mas moreno, mido 1 75 centímetros, pelo corto y despeinado, labios gruesos, unas nalgas nada negadas, redonditas, bien formadas con una ligera capa de vello, un buen paquete, que resalta en mi entrepierna cuando esta despierto, ni chico ni grande, largo con un par de venas que resaltan por el contorno, una cabeza redondita y morada con un tronco con vello recortado, y unas bolas de buen tamaño.
Suelo trabajar hasta tarde y siempre salgo a la hora del traficó, era cómodo cuando iba en mi coche, hace un mes lo choque y aun no es tiempo que lo reparo y mientras me tengo que acostumbrar a andar en las venas del pueblo: Los autobuses.
Si bien no era algo que me desagradaba lo encontraba incomodo hasta que empecé a descubrir ciertos placeres, nunca me había llamado la atención el tener sexo con un hombre, hasta que el transporte urbano me hizo cambiar de parecer, el estar todo apretado en un camión y de repente sentir en mis nalgas algo largo y pálpate que se restriega seguido, hacia que inmediatamente mi verga cobrara vida, un placer entre gustoso y culpable. ¡Me fascina sentir como se restregaban!
En uno de esos viajes, de camino a casa coincidí con uno de esos que llaman “chakales” , un poco mas o menos de mi altura quizás mas alto , con ropa suelta, pantalones flojos, güerito, con barba de unos días, delgado, de ojos verdes, al menos por la ropa floja que llevaba se veía delgado pero de buen cuerpo, un rostro rudo pero a la vez fino, de fracciones puntiagudas y labios delgados, cubría su rostro con una gorra sucia, tal vez seria albañil o pintor, por lo sucio de su ropa, desde que lo vi me calenté, me encanto.
Era de esos días en los que va atascado el camión y lo vi subirse yo iba como a la mitad cuando abordo, quise que ojala se pusiera detrás y poder sentir su cuerpo aun que sea un segundo, les recuerdo que nunca había estado con un hombre mas allá de ideas banas y esta era la primera vez que podría decirse “Experimentaba”, lo mire por el reflejo durante un rato pero luego ya no lo note, me sentí decepcionado de no verlo mas, apenas me estaba resignado cuando el camión dio un salto brusco y casi me caigo sobre alguien, sentí que repago su paquete en mi nalga derecha, mire por el espejo y era el Güerito, solo me aparte para no ser mas obvio aun que me moría de seguir sintiendo su herramienta tan cerca. Ese día quedo solo en eso, creí que jamás lo volvería a ver, pero los días posteriores se repetía lo mismo una y otra vez lo mismo, de una u otra manera buscaba repagarme y el también pero los dos tímidos, llego el fin de semana y no lo vi mas, me sentí un poco culpable de haber perdido una oportunidad que me ponía al cien. Pasaron tres días y no lo vi, en ese tiempo decidí que si lo veía de nuevo sería mas arriesgado.
Como siempre las cosas pasan cuando menos te lo esperas, era el cuarto día que no lo veía y ya nacía la resignación en mi pecho y en mi culo de no volver a sentirlo, cuando se sube un grupo de gente , entre ellos él, no lo vi de primero si no que lo sentí, llego y se re pego descaradamente, mire asustado a los lados por si alguien nos veía pero el tipo que iba enfrente de nosotros iba dormido, los dos de al lado iban con sus platicas, de una manera o otra quedamos en privado “es el momento” me dije y me arme de valor, me quede quieto esperando mi oportunidad, sin moverme y sintiendo como arrimaba su verga a mi culo, no me moví esta vez, en una vuelta brusca solo eche mi colita hacia atrás para sentirlo mas cerca, el acerco sus caderas a mi cuerpo, vi a atreves del reflejo de la ventana su risa picara, dio un paso hacia adelante y siguió con cada salto, vuelta apretaba las nalgas y echaba su verga hacia adelante y yo me echaba ligeramente hacia atrás, movía ligeramente mi culo de arriba hacia abajo, así hasta que llego la triste despedida, justo cuando me iba a bajar me eche mas duro hacia atrás el lo entendió, me dio un agarrón de nalga y un arrimón mas ganas, como de despedida, me baje del camión y no mire a tras pero sabía que me seguía con la mirada, esa noche no se cuantas veces me la jale pensando en sentir esa herramienta, su piel y su calor.
Los días pasaron y estuvimos repitiendo la misma rutina, note que ya no traía esos estúpidos pantalones flojos si no que llevaba pants, lo cual me hacía sentir más real el jugueteo, a veces cuando me toca sentado se ponía a mi lado y me restregaba su paquete en mi hombro yo fingía no darme cuenta pero sentía ese calor tibio, a veces casi hasta podía olerla!
El viernes era el ultimo día que lo vería y jugaría con él, ese viernes se paro en el extremo contrario del autobús, no se me acerco me sentí un poco defraudado, me baje un poco mas delante de mi parada normal, me distraje, cuando me baje note que él también lo hizo, caminaba por una calle corta y muy sola, para acortar el paso, decidí irme por una zona de construcción, como dije mis padres viven fuera de la ciudad, en esas zonas que apenas se están construyendo, al pocos minutos de que empezara a caminar, note que alguien me seguía por un momento me asuste, y quise apresurarme pero note que era el güerito, aminore el paso y encendí un cigarro, di una vuelta por una calle de casas solas, sabía que quería pero no que hacía solo me deje llevar. Encendí un cigarro y camine lento como si conociera las calles, después de un rato me alcanzo.
-¿Tienes fuego men?-dijo con voz suave y fuerte. Saque mi encendedor y le encendí el cigarro que llevaba, di unos pasos y me detuvo de la cintura re pegando su verga de nuevo. Ahí solos en medio de la calle solitaria, alumbrados por unos ligeros faros que apenas si disipaban la oscuridad.
-¿Te gusta verdad morro?- dijo al tiempo que me daba llegues, intente resistirme pero él sabia que solo era por el juego – Traigo unas ganas de que me mames la verga.
Comenzó a caminar a unas bancas en una especie de parque detrás de las casas, se recargo en una árbol, cerca de una banca, me hizo seña de que me acercar y así fue, tomo mi mano y bruscamente la llevo a su verga.
-¿Te gusta?- dijo sosteniéndome con fuerza la mano y restregándomela una y otra vez, estaba asustado, tenía miedo, estaba excitado mi corazón latía con fuerza. Abrió su bragueta y me la mostro, era larga y ancha, venas por los lados, se desabrocho el pantalón y pude ver como un caminito de vellos llegaba hasta el tronco ancho de su verga, vellos la recubrían, aun flácida se agitaba con una cabeza rosa y unas bolas disparejas cubiertas por vello.
-¿la vas a saludar?- sabia a que se refería, me hinque y estando de rodillas me dio unas cachetadas con ella por la cara, una verguiza diría , varias veces, el calor tibio cubrió mi rostro, quería devorarla, la soltó y encendió otro cigarro, me señalo con la mano que la tomara, la tome pude sentir su circunferencia, empecé a pajearla desde el tronco hasta la punta, suave lleve mi boca hasta sus bolas las lambí ligeramente y un sabor salado inundo por completo mi boca, lambí las bolas una por una y jugueteaba con la lengua, era la primera vez que lo hacia pero desde que lo conocí había imaginado como se lo aria con detalle, lambí varias veces del tronco hasta la punta por la parte de abajo, una y otra vez, subía y bajaba, suave y lento quería que me la metiera en la boca de una buena vez, poco a poco salió el precum y lo saboreaba, su respiración se agito y dejo de lado el cigarro, gemía suave y agitado, cuando por fin comencé a chupar su cabeza y meter poco a poco aquella verga que no había notado las dimensiones hasta que la tuve en mis labios.
La metía y la sacaba toda.
-Vamos al banca- apenas dijo y se sentó, se quito los pantalones, y subió su camisa detrás de su cuello como hacen los cholos yo seguí por un rato deleitándome mientras gemía, cada vez los movimientos mas rápidos hasta que me detuvo jalándome los pelos.
-¡Puta madre! La chupas mejor que cualquier vieja! Aguanta no me quiero venir aun. Se paro y me puso con las manos contra la banca, y bajo mi pantalón, sentí como escupía y metía uno de sus dedos en mi culo y lo comenzaba a mover, tuve algo de miedo, no quería ser penetrado sin condón.
-Al parecer sabes lo que haces- dije en suspiros entre cortados cuando sentía como jugaban sus dedos en mi ano.
-Una vez se la metí a mi vieja por el culo, se lo revente y ya no me dejo hacerlo- metió un segundo dedo- los jotos hacen esto y quiero repetir. Los jotos cogen rico y la maman con madre.
No supe que contestar a eso. Escupió de nuevo, y empezó a masturbar su mástil con mis nalgas, una y otra vez. Se puso en frente de mi y se puso un condón.
-si quieres que resbale, chúpale bien bato.
Lo chupe un momento y ni me dio chanza cuando se puso de nuevo detrás de mi, intento meter su cabeza ligeramente, me dolió un poco y solo apreté los dientes con la cabecita que entraba y salía una y otra vez. Estuvo un rato metiendo un poco a poco hasta que me la dejo ir de golpe, sentí como sus bolas pegaron en mis nalgas, un grito escapo de mi garganta, intente zafarme pero me tomo de la cintura con una malo y del pelo con la otra.
-¿Es lo que querías no putito?- me dijo al oído mientras embestía rudo , sacando todo y metiéndola de golpe, sentía su pelvis pegar con mi espalda baja, intente relajarme, empezó a bombear rudo sin dar tregua, cada vez mas rápido y salvaje, sentía su verga recorrer mi interior y romperlo en dos, me nalgueaba y decía vulgaridades de vez en cuando, sentí un escalofrió y acaba en la banca pero el aun seguía embistiendo, me tiro contra el pasto, y me puso de perrito me jalaba del pelo hacia el estuvo embistiéndome así durante un rato, no quería quedarme quieto y comencé a hacer movimientos circulares con mi culo y a apretar y asaltar las nalgas como podía.
Cuando ya no pudo mas me dio la vuelta se saco la verga aventó el condón y me comenzó a coger la boca hasta que se vino con ríos de leche que llenaban mi garganta, se contraía con brusquedad hasta que descargo sus bolas en mi. Se tiro a mi lado y saco un cigarro que se lo encendí, tome un poco de aliento y me dijo que se lo chupase hasta que se lo dejase limpio y así hice, aun flácido le limpie todo hasta dejarlo reluciente, después que termino se quito su bóxer y limpio el semen y me lo paso para limpiarme, se puso su pantalón y su camisa.
sabiendo que todo había terminado busque mi ropa, mis pantalones, para ser correcto, cuando me agarro de la cintura y me lo re pego de nuevo y me dio los boxter, para recordarlo que volveríamos a vernos que tenia mas leche para mi. Aun me encontraba desnudo y mi verga se puso dura, la agarro con fuerza y me dijo que volveríamos a repetir que esperara que no quería que lo siguiera, me quede quieto con los pantalones en la mano y un cigarro en la mano, viendo como se alejaba, me quede sentado y no pude evitar masturbarme mientras olía sus boxters flojos a semen fresco.
Después de un rato llegue a mi casa, por suerte ya estaban dormidos y me pude meter a bañar pero no si no antes de darme un homenaje y relajar mi culo que me ardía y apenas si podía apretar.
Esa noche me fui a dormir con una sonrisa en la cara había probado nuevos placeres y quería volver a repetir.
Gracias por leer, comentarios son bienvenidos.
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