EL CHICO DEL ANTRO II
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por diegosuperhot.
Hola! Qué tal amigos, bueno pues aquí les escribo la segunda parte de mi relato del encuentro que tuve con un chico del antro, Matias, un hombre encantador.
Como les comenté en mi relato anterior, a Matias lo conocí un sábado en la noche, en el antro, saliendo del antro nos fuimos a su casa donde tuvimos nuestro primer encuentro, aquí les escribo lo que pasó al día siguiente.
Matias me llamó el domingo en la noche para saber que iba hacer yo mañana (es decir, el día lunes), le comenté que tenía que ir a trabajar y después ir a la escuela, él me dijo que si no nos podíamos ver, que tenía muchas ganas de verme, entonces yo le dije que ¡Sí!, que no iba a la escuela con tal de estar con él (voy a ser sincero con ustedes, me encanta este chavo, Matias me vuelve loco), entonces quedamos en que pasaría por mí a la hora de salida de mi trabajo, y así fue, al día siguiente ahí estaba Matias en su auto, esperándome afuera de mi trabajo.
Yo sentía que mi corazón se me salía de lo emocionado que estaba, pero me controle. Salió del auto a saludarme, y cual sería mi sorpresa que sin más ni menos me dio un beso, tremendo beso me plantó en la boca, en la entrada del hospital donde trabajo, casi me desmayo de la sorpresa o de la emoción de ese momento, nunca pensé que Matias me recibiría de esa manera.
Me preguntó que cómo había amanecido, qué tal había estado mi día y cosas por el estilo. Yo le pregunté qué hacia donde nos dirigíamos, Matias me dijo que íbamos a ir a su casa, que como era lunes, hoy no trabajaba su personal de servicio, por lo que tendríamos la casa sola para nosotros dos, esto me emocionó demasiado. Matias y yo, solos en en casa.
Llegamos a su casa, me pasó a la sala y el fue al bar por unos tragos, empezamos a pláticas más de él, de su vida, de sus negocios, etc., etc., etc., así estuvimos un rato, hasta que me acerqué a él y lo empecé a besar, volví a probar el sabor de su boca, una boca deliciosa. Matias sabe besar, realmente sabe besar. Pase mis manos por su cara, su cabeza, bajé mis manos por su espalda, acaricie su espalda por completo hasta que bajé a sus nalgas, duras, firmes, toda una ricura esas nalgas.
Matias me empezó a sobar mi verga y me desabrocho mi pantalón, lo detuve, tenía en mente algo más excitante, le pregunté que sí estábamos completamente solos, él me dijo que sí, le pregunté que se me podía enseñar su jardín y me llevó al jardín para que lo viera, nadie más fuera de la casa podía ver a donde estaba yo con Matias, entonces lo agarré y lo volví a besar, él entendió lo que yo quería porque me preguntó que sí quería que hiciéramos el amor ahí en el jardín, yo le dije que sí, que aquí en el jardín lo quería hacer mío, me volvió a besar y me dijo que lo esperará un momento, yo me quedé en el jardín y Matias entró a su casa.
Al poco rato regreso al jardín con una colcha, lubricante y un paquete de condones. Extendimos la colcha sobre el pasto, en medio del jardín, nos quitamos los zapatos y nos subimos a la colcha que teníamos sobre el pasto. Nos empezamos a besar, jugábamos con nuestras lenguas, una guerra de lenguas, quería comermelo completito, lo quería totalmente para mi. Le quité la playera y bese su cuello, fui bajando hasta sus tetillas, las mordi, las lámi, las bese, pase a sus axilas y aspire su olor a hombre, un olor delicioso. Lo volví a besar en la boca.
Matias me desabrocho mi camisa, acarició mi pecho y mi espalda, nos besabamos apasionadamente, y me empezó a desabrochar mi pantalón, fue bajando por mi cuello besándolo, pasó por mis pecho, mis tetillas, fue bajando hasta que llegó a mi ombligo, bajo mi pantalón y me lo quitó, había quedado solamente en boxer, dentro de mi boxer mi verga pedía a gritos ser liberada, salir de ese encierro en que se encontraba, Matias parecía entenderlo, bajo mi boxer y salió mi verga en su total erección, mi boxer quedó a la altura de mis rodillas.
Matias tomo mi verga, la empezó a masturbar, yo me sentía en la luna, empezó a besar la cabeza de mi verga, la empezó a chupar, se la fue metiendo poco a poco en la boca, hasta que se la comió por completo, mi verga desapareció en su boca, yo veía estrellas del placer que me estaba dando mi querido Matias, y así empezó a mamar mi verga, una mamada magistral, yo hacia todo el esfuerzo posible por no correrme ahí mismo, quería que este placer se prolongará mucho más.
Lo tomaba de la cabeza y lo empuja para que se comiera por completo mi verga, el la mamaba y la mamaba, se la sacó de la boca y empezó a lamer mis huevos, se los metía uno por uno a su boca, pasaba su lengua por toda mi verga, mis huevos, yo me sentía morir de puro placer, estaba gozando demasiado.
Nos volvimos a besar, probé el sabor de mi verga y eso me excitó más, nos seguimos besándo. Bese su cuello y bajé por todo su pecho hasta que llegué a su ombligo, donde metí mi lengua y chupe, fui bajando más hasta que llegué a su cintura, desabroche su pantalón y se lo quité, traía un boxer amarillo, me encanta ver a un hombre con ropa interior color amarillo, me excite más, le bajé el boxer y salí su verga apuntando hacia mi, me la comí toda, metí su verga en mi boca y la empecé a mamar, la metía y la sacaba de mi boca, Matias sólo gemía, arqueo la espalda y gritaba, gritaba de puro placer, lámi sus huevos, unos huevos grandes y pesados, los metí en mi boca, me los quería comer, volví a meter su verga en mi boca, me encantaba su sabor.
Lo acosté boca arriba, le abrí las piernas y me metí entre ellas, volví a mamar su verga, sus huevos, fui bajando más entre sus piernas, flexione sus piernas y quedó frente a mi su hoyito, chiquito, rosado, se veía muy apetitoso, no aguanté más las ganas y lo empecé a chupar, pase mi lengua por todo su hoyito, trataba de meter toda mi lengua, lo quería cojer con la lengua, Matias gemía, y gemía de puro placer, gritaba como loco, le encantaba lo que le estaba haciendo.
No aguantaba más, lo quería poseer, lo quería hacer mío, lo puse de "a perrito", le unte lubricante y me puse un condón, me acomodé detrás de él y lo empecé a penetrar, fui metiendo mi verga poco a poco, estaba su hoyito apretado, me apretaba mi verga de una manera riquísima, Matias arqueo la espalda, me pedía que siguiera, que no me detuviera, quería sentir toda mi verga dentro de su culo, yo lo seguí penetrando, cuando logré meter toda mi verga en su culo, caí sobre su espalda y le dije al oído que sí estaba listo para que lo cojiera, me dijo que sí, que le rompiera su culo, que no dejara de cojerlo.
Y así empecé a sacar y meter mi verga, poco a poco, lentamente, cada vez más fuerte, hasta que lo empecé a cojer fuerte, sacaba mi verga totalmente y se la clavaba hasta el fondo, Matias gemía y gemía, estaba disfrutando mucho la cojida que le estaba dando. Sin salirme de él, lo acosté de lado, levante su pierna derecha con mi mano y lo seguí cojiendo, besaba su cuello mientra lo cojia, giro su cabeza y nos fundimos en un beso, Matias me dijo que le gustaba mucho, que me amaba, yo lo bese y lo seguía cojiendo, sentía que estaba por terminar, pero yo todavía quería seguir disfrutando, bajé un poco la velocidad con la que estaba cojiendolo, volví a empezar a cojerlo fuertemente. Yo estaba como loco del placer que sentía, y Matias gritaba que lo cojiera más y más fuerte.
Estaba viviendo un momento maravilloso, me estaba cojiendo a un chavo muy guapo, y lo que más me excitaba es que estábamos en su jardín, cojiendo al aire libre, entre la naturaleza.
Lo puse boca arriba, coloque sus pies en mis hombros, y lo seguí cojiendo, metía y sacaba mi verga completamente, lo cojia y lo cojia, le agarré su verga y lo masturbaba, Matias gemía de placer, estaba disfrutando mucho la cojida que le estaba dando, sentí como su verga se hinchaba, se puso dura y empezó a soltar chorros y chorros de leche, con cada chorro de leche que aventaba, su culo apretaba mi verga, la asfixiaba por completo. Lo seguía masturbando, mi mano se batio de su leche, acerqué mi mano a mi nariz y aspire su olor, al llegar el olor de su semen a mi cerebro algo electrizante recorrió toda mi espalda, estaba por terminar yo también.
Matias me pidió que terminara en su boca, me salí de su culo, me quité el condón y Matias empezó a mamar mi verga, y empecé a correrme, solté mi leche, fue un orgasmo como nunca antes lo había tenido, Matias se tomo toda mi leche, no desperdicio nada, dejó mi verga limpia y reluciente. Nos volvimos a besar, nos abrazamos y nos acostamos en la colcha, el día era maravilloso, un cielo azul.
Matias me besaba y besaba, me dijo que nunca antes había disfrutado tanto como hoy lo había disfrutado conmigo, me volvió a besar, me dijo que me quería. Lo abrace, yo le dije que también lo quería. Y así pasamos la tarde, acostados, abrazados y besándonos en el jardín de su casa.
Espero sus comentarios, fotos y confidencias en mi mail: diegosuperhot@live.com
Y sus mensajes escritos al 5516271367. A este número de celular sólo manden mensajes.
Saludos a todos. Y recuerden que hay que disfrutar la vida! Besos.
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