EL CHICO DEL CIBER
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Yo soy un chico delgado pero con un buen cuerpo aunque nunca he ido a un gimnasio mido 1 75, piel morena, hombros anchos y modestia aparte de muy buen ver; y un modesto miembro de 18 cm y grueso.
en fin fue un sábado a mediodía, cuando llegue al zócalo de la ciudad de Puebla y llegue a la dirección establecida, que es una vecindad muy tranquila de tipo colonial, subiendo unas escaleras y bastante discreto, entre tímidamente pues no sabía cómo me iba a ir, al entrar mi primera sorpresa llego al ver al administrador del chat, un chico (sin mentir ni exagerar) más hermoso que haya visto, era delgado con un cuerpo marcado muy bien trabajado de piel blanca, divinos ojos color miel y unos labios carnosos rojos, llevaba puesta una camisa sin mangas color azul, sus piernas largas y delgadas enfundadas en unos jeans que le resaltaban sus ricas nalgas; al verme entrar me regalo una sonrisa la cual yo le devolví algo tímido lo salude y le pregunte si me podía prestar una máquina, me pregunto si era la primera vez que iba al ciber, le dije que sí y me llevo a dar un recorrido por el local me llevo a una cabina y yo solo podía ver sus hermosas nalgas como se contoneaban, me tenían dominado, llegamos a la máquina y me mostro todos los programas que podía usar al hacerlo se agacho un poco y pudo verle un poco de la piel blanca de su espalda asomándose por debajo de su camisa, sé que fue muy poco pero solo esa visión me levanto mi miembro al grado de lastimarme el pantalón.
Al momento levante la mirada y pude ver que este chico me miraba, yo me sonroje un poco pero él me regalo una sonrisa cómplice, después me mostro un chat del ciber, a lo que le pregunte si a él también le podía hablar por medio de ese chat y él me dijo que sí que él era el administrador del chat y que estaba para lo que se me ofreciera, yo me hacer que a él como para ver su icono en el chat y disimuladamente le puse una mano en su espalda baja pude notar la dureza de su cuerpo que ya se estaba volviendo la cúspide de mi fantasía, al despedirse puso su mano en mi abdomen, haciéndome temblar de los nervios.
Una vez que se fue yo entre en la cabina, cerré la puerta y puse en pasador, me senté y rápidamente abrí mi pantalón para aliviar un poco la presión que tenía dentro, la idea de estar con ese chico me volvía loco, de imaginar su cuerpo totalmente desnudo de ver su delicioso culito entre mis manos, me masturbaba con esa idea.
Cuando abrí los ojos me lleve otra sorpresa increíble, era un mensaje del administrador, donde quería organizar una orgia con los presentes del ciber, yo ni tardo ni perezoso le pregunte si el también participaría y él dijo que si a lo que yo me anote inmediatamente, no lo podía creer, era la oportunidad de estar con el chico y me masajeaba la verga esperando que dijera que sí, pero la desilusión ya que nadie más se animó a participar, empecé a ver un poco de porno casual, como para hacer tiempo, cuando llego a mi maquina un mensaje de este chico diciendo que si podía ir con él ya que se le olvido mostrarme el baño, y yo le dije que sí, me acomode el pantalón y salí a buscarlo, cuando me vio llegar sonrió y me dijo que si quería me mostraba el baño porque se le había olvidado mostrármelo, no sé si era mi excitación o sus maravillosos ojos miel le brillaban intensamente, yo estaba encantado de tenerlo nuevamente frente a mí, se levantó y me pidió que lo acompañara, así llegamos a una puerta de madera con vidrios biselados a la cual abrió y entro al centro, era un baño bastante grande que tenía hasta regadera y una pequeña mesa de madera a un lado.
Al entrar me recargue en la puerta y no me di cuenta que la había cerrado, le dije que era muy impresionante, verdaderamente muy bonito todo el lugar y que era muy acogedor ( ya después entendí lo que dije), empezamos a platicar sobre cualquier cosa aprovechando que nos encontrábamos en confianza, cada palabra que él decía hacia que me excitara cada vez más, podía sentir nuevamente la presión del pantalón que oprimía mi miembro, miraba a aquel chico y lo desnudaba con la mirada, me imaginaba su perfecto cuerpo desnudo, cuando mire sutilmente hacia sus piernas pude ver un increíble bulto en su entrepierna, él también se estaba excitando lo que me lleno de gozo
Ya para no hacerla tan cansada me dijo que su nombre es Emmanuel y nos saludamos le dije “mucho gusto” y al momento de tomar su mano él se me acerco y quedamos a milímetros el uno del otro y con una sonrisa pícara me dijo “el gusto es mío” y de ahí lo mejor del día, nos dimos el mejor de los besos que recuerdo, tan dulce que me deje llevar a lo más alto del cielo, nos besábamos y nos abrazábamos con ansia animal, yo le acariciaba su espalda y buscaba desesperadamente sus riquísimas nalgas, lo atraía a mí con tal ímpetu que podía seguir su miembro encima del mío, él mientras metía su lengua en mi boca a lo cual me enloquecía, jugueteábamos con nuestras lenguas cuando sentí que me levantaba mi playera, podía sentir sus manos sobre mi piel desnuda.
Estaba como en un trance de placer, el chico verdaderamente me gustaba y tenerlo todo para mí era la gloria, empecé a besarle el cuello mientras llevaba sus manos a mi verga que ya estaba en su punto, y sentí como sus manos abrían mi pantalón, así que lo hale hacia mí para que besara mis tetillas y bajara poco a poco hasta que sentí la calidez de su aliento rodeando mi falo, le dio un tierno beso y empezó a recorrer toda la extensión desde mi glande hasta su base y se lo metió en su boca la que antes de esa rica mamada me había besado, ah, me sentía en el cielo, no quería que parara y al mismo tiempo deseaba ponerlo a punto para darle la estocada final en su culo, estaba como drogado por las sensaciones tan intensas.
De pronto él se levantó y jalo mi cabeza hacia su cuello nuevamente mientras empezaba a desabrocharse la camisa, en verdad parecía un dios vikingo, su cuerpo blanco y marcado, su torso duro y fuerte empecé a besarle sus tetillas y su abdomen, que rico olía, yo besaba su obligo mientras mis manos se aferraban a sus deliciosas nalgas, las masajeaba por encima de su pantalón, ya no soportaba más, esa prenda me estorbaba, así que le quite desesperado sus pantalones y sus calzones, al momento de hacerlo apareció un increíble pene majestuoso con la cabeza roja y con las venas resaltadas, sin vello púbico, al verle increíble herramienta y tenerla tan cerca de mí quede embrujado, entonces sentí como su mano se posaba en mi cabeza guiándome a aquella majestuosa pieza.
No lo pensé e instintivamente abrí la boca y devore todo el miembro que me regalaba, era la primera vez que hacia un oral, era fuera de serie, me encantaba su sabor, su olor, el sonido que hacia al entrar y salir en mi boca, estaba tan embriagado por aquel momento que sentía como si flotara, podía decir que me estaba transportando a otro mundo lleno de placer, del placer del sexo, él se movía a ritmo acompasado adelante y atrás, podía oír sus gemidos entrecortados, yo mientras le chupaba su miembro le acariciaba sus ricas nalgas deliciosas, cuando de pronto me levanto, me beso nuevamente con furia salvaje y nos acercamos a la mesita que estaba ahí adentro; me recargo en la mesa y nuevamente me empezó a chuparme mi pene, que delicia yo arqueé mi espalda y con delicadeza me acostó y me levanto las piernas mientras se desviaba hacia abajo y empezó a lamerme el ano.
Uff, yo sentía descargas de placer recorrer todo mi cuerpo, todos esas sensaciones nuevas que disfrutaba, no podía creer que se pudiera sentir tanto placer, levante mi cabeza para verlo y él me regalo una mirada llena de deseo, se incorporó y me beso al tiempo que buscaba un condón dentro de un pequeño botiquín, y ahí me lleve la sorpresa más grande, él se empezó a ponérselo.
En mi poca experiencia siempre tuve el rol de activo, y aquel chico me gustaba pensando su rol de pasivo, pero ahora se estaban volteando los papeles, él quería penetrarme a mí y yo ahí con las piernas abiertas y mi culo desprotegido, mi cabeza daba mil vueltas, no sabía que pensar, de pronto otra sensación increíble me lleno de calma, nuevamente de besaba mi ano pero esta vez metía su lengua lo más profundo que podía, llenándome de su húmeda saliva, llenándome de olas de emociones; en ese momento me dije a mi mismo; “al diablo los roles, lo estoy disfrutando a mil, que me importa que me rompa el culo, que me coja, que al fin fue él al que le mame la verga por primera vez; será él, el primero al que le de mi culo, la primera verga que me desgarre mis entrañas; en eso estaba cuando empecé a sentir la presión de su glande entre mis nalgas y sentí un pequeño dolor, pero no duró mucho ya que empecé a disfrutar aquel invasor dentro de mi culo, lo abracé atrayéndolo hacia mí, sintiendo como entraba toda su verga en mi culo, ambos lanzamos un gemido de placer, le decía “me gusta tu verga en mi culo, ahora cógeme, cógeme” yo le acariciaba su espalda hasta sus nalgas mientras él me besaba el cuello, bombeando en mi interior esa deliciosa pieza de carne invadiendo mis entrañas, y llevándome más y más a las alturas del placer.
Él me tuvo así cogiéndome deliciosamente por casi diez minutos, cuando una nueva ola me invadió desde mi interior, como un volcán a punto de hacer erupción, al mismo tiempo él empezó a aumentar su vaivén entre gemidos cortados y embestidas más fuertes; estábamos a punto de venirnos, yo lo abrace con más fuerza él quería derramar su leche sobre mi pero yo quería sentir su cálida liquidez dentro de mi culo, le pedí que no se saliera, mientras todo mi cuerpo temblaba ante mi propio orgasmo, cuando él arqueó su espalda y levanto su cabeza y dio un gruñido de placer total al tiempo que sentía como su verga se hinchada dentro de mi palpitando y expulsando su leche calientita, lo que hizo que yo me viniera también con una fuerza que jamás había sentido, sentía como mi leche se escurría entre nuestros cuerpos jadeantes, parecía que no tenía fin, el orgasmo más largo y delicioso que había tenido (hasta ese momento).
Yo lo abrazaba para calmar mi cuerpo de aquel éxtasis de amor que aviamos vivido, nos miramos un largo rato y al final nos besamos largo y tendido, poco a poco sentía como su enorme miembro perdía firmeza saliendo de mi culo, con toda su leche prisionera en el condón, él se lo quito y lo tiro en la basura mientras miraba nuestros cuerpos cubiertos por mi leche; nos reímos un poco mientras nos limpiábamos y nos vestíamos para salir nuevamente a la realidad, ya que él debía cuidar el ciber; yo regrese a la cabina solo por mis cosas y para apagar máquina.
Volví con él para despedirme y asegurarle que regresaría otra vez para repetir aquella experiencia tan maravillosa y que la próxima vez yo me lo cogería a él, a lo que con una sonrisa maravillosa me dijo que si, que ya lo ansiaba.
Volví más pronto de lo que imagine, y desde entonces hacemos realidad todas nuestras locuras, hasta hace poco que tuve que mudarme, pero nunca olvidare aquella aventura que viví en Puebla.
Por cierto, también participamos es varias orgias, organizadas por Emmanuel, incluso una de ellas con más de quince participantes, donde los principales éramos él y yo, pero esa historia será para un próximo relato, espero les haya gustado mi relato, porque a mí me hizo venirme cuando lo estaba escribiendo; muchas gracias.
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