El chico del parque
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
No supe cuando tuve conciencia de que el me miraba, cada vez que pasaba enfrente de mi, tal vez fue cuando su cuerpo me hizo mas notorio o era lo que yo quería ver, entonces todo resulto mas claro, vestía unos shorts y una camisa de color negro que se ceñía a su cuerpo, sus shorts dejaban ver sus piernas blancas con un poco de vello y quise adivinar lo que escondía en el centro de su cuerpo, sus ojos verdes y su cabello rubio resultaron darle a esa tarde otra ilusión ¿Acaso estaba en el infierno de la seducción? Quise tener mi propio infierno. Y entonces se alejo siguiendo con su rutina de ejercicios de ese día yo me concentre de nuevo en mi lectura aunque solo por apariencia ya que en ese momento mi lectura no importaba, ni la vida, ni la muerte, lo sabia y paso enfrente de mi con el cuerpo mas lento, me miro, me miraba ya lo había hecho, estaba eufórico, absurdo, enamorado de un extraño hermoso que me miraba ¡A mi! Entonces una sonrisa se curvo en su cara, sus dientes un poco chuecos pero blancos, blancos como había sido mi alma, hasta ese día hasta verle por primera vez. Y tuve su atención, sus manos se levantaron e hizo una señal como de la manita de Facebook “Me Gusta” y creo que pude haber muerto ahí mismo, ser feliz y se alejo siguiendo su camino, su cabello rubio se alejaba como la primavera, quise tenerlo, espere a que regresara le hablaría estaba seguro, decidí que no seria cobarde, no con el, ese era un lujo muy costoso, yo quería escuchar su voz, tenerlo a todo el y resulto que pasaron los minutos y no regreso, yo me quede ahí con una lectura a medias y el corazón en un torbellino de sentimientos, un corazón de un adolecente de 16 años.
¿Yo le guste? ¿Por qué me sonrió? ¿Seria simplemente porque me encontraba leyendo? Si lo mire fue porque me había gustado, no que va, me había encantado, enamorado, fascinado. ¿Pero y el?
Así paso una semana y lo volví a ver donde mismo, en ese gran camellón, el no me vio a mi o eso creí yo, creí que jamás lo volvería a ver, eso entonces me decía que vivía en mi misma colonia ¿Por qué no le había visto mucho antes? Yo siempre salía a dar caminatas y a leer, Tal vez era nuevo en el vecindario pero eso ya no importaba, le vi otra vez y como la primera vez mi corazón experimento un apretón, sentía como mis piernas se tambaleaban y mi mente se aceleraba
Fui cobarde y no le llame, de vez en cuando le volvía a ver por las tardes cuando yo salía a caminar o a leer y así el tiempo, semanas, meses, el siempre me miraba y no me hablaba yo quería hacerlo pero aquello realmente me cohibía.
Siempre lo veía cuando el salía a correr, su cuerpo se dibujaba hermoso, así paso un año en las que había semanas que no le miraba por ningún lado y después de nuevo aparecía con su ropa deportiva ejercitando su cuerpo que tanto yo admiraba. Y resulto que después de varios meses sin verle, un domingo lo vi de nuevo me voltio a ver yo pensé: tan absurdo esto, tan hermoso el. Paso ese día el próximo domingo lo mire de nuevo pero como siempre no paso de eso. Deduje que ahora salía los domingos, y la próxima semana pensé entonces le vería de nuevo y ahora si después de año le hablaría, sali por la tarde al camellón, empece a dar mi caminata y a los pocos minutos a lo lejos de dibujo una silueta que yo ya bien conocía, paso al extremo del camellón y me miro entonces espere en una banca a que el volviera a pasar, espere y espere con los deseos de un adolecente.
Unos metros antes de que se acercara el sonreí involuntariamente el me miro y le hice una señal para que se acercara, sentí como si todo fuera irreal, yo me pare del lugar donde me encontraba y estuve frente a el, no recuerdo bien que fue lo primero que pronuncie, solo fue testigo de mi voz cortada en miles de pedazos, creo que fue un — Hola, — Siempre te veo caminar por aquí y leer, menciono El, tienes buenos hábitos de lectura, termino por mencionar, — Si, y yo siempre veo que vienes a correr al camellón, — Así es, me sonrió y yo supe que decir quise tomarlo de la mano, besarlo, sentirlo, morir.
Entonces me dije a mi mismo no seas estúpido, dile algo ¡YA! — ¿Te gustaría que charlamos un poco? — Si, claro. Y se sentó en la banca que teníamos al lado, — ¿Por cierto como te llamas? — Marco, respondí. — ¿Y tu? — Daniel, dijo por fin. Cuantas veces intente descifrar como te llamabas pensé para mi mismo. Charlamos sobre nuestras vidas, era un año mayor que yo, el tenia 18 y yo en aquel entonces ya 17. Asi paso mucho tiempo donde nos contábamos muchas cosas sin realmente transcendencia yo era el niño del arte y el de la ciencia, pero con su miraba me decía mas cosas, — Oye me tengo que ir, dijo pero a mi no me importaba yo era la persona mas feliz — Esta bien, dije, tienes Facebook, numero de celular o algo, — Claro, respondió y me proporciono los datos. — Si quieres te acompaño a tu casa dijo el, eran como las 9 pm, Pensé la posibilidad de que mi familia me viera con Daniel, y que me hicieran preguntas porque la verdad yo no tenia amigos por mi colonia, pero no me importo y entonces acepte.
Íbamos caminando, no lo podría creer, ahora estoy recorriendo este camellón con el, con el! Me repetía a mi mismo, Por fin! Cruzamos el camellón para llegar a la calle donde esta mi casa unas 5 cuadras antes, cuando íbamos a abordar la calle su cuerpo se pego un poco al mío y sus dedos de la mano rozaron con los míos entonces sin saber como tome su mano el me correspondió, yo no cabía de felicidad, cuando termino esa calle soltamos nuestras manos, le dije — Espero verte muy pronto — Claro que si, respondió, que te parece mañana? — ¿ A que hora? — A las 7 pm ¿Esta bien? ¿Dónde hemos charlado esta misma tarde, vale? — Si, por supuesto, ahí te veo mañana, y entonces se acerco a mi y me abrazo, le sonreí y el hizo lo mismo, solo pude pensar en su cuerpo con el mío, su en su piel y entonces se retiro.
Esa misma noche casi no pude dormir de la emoción, no me podía creer que un tipo con pinta de modelo tuviera algún interés en mí, al día siguiente trate de verme lo mejor posible, llego la hora y nos vimos, aquel día era la primera vez que lo veía con unos jeans que se ajustaban muy bien a su cuerpo, lucia una camisa blanca y unos tenis, definitivamente estaba abobado con ese niñato. Me dijo que sus padres no estaban en casa y que si quería podíamos ir a tomar algo, yo con mucho gusto acepte, esa tarde todo era perfecto, la tarde estaba nublada y hacia mucho aire, lo que le daba a todo aquello un toque de ensoñamiento y parecía que iba a llover caminamos unas cuantas cuadras y llegamos, el vivía en un pequeño fraccionamiento privado, después de pasar algunas cosas llegamos a la suya, la abrió y pude percibir un olor un distintivo, todo aquel lugar era muy pulcro con una decoración muy minimalista, me ofreció una taza de café o una copa de vino tinto, dude por un momento, tenia tiempo sin probar vino así que me decidí, aparte yo casi nunca toma alcohol entonces me gustaba sentir aquella pequeña sensación de ebriedad, me sirvió una copa y otra para el, la tome aspire el olor del vino y bebí toda la copa, con el deseo de sentir esa sensación de ebriedad mas pronto sentí como el vino atravesó mi garganta, me pregunto si me había gustado y acepte con la cabeza, me volvió a servir otra copa y esta vez la bebí moderadamente, estábamos en un sillón recostados, el lado mío, lo miraba mientras el hablaba y me parecía lo mas hermoso, hubo un momento en que su rodilla estaba muy cerca de la mía, eso me hizo sentir bastante bien, entonces con toda la intención, me acerque un poco mas mi cuerpo al suyo, estuvimos charlando mucho, sobre nuestros gustos, afinaciones y bebiendo a un mas, llego un punto donde la botella estaba a la mitad y el debió directo para después pasarme la botella y bebí, pensé en sus labios segundos antes tomando del mimo lugar que yo,
Deje la botella en la mesa y pude sentir el vino por mi mente, pero lo que me estaba embriagando en ese momento era su presencia, el me tomo de la mano y aquello me pareció lo mas placentero, siempre había tenido las ganas de besar a alguien esporádicamente y ese era el momento perfecto, entonces sin saber como me acerque a el y nuestros labios se juntaron, mi beso fue correspondido inmediatamente, me tomo por la cintura y me acerco mas a el, fue un beso increíble, podía sentir su lengua dentro mi boca, fue una sensación indescriptible nuestros cuerpos juntos, sus labios, su aroma, empezó a recorrer sus manos por mi espalda y nos recostamos sobre el sillón, yo debajo de el, yo pase mis manos por su pecho, su abdomen, su nuca, me empezó a besar el cuello, lo había fantástico, era mi punto débil, volvió a mis labios, nuestras lenguas estaban en medio de una batalla de sensación de placer, no pude mas me metí mi mano por debajo de su camisa, ¡Su piel! Tan cálida, tan tersa, sentí mejor aun su pecho, su abdomen plano y trabajado, sus vellos que se perdían bajo sus calzoncillos, el me apretaba mas con a su cuerpo, entonces el me quito mi camisa para después quitarse la suya, pude ver su torso desnudo, hermoso, y me apresure a chupar sus tetillas, el sabor de su piel era fantástico, después de un rato empezó a gemir, baje por su abdomen hasta sus vellos y los saboree, aquello era delicioso, lo mire al rostro y desabotone el cierre de su pantalón para después bajar su cierre, pude sentir una gran erección, con su ayuda le quite al pantalón y pude ver unos bóxers que se ceñían perfecto a sus caderas y dentro de este un bulto que prometía muchas cosas, me quite los zapatos y me quite el pantalón, me beso parados, me tomo de la mano y me llevo a su habitación, nos tiramos sobre la cama y seguimos con el morreo, pase mis manos sobre sus piernas con vellos, sobre su espalda, sobre sus nalgas y el hacia lo mismo conmigo, el empezó a chuparme las tetillas, mientras yo lo tomaba del pelo, eso me encantaba, iba a tener sexo con el eso estaba claro,
No le di muchas vueltas al asunto y me concentre en el placer, entonces me quito los calzoncillos y mi erección salió disparada, mi verga de 16 cm dio contra su cara y aspiro el olor, se volvió a mis labios, mientras yo le quitaba ahora sus calzoncillos, inmediatamente tome su verga que se sentía bastante bien, entonces me dirige a ella y la vi, debía medir unos 17 0 18 cm, era mas gruesa que la mía, de un color muy claro y tenia una péquela mata de vellos púbicos, parecía perfecta, deliciosa y me la metí a la boca trate de recordar el “Manual de una mamada” que alguna vez leí un el portal de revista VICE, lo vi a los ojos y los tenia cerrados, sentir sus gemidos, pase mi lengua por su glande, y la engullí toda, amaba su olor, sus manos en mi nunca chupaba de la base hasta arriba, pase a meterme uno de sus huevos a la boca, adoraba sentir su vellos rosando mi cara, mi nariz, trababa de guardar en mi memoria, en mi alma aquel olor, volví a su verga aun mas erecta y de nuevo me la metí a la boca, sentía el sabor de su pre-cum me enamoraba, lo bese en la boca mientras el tomaba mis nalgas y nuestras vergas se juntaban, así estuvimos un rato mas, pasaba un dedo por la raja de mi culo, me encantaba, mientras me besaba el cuello de repente me voltio de espalda y hundió su cara en mi virginal ano, aquel altar jamás tocado, sentía su lengua jugar con mi culo, trataba de meterla hasta el fondo y sentí mas rico que nunca, arquee la espalda, tomaba mis nalgas entre sus manos, las apretaba, yo gemía, aquello era tan irreal , estuvo un rato mamando mi culo, yo estaba muy concentrado en el placer que me daba cuando sentí que intentaba meter un dedo, solté un pequeño gemido de dolor pero no me importaba yo lo quería y el continuo, me volteo y nos comenzamos a besar esta vez metía mas su lengua dentro de mi boca mientras su mano se dirigía al final de mi espalda para con su dedo seguir explorando mi ano, volvió a meter un dedo, yo me consumía en el placer y en que pecado homosexual, métemela atine a decir y el junto mas nuestros cuerpos, éramos uno solo se paro por un momento y saco un condón y lubricante, se volvió a mi culo y empezó a mamarlo otra vez, yo le empezó a llevar la verga de dulces besos y empezamos un 69, después de un rato me puso lubricante en el culo y empezó a meter y sacar un dedo, yo estaba en el cielo, en el infierno. Se coloco el condón en la verga, para todo esto estaba lloviendo y la ventana de su cuarto estaba abierta, por lo que de vez en cuando entraba un aire que refrescaba nuestros cuerpos bañados en sudor, aquella era la primera lluvia del verano,
Nos besamos y nos pusimos en la posición de “perrito” me beso la espalda y pude sentir que algo nuevo invadía mi cuerpo, sentí un escalofrió, estaba lentamente pero me dolía, tenia que recordar aquella metamorfosis, dolor, dolor, placer, placer, placer, y luego siento como me la mete toda de un jalón, sentía que me partía en dos, un dolor nuevo se apodero de mi, mientras el gemía a mis espaldas yo hundí mi cabeza entre las sabanas topándome con lo que creí era un poco de su semen y entonces lamí directo aquella afectuosa esencia de su cuerpo, tratando de olvidar que una verga me estaba partiendo el culo, pasaron unos minutos donde no movió su verga, para después sin avisarme empezar un mete y saca, la metamorfosis era cierta! Placer y más placer, aquello era único de verdad, el mayor placer concebido en la humanidad, pensé. Arquee mas mi espalda, sentía sus manos en mis caderas, el sonido que hacían nuestros cuerpos al juntarse, sus piernas peludas en mis nalgas, aquello era delicioso sentía como su verga entraba y salía de mi culo ya no tan estrecho, así estuvimos un rato, después me indico que cambiáramos de posición, saco lentamente su verga de mi culo y me sentí vacio, lo necesitaba con urgencia,
El se acostó en la cama y yo me senté en su verga enfrente de el, ajusto su verga a mi culo y la metió de golpe sentí una gran sensación de goce acompañado por placer y dolor, siguió dándome por el culo, mas fuerte todavía, me tomaba de las caderas para ayúdame a bajar y subir, teníamos un ritmo increíble volvimos a cambiar de posición esta vez de “cucharita” tenia un aguante genial, sentí como su cuerpo se comprimió y entendí que estaba apunto de venirse eso me hizo venirme a mi también, instantemente con solo sobarme la verga, y seguido sentí como mi culo se presionaba y como Daniel se contorsionaba de placer en mi espalda, sentí caliente el culo y un gran gemido salió de un boca,, y le dije quédate adentro me rodeo con sus brazos y me beso en la mejilla, presiono mas caderas contra mi cuerpo, todavía podía notar su erección aunque un poco mas flácida, la lluvia había terminado y ahora reinaba la obscuridad y el típico olor a tierra mojada que se introducía a la habitación, permanecimos así unos minutos reposando, después saco su verga de mi culo y se retiro el condón tirándolo al piso, volvió a la cama y nos abrazamos,
Entonces hablamos de que le guste desde la primera vez que nos vimos, que nunca le había pasado, que siempre esperaba verme y que no sabia porque no me había hablando antes, tal vez por medio dije yo, me dijo que tal vez, que le encantaba mi silueta delgada mi pelo oscuro sobre mi cara y mis hábitos de lectura Jajaja ya era bastante tarde y de seguro estaban preocupados en mi casa pero a mi no me importaba, bien valía la pena, Daniel me dijo después hoy comprometidos para siempre, como amigos, como amantes, como la relación de Arthur Rimbaud y Paul pero que sin la desgracia y me beso en la frente para después acurrucarme en sus brazos.
Esta historia es real pero no del todo; tiene mucho de fantasía, naturalmente, si gustan escribirme mi correo es ddgarcon@gmail.com
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