El chico exhibicionista
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Trabajaba en unas oficinas en un segundo piso el cual tenía un ventanal todo en cristales, abajo pasaban autos por una pequeña carretera con aceras que pegaban al edificio. Cuando mirabamos por allí, se veía todo lo que la gente iba haciendo en sus autos. Hasta ese día ninguno de mis compañeros de trabajo, ni yo mismo habíamos visto nada indebido. Ese tan recordado día yo me paré a mirar por el ventanal, pues ya había rendido mi labor hasta ese momento y me levanté de mi escritorio a estirar las piernas. Miraba los autos abajo, había congestión en la callecita, e iban poco a poco, muchos quedaban detenidos precisamente bajo el cristal que yo estaba mirando. Cuando de pronto aquel auto se detuvo, lo vi…y quedé impresionado de la enorme verga, que el joven llevaba por fuera, acaricíandodela, mientras guiaba.
Sentí que mi corazón latió fuertemente y un deseo de coger en aquel instante increíble! El jamás imaginaría que otro hombre, se estaba dándo un banquete visual, con su enorme herramienta de carne. Pues luego supe que era, que mas adelante en el próximo edificio, estudiaban chicas cursos de cosmétologia y él hacía eso, a ver si ellas le veían su pene y así conquistaba alguna de ellas. Me fui a casa, pensando en eso… ese día todo el tiempo. Al otro día me puse en vela, el chico pasó aproximadamente a la misma hora. Se repitió el mismo espectáculo y yo me quería tirar por el ventanal, a ver si me podía comer aquella polla tan exquisita que portaba aquel jovenzuelo. Ese día anoté el número de matricula de su auto y su color, esa sería mi arma, para lo que planificaba en mi mente, con el afán de tirarme aquel chico, que sin haber visto bien su rostro, solo su enorme verga, me tenía loco de deseos…
Me la jugué fría, como decimos en mi país, cuando haces algo riesgozo. Informé en la oficina que iba a comprar un café, en una cafetería cercana, a la hora que sabía que pasaría más o menos y allí disimulando lo esperé. Cuando vi el conocido auto acercarse, creía que me desmayaba de la emoción, por suerte había congestión de autos como siempre…y me le acerqué: Amigo me puedes dar candela para encender este cigarrillo? Dije con voz temblorosa, mientras mi vista devoraba de cerca la enorme verga! Él se asustó, trató de esconder su verga y no podía por lo dura y parada que estaba, tapándose con una toallita, que siempre llevaba cerca de su asiento. Su auto no tiene aire acondicionado y los cristales estaban abajo. Y yo seguí mi plan, esa verga yo la tenía que probar o me moría de ansias. Joven no se tape, llevo días viendo desde allá arriba como usted pasa sobándose esa verga, hasta tengo anotada su matrícula, le dije seriamente. El joven muy nervioso me dijo: No me haga daño por favor, que me meten a la cárcel, se lo suplico, si quiere yo le explico, usted es policía? Y casi lloró, sus ojos se anegaron de lágrimas por el susto. Mira le dije yo, aguantando la risa, que me dió, "yo no te haré ningín daño y te dejo ir, pero prometeme que vendrás esta noche, a esta esquina cercana y me esperaras ahí, que necesito hablar contigo…si no vienes te denuncio a la policía". Ok, yo estaré puntual ahí a las 8:00 p.m. me contestó el aturdido joven, cuyo pene ya había perdido le erección, por el susto.
Esa noche me preparé bien arreglado y perfumado, y llegué puntual a la cita. Ya el joven me esperaba, mi cuerpo se estremeció al verlo allí. Nos saludamos y lo invité a dejar su auto parkeado por allí y subir al mio. Nos fuimos y carretera abajo nos presentamos y le fuí sin rodeos: Mira desde que te vi la primera vez, sueño con tu verga, y lo que quiero de ti es eso, que me hagas gozar con ella, estar contigo, a cambio yo jamás diré que te exhibes por las oficinas. ( Me senti tan sucio y mal conmigo mismo, al hacer ese chantaje, por que yo no soy así) No hay problema me replicó él…me quita usted un peso de encima, pero lo mio es las mujeres y nunca he estado con otro hombre, no se como reaccionaré. Siempre hay una primera vez, le dije, yo no hago esto tampoco con nadie, ni busco machos para tirarmelos, sí he tenido una que otra brega con amigos, pero tu pene me tiene loco desde que te lo vi. Pues vamos dónde sea me dijo Eric, que así es su nombre. Nos metimos a un hotel, pagué yo la cabaña o habitación. Entramos y comenzamos a desvestirnos, él olía delicioso, se lo dejé saber y me dijo que usaba perfume 360 de hombre, ahí advertí al mirarle a los ojos, tranquilamente por primera vez desde la mañana, que es tan lindo, joven y su boca invitaba a comerse sus carnosos labios de dentadura perfecta y blanquísima. Nos abrazamos, él timidamente me fue poniendo sus manos encima, pero yo ya lo sobaba por todas partes, fuí besando su cuello, suavemente le introduje mi lengua por un oído… lo escuché suspirar, gemir y entonces ya su pene expadiaba con el mio, las vergas de ambos se estaban conociendo, ja, ja, ja.
Que buenas nalgas tienes, paraditas , duras, lampiñas, te las afeitas me dijo, te las depilas todas? No Eric mi cuerpo es así lampiño natural. Así abrazados, intenté besarlo en la boca, primero me esquivó pero al ratito, cedió y entonces nuestras lenguas se comian una a la otra, que rico besa Eric, que rico. Nos fuimos a la cama y yo comenzé a besarlo por todo su cuerpo, sus tetillas, sus axilas, su hermoso torso y su envidiable abdomen, que cuerpo esbelto, tiene Eric y adornado por esa polla tan grande, la cual atrapé con mis labios, cuanto deseaba eso, Eric gemía y subía sus muslos y bajaba, follándome la boca, yo succionaba a la vez que mi lengua recorría toda la cabeza de aquella polla, tan deseable. Sigue, sigue, yo no sabía que otro hombre me hiciera sentir esto, que rico, sigue, me decía Eric, para esto ya yo le mamaba las bolas, una a una son grandes y redonditas, no me caben ambas en la boca, mi lengua traviesa, llegó casi a su culo, a su hoyito…entonces quedamente casi como una suplica, me pidió que por ahí no, que él era muy hombresito. Le hice saber que entre dos que se daban gozo eso no era nada malo, que gozara el momento, que eso era solo entre él y yo…y no se resistió más, me dejó hacer. Le pedí ponerse en cuatro, y le comenzé a mamar todo su culo, cerradito, limpio, rico, Eric gemía y culiaba, estaba disfrutando mi mamada, y mientras con una de mis manos lo masturbaba, aquellas venas del pene de él parecían explotar. Poco a poco le fui hundiendo la cabeza de mi verga en su hoyito, que cedió, mientras él fuera de control por la calentura, me pedía que fuera suave, que nunca lo habían cogido. Yo llevé una crema muy efectiva a base de agua y con mis dedos, lo fui dilatando, a la vez le decía cosas calientes de su culito, para que me dejara poseerlo, así entre mis dedos y la cabeza de mi verga, lo dilaté bien. Se la dejé ir y gritó, me pidió quedarme quieto, lo hice y cuando lo creí prudente lo comenzé a cabalgar, Eric me la apretaba tanto con su estrechez anal, que yo me creía venir rápido, y no lo podía permitir, tenía que gozar aquel culo virgen mucho rato y luego la verga de mi desvelo. Se la enterraba, la sacaba y volvía…ya él estaba gozando y movía su culo desenfrenadamente y me vine en sus adentros, dejándole todo mi semen adentro, por que no usamos condón, fue arriegado, pero ni él ni yo estabamos activos sexualmente con cualquiera, ni eramos promiscuos, en eso confiamos.
Cuando me tocó a mi, Eric me gozó todo el cuerpo con su lengua. Le pedía que no me marcara por lo fuerte que me besaba y chupaba mi piel, yo gritaba de placer, nunca me habían gozado así antes de metermela. Me viró y yo paré el culo, él me lo comenzó a besar, y deciá: "Que delicia de culo, que rico, me rompiste el mio y ahora yo te lo voy a romper a ti, vas a ver"…comeme Eric, le replicaba yo. Me dilató con su lengua mi boquetito y luego con los dedos, entonces con la crema bien embadurnado, me la metió, yo ya no era virgen, pero vi las estrellas, aquella polla me partió en dos. Grité, traté de salirme, pero el me sujetó y el macho dominate que había en él se reveló, follándome bien duro y sin pausa. Me creía morir, me gustaba pero me dolía, sentía su pene en mi alma. Así seguimos, él me decía que si no era eso, lo que yo quería, y yo le contestaba que sí, que me rompiera el culo con esa vergota. Cuando nos acoplamos y me acostumbre a aquel enorme royo de carne grande y grueso dentro de mi ano, comenzé a gozar de verdad y Eric no se venía, no eyaculaba y me daba y me daba. Quería que el tiempo se detuviera en esos instantes y nunca terminar aquel polvazo que me estaban echando. En eso Eric gritó fuerte, creo que se escucho en las demás habitaciones: Ayyyyy, me vengo, ayyyyyyyyy que rico, que culo coño, mi primer culo, ahhhhhh…. y me la metió con todas las fuerzas, desplomandose encima mio, yo entrelazé mis piernas con las de él y le apretaba la polla con mi adolorido culo. Cuando todo pasó no besamos como dos amantes en su luna de miel, uno al otro nos exprésamos lo mucho que gozamos y un sin fin de promesas. Repetimos y quedamos agotados, adoloridos y exaústos.
Desde ese día nos hicimos los mejores amigos y seguimos gozandonos casi todos los días, en mi casa es recibido como un buen amigo mio…en la cama es mi amante, el de la verga más encantadora que haya tenido. Ahora solo se exihibe para mi. Y el muy atrevido me dice que fue por lana y salió trasquilado, perdiendo hasta su culo, pero que es feliz de haberme conocido y que haya pasado todo esto…entonces yo me lo como a besos, a mi Eric, que ahora me domina, es el activo y yo el pasivo que lo hago gritar de placer en nuestros ricos encuentros.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!