El chico y su vecino
El chico está dispuesto a cualquier cosa con tal de recibir verga de su vecino .
El chico bajo a casa de su vecino, tenía que pedirle algo, pero el chico no le importaba ese algo, estaba demasiado caliente como para recordar lo que tenía que buscar, él solamente bajaría por una cosa y no se iría hasta conseguirlo.
Al tocar la puerta el vecino abrió enseguida, estaba sin camisa, mostrando su delicioso pecho lleno de pelos y con unos short, con los cuales se podían notar que no llevaba ropa interior, el chico le dio el típico saludo de hombres a su vecino y pasó.
Empezaron a hablar, al principio nada importante, cosas triviales, que si del trabajo y de los hijos del señor. Después poco a poco, empezaron a hablar de temas más personales, como de las novias, y de las mujeres con las que había estado su vecino, al chico le incomodaban un poco este tipo de relatos, ya que no le interesaban si las novias de su vecino eran lindas o si follaban bien, lo que le interesaba era ver lo que había debajo de ese short, y estaba dispuesto a conseguir ese vergon que se cargaba su vecino.
— Y si muchacho, yo era más alto que todos mis primos, aún siendo menor que ellos, por eso tenía muchas chicas detrás de mi, además de tener una gran verga— El vecino dio una carcajada, por lo que el chico prosiguió a reírse tambein, aunque no le daba risa.
—Tendría que ver para creer— Dice el chico— aunque con lo grande que son sus pies no pensaría lo contrarios— Ambos ríen, y el vecino le dice
—Y tu muchacho, apuesto que la tienes grande ¿Cuanto te mide el pie?— Ambos observan el pie del chico, y se quedan así un momento, analizando, viendo el venoso pie, con algunos pelos en los dedos.
—No se cuanto me mide el pie vecino, pero si la verga— Ambos se vuelven a reir.
—Y cuanto te mide?— Le pregunta el vecino, acomodándose el paquete que cada vez se iba volviendo más prominentes
El chico lo piensa —Creo que unos diesiocho o diesiete centímetros—Contesta — ¿Quiere verlo?—
El señor traga saliva, pues el chico apenas tiene quince años, y lleva conociéndolo toda la vida, pero le da mucho morbo tenerlo con las bolas al aire en plena sala.
—Pues porque no?—
El chico se levanta del mueble, y se baja el mono de pijama, incluyendo su ropa interior, quedando completamente en pelotas.
—Ahorita está dormido, por eso no se ve más grande, pero cuando está despierto mide lo que le dije—
El vecino observa el paquete del muchacho, es de buen tamaño, peludo y Moreno al igual que el chico, tiene buenas bolas, que están llenas de pelos.
El vecino no puede parar de imaginar lo rico que debe sentir chuparlas.
—Tengo una bola más grande que otra— Dice el muchacho de repente —Puedo tocar y ver—
El vecino sonríe y se acerca, y empieza a tocar sus bolas, y en efecto tiene una más grande que otra.
—Me llevaron al doctor, y me dijeron que tengo varicosele, la verdad no estendi muy bien, pero es que tengo las venas muy apretadas y no circula bien la sangre o algo así era— El vecino ríe y le explica al muchacho lo que tiene.
El chico vuelve a subirse el pantalón y le dice a su vecino —Y usted? Mostrará su pene? Quiero saber si es tan grande como dice que es—
El señor ríe pícaramente ante se levantarse del sofá y bajarse el pantalón, el chico toma aire al ver aquel semental, pues aunque esté llena de pelos se puede apreciar una gran cabeza rosa, y una verga casi erecta, gruesa y larga.
—¿Te quedaste sin palabras muchacho?—
—La verdad es que si vecino, nunca había visto una verga tan grande, es como la de las porno—
El chico se queda observando el gran semental que tiene al frente, y se chupa los labios imaginando lo bien que debe sentirse esa verga en su boca.
—Sus bolas son más grandes que las mías— Admite el chico con fingida pena.
—Puedes tocarlas si deseas, para que veas las diferencia entre tus bolas y las mías—
El chico se acerca y la toca, y se sienten lo cargadas que están.
El vecino se sube el short y aún se puede notar el bulto.
—Y sigues siendo virgen muchacho? —
—Lastimosamente si vecino—
El vecino se chupa los labios imaginando lo rico que debe ser desvirgar al lindo chico.
—Puedo usar su baño?— Pregunta el chico
—Si, ya sabes donde es— El chico se levanta del sofá, Y abre la puerta del baño, dicha puerta queda justo al frente de donde estaban hablando. El chico se baja todo el pantalón y decide no cerrar la puerta, para que su vecino ouede observar todo lo que hace el muchacho.
—Me dieron ganas de orinar también, espero que no te moleste que orinemos juntos—
—Sin duda sería un honor Orinar junto a esa vergota que se carga— Repsonde el chico, por lo que Ambos se ríen, y el vecino se acerca y baja los pantalones , y empieza a orinar.
Ambas vergas quedan tan cerca que casi se tocan, cosa que hace que ambas vengan empiezan a levantarse
—Tengo que confesarle que tengo mala puntería vecino, por lo que que discúlpeme y si
Lo termino peinando— dice el chico mientras aproposito le moja un poco la verga a su vecino, el vecino sonríe con picardía y hace lo mismo. El chico es el primero que termina de Orianar, pero no se aleja, se queda ahí esperando que su vecino termine.
—Tendré que lavarme el pipí, ya que me lo peinaste —Dice el vecino riéndose, mientras se queda completamente desnudo, y abre la regadera para meterse. —Puedes aprovechar para lavártela también, discúlpame si te orine mucho.
El chico siente un cosquilleo al ver el cuerpo de su vecino desnudo, y mojado, todo el cuerpo del vecino está lleno de pelos, sus redondo culo tiene pelos, sus piernas, su pecho, sus brazos, todo. Y mientras se quita la ropa su Vega se empieza a levantar.
—Es normal que se te levante muchacho, supongo que jamás te has bañado con alguien antes—
—La verdad es que no— Dice el chico entrando a la ducha.
El vecino observa el cuerpo de su nueva presa, el cual es todo peludo pero no tanto Como el de el, aunque se puede apreciar el pelo saliendo de su hermoso y redondo culo.
—Quien iba a decir que debajo de esa ropa se encontraba ese delicioso culo— Dice su vecino tocándole el culito al muchacho, agarrándolo.
El chico se sonroja, y de manera coqueta le acerca más el culo a su vecino.
—Pues si, empece a hacer ejercicio— El vecino sonríe con picardía, antes de agarrar el jabón y empezar a enjabonarse.
—Puedes ayudarme con la espalda muchacho?— El chico asiente y agarra el jabón para empezar a pasarlo por la espalda del señor, cuando llega ala zona baja de la espalda, se llena las manos de jabón y deja el jabón en la jabonera, y sin pensarlo dos veces empieza a pasar sus manos enjabonadas por el culo del señor.
•Ahora me toca a mi— Dice el vecino volteando al chico, dejando su culo cerca de su erecta verga.
—Soy todo suyo— dice el muchacho, por lo que el vecino lleno de placer empieza a enjabonar el joven, empieza por la espalda, y muego lentamente baja hacia el culo, y sin dudarlo mete sus manos entre las nalgas del muchacho.
—Es importante mantener el culo limpio muchacho— El señor se tarda más tiempo de lo normal enjabonando el culo del chico, pero al chico no le molesta, ya que disfruta que los dedos de su vecino estén rozando su rosado y peludo ano.
El vecino se aleja del chico y se termina de quitar el jabón, por lo que el chico hace lo mismo.
Ambos quedan mojados y con las vergas paradas. El vecino le da un paso y le dice — Podemos vestirnos en mi habitacion— El señor agarra la ropa del chico y huele su bóxer, el cual huele a semen y orina. —y si quieres te presto un bóxer limpio— el chico asiente, sin decir nada más, pues la imagen de su vecino oliendo su bóxer lo dejo totalmente exitsdo, al punto que de su verga salen mínimas horas de precum.
Ambos salen del baño rumbo a su habitación, pero en ese preciso momento llaman al chico, por lo que no tiene de otra que ponerse la misma ropa e irse rápido a su casa antes de que lo vayan a buscar.
El vecino aún desnudo se queda triste, pero eso cambia al ver el bóxer del chico tirado el el piso, por lo que lo agarra, se lanza a su cama y lo empieza a oler mientras se toca, el vecino está demasiado excitado, y su excitacion crece cuando huele la zona del culo, y puede apreciar el olor a culito sucio que desprende la prenda.
Y mientras huele la prenda de ropa y se toca, acaba, llenando de leche todo a su alrededor, y es ahí cuando el vecino se propone follarse el virgen culo de ese muchacho.
Gracias por el relato, ya estoy esperando más historias sobre alex y su tío….