El cholo de gridnr
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola mi nombre es Daniel, soy de Baja California México y tengo 20 años.
Soy de estatura media, 1.
75.
Blanco, y me han dicho que tengo un buen cuerpo puesto que practico ciclismo tres o cuatro veces por semana, junto con una pequeña rutina de abdominales para mantenerme en forma a pesar de la vida universitaria y sus malos hábitos.
Todo comenzó un día que descargué grindr porque mi vida amorosa estaba hecha un desastre en aquellos tiempos.
Comencé reactivando mi cuenta olvidada y cambiando las fotos que tenía porque las fotos ya eran algo viejas.
Luego comencé a ver “el menú” de hombres que ofrece este servicio en línea, al ser una ciudad pequeña las personas prefieren mantener sus rostros ocultos para no terminar en las fastidiosas cuentas de Tumblr donde los mismos gays se destruyen los unos a los otros por medio del “slut shaming”.
Al principio recibí mensajes de algún maduro acompañados con fotos de su verga, que aunque no estaba mal, no era lo que yo buscaba.
Después me llegó un mensaje, era un tipo que me decía que le parecía lindo, según me dijo era hétero y me pedía discreción.
El tipo me decía que no tenía un lugar pero las fotos que me mandaba me calentaban, entonces decidí hacer algo que no hacía seguido, invitarlo a mi casa.
El accedió, pero el problema era que yo seguía en la universidad y él no podía después de las 2 (hora a la que yo salía) entonces decidí volarme las últimas dos clases porque me urgía que me diera una mega cogida.
Tomé el autobús y me fui hacia mi casa, llegué y me conecté en el wifi y el tipo no estaba online, le mandé mensajes y no parecía haber ningún movimiento en su línea.
Para ese entonces yo estaba ya molesto y caliente porque el tipo me hizo faltar a clases y no había tenido sexo en tres meses.
Decidí que eso no me detendría en mi búsqueda de una cogida.
Seguí viendo los perfiles de mí alrededor y ninguno me llenaba.
Entonces cerré la aplicación y me puse a hacer otras cosas, como a los veinte minutos me llega una notificación de grindr y la abro –aún con esperanza de que fuese el tipo que me había dejado plantado- pero en su lugar era un perfil sin fotografía y sin texto, solo los datos que todos ponen en estas app: 25 años, 1.
77, activo.
-Hola
-Hey
-Qué tal, cómo te va?
-Muy bien y a ti? Tienes foto?
Y él me envía una foto de su cara, el tipo iba vestido con una de esas gorras planas al revés, un pantalón algo amplio.
Se veía bastante machote, y eso me excitó mucho.
Entonces yo le mando otra foto de mi rostro, y él me manda una foto de su verga, grande y venosa.
Ya no aguantaba, necesitaba que me cogiera y lo invité a mi casa, él me dijo que estaba algo lejos (5km) que necesitaba verme el culo para saber si valía la pena pagar por Uber.
Le mandé fotos de mis nalgas, que no están tan mal por el ejercicio.
Me dijo “mándame la ubicación, llego en diez”, aproveché para meterme a bañar y lavarme el culo.
A los diez minutos recibo un mensaje del cholo y me dice, estoy afuera, salgo y baja del uber con una cerveza en la mano.
Le sonrío, lo invito a pasar, él tipo no perdió el tiempo, apenas había entrado a la casa y ya me estaba besando acorralándome en la pared, podía sentir su erección debajo de su pantalón ya que hacía presión en mi pelvis, estuvimos teniendo un faje de pie por un rato, entonces lo invité a pasar a mi habitación, entramos y comenzó a besarme empujándome hacia la cama.
Cuando estábamos al borde me dio la vuelta y comenzó a restregarme su paquete en las nalgas mientras apoyaba el pecho en la cama, ya no podía más, y me di la vuelta y le saqué la ramera.
Comencé a besar su cuello, mientras me tocaba el ano con sus dedos, para después dejarme sin pantalón.
Pasamos a la cama, donde terminé despojándolo de su pantalón, llevaba un bóxer Hanes gris de esos pequeños que son incapaces de ocultar una erección.
Bajé el bóxer que ya tenía una mancha de precum y salió esa gran verga que solo había visto en fotos hacia unos veinte minutos antes, la desencapuché y comencé a mamarla, el cholo solo gemía.
Luego hice que se acostara boca arriba para seguir dándole placer, mientras mamaba su glande agarraba sus huevos y con un dedo bajaba un poco hacia su ano, luego tomaba sus pezones para jalarlos un poco, el cholo hacia ruidos de placer.
El cholo de pronto me saca la verga de la boca y me dice te quiero coger, ven.
Me abraza y me pone de lado y comienza a meterme la punta de la verga, la verdad es que de la excitación no me dolió casi nada, estuvo un lado bombeándome en esta posición y de pronto me la saca.
Toma mis piernas y las coloca sobre sus hombros para poderme dar de misionero, mientras me penetraba con fuerza yo comencé a masturbarme, el cholo me daba con más fuerza y más profundo cada vez.
Luego hizo una pausa, me sacó el pene y me dijo que quería que me montara, se acostó y yo me senté sobre su miembro y comencé a brincar sobre él mientras que mi glande tocaba su estómago y él con sus manos en mis caderas movía la cogida a su ritmo, estuvimos así un rato y luego volvimos al misionero donde pude masturbarme de nuevo.
Al momento de venirme, me vine sobre mi abdomen, pecho, cara incluso manchando la almohada donde mi cabeza reposaba, el cholo se excitó por esto y me siguió dando.
Me volteó, sin importarle que el cobertor se llenara de lefa, y me empezó a dar casi acostándose sobre mi espalda, de pronto me tomó de las caderas para bombearme aún más fuerte, y de pronto siento la leche caliente que me llenaba.
El cholo se quedó acostado sobre mi, lamiendo mi cuello y morreándome hasta que su erección bajó, pasó a mi baño como si fuera su casa y volvió con papel higienico para después limpiar todo el semen que tenía encima, luego se acostó y me dijo “quieres hierba?” yo dije “sí” y se estiró a su chamarra que estaba en el piso y sacó un hiter con marihuana que fumamos acostados en mi cama desnudos después de una gran cogida…
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