El colegial y el vagabundo, Parte 3, cogido por el Senegalés.
De como el joven adolescente Senegalés de 19 años, me cogió sobre el colchón en el piso..
Luego de la mamada de verga a Nelson, el Senegalés de 19 años de color azabache y enorme miembro, me obligaron a ir al colchón de la pieza y acostarme boca abajo, bajarme un poco el pantalón del uniforme dejando la cola descubierta, y esperar a Nelson que iba a penetrarme esta vez para completar la abusada del afro viril al colegial rubio de uniforme casi nuevo.
Me acosté en el colchón de 2 plazas de la pieza mugrosa adonde dormían estos ocupas de la casa abandonada, me estiré bien a lo largo, arreglando un poco las viejas mantas que cubrían el colchón, que olían a sucio como ellos que se tiraban vestidos con sus andrajosas ropas a dormir ahí…
Así sumiso y pasivo esperé que vengan los muchachos vagabundos a someterme a otra cogida de seguro. Tenía algo de miedo porque el tamaño del miembro de Nelson era enorme y no se si mi anito recién repuesto del desvirgue de Ramón de hace solo 1 semana, aguantaría ser penetrado por tremenda boa negra.
Entre risas y cargadas sentí que entraban a la pieza y exclamaban…
«Buahhhhh! mira como espera tu sumiso alemancito que lo montes bien Nelson! Alguna vez soñaste con poder cogerte un principito colegial hermoso rubiecito y encima con su uniforme escolar nuevo puesto? no te calienta mucho verlo ahí esperando que lo montes y le rompas el culito rosado?…»
Y Nelson se emocionó y pude ver que se agarraba el bulto bajo su jean rotoso, se lo masajeaba para estimularlo y lo acomodó para que quede vertical apuntando a su abdomen, se notaba que no llevaba slips ni boxer debajo, o sea directo el jean sobre su pelvis…
Antes de montarme se paró junto al colchón y me pisó la cola con sus sucias Foos como masajeando mis nalgas y dominando a su presa antes de seguir hacia una cogida muy dura por la diferencia de físicos entre su atlético y fuerte cuerpo, y el frágil pendejo flaquito y tierno que lo esperaba acostado sumiso y entregado… y dijo…
«Aaaaaahhh que lindo estás Andy, así acostado boca abajo y con tu uniforme escolar puesto, que hermoso! te voy a montar yo así vestido andrajoso y sucio, para ensuciarte mientras te la mando toda, preparate que te voy a partir en dos nene!!!…»
Y entonces sentí que se acomodaba arriba mío con las rodillas a ambos lados de mis caderas, me pasó las manos por mi espalda acariciando mi camisa blanca, y por mis nalgas que se marcaban bien duras y firmes, con el pantalón gris claro metido en mi raya pidiendo verga negra…
Y de una se acostó encima mío completo, cubriéndome entero, sus pies buscaron los míos al medio y los trabaron para evitar que me quiera zafar, sus ásperas manos tomaron las mías y empezó a chupar y besar mi nuca, el cuello, el pelo, las orejas y la cara, buscó mi boca para darme un beso antes de seguir hacia la cogida.
Su bulto estaba ubicado adentro de mi raya, y lo movía meciendo la pelvis atrás y adelante refregando el sucio jean en mi pantalón del uniforme fino… se sentía bien el tamaño de su verga y daba miedo, hubiese deseado que se quede así nomás apoyándome vestidos, y no avance a penetrarme y partirme el ano peor de lo que ya había hecho Ramón hacía unos días…
Jadeaba y gemía en mi oído diciendo cosa fálicas y excitantes para mí…
«Siiiii pendejo, mirá como te tengo montado y aplastado abajo mío… es mi sueño cumplido tener a un rubiecito colegial abajo mío listo a ser cogido duramente por este negrito sucio que te va a llenar de leche la colita rosa…aaahhhhh que lindooooo!!!…»
Y siguió así moviéndose arriba mío y chupándome la cabeza y cuello con sus labios gruesos y lengua larga y jugosa, me chupaba también el cuello de la camisa, y me sacó la corbata hacia atrás para morderla y chuparla mientras se mecía cada vez más fuerte…
Yo gemía para excitarlo más y demostrarle que gozaba de sentirlo encima con toda su humanidad de macho rudo y sintiendo su olor fálico que me excitaba a mil aplastando mi perfume fino y olor a ropa nueva perfumada…
Paró de mecerse y se incorporó del tórax a la cintura, se bajó los jeans un poco y me desabrochó mis pantalones y cinto, bajando un poco solo para dejar mi cola afuera y levantó mi camisa blanca también un poco… se arqueó sobre mi cola y me besó las nalgas primero, y luego metió su enorme lengua jugosa en mi ano, la metía y sacaba estimulando la dilatación a la vez que lo lubricaba, luego metió el dedo mayor de una mano y me masajeaba el agujerito por adentro, me daba cosquillas y me empecé a reír como un niño juguetón travieso… luego agregó otro dedo y un tercero, hacía un trabajo de dilatación y estimulación antes de tratar de penetrarme con su enorme boa negra, lo que me tranquilizó un poco pensando en lo que vendría…
Hecho eso, sentí que me salivó más el ano y me di vuelta para ver que también se salivó la verga negra, que estaba dura como un mástil, daba miedo ver su tamaño y me asusté pensando lo que dolería, pero nada me salvaría de ser penetrado por Nelson el Senegalés de 19 años…
Mientras Ramón estaba arrodillado en el colchón al lado de mi cabeza pajeándose al ver al negro arriba de su preciado colegial rubio, a instantes de partirlo al medio con su enorme miembro adolescente, se lo veía entre caliente y celoso también porque no era él quien estaba sometiéndome… cada tanto me acercaba su pija y me la refregaba por la cara y el pelo en señal de dominación, en definitiva todo esto lo armó él, quien fue el primero en tomar mi virginidad, con todo lo que eso vale para un macho de manada…
Luego sentí que Nel se volvía a acostar encima de me espalda y me chupaba la nuca y orejas diciendo que ya me iba a meter su negra pija en mi anito rosa… sentí que la hacía resbalar en mi raya meciéndose y aproximándola de a poco a la entrada de mi colita que latía sin parar esperando lo inevitable ya…
Me acordé que abrir la cola haciendo fuerza como cuando haces caca, hace que duela menos la penetración dilatando la argolla y los esfínteres, entonces en cuanto sentí que ubicaba la cabeza en mi entrada, hice fuerza todo lo que pude para abrirla… ahí sentí que comenzó a empujar y sacar, bastante suave por suerte, un caballero diría con mucho cuidado, sabiendo él que una entrada brusca me lastimaría mucho y podría causarle problemas a él, siendo yo menor de edad…
Así que con cuidado fue arrimando y metiendo de a poco la enorme pieza de carne negra dura, de golpe sentí que la metía y me estremecí porque dolía de verdad a pesar de la preparación, yo gemía y comencé a rogarle…
«Despacio por favor! despacio Nel, me duele! no me lastimes Nel… mmmm aaahhh…!!!»
Él siguió empujando y tras varios intentos logró meter la cabeza en mi entrada, yo grité pero Ramón me tapó la boca con su mano y me sujetó la cabeza apretándola contra el colchón. Ahí se detuvo y jadeando me volvió a decir cosas en la oreja, Ramón corrió su mano para dejar que Nel me chupe y hable.
Como ya no se aguantaba más, se estiró encima mío, me pisó muy fuerte ambos pies como respaldo a su embestida final, me abrazó fuerte y empujó más para meter otro tramo de la boa en mi colita. Yo grité otra vez pero Ramón me tenía bien sujeto con su mano en mi boca… entonces Nel dijo entre gruñidos…
«Ahi va nene rubio, ahi vaaaahhh, no aguanto más, te la voy a meter toda, ahi vaaaahhh…!!! aguantá que ya pasa…»
Y empujando de una, sentí como que me desgarraba más que lo de Ramón la primera vez, era demasiado grande para mi diminuta colita… grité pero Ramón me tenía ahogado con su mano y no pude decir nada, me relajé como manera de ver si amenguaba algo el dolor, y por suerte así pasó, como Nel se detuvo para adaptar mi cola a su enorme verga, se ve que dilató el conducto y algo calmó, me sentía lleno de carne y aplastado por Nel de pies a cabeza, no me podía ni mover bajo su peso mucho mayor que el mío de enjuto pendejo… así que pensé en gozar lo que quedaba y bajar el sufrimiento lo más que pueda…
Nel entonces comenzó a bombear fuerte gimiendo y mordiendo mi nuca y cuello diciendo cosas indescifrables en ese idioma africano de su origen… ahí sentí que empezaba a gozar relajado esperando que complete la cogida Nel, y resignado a saber que me habría desgarrado el ano y el conducto rectal con esa penetración brutal, rogué para mi mismo que no me haya producido unas heridas mayores que no podría disimular en mi familia o mañana en el colegio…
Aceleró gimiendo y gruñendo como perro, se sacudió muy fuerte y su pelvis chocaba contra mis nalguitas duras en un «clap clap clap» que parecía un aplauso, sentí que su vello púbico se pegaba a mis nalgas y metiéndola a fondo comenzó a eyacular enormes cantidades de semen dentro mío, llenándome pleno de su leche en mi pequeño culito… Acabó dando golpes de verga dentro de mi anito y gimiendo y gruñendo satisfecho, se calmó una vez vaciados sus fluidos dentro mío y se quedó acostado encima mío hasta que le bajó la erección…
Mientras Ramón se masturbaba al lado de mi cara y al ver que Nel había acabado, me tomó la cabeza y me hizo abrir la boca, introdujo su verga y acabó en mi garganta mucho semen espeso y denso, me lo tragué entero para evitar ahogarme, y descargó una última guascada ya fuera de mi boca encima de mi cabeza embarrando mi pelo rubio en ese resto de semen que le quedaba…
Así que quedé lleno de semen por todos los agujeros de mi cuerpo… anal y oral, y empapado en sudor del negrito mi uniforme, y la cabeza llena del semen de Ramón… como me vería pensaba!!! mi pobre uniforme colegial!!!
Se calmaron una vez descargada su virilidad en su amante pendejo… y se pararon para ir al baño a refrescarse y lavarse…
Yo me incorporé con gran esfuerzo, sentía el ortito ardiendo y los olores de suciedad invadir mi olfato, no más perfume fino y aroma a ropa y cuero nuevos, solo sentía el olor de los fluidos recibidos y de la transpiración traspasada por Nel a mi uniforme, junto a la mía propia, me sentía sucio y algo culpable, me dolía mucho la cola y sentía que salía líquido espeso por mi anito desflorado, me arrodillé y con la mano tomé algo del líquido viendo que era semen blanco con mucha sangre mía, me asusté y no sabía si pararme o desnudarme para evitar chorrear mi uniforme con sangre y semen, me quité solo los pantalones y como pude me levanté y con una de las mantas del colchón me sequé la cola. Luego caminando con mucha dificultad rengueé hasta el baño contiguo a descargar y tratar de lavarme… pude vaciar el resto de sangre y semen en la taza y secarme con una mugrosa toalla que ellos usaron para limpiar sus mugres, y me lavé la cara y el pelo en el lavabo para sacar el semen de Ramón… la camisa estaba mugrienta de semen y sudor mezclado con mugre del colchón y de los harapos de Nel…
Rengueando volví a la pieza y como pude me puse el pantalón que tenía manchas de semen y sangre, dejé la camisa afuera para taparlo lo más posible, acomodé mi pelo todavía mojado y salí caminando con mucha dificultad, me dolía horrores el culo, estaría desgarrado creo,,, me asusté y culpé pensando como disimularía en casa este desastre…
Salí al pasillo y los encontré en la mesita tomando cerveza riendo y contando como me cogieron…
Al verme me hablaron y preguntaron como estaba, les mentí diciendo «bien, bien, me tengo que ir…»
Y tomé mi mochila y salí hacia la puerta, me saludaron burlones diciendo… «volvé pronto Andy lindo, cuando se te cure la colita rota y laves el uniforme y los zapatitos, te esperamos pronto para otra cogida si?… cuidate lindo que no te violen otros por la calle… sos muy lindo y tentador, ja ja ja»
Salí a la calle, me miré y controlé que mi aspecto no demuestre lo pasado, miré a ambos lados que no haya nadie, eran las 4,30 de la tarde mas o menos, la calle parecía desierta, y no podría correr por el dolor!!! así que a duras penas caminé y llegué a casa, por suerte no había nadie, así que fui al baño, me desnudé completo y antes de ducharme llevé todo el uniforme a la lavadora y la puse en el programa más fuerte con agua caliente a ver si borraba las manchas, luego me metí a la ducha y por suerte vi que no sangraba más, y ya había descargado toda la leche que Nel me había inyectado en la taza del inodoro.
Me duché y sequé bien, tomé aspirinas y me puse la pomada en la cola, me dolía mucho así que me iba a meter a la cama un rato mientras terminaba la lavadora el ciclo…
Por suerte luego verifiqué que el uniforme había quedado limpio sin manchas ni roturas, así que ya seco lo rocié con mi perfume y lo colgué en perchas, y lo dejé en mi placard cerrado, como que nada había pasado!
Luego cepillé y limpié los zapatitos kickers que estaban algo rayados arriba del cuero por desgracia, así que les pasé una esponja siliconada para dejarlos mejor. Ya no eran nuevos, ellos habían sido desflorados también como mi colita y boquita…
Pasó mucho tiempo hasta recobrar la normalidad, mi madre algo sospechó y me preguntó que me pasaba, se lo cargué a una descompostura y me quiso llevar al médico a revisar, pero logré convencerla de no ir, que ya me pasaba… hubiese sido riesgoso que me revise un médico el culito…
Por semanas no volví a pasar por esa casa, quedé asustado… pero más adelante tuve otra experiencia con unos pibes vagabundos boteyeros en un terreno baldío, una tarde regresando a casa, otra historia, Parte 4…
Rica cogida, mmm, yo quisiera disfrutar como Andi, que rico sentir esas vergotas rompiéndote el culito.