El colegio: 5 jóvenes me dieron leche.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Relato 100% real.
Hola, mi nombre es Daniel, tengo 24 años y soy de Colombia.
A mis 14 años a mi me gustaban las mujeres, era un joven alto de 1,80, de buen físico pero no mucho, moreno, de cabello negro y ojos cafés.
Mi cola resaltaba mucho en mi cuerpo y mis amigos la tocaban molestando, me daba un poco de morbo que lo hicieran pero no paso de hay.
En eso era gorda, redonda, dura y parada.
Aparte yo tenia bonita cara.
Era un poco tímido y no era de muchos amigos, pero todo cambiaría cuando llegara a mi nuevo colegio.
Allí me convertiría en bisexual.
Nos mudamos a la ciudad y mis padres me mandaron con mis tres hermanos allí.
Era un colegio grande, de muchos salones, pasillos y algunos lugares deshabitados.
Un colegio publico muy grande y encerrado.
No era el mejor de la ciudad pero con tal de estudiar mis padres se sentían tranquilos.
En realidad era uno de esos colegios en los cuales los padres no quieren mandar a sus hijos pero ellos si quieren.
Habían todo tipo de jóvenes problemáticos.
Al llegar a mi nuevo salón y presentarme fui directo a el asiento de atrás y pude ver que todos susurraban y me miraban.
Algunos fueron amables y me saludaron de buena forma, otros solo siguieron en su día.
En el recreo no encontré a mis hermanos así que comí solo esa tarde.
Hasta que un chico se me acerco, era alto, de piel blanca, muy fuerte, cabello negro un poco largo bien peinado y olía bien.
Se presento y me dijo que se llamaba Alex.
– Mucho gusto, mi nombre es Daniel.
– Bueno, Daniel, ¿que le ha parecido este colegio?
– Es bien, muy grande y.
– No, bobo, la gente.
– Ah, pues, bien.
Se ven que son muy amigables.
– Si, así somos.
Yo soy el representante de tu salón.
Así que algunos parceros y yo queríamos hacerte una bienvenida en un salón luego de clases.
Para que se conozca con ellos.
– Ah bueno, pues no tengo nada que hacer y vivo cerca.
Así que bueno ire.
– Hágale, chao.
Se marcho y luego de clases se me acerco y me dio una nota que decía: Aula 9.
Todos se habían ido y yo fui al aula 9, el vigilante me vio caminando por los pasillos y me dijo:
– Niño, ¿que hace por aquí? Ya es muy tarde.
– Ah es que unos compañeros me dijeron que los viera en el aula 9.
– Ahh.
Aula 9.
Queda al fondo del colegio, pásela bien.
En ese momento el se fue a la entrada del colegio y yo quede pensativo.
El tipo solo me dejo marchar como si nada cuando le dije Aula 9.
También pensé que mis hermanos no me buscarían ya que yo les dije antes de que se marcharan que me quedaría y mis padres llegarían en la noche así que no había problema de nada.
Era casi de noche y no veía nada, hasta que logre ver el aula 9.
Toque la puerta y alguien se asomo, era Alex.
– Pase.
Entre y vi un salón con 4 tipos y sus vergas afuera.
– ¿Pero que.
?
Alex cerro la puerta y me miro de una manera miedosa.
– Tranquilo, Daniel.
Me imagino que conoce solo a dos de ellos.
Los otros dos pelados (chicos) son de décimo y once.
– Parce, ¿pero ustedes que me quieren hacer o que?
– La bienvenida.
Quítese la ropa.
– No.
– Quítese la ropa o se la quitamos a las malas.
Me comencé a quitar el uniforme lentamente, dando la espalda a los otros cuatro tipos, estaba nervioso y asustado.
Me imaginaba lo que me harían y fue cuando morboseaba como me metían sus vergas en mi culo y en mi boca como a las mujeres en las revistas porno.
De inmediato se me comenzó a parar y fue cuando sus escuche sus burlas.
– Mmm, pero es que le gusta.
¿Usted es gay o que?
– No, a mi me gustan las mujeres.
– Pues con esto va a pensar en las dos cosas.
Al estar completamente desnudo, los cinco me rodearon, Alex me ordeno algo que me imagine que diría.
– Nos va a chupar las vergas.
Ya.
¿Entendido?
Al ver lo grandes que eran, las venas que tenían, lo cabezonas que eran y lo que me harían una excitación me llego, mi verga seguía parada y mis hormonas volaban.
– No quiero.
– No es lo que quiera.
Tiene que hacerlo.
Le va a salir gustando, vea que ya la tiene parada.
No le vamos a ser daño, le garantizo que va a quedar con ganas de más.
Me dejo pensativo lo que me dijo.
El sexo gay me dio curiosidad algunas veces, más cuando me molestaban mi cola.
Así que decidí hacerlo, aun con un poco de indecisión.
Me agache y Alex me puso sus 16-17 cm de verga en mi cara, la tome y lentamente la metí en mi boca.
Su sabor era extraño, un poco salado y su aroma era de orina y macho, eso me prendió de alguna manera.
Alguien tomo mi mano derecha y la puso en su verga.
Logre ver un poco y era un joven moreno de buen físico, sobre todo abdomen, una verga de unos 18-19 cm, larga, un poco peluda y cabezona, se le notaban mucho las venas.
Comencé con una paja de buen ritmo.
Al igual con el sujeto de mi izquierda, el cual no era ni muy flaco, ni muy gordo, de piel clara, una verga de unos 15 cm, gorda y larga, sin pelos y se le veían un poco las venas.
Eran 3 tipos los cuales tenia que complacer.
Aunque me diera un poco de asco, de inmediato algo se apodero de mi.
No se que fue, pero me dieron ganas de inmediato de hacer cualquier cosa con esas 3 vergas.
Los otros dos tipos se hacían la paja y se besaban con los dos tipos a mi lado izquierdo y derecho.
Comencé a chupar un poco torpe la verga de Alex, el me enseño con su mano en mi cabeza hasta donde debía tragarla o a que ritmo.
Al principio fue lento, la metía hasta un punto que me daban ganas de vomitar, pero la retiraba de inmediato, la metía y la sacaba un poco, yo hacia unas arcadas extrañas.
– Aaaggmmm, agggmmm, agggggmmmmm.
El la saco de mi boca y pude saborear mi boca, el sabor a pre-cum y saliva me gusto.
Traque y vi su verga cubierta de saliva y tiras de saliva unidas aun a mis labios.
Mi doble paja un poco lenta seguía, era un poco torpe pero al parecer los tenia a 100.
Abrí la boca y Alex metió de nuevo su verga en mi boca, el con su mano me indico que el ritmo era rápido, la metía hasta el fondo impidiendo que respirara y luego la retiraba, mi cabeza se hundía y salia, se hundía y salia repetidas veces.
Era toda una puta.
El quito la mano de mi cabeza y comenzó a follar mi boca.
– Aaaaaaaahhhggggg, aaaaaaaaaaaaahhhhhggg, uuuuuuuuuughhhhhhhhh.
– Aaaggmmmm, agggmmmm.
Aaaggmmmmmm.
– Uy si que sabes chuparla bien.
El mete y saca de su verga era rápido y de la nada saco su verga palpitante.
Se retiro y el tipo a mi derecha se puso en frente de mi, metió su verga en mi boca y comencé a mamar rápidamente.
Lo hacia rápido y sin movimientos torpes, el solo gemía y a mi se me iba el mundo en chupar su verga.
Este para terminar metió hasta el fondo en mi garganta su verga, impidiéndome respirar y obligándome a tragarme su pene.
Al sacar su verga saque un suspiro enorme, mi boca estaba llena de saliva al igual que su verga.
Y así siguió la siguiere media hora, rotaba vergas en mi boca y yo no estaba en mis cabales.
Mi mirada se perdía en las vergas y en lo que me estaba encantando esto.
Hasta que Alex me ordena ponerme en cuatro e inicia con un beso negro en mi culo, sabría lo que vendría, pero casi ni lo pensé por estar entretenido mamando vergas.
Deje de hacer pajas ya que estaba en cuatro, así que los cuatro jóvenes hicieron fila y yo les chupaba la verga mientras Alex lambía mi ano, me mordía mi culo, lo besaba, pasaba su lengua por el, agarraba los dos cachetes de mi cola fuerte y le daba nalgadas.
Con verga en mi boca yo soltaba gemidos al sentir su lengua entrar en mi llena de saliva.
Me estaba dilatando el culo.
Un joven se salio de la fila y decidió ayudar a Alex con el beso negro, me estaban comiendo mi culo de hembra.
– Uy, parce, que culazo tiene esta perra.
Cada uno tenia mis nalgas para morderlas o besarlas, incluso metían a la vez sus lenguas en mi ano, las lograba sentir y me provoco un éxtasis extremo.
Juntaban sus lenguas en mi culo.
Al pasar diez o quince minutos Alex me dio una nalgada y dijo: – Ya esta lista la perrita, denme la crema.
Le dieron una crema de un asiento y este metía dos dedos cubiertos de crema y me untaba cada rincón de mi ano con la crema, cada vez metía más dedos y escupía en mi culo al mismo tiempo.
Me imaginaba mi culo bien abierto.
Ya que era crema, saliva y ahora tres dedos dentro de mi.
Eso y dos jóvenes ahora los cuales me mordían las nalgas.
Yo saboreaba mi boca en ese momento.
Me sabia exquisito, pero yo quería era semen, leche de macho.
Ya no pensaba como yo.
Quería sus vergas dentro.
Y así fue, Alex se posiciono y comenzó a hundir su verga lentamente.
Al principio no la sentí mucho, luego me fastidio y por ultimo comenzó ese sentimiento de dolor-placer al mismo tiempo.
– Ay, espere, me duele.
– Tranquilo, ya se le va a .
– En ese momento ya con casi media verga en mi la clava toda de inmediato y siento que me parto a la mitad o que me quebró algo, porque el dolor fue instantáneo.
– Pasar.
– ¡Aaaaaaayyyyyyyyyyy! ¡Mierda! ¡Dolio! ¡Espereee!
Alex me comenzó a besar el cuello y a tocar mi verga, mientras tenia su verga dentro de mi.
Me estaba dando casi que un abrazo.
Así no sentía mucho dolor.
Luego de dos minutos comenzó con el lento mete y saca, mientras que los otros se hacían la paja, se besaban, se agarraban los culos o se chupaban las pijas.
El aula 9; la cual era un poco pequeña, tenia un ambiente de sexo y calor humano.
Eso me prenda también.
Al paso de un rato comenzamos a follar.
El mete y saca era constante.
Escuchaba el plas, plas plas.
Sentía sus testículos chocar contra mi, también sentía su pelvis y mientras tanto me agarraba de mis caderas.
Ambos disfrutábamos.
Incluso me daba unas fuertes nalgadas y me llamaba zorra o puta.
Eso me prendía.
Luego saco su verga y se escucho un ruido un poco gracioso, sentía como entraba un poco de aire a mi ano.
El siguiente joven la metió de una vez, así como si nada, con un poco de dolor por meterla en seco, pero disfrute de ello.
– Vaya tiene un poco de saliva, crema, sangre y.
¿caca?
Ups.
Por eso me daban ganas de hacer popo.
Me dio pena pero este sujeto como que no le importo porque procedió a follarme fuerte.
– Oooohhh, ohhhhhggg, ohhhhhh.
– aaaaahhhhg, aaaahhhg, aaaaaaaahhhhgggggggg.
– ooooooooohhggg.
Ooooohhhhhhhhhhhgggg.
Ya viene.
ya vieneeeee!!!
Movio su cuerpo de manera extraña y por ultimo logre sentir que algo dentro de mi, algo tibio y liquido.
Su semen, se habia corrido dentro de mi.
Saco su verga dentro de mi y senti una gota de semen salir de mi culo, cayendo por mi pierna.
– Uff, que rico.
Ya esta preñada esta zorrita.
Pero le falta leche ¿verdad?
mande una mano a mi ano y toque el semen, luego metí un dedo y estaba completamente humedo.
Sin ver mande el dedo a mi boca.
Era delicioso.
Salado y un poco dulce.
También raro porque aun tenia rastros de crema.
– Si-si, si quiero más.
Y así fue.
Los cinco se iban turnando y me follaban a su ritmo.
Algunos por la excitación demoraban cinco minutos.
Caian exhaustos en mi espalda.
Yo me sentia agotado.
Pero a la vez lleno, muy lleno en realidad.
Todos cinco habian teminado en mi culo.
Cuando sacaban sus vergas cubiertas de semen se acercaban a mi boca para quitárselas y de paso probar el rico semen de todos.
Me encantaba el sabor.
Un manjar para mi.
Por ultimo, pero no menos importante, me obligaron dejarme mi ano cubierto lleno de semen de todos.
Irme a casa con el culo abierto y mojado para luego al llegar comerlo todo.
– ¿Te gusto? .
– Me pregunto Alex mientras todos se vestían.
– Uf, me encanto, papi.
– Mmm, papi.
Se nota que te gusto demasiado.
– Quiero repetir.
– Claro que si, perrita.
Pero eso sera luego.
Hacemos esto cada viernes o cuando un nuevo llega.
Bienvenido al colegio.
Espero que te guste esto que hacemos.
No somos los únicos que hacemos esto.
Somos muchos.
¿Quieres hacerlo con nosotros?
– ¡Si, claro.
!
Se me acerco y me dio un beso en la boca, unimos nuestras lenguas humedeciéndolas.
– Pues, como dije: Bienvenido.
Los demás se marcharon como si nada, Alex fue el penúltimo en salir y yo me fui de ultimo.
Mi culo estaba abierto, mojado y me hacia sentir extraño.
Pero a la vez me gustaba.
Al salir el vigilante me agarro mi culo y dijo: Lo dejaron bien lleno.
Feliz noche mamasita.
¿Quiere que les cuente todas las aventuras y experiencias que pase en ese colegio todos esos años? pues esperen mi segundo relato, en el cual me convertí en toda una puta insaciable de leche.
Ufff, qué buen relato!!! Espero que haya una segunda parte.