El conejito blanco (parte 1) (7) (18)
vi a mi nuevo vecinito un niño de 7 años, era un albino, su piel blanca como la nieve, ojos rojisos como un par de cervezas, su cabello blanco y rizado, apesar del aspecto de sus padres el pequeño tenía un aspecto bastante limpio..
Está historia lléva sucediendo ya un año es y debo decir que no puedo dejar. Hace un año me mudé de mi pueblo a la ciudad vecina para estudiar la universidad. Dado a qué no soy una persona de dinero conseguí un empleo antes de mudarme y renté un pequeño departamento (el cual era bastante bueno para ser tan barato). En mi edificio relativamente nuevo y debido a su presio asequible estaba lleno de gente algo solitaria y deprimente.
Apenas un mes de haber llegado se mudó una familia (cosa que no había visto) la madre era joven, pero con un aspecto descuidado, el padre tenía un aspecto de drogadicto y por último vi a mi nuevo vecinito un niño de 7 años, era un albino, su piel blanca como la nieve, ojos rojisos como un par de cervezas, su cabello blanco y rizado, apesar del aspecto de sus padres el pequeño tenía un aspecto bastante limpio.
A primera vista no me parecía sexualmente atractivo, mi interés no iba más alla de lo extraño de su condición. tan pronto como llegaron al edificio el deprimente silencio desapareció, las peleas domésticas empezaron y mi tan poca relación con mis vecinos se limitó a miradas inconodas.
En una de esas tantas noches después llegué a mi edificio y apenas recorrí el primer tramo me encontré a mi pequeño vecino sentado con un aspecto triste, ¿Que sucede amiguito? Pregunté compasibamente, mi padre volvió a tomar demasiada medicina mientras me cuidaba y mi mamá está muy enojada. Al oír éso me apiade de el y lo invite a mi departamento hasta que sus padres terminarán la discusión.
Apenas oi que azotaron la puerta de alado salí y mire al padre largandose mientras la madre lloraba, la consolé y la acompañe a su departamento, una vez que se calmó le entregué a su hijo. Noté lo importante que era pará ella pues apesar de los problemas que tenia su hijo no padecía hambre y siempre lo tenía limpió.
La noche siguiente que llegue ella me dijo que tenía que trabajar de noche y me pidió cuidar a su hijo, escena que se convirtió en costumbre y para ser sinceros no me molestaba, solíamos jugar videojuegos o platicar hasta que era hora de dormir y así era mi rutina.
Una noche mientras el dormía en mi sala decidí aprovechar para masturbarme y en ese momento entro a la habitación, por suerte tenía mi sábana cubriendome, el había tenido una pesadilla, quería dormir conmigo lo dejé me subí el boxer y levanté la sábana, el se acomodó, cuando intenté bajar un poco lo incómodo el hizo una pregunta.
¿Está bien que me guste un hombre? Eso me petrifico, ¿Te gusta alguien? Pregunte, es que cada vez que te veo siento que quiero besarte y mi pipí se endura, dijo soyosando. Yo que estaba muy caliente le Pregunte ¿Quieres besarme ahora? El asintió y yo en un impulso de calentura lo besé, el correspondió y metí mi lengua hasta el fondo.
Toque su salchichita y estaba dura, metí mi mano en su calzoncillo, comenze a acariciarla, el debió créer que era parte del acto y metió su manita en mi boxer, la agarró. ¿Te gusta? Pregunté, quiero verla me dijo, prendí mi lámpara de mesa para mostrarsela, nadamás la vio comenzó a jugetear con ella, eso me puso duro, le indique que la chupara y lo hizo sus mejillas se incharon, joder se sentía tan bien.
Me palpita la colita, exclamó. Es por qué quiere que te haga el amor, ¿Lo hacemos? Dije, el asintió.
Lo puse bocabajo y dios su culito era blanco rosado, muy hermoso. Desde ahora serás mi conejito y yo seré el lobo feroz le dije, siiiiii me dijo. Abrí esas nalgas y metí mi lengua poco a poco, pude sentir como su culito palpitaba. Metí mi dedo y el grito, tuve cuidado y dilate metí mi otro dedo a él le dolía, pero era mi conejito, lo libro que e intenté meter mi pene era difícil, cuando alfin logro entrar la cabeza el gritó, la saqué y metí hasta que sus gritos disminuyeron, nunca había hecho ésto, me corrí tanto que la presión le dolió. Estábamos sudando y el sonreía, lo higienise y le pedí que no se lo contará a nadie que era un secreto, el sonrrio y me dijo que jamás lo aria que amaba a su lobo feroz, le pregunté si le había gustado, dijo que si, pero que le dolía, le puse una crema para el dolor y nos fuimos a dormir. Tenía un conejito al que me podía comer cuan quisiera
P.D: esto no terminó aquí, dejen sus comentarios si quieren saber que paso después.
ufff quiero saber que más hizo el «lobo feroz» a su «conejito»
Buenisimo
Me encantó lo aventado del niño, continua por favor.
Te falta describir mas el.sexo del niño
Que ricoooo. Quiero maaaaas
Q CHIDO