El conejito blanco (parte 3) (7) y (18)
Cuando entré al departamento de Clarisa oí risas en su cuarto y fuí a ver, al abrír la puerta de la habitación de mi conejito lo ví ahí en la cáma tirándose al hermanito de Karen.
Dos días habían pasado y yo estaba listo para la cita con mamá coneja, no había podido ver a su cria por qué ella pidió tres días en el trabajo para comprar ropa, pues su anterior pareja no la dejaba comprar mucho guardarropa, desde que inicio a trabajar la única prenda nueva que tenia era un traje que le pasó una vesina para poder buscar empleo.
Tocaron mi puerta, salí listo y me lo encontré a el, el padre del conejito se encontraba allí furioso «!!!¿que crees que estás haciendo?!!!» Dijo en tono enojado.
Me quedé perplejo ¿Habría descubierto lo que hice? ¿El y mamá coneja se reconsiliaron? No tuve mucho tiempo de pensar puesto que el se presipito para atacarlo. Me defendí lo mejor que pude, nunca he sido violento ni mucho menos buen peleador, pero la adrenalina me ayudó a defenderme, no era suficiente, este tipo era un hombre de calle sabía pelear. Por suerte un vecino vio el alboroto y llegó para auxiliarme, me lo quito de encima, logramos retenerlo hasta que llegó la policía. «!Aléjate de ella¡, !es mía¡» Grito antes de que se lo llevaron.
Mi cita llegó cuando escucho sus gritos. Me preguntó si de todos modos quería salir con ella a una cita, a lo que asentí y nos fuimos.
La noche fue grandiosa, tomamos un café en una bonita cafetería en la que ella solía trabajar antes. Me contó que ella dejo sus estudios cuando se embarazo, al principio creía que sería feliz con el y lo fué hasta que el comenzó con las drogas, ella no dejó que éso afectará a su hijo, por eso el no tenía aspecto descuidado, pues ella prefería no comer antes de que el pasará hambre.
La felicité por ser una mujer tan licuadora y nos fuimos a casa,
Al llegar ella me dijo » el niño se quedará en casa de una vecina hoy, ¿Que te parece si pasas?» No estaba seguro de que hacer, pero pensé: si comienzo una relación con ella no será raro que pasé mucho tiempo con su niño, además así no tendré que alejarme de el. «¿Podríamos divertirnos un poco?» Le dije, siguiendola a su habitación.
Debo decir que estar con ella fue bastante divertido, era muy buena en la cama y me demostró que seguía gustando de las mujeres, pero no era tan buena como su hijo.
Al día siguiente desperté en su cama y la vecina trajo al niño, como ella estaba dormida yo lo recibí, el no dijo nada pero me sonrió, le preparé el desayuno, después me fuí a mi departamento, era domingo por lo que yo no hiba a la escuela, aproveché para hacer mis tareas para mas tarde ir a trabajar.
Mi turno transcurrió normal, como era domingo el restaurante donde trabajó estaba lleno, pero ya estaba acostumbrado. Pasé la tarde pensando en la sonrisa del conejito, ¿por qué fue? Será que sabía lo que estaba pasando, o ¿simplemente estaba feliz de verme?, De cualquier forma no me dijo nada, además de cualquier forma lo averiguaría, pero la duda me ponía nervioso de cualquier forma.
Me dispuse a trabajar y cuando me aserque a la mesa que recién llego, me percaté de que las personas eran mis vecinos, el que me salvó del ataque de ése loco y la que cuidó a mi conejito, pero estaban acompañados de un niño de 7 u 8 años. «!!!hola!!!, ¿como estás wey? Después de la madriza que te pusieron yo creía que no saldrias con la mujer de ese loco» me dijo en un tono vastante agradable, como si fuéramos amigos.
«¿Cómo supieste que salí con ella?» Pregunté a Kevin (el vecino) intrigado.
«La verdad es que yo le dije, me disculpó, pero cómo saliste sin camisa cuando llevé al niño de Clarisa (mamá del conejito), supe que estaban saliendo» dijo Karen (la vecina)
«Bueno la verdad es que ella y yo no salimos aun, es solo que como cuidó a su hijo, supongo que nos hemos acercado mucho» contesté.
«La verdad es que se ven super bien juntos cuidando a un niño, por eso Karen y yo decidimos tomar la custodia de su hermano menor» dijo Kevin señalando a el pequeño que dibujaba en un papel en la mesa totalmente distraído del mundo que los rodea.
«Kevin y yo estamos en una relación abierta y decidimos ver si cuidando a un niño podíamos acercarnos más para volver más serio lo nuestro» dijo Karen con una sonrisa picara.
«Bueno creo que es grandioso, cuidar a un pequeño debe ser algo importante, les deseo suerte» repliqué, ellos asintieron y procedí a tomar su orden. Debo decir que dejaron una propina del 20% así que creo que salió muy bien.
Salí del trabajo y llegué a casa cansado por la buena jornada de trabajo, apenas abrí la puerta del edificio me encontré a Clarisa, se estaba llendo a trabajar. Me pidió cuidar al conejito y eso de siempre, me dijo que estaba en su departamento jugando con el niño nuevo del vecindario en el departamento de ella, que lo cuidase allí, se despidió dándome un beso romántico besó que asentí, se fue a trabajar y yo primero fui a cambiarme a mi departamento.
Cuando entré al departamento de Clarisa oí risas en su cuarto y fuí a ver, al abrír la puerta de la habitación de mi conejito lo ví ahí en la cáma tirándose al hermanito de Karen, cerré la puerta de golpe y me senté en el sillón. Cinco minutos después salió el hermano de Karen y sin decir nada se fue, estaba roja de vergüenza.
Salió mi conejito y me dijo «Hola señor lobo ¿Que aremos hoy» sonreí y le pregunté que que hacía con el niño, el sonrió un poco, y me dijo «bueno, cómo tú hacés feliz a mamá yo quería hacer feliz a alguien más» sonreí y le dije, «bueno está bien, pero no trates de hacer feliz a mucha gente»
«Pará nada, pero por favor haz feliz a mamá, ya no quiero que lloré en las noches por papá» me dijo con cara triste, lo besé en los labios, le prometí que los aria felices a ambos para siempre y lo senté en mis piernas para ver películas.
Pasada una hora nos recostamos en el sillón acurrucandonos, sentí sus nalgitas apretado mi entrepierna, lo empeze a frotar un poco y metí mi mano en sus trusitas, comense a acariciar su miembro mientras el babiaba mi brazo, cuando nos calentamos lo suficiente el se quitó su ropa, yo bajé mi pantalón y mi verga ya estaba dura, comense a frotarla con sus nalgas.
El que ya tenía todo preparado saco un bote de crema de debajo del sillón y comenzó a meterse sus deditos, mientras me la chupaba. Cuando se dilató suficiente seguí yo, lo senté en mis piernas para comenzar a entrar, el se quejaba un poco, pero está vez entró más fácil, se quedó así unos minutos mientras nos besamos, se sentía tan calientito por dentro, estaba yo acariciando su cuerpo cuando el sin ayuda de nadie comenzó a moverse, para que pudiera entrar y salir, dios mío se movía tan rico, yo no podía créer cuánta iniciativa podía tener este niño, comenze a gemir, un niño me estaba haciendo gemir «aaah conejito, ahhh que rico culito, aaahhhh!!! Está apretadito!» No podía creerlo esté niño era mejor que con cualquiera que hubiera estado «¿Te gusta lobito?» «Si, ahhh, así muévete mas» «ahhh, que rica verga tiene señor lobo ¿De quién es?» «Aaahhh Es tuya conejito, aaahhh, es toda para ti»
Estaba muy rico y en eso mi conejito me pidió llevarlo al baño, sin despegarme, nos metimos a la ducha, ahí lo puse contra la pared mientras sus piernas me rodeaban, abrió la regadera y me dijo «aaahhh siempre quise tomar un baño con *suspiro* usted señor lobo» lo tenía contra la pared y la ducha hizo que me retrasará pero estaba tan exitado que no hubo fuerza en el mundo que me retuviera y cuando comenze a a soltar todo mi semen en su oyito, sentí su pipí en mi pecho, estuvimos en la ducha mucho rato, yo le saque todo el semen con mi boca y el me la chupó mientras me ponía el shampoo.
Salimos del baño y después de una rica cena nos pusimos la ropa de dormir y lo llevé a mi departamento a dormir.
Ya en la cama nos besamos, acariciamos y le pregunté «¿Me amas?» No sé por qué lo dije
«Si, si, si, te amo, eres la primera persona que me hace sentir así.
No lo soporte y lp abrase de la sintura, le levanté un poco el pantalón y para no lubricar tanto me pusee un condon, como ya estaba dilatado entre rápido, y comenzó a gemir, lo puse en cuatro y en esa posición aún con los pataloncitos de la pillama en los tobillos lo empecé a penetrar «dime qué me amas» le estaba dando muy rico y el no paraba de repetir «te amo, aaahhh, ah ah ah, te amo, te amo» eso fue riquísimo, estuve en esa posición hasta el final, tiré el condon en el sesto del bañó, y nos fuimos a dormir mientras fajabamos.
Al día siguiente desperté muy animado, me prepare para la universidad, llevé al conejito al departamento de su madre, pero aprovechando la situación decidí invitarla a una cita «oye Clarisa ¿Que te parece si vamos a un bar el viernes? Para charlar» pregunté emocionado
«¡¡¡Seguro!!!, me encantaría volver a salir, pero que te parece el miércoles, es mi día de descanso» me contesta muy emocionada
Dije «Claro, el miércoles entonces, nos vemos» la besé y me fui muy emocionado, tenía la confianza de la madre y la discreción del pequeño, todo estaba saliendo a mi favor. No sé cuándo se undira todo, «pero por favor una vez la vida me regala algo tan único como ésto»
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Okey amigos aquí se queda la tercera parte, no olviden dejar su apoyo para saber si quieren más,
Les dejo mi tg para oír sus sugerencias. No siempre contesto pero si tienen alguna sugerencia los escucharé. Bye bye.
Excelente historia espero que decidas seguir compartiendola.
Excelente historia
muy bien escelente relato y vida ke ha teniudo ke rico