El conejito blanco (parte 5) (7) y (18)
nuevamente nuestras miradas se crusaron reanimando el ambiente, el trago saliva para tomar valor, cerró los ojos y me dió un beso, obviamente era justo lo que esperaba para comenzar a besarnos. El se abalanzó sobre mi, éso era bastante sensual. comen.
Pasaba de la medía noche yo estaba recostado en mi cama junto al conejito, vestia solo un short corto con una camisa de resaque. La noche en la cuidad no es del todo silencioso y mientras meditaba sobre la fortuna que había tenido éstos días sonó el timbre de la puerta.
Salí de la habitación, puse mi ojo en el visor, y abrí la puerta cuando al fin logré distinguir aquella figura, era Brayan lo miré, el me miró y bajo la mirada, lágrimas salían de su rostro, noté algunos golpes en su cara -¿Puedo quedarme aquí? Uí de casa- dijo en tono triste -por supuesto que sí, puedes quedarte el tiempo que quieras- respondí, le indique que pasará y le señalé el sillón para que tomará asiento.
-¿Que pasó?- pregunté
El bastante triste me dijo -mi padre ha comenzado a beber mas y ahora me golpea en cualquier momento, uí mientras el dormía, ¡¡¡por favor déjame quedar aquí!!!-
-No te preocupes te puedes quedar el tiempo que quieras- respondí en tono reconfortante.
Nuestras miradas se crusaron y cuando estaba por besarlo la puerta fué golpeada agresivamente, una sensación de deyabu recorrió mi cuerpo, asomé mi ojo para ver al padre de Brayan bastante enojado en la puerta, tomé valor y abrí -¿Que pasá señor?- pregunté. -Escucha ya se que ese pendejito está aquí escondido- dijo bastante enojado, pero bastante sonrió – no se de qué…- fui interrumpido -¡¡¡no finjas que no sabés!!! yo lo seguí hasta aquí, pero no te preocupes, sólo quiero decirle que no vuelva, no quiero volver a ver a ese maldito mal agradecido- y antes de poder siquiera replicar palabra alguna se fue.
Volví con Brayan para tranquilizarlo y una vez que se sintió mejor le llevé algunas colchas para que durmiera en el sillón – estoy verdaderamente agradecido, no sé cómo pagarte- dijo Brayan mientras una sonrisa de alivio se dibujaba en su rostro, limpié una última lágrima que rodaba por su mejilla y contesté -no te preocupes no tienes que pagar nada- nuevamente nuestras miradas se crusaron reanimando el ambiente, el trago saliva para tomar valor, cerró los ojos y me dió un beso, obviamente era justo lo que esperaba para comenzar a besarnos.
El se abalanzó sobre mi, éso era bastante sensual. comenzó a levantar mi camisa era jodidamente rico, se quitó la camisa y comenzó a lamer mis pezones, yo solo lanzaba gemido tras gemido «hggga, Aahh» este chico de quince me tenía deseando más.
Se bajó el pantalón y por dios tenía una verga de 17 cm, no podía creerlo, me senté en el sillón mientras el paseaba ese pito por toda mi cara, pero en éso una sensación rara me hizo sacarme ese sabroso manjar por un momento, era el conejito lamiendo mi miembro.
– oí ruido, por lo que decidí venir a ver y me dió ambre- dijo el conejito mientras lamia mi verga.
Continuamos así por unos minutos, pero decidimos mudar el acto a nuestra habitación, mientras buscaba los condones Brayan y el conejito se veían algo incómodos, le hize una seña al conejito y le dije -no te preocupes conejito, ya no te hará daño, ahora es tu hermano- Brayan agrego -claro pequeño conejito, ahora también te voy a cuidar- el conejito asintió y dijo -bueno si mi lobo te acepto yo también lo haré, serás nuestro linze –
-¿Linze?- pregunto Brayan algo extrañado, -si, yo soy el conejito, el lobo y tu el linze- contestó el conejito -bueno entonces supongo que ya es hora de comer- dijo Brayan procediendo a levantar al conejito para ponerlo en sus piernas, comenzaron a besarse apasionadamente, el linze se empezó a masturbar con las nalgas del conejito haciendo una especie de rusa, éso debió calentarlo bastante, por qué lo puso en 4 para penetrarlo, pero cuando lo hiba a penetrar le dije -consigue tu propia presa- y comense a comerle el culo al conejito.
Estaba muy empeñado en mi labor y en éso sentí algo húmedo recorriendo mi ano era el linze, eso me tomo bastante por sorpresa lo que me hizo gemir «ghaaa». Después de unos minutos me recosté en la cama, coloque mis piernas rodeando la sintura de Brayan, pará que empezará a penetrarme, coloque al conejito de cuclillas sobre mi cara y procedí a comerme su pequeño piquito, mientras metía mis dedos en su madriguera, éso lo empezó a hacer hervir provocando que se tiñera de ese hermoso color rojiso que muestra que está en un viaje de éxtasis, ni siquiera estaba gimiendo solo tenía esa cara de satisfacción babeando y balbuceando.
Estábamos comenzando a sudar, el conejito estaba orinando de placer eso me indicó que era mi turno, lo coloque en cuatro y lo comense a pentrar mientras el linze me pentraba a mi, un cosquilleo recorría mi cuerpo, el sentir a un macho penetrarme mientras le metia el fierro a un pequeño era lo máximo, de pronto sentí como mi ano se convertia en un agujero chorreante de leche.
Me detuve un momento y comense a reacomodarnos, como e Brayan se había venido ya decidí que merecía un castigo así que lo comense a penetrar mientras el conejito me limpiaba el culo con su boquita -mmm, que rica lechita de linze tiene en la colita señor lobo- decía el conejito.
Tenía a Brayan en 4 mientras lo penetraba duró -esta perrita debe ser casrigada, no tiene derecho a venirse primero- le decía, el solo gritaba y gemia «aaaahg, aaaaay, mmmmj,aaah» -si, castige al linze malo, señor lobo- decía mi conejito, en éso comienza a chuparle el pito a Brayan, además se comía mis bolas en lo de mientras, sentir eso me hizo no soportar más y comense a venirme en su culo, me quité el condón mientras el conejito le limpiaba el cum a Brayan del culo, además de masturvarlo y se la chupaba.
No me demoré ni dos segundos, tremenda escena me dejó listo en un instante para el siguiente round, me puse manos a la obra y comense a penetrar al conejito mientras le chupaba la verga a Brayan – ¿Te gusta como se juega aquí?- le pregunté a Brayan -ustedes si se saben divertir- contestó.
Pude notar como Brayan estaba por venirse así le quité al conejito, le di una nalgadita en su albino culito y le dije -te vamos a dar un regalo mi pequeña conejita- sonreí mientras el fruncía el ceño -ya te dije que soy conejito, no conejita- dijo mi pequeña putita, lo hice incarse frente a mi y Brayan, nos comenzamos a mustarbar mientras el abría la boca, ya no soportaba más así que no tarde mucho correrme en la boca del conejito -no te la comas todavía- le dije, en éso el linze comenzó a soltar su cum el la boca del conejito y yo lo empeze a besar, hice una señal a Brayan así que se nos unió al besó, de pronto estábamos los tres pasandonos el semen, final mente ambos escupimos lo que teníamos en la boca del conejito, el cual se lo trago todo.
Estuvimos un par de horas besándonos hasta que llegó la hora de dormir bañamos al conejito y lo acosté a dormir. Yo y Brayan fuimos a la cocina para tomarnos una cerveza, el dijo -espera soy menor de edad- reí un poco y le contesté -creo que después de esto ése es el menor de los delitos- el sonrió, y tomó la cerveza.
-entonces ¿Que va a pasar ahora?- pregunto Brayan
– No se ¿Que piensas ahora?- le repliqué
-Pues deceo quedarme, pero primero debo saber que pasá con el conejito, ¿Por qué está aquí contigo?- dijo el, a lo que yo le expliqué lo mío con Clarisa y como es que comenzó lo mío con mi bolita de algodón.
El comenzó diciendo – bueno si me lo permites, me quedaré aquí, te puedo alludar conseguí trabajo- al oír eso lo miré intrigado -legal obvio- respondió -ademas, me puedo acostumbrar a ser tu otro amante- sonreí y le contesté – no te preocupes te puedes quedar el tiempo que quieras, yo te apoyaré y nos cuidaremos el uno al otro- el agachó la mirada serio -pero…- *Hizo una pausa*
– …yo te amo a ti, y pude sentir como tú amas al conejito, eso me duele un poco- confesó apenado
Le dí un beso en la mejilla y comense a hablar – es sierto que estoy enamorado del conejito, a él lo amo y sólo a él puedo amar *el agachó la mirada de nuevo* pero eso no significa que no te quiera a ti-
-lo dices en serio- dijo levantando la mirada -por supuesto, talvez no te puedo amar igual que a él, pero eres un chico dulce, bueno y guapo, también siento algo por ti, siento no poder amarte como tú me amas, pero te puedo dar un lugar en mi corazón- contesté, -eso es suficiente para mí, solo quiero que me quieras y además siempre quise una familia- dijo entusiasmado.
Se tomó la cerveza de un trago, se puso de rodillas, sin perder tiempo bajo mi bermuda y comenzó a chupar mi pito, eso fue hermoso, ver sus ojos azul-café mirarme mientras me la chupa, me vine haciendo que se tragara todos mis mecos, nos besamos y nos fuimos a dormir.
Nos acostamos en la cama, el conejito metió sus manos en nuestras pillamas y se durmió con dos pollas en las manos, Brayan me lanzó una sonrisa de cómplice muy pícara y yo sé la devolví.
Me desperté temprano en la madrugada, un delicioso olor a tocino inundaba la casa, estaba yo solo en la cama así que supuse que mis pequeñas bestias estaban en la cocina, caminé asia allá y me senté en el pequeño desayunador juntó al conejito -buenos dias mis fieras- dije saludando a mis amores -buenos dias señor lobo, lince quería sorprenderlo con un desayuno especial- aviso el conejito mientras me daba una taza de café -prepare mis famosos hot-cakes con huevos para ti, antes de irme a la escuela- anuncio Brayan
– cierto, olvide por completo lo de tu escuela, si quieres te puedo acompañar, me queda de camino a la universidad- añadí
-¿Cómo sabes dónde estudió?- pregunto Brayan
– ah, esté, bueno creo que tú padre lo menciono en alguna ocasión- respondí nervioso causando la risa disimulada del conejito que entendió el porque de mi descuido.
-bueno supongo, que mi padre sabía al menos algo de mi- menciono Brayan enojado, palpe su hombro y le besé la mejilla.
-ejem- dijo el conejito frunciendo el ceño
-no te enceles pequeña bolita de nieve, tu siempre serás mi favorito- le dije mientras besé sus labios.
– no te preocupes, solo lo vamos a compartir un poco, pero siempre será tullo- añadió Brayan mientras le lanzaba un beso en el aire.
– no te preocupes, te lo presto siempre y cuando me dejes tomar tu lechita cada vez que puedas- dijo el conejito
-tenlo por seguro bb- respondió Brayan
Todos reímos un poco y seguimos desayunando, me aliste para irnos, cuando en éso tocan la puerta, era Clarisa que venía por el conejito.
Salimos los tres del departamento, entramos al suyo, estando ahí le conté que Brayan se quedaría conmigo y el por que, ella entendió.
Nos despedimos con un beso. Me termine de alistar y salí con Brayan a la escuela, llegando a los buzones recoji mis recibos de cobró, note que alguien había puesto un sobre rosa en mi correspondencia, lo abrí para ver qué era, el sobre contenía una invitación de cumpleaños para el conejito a la fiesta de el hermano de Karen «el pequeño zorrito» lo guarde en mi mochila y nos fuimos, algo emocionante se venía por delante.
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Muchas gracias por leer, espero que lo estén disfrutando mucho. No olviden dejar su voto, éso me motiva a seguir escribiendo.
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Ahí subo primero mis relatos y al finalizar la saga ahí subiré una historia bonus, los amo adiós.
ufff ke rico