El Conejito Blanco (parte 9) (7) y (18)
decidí también pellizcar los pezones de mi conejito y al principio gritó -aaaay duele, para por favor- pero apenas me detuve exigió más -señor lobo aaah mmmh hagalo de nuevo, éso con mis chichitas, aaaaay duele, pero no sé detenga apriete un poco más.
-¿A casó no recuerdas a tu alfa?-
Esas palabras resonaban en mi cabeza, ¿esté sujeto me conocía desde antes? ¿Por qué no lo recuerdo? Será mejor preguntar pensé en ése momento.
– ¿te conozco de algún lugar?-
-ya veo, lo que oí de tí es cierto, creo que sería bueno vernos y aclarar las cosas ¿que opinas mañana temprano?-
– la verdad estoy de acuerdo, necesito respuestas y si es en persona mejor-
-ok pequeño sr. Lobo, si quieres respuestas las tendrás 😉😉😉-
-ok, bye-
-bye-
¿Señor lobo? ¿Que tanto sabrá? ¿Estaré en problemas? Todo éso resonaba en mi cabeza mientras estaba sentado en nuestro sillón, pero entonces comencé a sentir una mano que acariciaba mi pecho, un aliento en mi nuca que era cálido y profundo, el roce de sus dedos delgados pero un poco callosos provocaba que cada centímetro de mi piel se estremeciera
– Sr. Lobo es hora de que alimenté a éste pobre lince hambriento- dijo Brayan susurrando a mi oído.
– ¿Quieres comer de mi verga, putita tragona?-
-claro que si, hoy me sentí sólo entré esas chicas, me hiciste falta tú, le diste demasiada atención al pequeño, ahora es mi turno-
– Por supuesto que si, tu sólo súplica y te lo daré- dicho éso Brayan saltó el sillón de un brinco, se puso de rodillas frente a mi y dijo – por favor, le pido llené mi hambre de sexo el día de hoy –
– ¿a casó no te saciaron ésas chicas de la fiesta? –
– sr. Lobo, esas chicas son unas recatadas, sólo una de ellas me acompaño a un lugar más discreto y apenas me dejó tocar muy poco-
-mi joven y lascivo lince, te conozco, no eres de los que se rinde, cuéntame ¿Alguien te ayudó a descargar?-
– me conoce bien, había un chico en la fiesta, de algunos 17, el hermano de la chica se molestó, pero al final resultó estar celoso de su hermana-
– ¿ah sí? ¿Y que hiciste?-
-le di el regalo que su hermana desaprovechó, no sin antes hacerle lamer mis dedos, los mismos que le metí a su hermana en la vagina-
– ¿No cabe duda que eres depravado cuéntame más-
– pero ahora debes darme más, desabrocha tu pantalón-
la intriga me mataba y por supuesto que quería coger, pero quería saber que paso con el hermanito que se comió los fluidos de su hermana.
– Bien, ya tienes mi verga, ahora continúa-
-hola amigo, eres muy lindo ¿No te importa si te acarició verdad? Bien como te decía el me tenía contra el muro amenazando para que no me acercara a su hermana, pero había algo raro en el no parecía un hermano sobreprotector, más bien quería buscar una excusa para tocarme y cuando se descuido lo besé-
-eso es hermoso ¡ahhh si jalalo más! El se hacía el macho, pero en secreto deseaba la carné de un jovencito muy varonil como tú, ¿Que más?-
– okey, Estábamos besándonos y sin que yo lo guiará el comenzó a lamer mis dedos, el nunca supo que esos dedos estubieron segundos antes en los genitales de su hermana y aún los sentía un poco húmedos antes de que el se los llevará a la boca, dios de solo recordar me palpita el culo-
– ¿No será que es mi pene que ya te está abriendo el apetito?-
-pueden ser ambos, no lo sé, pero esté chico era muy parecido a su hermana en muchas cosas y el tacto de sus manos era el mismo, un poco mejor masturbando, pero lo adjudicarle a la practica, y ahí estaba esté chico masturbandome mientras pegaba su bulto a mi culo, pero cuando menos lo espere el se arrodillo y me la empezó a mamar-
– ¡ay mi lince, más despacio o me vengo antes! *Traga saliva* Si Perfecto así, ahora cuéntame más ¿La chupaba rico?-
-bueno era obvio que era la primera polla que mamaba, pero le enseñé bastante rápido, cada vez que hacía algo malo sacaba mi pito y le daba una buena bofetada, para que aprendiera-
-mmmm si así, ¿Y como reaccionó a las bofetadas?-
-la primera vez que lo bofetee se quiso levantar y golpearme o irse, pero no lo dejé, le metí la verga hasta el fondo y le dije «no que muy macho, no puedes con el pito de un morrito, mejor aprende a mamar bien si quieres seguir probando mi verga» entonces se quedó callado y empezó a llorar, pero le enseñé a mamar verga cuando menos se lo espero le llené la boca de mecos-
– Jajaja, ¿hiciste que se los tragara?-
-por supuesto, al principio los quiso escupir, pero le dí un beso y le hize que se los tragara, después de que se la pasó chillando bien rico durante toda la mamada no pensaba dejar que los tirará-
Me excito mucho escuchar ésa historia de sexo oral y era difícil para mí creer que un chico de apenas 15 sometiera a otro de casi 18, por supuesto que yo no pensaba dejar que el sintiera que tenía el poder.
Me levanté lo puse en cuatro en el sillón y comencé a lamer todas esas lindas paredes anales aún rosadas, rodeadas de unos pocos bellos que aún delataban su juventud, también me hicieron recordar que hasta hace poco ese culo era virgen hasta que yo lo forcé, yo le robé la virginidad a éste chiquillo.
Una vez que su ano estaba preparado lo acomodé de modo que me viera, me rodeó la cintura con sus piernas y aunque su ano ya estaba listo me aseguré de ser un poco brusco, había que dejar claro quién mandá, lo penetre y no fuí lento, algo tranquilo pero me aseguré que doliera un poco -aaaay! Espera un poco!- dijo el mientras trató de apartarme tomé sus manos y continúe, está vez mas tranquilo, pero de vez en tanto hacía movimientos bruscos para asegurar que no se le olvidará, al principio intentaba safarse, después sólo decía que le molestaba, pero cuando menos lo espere el comenzó a pedirlo, no sólo que fuera brusco, el me jalaba con sus pies, contraía fuerte su ano y yo simplemente me dejaba llevar, comencé a bofetearlo, le pellizcaba y le mordía los pezones, pero más que quejarse el gritaba de placer y pedía más.
Pronto tenía las mejillas rojas y varias marcas de dientes en toda la cintura, he incluso sus abdominales tenían una perfecta Marcá de mordida, de pronto le di el último tirón de pezones y el descargo todo su semen en su torso, mientras yo descargaba el mío en su recto, le limpie el semen con mi lengua y sus mordidas algunas algo fuertes me daban el delicioso sabor a semen, pero con un toque de sangre, el se levantó y fue al baño a lavarse mientras yo muy agotado me dirigí a la cama buscando algo de descanso.
Me acomodé de cucharita con mi conejito.
Unos minutos más tarde sentí que Brayan pegó su bulto en mi culo, decidí darle un premio y bajé mis boxer, en un principio no entendí que paso pues salió de la habitación, pero no demoró ni un minuto cuando ya lo tenía otra vez en mi espalda, un líquido helado tocó mi ano y sus dedos comenzaron a entrar en mi, mi pene se erecto en la cola de mi conejito.
Aprovechando la posición decidí tomar un poco del lubricante que Brayan me había colocado y comencé a masajear el ano de mi pequeño.
De pronto la temperatura en la cama ya era muy alta y todos estábamos sudando, yo por mi parte ya tenía tres dedos en mi conejito, pero esté ni despertaba, mientras Brayan intentaba colocar su verga en mi ano, al principio un poco torpe pero poco a poco fue llendo más fácil.
Finalmente el tercer dedo entró en la canbidad del aún durmiente conejito, así que le bajé sus trusas de Bob esponja y empujé mi pene hasta la mitad, acto que despertó a mi bebé de golpe que en el momento intentó safarse y se lastimó un poco pues pude notar su experiencion de dolor, pero cuando se dió cuenta acomodó sus nalguitas y me le dió una calida bienvenida a mi pene en su apretado culito albino.
Estábamos ahí tres sudorosos jóvenes haciendo un trío de cuchara improvisado por la noche, en un principio era difícil acordar un ritmo que satisfaciera a los tres, pues si hiba muy rápido mi conejito se sentía incómodo y si desaceleraba mucho el precioso lince se desesperaba.
Estábamos ahí en ése momento incómodo cuando se me ocurrió, decidí acomodar al conejito como aquella tardé en el granero, con ayuda de un par de almohadas lo acomodé en cuatro y lo comencé a coger de perrito, mientras Brayan detrás de mi incado me tomaba de la cintura y aprovechando mis propios movimientos cada vez que yo penetraba al conejito la verga de Brayan retrocedía en mi ano, y cuando yo sacaba mi pene del ano del conejito el juvenil mastil de Brayan me penetraba.
El momento de esxtasis era para morir, los tres estábamos ahora en posición de trenecito incados sobre la cama, Brayan aprovecho para acariciar mi torso y cuando menos lo espere pellizco mis pesones, éso me éxito tanto que gemi fuerte he involuntariamente aceleré, decidí también pellizcar los pezones de mi conejito y al principio gritó -aaaay duele, para por favor- pero apenas me detuve exigió más -señor lobo aaah mmmh hagalo de nuevo, éso con mis chichitas, aaaaay duele, pero no sé detenga apriete un poco más aaaaah aaasiii-
Cuando menos lo espere el éxtasis se apoderó de nosotros y entramos a ése estado en el que llegamos en el establo, era como una experiencia extracorporal, como sentirse drogado por el orgasmo, los tres teníamos los ojos en blanco y los pesones de mi conejito y los míos eran fuertemente exprimidos. De pronto sentí una fuerte presión en mi pene y mi ano miéntras un escalofrío recorría mi cuerpo y desacia cada célula en el, era el orgasmo más increíble que había tenido nunca, había tanto semen, sudor y un poco de orina que no había rincón seco en la cama.
Caímos rendidos, ni siquiera nos movimos de la posición en que nos acostamos hasta el día siguiente por la mañana.
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Era un poco tarde por la mañana Clarisa bajaba de su taxi, revisó su buzón y miró que el administrador del edificio acepto el cambio de departamento, por fin su sueño de sentar cabeza con un buen hombre parecían reales.
Subió las escaleras hasta su departamento y se encontró a los tres chicos acomodando algunas cajas y vió a su conejito con un par de gafas que le helaron la espina.
– Mamiiii!!! Ya llegaste ¿Te gustan?-
– mmmm, si pero de dónde las sacaste-
Note algo de angustia en Clarisa así que respondí – el administrador paso temprano para avisar que el cambio se autorizó, así que decidí comenzar a empacar algunas cosas, y encontré estás viejas cajas.
-ya veo, me alegro que se motivaran, pero tengan cuidado con ellas, tienen recuerdos valiosos para mí- dijo Clarisa quitándole los lentes al conejito y poniendolos en la caja
-Oyeee-
-creo que mejor has casó a tu mamá, ven vamos por un par de galletas y sigamos empacando- dijo Brayan
-siiii-
-oye, ¿estás bien, amor?- pregunté un poco preocupado
-ah si, sólo algo cansada, casi 24 horas seguidas de trabajo no son pan comido, mejor iré a descansar-
-ok amor, descansa-
Después Clarisa se fué a su habitación y se encerró en su cuarto para que nadie la molestase mientras se reponía.
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Hola soy el autor, y la verdad es que realmente se encerró en su cuarto a llorar, pues los lentes le recordaron un momento muy triste de su infancia, algo que su papá la obligó a ver algo que ella no pudo evitar y que aún hoy la persigue.
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Hola disculpen mi ausencia, me tardé meses en actualizar por qué actualmente estudio, así que me cuesta trabajo, pero aún tengo miles de ideas por plasmar así que no dejes de seguir está hermosa historia.
Mi tg es @LunaG08 si desean conversar algún día, bye los quiero.
Debías poner tu mail, por si alguno te queremos contactar. Vale Luna?