El confesionario
Un cura toma la confesión a los niños internos de un colegio de una manera especial..
-Hoy les toca confesarse -chilló la monja y tomó del brazo a Luisito y se lo llevó detrás del escritorio. -Bajate el calzón -ordenó.
Luisito ya sabía el protocolo, se agachó apoyando las manitos en el escritorio con el calzoncillo en las rodillas y la mujer le metió vaselina helada por el culo.
-Tienes ganas de cagar?
-No
-Has cagado esta mañana?
-Todavía no.
-Mejor.
Al cura le gustaba reventarles el culo hasta hacerlos cagar.
Tenía un confesionario especial para los internos del colegio.
Luisito tenía 6 años y era la séptima vez en el mes que lo mandaban a confesarse.
-Padre, he pegado -dijo con su voz aguda golpeando el confesionario y escuchó el llanto ahogado de alguien adentro.
Evidentemente el cura ya había comenzado a reventar ojetes.
Se abrió la puerta y apareció el viejo con la sotana hasta arriba de la enorme panza. Colgado de la verga tenía a un muchachito que lloraba con los ojos inmensos. El viejo le tapaba con fuerza la boca mientras miraba como le salía mierda del culo al crío.
-Chupale la verguita -jadeó el cura y Luisito se apresuró a ponerse de rodillas y chuparle el penecito. En una de esas se salvaba de que le abrieran el ojete.
Intentó una vez, pero hizo una arcada grande y casi vomita. El chiquillo estaba todo cagado y olía a mierda en el pequeño confesionario.
-Le has chupado? -preguntó el viejo mirando hacia el costado y vio a luisito de espalda intentado vomitar con todo el culo gordito hacia él.
Se le hizo agua la boca.
Le sacó la verga al muchachito que salió corriendo con las piernas abiertas, tomó del pelo a luisito y lo puso entre sus piernas. Lo dedeó para constatar que estuviera bien preparado, le metió varios dedos y comenzó a sentarlo.
-Ay hijo de dios! rezá el padre nuestro -gimió con los ojos en blanco mientras lo agarraba de la cinturita y le metía la verga hasta el fondo.
-Padre nuestro… ay ay ay ay ay que estás en los cielos ayyyyy ay ay ay ay ay santificado oh! ay ay ayyyyy
-Quieres cagar?
-Siii ay ay ay ay ay ayyyyyy
-Caga. Cagá tranquilo -le susurró desde atrás chupándole la oreja y metiendo la mano por delante para masajearle los huevitos.
Se escuchó un pedo largo y el sonido acuoso de la cagadera saliendo por los costados de la verga.
El viejo puso los ojos en blanco, lo agarró fuerte de la cintura y empezó a subir y bajar la cadera metiendole toda la verga gorda y cagada hasta los huevos.
-Ay ay ay ay ay ay ay -se quejaba cada vez que le abrían el orto.
El viejo se puso de pie, elevando al chiquito para que no se le saliera la pija, lo paró en su silla y comenzó a culearlo a lo loco.
-AAAYYYAAAAAA AYYYYY AYYYYYYYY -gritaba luisito transpirando entero.
-Padre, se escucha en todos lados el grito del pendejo -jadeó la monja desde atrás y el viejo la hizo entrar al pequeño confesionario tironéandola del velo que tenía en la cabeza.
-Callalo -rugió el viejo dándole al pendejo la culeada del siglo.
La vieja se subió el hábito con velocidad y metió la cara del chiquillo entre los pelos de la concha.
-Sacá la lengua y chupá a le digo al profesor de matemáticas que tienes el orto abierto para que te dé de nuevo esta noche.
-ME DUELE EL CULOOOO.
-Chupá, sacá la lengua y chupá -chilló ella abriéndose con los dedos la concha y metiendo la cara del chiquito ahí.
El viejo lo elevaba de la silla con la culeada que le estaba dando, el chiquito por ratos se cagaba de nuevo y el viejo sacaba la verga, agarraba entre los dedos algunos soretes y se lo volvía a meter en el ojete abierto para seguir cogiéndolo.
Lo culeó como por 10 minutos y cuando le tiró la leche en el culo, sacó la verga cuando la tuvo flácida.
-Andá luisito, estás sin pecado, vete a bañar y acostate.
-Me duele el culooooo -se quejó llorando con la cara llena de fluidos de la monja.
-Ya lo tienes abierto, luisito, después solito vas a venir porque te va a hacer falta la verga. Andá. -le dijo sonriendo y metiendole un dedo en el orto, lo despidió.
Luisito se fue a su habitación con el calzoncito a un lado, las piernas abiertas todas cagadas y el orto agrandado y lleno de leche. Lamentablemente el profesor de matemáticas lo vio pasar y esa noche tuvo que aguantar otra culeada de campeonato.
comos igue
Me encanta lo de sexo no consentido y que lloren y griten. Todo rico excepto por lo de estar cagando. Más bien prefería uno con el culo de los niños bien lavadito…
quiero ver como sigue la historia
Excelente, y como sigue, que morbo😁😁
wow que historia espero que se convierta en una saga de lo más puerca y sucia, más por favor.
Me ha reventado la verga al leer todo esto