El coño de mi padre 1
Metí la mano en mi pantalón y comencé a masturbarme, al momento sentí esa electricidad rica recorrerme y no dejaba de mirar como le taladraban el coño a mi papá..
Mi padre y yo vivimos solos. Mi madre se fue cuando mi padre dijo que era gay y ella no pudo soportarlo. No me llevo con ella, simplemente desapareció del mapa y yo tampoco nunca quise buscarla, no era una buena madre y con mi padre éramos mejores amigos. No me importó que fuera gay, y tampoco cuando dos años después me presentó a su pareja.
Ahora tengo 20 años, pero esto pasó cuando yo tenía 17. Papá es un hombre atractivo, llama la atención de hombres y mujeres y luego de lo que pasó, también de mí. A veces escuchaba los jadeos en la pieza de mi padre cuando ellos pensaban que yo estaba dormido y eso comenzó a excitarme. Había perdido la virginidad hace poco con una chica, pero no eramos novios y yo andaba de coño en coño.
Una noche fui al baño porque no podía dormir y cuando iba pasando por la puerta de mi padre comencé a escuchar los gemidos de ambos. Me di cuenta de que papá gemía como una puta y mi pene se paró de inmediato. Me sentí sucio porque él era mi padre y a mí no me gustaban los hombres. Me fui de allí de inmediato.
Otra noche, que fue la que cambió todo, mi padre y su novio, quien por cierto me caía muy bien, salieron a tomar unas copas y volvieron bastante borrachos. Comencé a escuchar sus gemidos y sonidos como si lo estuviera nalgeando. La curiosidad me pudo y fui hasta su habitación. Ellos habían dejado la puerta abierta. Me asomé solo un poco y lo que vi me sorprendió como nunca.
Mi papá tenía vagina.
Podía ver entrando el pene del novio de papá en ese coñito que parecía estar bastante apretado a juzgar por la expresión de Jonas, el novio. Mi papá jadeaba y se tocaba las tetillas.
—Amo este puto coño, maricón —le gruñía Jonas.
—Sí, rómpeme el coñito —decía mi papá.
Miré hacia abajo y mi polla estaba tiesa como un palo. Tenía buena herramienta, me media 20 cm y hacia gozar a las perritas con las que estaba. No podía dejar de ver, ni de escuchar como sonaban los jugos del coño de mi padre. Nunca había visto algo así. Metí la mano en mi pantalón y comencé a masturbarme, al momento sentí esa electricidad rica recorrerme y no dejaba de mirar como le taladraban el coño a mi papá.
Luego él se puso en cuatro, y pude ver lo formado que tenía el culo, al parecer los ejercicios le hacían bien. Jonas lo taladraba con ganas, la cama chocaba contra la pared y a ninguno de los dos pareciera importarle que yo los escuchara.
—Quiero follarme a tu hijo —dijo en un momento Jonas. Mi mano quedó parada y pensé que mi padre le diría algo, pero solo comenzó a tocarse lo que parecía ser su clítoris.
—Él no tiene coño —dijo mi padre.
—Pero le traigo unas ganas de romperle el culo —seguí moviendo mi mano—. Imagínate, yo dándole a tu hijo por el culo y él follándote el coño.
Mi papá gemía, era obvio que no era la primera vez que lo decía y el hecho de que él quisiera que yo me lo cogiera, me excitó más de lo que debería y me corrí en los pantalones como nunca. Tenía la calentura por las nubes. Finalmente mi padre y jonas llegaron al orgasmo y mientras jonas gruñó, mi padre gimió como una gatita. Y tan varonil que se veía.
Me fui a mi habitación en silencio, y supe en ese momento que haría lo que fuera para follarme el coño de mi padre.
ahy mano me dejaste picado y enverdad eso pasó neta, cuenta mas
Ya está la segunda parte
Woooow!!! primer relato de ete tipo que leo acá.me gusto. Y se me vino a la idea de ser el hijo. O el padre? jajajajaja quede confundido. Pero lo único claro que tengo es que amo la pichula del tamaño que sea mientras este durita vale siempre.me gusto.5 estrellas veamos como e viene la 2da parte. Deben venir mas relatos! Lo haces muy bien!