El cuñado de mi amigo
La novia de mi amigo quiere que use a su hermanito.
Tengo un amigo muy morboso que siempre me contaba historias sobre sus relaciones. Es heterosexual y está en pareja con una muchacha igual de morbosa que él. Los llamaré Esteban y Joana para protegerlos. En varias ocasiones Esteban me compartía fotos de su pito o videos de ellos teniendo relaciones. Honestamente sentía envidia de ella, pues en muchas ocasiones traté de chuparle la verga a mi amigo.
Un día, mientras teníamos nuestras conversaciones con alto contenido sexual, me dice: «Joana quiere que viole a su hermano, pero aunque me calienta, no me atrevo». Solo pensar que a su novia le calentara que vioaran a su hermano, me ponía la verga demasiado dura. «Andale, atrévete y de paso me envías un video mientras lo haces», le dije. Esteban se quedó pensativo y me dijo: «Yo no me atreve, pero que tal si te invito a pasar un fin de semana con nostros en nuestro pueblo y lo haces tú»? Eso puso mi cabeza a volar y no lo pensé. «Sí, solo pon fecha y llego». Mi trabajo era muy flexible así que podía tomar los días que quisiera y mi jefe no me diría nada pues era de los mejores empleados de mi empresa. Ideamos el plan, Joana estuvo de acuerdo y solo faltaba que llegara el día.
El día finalmente llegó. Tomé un autobús hasta su pueblo y allí Estaban y Joana me esperaban para llevarme a su casa. Vivían en un pueblo humilde, pero tenían una casa bastante espaciosa y apartada del resto. Perfecta para nuestro plan. Cuando llegamos le doy un abrazo a Estaban como saludo y otro a Joana. Pero Joana me dio un beso en los labios. Tengo que confesar que eso me tomó por sorpresa, pues aunque me considero bisexual, no pensaba que la novia de mi amigo fuera a besarme y mucho menos que él se quedara como si nada. Luego del beso, dice: «Mi amor, tú me has contado lo mucho que Fabian quiere estar contigo, porque no lo saludas bien»? Esteban titubeó un poco, se acercó y tambiém me dio un beso. Ya yo estaba demasiado caliente. Este fin de semana iba a ser mejor de lo que había pensado. Mi verga quería reventar y pude notar como Joana se tocaba mientras Esteban y yo nos besábamos. Luego de eso pasamos a la casa y comenzamos a conversar.
El hermanito de Joana no había llegado aún. Habíamos escogido este fin de semana pues la madre de Joanna iría a la ciudad por dos semanas, así que le pidió que se quedaran con el niño. El plan sería que esa noche, Esteban y Joana comenzarían a calentarse durante la cena en frente de Julián, ese es el nombre del niño y cuando se fueran al cuarto, yo me aprovecharía de la calentura y usaría al niño. Habíamos ubicado una cuerda cerca de la mesa para poder amarrar al niño en caso de que se resistiera mucho. Decidimos que no le taparíamos la boca ya que la casa estaba suficientemente lejos como para que alguien escuchara. Además, queríamos escuharlo quejarse.
Dieron las 17 horas y llegó el niño a quien dejaron en la entrada de la casa con una mochila. «Hola Julian, pasá», dijo Joana. Este es un amigo de nosotros, Fabian, quien también se quedará unos días con nosotros. Tendrán que compatir la habitación ustedes dos». Julian era un niño hermoso de 7 años. Piel blanca, ojos verdes y pelo lacio. Una sonrisa hermosa e inocente. Era nalgoncito y flquito. todo un principito. «Ve y deja tus cosas en la habitación y date una ducha antes de cenar», dijo Joana. El niño muy obendiente fue e hizo lo propio.
Yo miraba a Esteban con cara de complicidad. Estaba demasiado exitado. Esteban se acercó, me agarró la verga por encima de mi pantalón y me dijo: «Menudo espectáculo que nos vas a dar hoy. Quizás de premio, te cumplo yo tu sueño». Y me besó. Ya este fin de semana había comenzado mejor de lo esperado. Luego de un rato, escuahcmos a Julian gritar desde la ducha: «Joana, olvidé mi toalla en la habitación». «Ya va», dijo Joana mientras me miraba malvadamente y me envió a llevarle la toalla a Julian. Me levanté y fui hasta a llevarle la toalla. Abrí la puerta como si fuera el dueño de la casa y Julian se asustó. Comencé a comportarme un poco brusco con el niño para ejercer dominio sobre él. «No querías la toalla? Aquí está. Secate y avanza que estamos esperandote para comer». Dicho eso me acerqué y le di una nalgada. Lo agarré por el cuello y le dije al oido: «ni una palabra de esto o te las vas a ver». Me daba un poco de lástima su cara asustada, pero me exitaba demasiado.
Bajé y les dije a Esteban y Joana lo que había hecho y a ambos se les notaba la exitación.
Julian bajó y se sentó en la mesa con cara de confusión y susto, pero se le notaba una carpita en el pantalón. Allí estabamos todos sentados listos para comer. Durante la cena, Joana y Esteban empezaron ha subir el tono de la conversación y comenzaron a hablar de todos los sitios públicos donde habían tenido sexo. Todo esto ante la mirada confundida de Julian. Me disfrutaba su cara inocente escuchando estas historias de adultos. Todos estabamos calientes y entrados en tragos, cuando Joana se levanta y se sienta en la falda de esteban y comienzan a besarse descontroladamente. Julian estaba rojo. Olvidé mencionar que Julian estaba sentado a mi lado y este fue mi momento para comenzar mis movimeintos hacia él. Le agarré la mano y se la puse sobre mi verga que quería estallar. Asustado la retiro, y al oido le dije: «acuérdate lo que te dije antes. Y no protestes». Joana y Esteban estaban tan calientes que Joana se quitó la blusa justo ahí frente a nosotros y Esteban la tocaba toda. Se levantaron y se fueron hacia su habitación y yo me quedé solo con Julian.
«eso me puso muy caliente. Me vas a ayudar con mi calentura». Inmediatamente me paré, lo tomé del cuello y lo comencé a besar. Julian ponía resistencia y me decía que lo dejara. Fue perfecto, porque eso me daba la excusa para amarrarlo. Alcancé la cuerda, le di una cachetada y le dije «Hoy vas a ser mi puta y vas a hacer lo que yo diga». Le amarré las manos y le rompí la ropa que traía dejándolo desnudo en la mesa. Al levantar la mirada, veo a Esteban y a Joana mirando desde el pasillo. Esteban se sobaba la verga y Joana se introducía los dedos en su vagina. Toda exitada de ver como abusaban de su hermanito menor.
En la próxima parte contaré cómo continuamos y como Joana y Esteban se unieron al abuso.
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